Tito Arango

EL PAR ACADÉMICO DE LA U DE A QUE FACILITO MI AÑO SABÁTICO, ENGAVETADO POR AÑOS.

Medellín, 21 de julio de 2011
Doctor:
Juan Carlos Monsalve Botero
Decano
Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad Tecnológica de Pereira

El trabajo "plan de trabajo corregido" que nos presenta el profesor Arango Mercado para justificar su retiro escritural (sabático) no debe ser, a mi juicio, evaluado directamente con vuestra "Guía para la evaluación de proyectos", además entiendo que ustedes, comprensivamente, nos dan una margen. No aguanta él, no aguantan ustedes y no aguantamos nosotros sus evaluadores, la sola presentación de su solicitud escritural es un llamado potente para que nos evaluemos todos y pensemos en qué se nos va convirtiendo la universidad y en que ha devenido la profesión de profesor universitario.

La vía formal de las guías de evaluación está muy bien para los profesores que nos hemos formateado en la presentación de proyectos a los sistemas investigativos formales. Ellas, las formas, filtran muy bien a los recién llegados doctores y a los profesores funcionarios expertos en los términos de referencia "de oficina", pero no a los profesores-maestros que ya en vía de extinción no cuentan en las cifras de los indicadores de los sistemas de gestión; sus "productos" cargados del sentido que da la sensibilidad pedagógica, la actitud crítica y digna frente a la formación, son de impacto sutil, y tan humano, que difícilmente caben por los tabiques competenciales que califican, controlan, evalúan y administran al profesorado universitario hoy día.

Escucho los ecos ensordecedores de una voz1 que se levantó para reivindicar el papel crítico reflexivo del intelectual, del académico, del profesor. Para él "el papel de un intelectual no consiste en decir a los demás qué han de hacer. ¿Con qué derecho lo haría?" y, Arango Mercado, apuesta por un texto cabecera provocador en la formación del intelectual y el ciudadano del mundo, comprometido con la realidad local, regional, nacional e internacional; compromiso sospechoso y raro desde especificidades disciplinares y profesionales (Educación Física, Recreación, Deporte, actividad física) que se han embolatado en la tarea formativa haciendo del currículo una selección de culturas "propias del saber especifico" que magnificadas en su soledad epistémica pierden el sentido público, multidisciplinar, político y social dentro de los planes de formación profesional.

1 FOUCAULT, Michel. Estética, ética y hermenéutica. obras esenciales, Vol. III. Trad. Ángel Gabilondo. Paidós. Barcelona, 1999. pág. 378

Nuestros programas sin "guías" éticas, políticas, filosóficas y pedagógicas se han convertido en los instrumentos insulsos y cuadriculados para la formación de ganapanes y de técnicos de nada, alucinados específicos para ninguna polis: los egresados universitarios. Nos grita el fantasma francés que "El trabajo del intelectual no es modelar la voluntad política de los otros; es por los análisis que lleva a cabo en sus dominios, volver a interrogar las evidencias y los postulados, sacudir los hábitos, las maneras de actuar y de pensar, disipar las familiaridades admitidas, recobrar la medida de las reglas y de las instituciones y, a partir de esta reproblematización (donde el intelectual desempeña su oficio específico), participar en la formación de una voluntad política (donde ha de desempeñar su papel de ciudadano)" y Arango Mercado nos promete configurar una guía, desde su vasta experiencia intelectual y académica para formar estrategas dignos, profesionales e intelectuales orgánicos, se para en la necesidad de levantar Filosofía para formar espíritus reflexivos en el campo, que poco quedan; asunto extraño a los problemas de investigación que hoy tocan puerta a los centros y sistemas de investigación.

Es evidente para nuestro beneplácito que su guía promete no descuidar el proceso de intelectualización y concienciación tan caro a la formación de los profesionales del campo. El objetivo de su texto, pertinente, claro y ajustado a la necesidad universitaria de hoy le apuesta sin ambages a la provocación del ánimo reflexivo en la academia y en la cotidianeidad, en el quehacer diario de un profesional específico que debe, a su juicio, comprometerse desde la universidad y desde su proceso de formación con su país y con el mundo.

