Videos by Discurriendo in Buenos Aires. Utilizamos la escritura como un medio de expresión. Compartimos nuestros escritos, versos, estrofas
En física, con el tiempo y la distancia calculamos la velocidad. Pienso lo loco del saber que la distancia se acorta dependiendo el tiempo, y que la velocidad se encarga de que aquellos momentos se extingan tan rápido como estrellas fugaces. Aunque sigan siendo igual de intensos y placenteros, qué difícil se hace no poder detener el tiempo en un espacio cierto, como si no hubiera velocidad ni tic tacs que nos corran marcándonos que se aproxima el final.
Sería entonces, en ese momento justo, cuando los sentidos deberían cumplir su papel, las pupilas guardar en su retina las imágenes como fotografías de lo vivido, y los oídos, repetir incesante esas palabras dichas y escuchadas, además de alguna que otra melodía sonando de fondo para acompañar el momento.
Las distancias serían grandes de nuevo, la velocidad normal y el tiempo más lento, los caminos andados tomarían nuevos rumbos, desconocidos, llenos de incógnitas, aunque el destino y nuestras decisiones se encargarían de develar el resto.
Todo el tiempo la vida nos pone por delante obstáculos que atravesar, y va a depender de nosotros las decisiones que decidamos tomar, lo que dicte nuestro corazón y sus ganas de querer hacer. Todos sabemos que el corazón y la razón no suelen llevarse bien, pero claro, a veces, los finales son inevitables.
Por más que duela, siempre opté por sentir, expresar, decir y accionar. Hoy estamos, mañana quién sabe qué. No hay nada más lindo que dedicarle palabras a esas personas que comparten nuestros días… eso sí nos llena el alma.
Quedará aprender de lo vivido, de las experiencias, de nuevas situaciones. Aparecerán en el horizonte nuevos caminos, paisajes, sueños, personas que se quedan y otras que se van, aunque no importa perder, es también parte de crecer. Todo esto es vida, hermosa de transitar, con sus incertidumbres y certezas, con sus alegrías y tristezas.
Si hay algo inevitable, es el paso de los años, con el tiempo quedan muchas marcas grabadas a fuego. No luches contra el paso d
En física, con el tiempo y la distancia calculamos la velocidad. Pienso lo loco del saber que la distancia se acorta dependiendo el tiempo, y que la velocidad se encarga de que aquellos momentos se extingan tan rápido como estrellas fugaces. Aunque sigan siendo igual de intensos y placenteros, qué difícil se hace no poder detener el tiempo en un espacio cierto, como si no hubiera velocidad ni tic tacs que nos corran marcándonos que se aproxima el final. Sería entonces, en ese momento justo, cuando los sentidos deberían cumplir su papel, las pupilas guardar en su retina las imágenes como fotografías de lo vivido, y los oídos, repetir incesante esas palabras dichas y escuchadas, además de alguna que otra melodía sonando de fondo para acompañar el momento. Las distancias serían grandes de nuevo, la velocidad normal y el tiempo más lento, los caminos andados tomarían nuevos rumbos, desconocidos, llenos de incógnitas, aunque el destino y nuestras decisiones se encargarían de develar el resto. Todo el tiempo la vida nos pone por delante obstáculos que atravesar, y va a depender de nosotros las decisiones que decidamos tomar, lo que dicte nuestro corazón y sus ganas de querer hacer. Todos sabemos que el corazón y la razón no suelen llevarse bien, pero claro, a veces, los finales son inevitables. Por más que duela, siempre opté por sentir, expresar, decir y accionar. Hoy estamos, mañana quién sabe qué. No hay nada más lindo que dedicarle palabras a esas personas que comparten nuestros días… eso sí nos llena el alma. Quedará aprender de lo vivido, de las experiencias, de nuevas situaciones. Aparecerán en el horizonte nuevos caminos, paisajes, sueños, personas que se quedan y otras que se van, aunque no importa perder, es también parte de crecer. Todo esto es vida, hermosa de transitar, con sus incertidumbres y certezas, con sus alegrías y tristezas. Si hay algo inevitable, es el paso de los años, con el tiempo quedan muchas marcas grabadas a fuego. No luches contra el paso d
Recién levantadas, dormidas, desveladas. De día, de noche, en las buenas y en las malas. Entusiasmadas, eufóricas, tristes y desoladas. Contentas, ilusionadas, frustradas o bajoneadas. No importa qué, siempre juntas. No importa cómo estemos, no importa por qué, no importa quién, nos tenemos. Mis amigas, mis hermanas, las dueñas del encanto que irradian las palabras, las que escuchan sin prejuicios, las que aconsejan sin beneficio. Las que quitan el dolor del pecho, las que ofrecen su oído y su tiempo, las que quieren y no deben, las que imaginan y te incluyen, se interesan y no presumen. Preocupadas, enamoradas, analíticas, superadas. Las poetas de mi historia, las ingenieras de mis valores, las psicólogas de mi neurosis, las arquitectas de mis ideas, las guerreras de mis miedos. Crecemos, evolucionamos, cambiamos, nos equivocamos. Siempre las veo marcando el paso, abriendo caminos, y por sobre todo, siempre a mi lado. #Discurriendo
De los dos un poco, te propongo un viaje un tanto loco, sin fecha de retorno, sin certezas, sin caprichos, sin egoísmo. De los dos un poco, te propongo buscarme sin obligaciones, ni deberes impuestos. Te propongo entregarte a la tentación que te genera mi cuerpo. Un recuerdo a la vez, y te prometo el desvelo. De a un paso, sin prisa, acompañame a recorrer el mundo. De los dos un poco, un poco de tiempo para el cuerpo cansado y la mente fatigada, un poco de tiempo para construir y sentir que en la vida no se consiguen cosas innatas, sino que se generan, se producen a la medida de ambos. De los dos un poco, y transformo lo natural en huellas, lo convierto en colores y lo hago mío, después te lo presto y rompo el muro, ese del egoísmo puro, el que nos aísla y nos deja indemnes. Te incluyo, te presto atención, me intereso y sigo. Intento porque sé que no es fácil, no me rindo. Un poco de los dos, y me aventuro en la avalancha, cuando es difícil decidir, te ofrezco un poco de esa creatividad que me desborda, y te invento una idea, armo la estrategia, y ahí se desarma el problema. Un poco de los dos y se construye nuestra historia, bastante incierta, aunque no menos habilidosa. #Discurriendo