MI Periódico semanal
Una manera de dar a conocer notas de otro color.
NIQUE
Por: Yos Duet
Es increíble que a veces el enemigo a vencer sea uno mismo.
Quiero compartir la odisea emocional de los últimos quince días. Después de casi dos años, por fin ya está todo listo para iniciar la venta de nuestro primer cuento. Mi hija y yo decidimos publicar los diez cuentos que escribimos por separado. Vamos a sacar uno cada mes para poder sufragar los gastos de impresión.
Impresión la que me llevé al darme cuenta lo que implica publicar. Es toda una aventura, pero lo hicimos como Dios nos dio a entender y ya tengo el primer ejemplar en mis manos, lo demás es lo de menos. Eso pensé una noche hace dos semanas.
A la mañana siguiente me dispuse a salir a la calle para visitar unos prospectos para ofrecerles nuestra obra. No pude. De la nada me comenzaron a surgir dudas y cuestionamientos. ¿Y si no le gusta a la gente? ¿Voy a poder manejar las críticas? ¿El precio es el adecuado? Me dio una especie de ataque de ansiedad. De inmediato contraataqué y me dije que por supuesto valía mucho la pena darlo a conocer. Me expuse a mí mismo una gran cantidad de convincentes razones. Entre que sí y que no, me llegó la noche y pospuse la salida.
Parece cosa de risa, pero así se me fueron los días, persuadiéndome y disuadiéndome de hacer lo que presuntamente ya estaba decidido.
Opté por encender el piloto automático y prácticamente sin escuchar lo que mi mente me decía, efectué unos últimos ajustes y me presenté ante cuatro clientes en una misma reunión. A la mitad me detuve y sentí ganas de llorar, de hecho, se me escaparon un par de las de cocodrilo y se me quebró la voz. En ese momento me di cuenta de la tensión a la que me había sometido últimamente. La verdad no me sentí apenado ni mucho menos. Como si nada me sobrepuse y finalicé mi exposición.
Le vendí un paquete a cada uno y de esa manera comencé la promoción y venta de la obra.
¿Cuántos mexicanos en este momento no estarán dejándose sabotear por sí mismos y abandonan sus emprendimientos, proyectos, sueños? Por temores o inseguridad o por pensarla demasiado.
En fin, creo que lo que te quiero decir es que si sabes qué quieres y estás listo para hacerlo, ya no lo pienses ni lo verbalices. Como dicen en el comercial de los tenis famosos, los Nique: “Yost du et”.
VIDA
Por:Hedon Ista
Me encantan los placeres que están al alcance de cualquiera, aunque algunos no los vean como tales.
Un comerciante siente gozo al ver a sus clientes, y lo entiendo; un sacerdote, a sus feligreses; un político, a sus votantes; una ninfómana a sus amantes, perdón, al político lo que lo hace feliz es el dinero.
A lo que quiero llegar es a lo bien que me hicieron sentir no dos seres humanos, sino un par de ángeles o, para ser precisos, dos lectores. Me topé en la calle con unas lindas personas que simplemente comentaron al saludarme:
--Te estamos leyendo...
¡Ufff! Supongo que eso siente una adolescente cuando su ídolo juvenil le da su autógrafo. Me hicieron el día. Es como cuando a una ama de casa su esposo le dice que la sopa estuvo exquisita. O si un empleado es felicitado por su jefe. O cuando el SAT te dice que tienes saldo a favor.
No sé si me expliqué bien. El caso es que, sin saberlo, me regalaron un pedacito de felicidad. Me acuerdo y me siento bien. Como si me hubieran dado un chocolate fino al que le das mordiditas pequeñas para que no se te acabe pronto.
Quién sabe cuántos se asomarán a Mi Periódico esta semana, pero anticipadamente les agradezco por darme el gusto de disfrutar el dulce placer de tener lectores.
(Dedicado a Mapo y esposa)
=)
AÑO I, NÚMERO 2
CULTURA
Entre semillas y hojas.
Por: Richard
Creo que José Martí dijo aquello de: "Ten un hijo, siembra un árbol y escribe un libro". Para dejar huella de tu paso por la vida, supongo.
Nada más olvidó mencionar que cuando tienes un chilpayate ya no vuelves a dormir igual. Comen diario y demandan de ti tiempo, cuidado, paciencia y amor, o te las arreglas con el DIF o con tu conciencia.
Lo segundo se refiere a retribuirle a la Madre Tierra, aunque sea simbólicamente, por toda la belleza y riqueza natural que nos ofrece. "Pero", sin soslayar que es necesario reforestar con especies endémicas, ya que no cualquier especie es apta para toda región.
Por último, nunca nadie nos dijo lo difícil que es escribir un libro. Disciplina, inspiración, talento... eso es lo de menos. ¡Publicarlo! ¡Madre mía!
El mundo editorial es una jungla. Y un escritor, o aspirante, no es precisamente el león. Más bien un cervatillo. No, mucho menos que eso. Algo minúsculo, una bacteria, un virus. O así te hacen sentir.
Sin embargo, si un microorganismo es capaz de paralizar al planeta, por qué yo y mis pequeñísimas aptitudes no seremos capaces de crear un Best Seller. Se vale reír... y también soñar ¿no?
Así que yo insisto, persisto y no desisto. Hasta que llegue el día glorioso en que grite a los cuatro vientos:
¡Habemus libro!
.. Y como dijeran en mi pueblo: "To be continued"...
Año I. Número 1
DEPORTES
Por: El Chorigol
1-0
Ayer el Deportivo P jugó como nunca y... ¡Ganó! ¡Sí! Los vetustos corazones de los chavos rucos que semana a semana van a tirar la polilla al campo de juego estaban henchidos de gozo. No podían creer que hubiera otro equipo en la categoría de cincuenta y más, peor que ellos.
Cada ocho días o reciben una goliza o les empatan de último minuto, o si van ganando cinco a dos les sacan el partido. Se parecen al Palmeiras de mis años mozos. Pero ayer fue distinto. Un sólo gol fue la diferencia. Al minuto treinta y cinco del primer tiempo apareció la única oportunidad. Un desborde por el lado izquierdo y mi compañero delantero, después de driblar a dos adversarios, lanzó un centro preciso que techó a toda la defensa y yo, que estaba ya en el área chica como un león dispuesto a abatir a su presa, vi la gloria, plena, ante mi. La portería a mi merced a un metro de distancia. Di sólo dos pasos para acomodarme y un pequeño salto. Como en cámara lenta contacté el balón con la parte interna de mi botín y lo dirigí mientras los aficionados gritaban al unísono embargados por la emoción: "¡Cómo eres meeensooo!!". Si. La fallé.
Me sacaron del partido y ya como espectador pude ser testigo en el segundo tiempo del momento en que le rebotaron el balón al "Chávez" dos veces en la cara. Sí, dos veces. Él ni se inmutó, hizo por la pelota, la recuperó y filtrándola a los linderos del área habilitó al "Peri", quien con fina técnica lanzó la esférica por los aires aprovechando que el portero había salido a achicar el ángulo. Pese a los esfuerzos del defensa central al intentar cabecear justo en la línea de su portería, el balón se incrustó en las redes. ¡Golazo!
Probé el agridulce sabor de la victoria. Ganamos, pero no pude enfundarme la camiseta de héroe. Ni hablar, me siento mal por mi yerro, aunque un poco mejor pensando que de seguro peor se sienten los adversarios al haber sido derrotados por el Deportivo pachangas.