Su estado del arte no se dibuja en los formalismos que exigen el "qué se ha hecho sobre el asunto a investigar"; pero Arango Mercado se explaya en una base referencial ambiciosa y magistral que sube hasta los griegos, pero que aterrizando se concentra en una fuente primaria cargada de noticia, de relato, de crónica del cotidiano periodístico que pone a pensar, que sacude connivencias banas y sutiles tan frecuentes en las profesionalidades acríticas y superficiales.

A buena hora llega el profesor a plantearse y a plantearnos una interesante pregunta sobre la necesaria presencia de la filosofía en los currículos universitarios del campo como apoyatura para motivar la formación de espíritus reflexivos. Si su interrogante orientador y su objetivo textual, reaniman la reconfiguración curricular de lo filosófico y lo histórico en los planes de estudio del campo, bienvenida la propuesta textual del profesor. De intelectuales actuantes y de ciudadanos conscientes y comprometidos (como objetiva Arango Mercado) estamos muy necesitados.

El planteamiento del problema y su justificación están al orden del día en los procesos de transformación y ajuste curricular de nuestros programas. Los profesores con guía y orientación textual propia están en vía de extinción. Lo que queda en estos currículos modernizados, competencializados y empresarializados es profesores con programas incoloros y des-comprometidos socialmente, programas para empujar técnicos ejecutores de acciones inconexas y descontextualizadas de la realidad y de la historia. Programas que no pasan por aquella interrogación crítica de toda pedagogía comprometida: sobre el quién soy, por el de dónde vengo, o por el a quién se deben y a quién deben servir mis teorías y capacidades, o por el cómo hacer las cosas de otra manera de cara a contextos loables tales como la sostenibilidad, la equidad, la justicia, el respeto, el compromiso y la superación respetuosa.

En su propuesta, se dibuja un marco estructural del empeño y del texto que pueden permitirle al profesor un retiro productivo y a nosotros una espera ilusionada de un apoyo para el proceso de formación de un intelectual humanizado y politizado.

Cuando ustedes me piden que piense y valore su trayectoria investigativa (GRUPLAC Y CVLAC). Uno podría pensar al ver la primera superficie de su "producción" que no tiene grupo de investigación si este requerimiento remite, al formalismo de un grupo matriculado en COLCIENCIAS, pero en los submundos de su propuesta de texto se aventura un profesor que ha hecho de la docencia un trabajo en grupo de investigación, de indagación, de búsqueda, de sorpresas y sorprendimientos cotidianos, no de otra forma se pueden cuajar propuestas textuales de este talante. Días oscuros nos esperan si la producción profesoral pertinente y financiable solo sea la que se ajuste a las dinámicas y exigencias formales de los "sistemas de investigación" que en muy buena medida, cosificados y pasados por el unanimismo económico desconocen las experiencias y los modelos investigativos propios de los profesores. Allí en la experiencia del profesorado, en sus conocimientos prácticos y en investigación en la acción flotan propuestas efectivas, que no eficientes, configuradas desde la participación, la acción y la reflexión en el día a día de la educación en realidad. ¿Qué tal que Ortega y Gasset hubiera que tenido que ajustar su ilusión y proyecto escritural al formato investigativo para producir su inagotable texto "Sobre el estudiar y el estudiante"? (Ese gran texto para orientar la formación en la universidad).

Propongo que el proyecto del profesor sea APROBADO sin necesidad de ajustes. Es coherente (10)
Tiene CALIDAD política, intelectual, académica, docente, refleja conocimiento, compromiso y experticia (10)
Tamaña enormidad pedagógica la del profesor Arango Mercado, hacer un libro de filosofía para la formación de espíritus reflexivos en nuestro campo; solicito para el todo el apoyo de la Universidad.

Atentamente
William Moreno G.
Profesor titular Universidad de Antioquia
Director Revista de Educación Física de la Universidad de Antioquia
Coordinador Grupo de investigación PES (Prácticas corporales sociedad, educación-currículo)

Pdte. Gustavo Petro inaugura encuentro regional sobre ciencia, tecnología e innovación de la CEPAL Palabras del Presidente Gustavo Petro durante la inauguración del encuentro regional sobre ciencia, tecnología e innovación de la CEPALEl presidente de la Re...

https://youtu.be/E_cWykvzMvE?si=ca9uIz8F4Udasr0Y

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"Poema para mi querida dientes rotos"

Conozco a una mujer
que no para de comprar rompecabezas
chinos
de madera
de metal
piezas que al final encajan
en un cierto orden.
los hace
con precisión matemática
resuelve todos los
rompecabezas

vive junto al mar
pone azúcar en el jardín para las hormigas
y sobre todo cree
en un mundo mejor.
tiene el pelo blanco
que rara vez peina
tiene los dientes rotos
y usa ropa de trabajo grande y floja
sobre un cuerpo que
la mayoría de las mujeres desearían tener.
durante muchos años me irritaron
lo que yo consideraba
excentricidades suyas,
como aquello de echar cáscaras de huevo en remojo
(para aportarles calcio a las plantas).
pero al final cuando pienso en
su vida
y la comparo con otras vidas
que parecen más interesantes, originales
y hermosas
me doy cuenta de que ella es la que ha herido a menos
gente de todas las personas que conozco
(y con herir sólo quiero decir herir). ella ha pasado épocas horribles,
épocas en las que tal vez yo podría
haberla ayudado más
porque ella es la madre de mi única
hija
y hace tiempo fuimos grandes amantes,
pero ella se fue
como he dicho
es quien ha herido a menos gente
de todos cuantos conozco
y si lo miras de ese modo,
bueno,
ha creado un mundo mejor.
ha ganado.

Francés, este poema es
para ti.

-Charles Bukowski-

Ir hacia el primer mundo, hacia la sociedad del conocimiento necesita de investigación, y la investigación necesita plata.

Si el estado no estimula la investigación en la U pública, es imposible un desarrollo de la ciencia y la tecnología en la U

Yo no remedo la investigación, yo simplemente digo que mientras no haya voluntad política del estado no habrá investigación.

Yo no soy un investigador soy un ensayista... ¿Hay algún problema en ello?

Soy ateo y no lo oculto, pero no enseño explícitamente ateísmo. ¡No!

Llevo 23 años en la U y no he formado el primer habitante de la calle, el primer loco de amarrar, el primer aberrado

¿Yo soy malo porque soy diferente? ¿Soy loco porque soy auténtico? ¿Mi nihilismo es una monstruosidad?

¿De qué me juzgan señores? ¿De auténtico? ¿De nihilista? ¿De iconoclásta? ¿De autista? ¿De excéntrico? ¿Son aberraciones?

¿Culpable de qué? Kaffka, hazles entender, sacame de tu proceso

Romper de madre los esquemas, quebrar esas odiosas cáscaras de huevo en las que se convierte la realidad, me hizo culpable. ¡Jum!

Fueron los formalismos, los convencionalismos, y las simplificaciones, los que me llevaron al banquillo de acusado

A Dileidy y su limpia presentación de los hechos, como testigo de excepción, en el proceso disciplinario: Gracias mil.

A quienes enfrentaron a mis contradictores y escribieron una limpia defensa de mí: gracias.

A quienes están allende la mar, y todavía siguen mi facebook, gracias por vuestra defensa.

Lauras, Sandras, Milenas, Marcela, Diana Mariet, Dileidy, Alejandra, Jessica, Natalias, Gracias, gracias, gracias.

Voy a escribir un puñado de nombres que me asistieron, me ayudaron y defendieron. ¡Muchas pero muchas gracias!

Queridos míos: tengo la autorización legal para publicar los procesos y lo haré por este conducto.

A la escasa muchachada que se quejó de mí, no le guardo rencor, pienso que la incomprensión de mí, se le debe a los adultos

Sin embargo, debo agradecer a dos profesores en particular por su asombro de mí: Hugo el historiador y Manuel el jurisconsulto

No importa, en la cátedra libre, no hice otra cosa que dictar la Cátedra Bernardo Arango, a veces para mí mismo

Finalmente saldré por la puerta grande la la Universidad. La cátedra Bernardo Arango, no la aprobaron porque no era Doctor

Qué honor para mí, que el pensador y pedagogo de Mockus, se cite para explicar mis defensas. ¡qué honor!