Reconstrucción Vital

¡Feliz de mi colaboración en ambos proyectos: y Reconstrucción Vital!

Me complace convidaros a la saga de directos que iremos haciendo mi compañera, Clara Montes, y yo con el deseo de aportar ideas, tips, sugerencias, desde nuestra experiencia y trabajo con personas, para conocernos mejor y poner mente, cuerpo y emociones al servicio de nuestro Ser.

El próximo será el miércoles 9 de noviembre a las 20:00 de España (16:00 de Chile):

¿PARA QUÉ ME SIRVE LA CULPA?

Os esperamos🥰

Carmen

Senia pintaba tumbada en el suelo de su habitación. Sabía que pronto llegaría la hora de la merienda y que podría salir a disfrutar de sol y del arco iris. La robusta escalera de madera de roble la llevaba directamente a su lugar predilecto. El jardín que rodeaba su casa la invitaba a correr y a saltar en compañía de sus mejores amigos, los insectos. En especial, sentía pasión por los saltamontes y las mariposas. Quedaba muy poco para su rato de juego preferido que acompañaba saboreando las deliciosas magdalenas que preparaban en casa.

Lo cierto es que disfrutaba del exterior también desde el interior. Cuando se asomaba por la ventana de su habitación, apoyada en el alfeizar de la ventana, extendía sus brazos con las palmas de las manos hacia arriba en un gesto de “vivir con las manos abiertas”. A ellas, a sus manos, llegaban todo tipo de mariposas. No había mayor gozo que verlas posarse. A veces, incluso, suavizaba su respiración conscientemente para evitar que el aire expulsado por su nariz invitase a la preciosa mariposa a salir volando. En esos momentos, era como si no hubiera nada ni nadie más en la escena, ella y la mariposa, la mariposa y ella. Celebraba ese instante al máximo, extasiada con sus ojos chispeantes y sus labios dibujando una amplia sonrisa. Y tal era su corazón radiante que, tras la marcha de una mariposa, llegaba la siguiente, de diferente color, forma y tamaño, pero igual de bella. Se preguntaba qué hacia para atraerlas, qué había dentro de ella que conseguía semejante regalo, ¿sería un don? Había oído hablar a los mayores de los dones y talentos, y dejaba volar su mente, igual que a las mariposas, contemplando la posibilidad de poseer ese poder innato.

Aquella tarde de principios de otoño, recién iniciado el nuevo curso escolar Senia se sintió mal. Por la mañana, en el colegio, su querida amiga la había abandonado por una nueva alumna. Ella intentó integrarse al par, si bien con cierto celo, pero enseguida notó la pérdida. Había perdido el protagonismo, la atención y dedicación de su compañera. Y ahora, se encontraba en su habitación con un sentimiento de tristeza y rabia. Su corazón estaba encogido y fuera las nubes tapaban el sol. Abrió la ventana y se apoyó como otras veces, con sus brazos y manos abiertas. Se hizo de rogar, pero, finalmente, una mariposa se posó en su mano derecha. Entonces su corazón se empezó a expandir y cuando, intuitivamente, notó que el insecto iba a abandonar su mano, ella la cerró, dejando a la mariposa atrapada. Durante unos segundos permaneció con su mano cerrada, y en ese tiempo su corazón se encogió hasta casi no sentir su latido. Respiró profundo y abrió la mano. La mariposa salió volando lo más deprisa que pudo. Senia no comprendía cómo había podido llegar a eso, temía haberla causado daño. Y había notado cómo al despojar a la mariposa de su libertad su corazón se apagaba.

Enseguida comprendió que el sentimiento de abandono en el colegio la había llevado a aferrarse a la mariposa. Se perdonó por ello. Se perdonó por haber sentido celos de su amiga, y aprendió que el amor no se puede forzar. Volvió su mirada al jardín. El sol comenzaba a salir entre las nubes. Una pareja de gorriones se posó sobre el alfeizar. Parecían no asustarse por la presencia de la niña. Senia, notó como su corazón empezaba a latir fuerte y vivaz, y con sus ojos brillantes acercó las palmas de sus manos. Los gorriones no dudaron en subirse. Su corazón volvía a estar expandido y radiante. Unos segundos después, los pajarillos salieron volando y ella sintió un profundo gozo al verlos partir.

Sintió que había descubierto su don.

Quiero dedicar este post a los enormes beneficios que he encontrado en el y el .👏

Mi primer contacto con el yoga fue hace 20 años, después de mi primer proceso oncológico. Por aquel entonces estaba aun muy “dormida” y todo lo que tenía que ver con silenciarse, con la meditación y con la mirada interior me resultaba aburrido, e incluso me creaba cierta ansiedad. Así que poco duré practicándolo.

Muchos años después me daría cuenta de que vivía con la atención totalmente puesta en el exterior, en hacer sin parar, tratando de cubrir mi vacío con cualquier expresión material y, sobre todo, con una autoexigencia brutal.

Fue con mi segundo cáncer, hace 3 años, que viví un profundo cambio, mi mirada viró 180 grados. A partir de ahí comenzó un viaje de y conmigo misma. Sé que todavía hay mucho recorrido en este proceso de transformación, pero ahora siento que vivo de otra manera, encontrando un regalo en cada cosa que la vida me presenta.

A este cambio de actitud ante la vida contribuyeron, enormemente, las prácticas contemplativas, la y respiración consciente, y en línea con ellas las de y . Todas ellas me traen al momento presente, a la calma y al equilibrio interno.

Poder asistir a clases online de y chi kung de la mano de un gran maestro, Jesus de 🥰, fue de grandísima ayuda para gestionar mis dolores físicos y a aquietar mi mente, a través de la percepción corporal y el movimiento de energía.

Enseguida sentí el deseo de volver a retomar el yoga, y lo hice gracias a mi querida compañera Nerea .coaching ♥️, cuyas maravillosas clases (que yo sigo online) me ayudan a fortalecer el sistema inmunológico a través de la relajación, a sanar el sistema nervioso, a tonificar mi cuerpo, a mejorar mi estado de animo y ganar confianza.

Son innumerables los beneficios que he encontrado en estas fabulosas disciplinas. Aquí me quedo con las más importantes para mí: me ayudan a conocerme mejor, ser más consciente de mí misma, y autorregularme.

Os invito a que las probéis y estaré encantada de responder cualquier duda que tengáis.❤️

Sam y Carls están conversando. Sam necesita hablar con su amigo. Está en un momento de su vida en el que se siente bloqueado, no sabe qué hacer ante el escenario que se le presenta. Se siente como paralizado en un cruce de caminos y busca el consejo de su amigo.

Carls: Te noto abrumado Sam

Sam: Así es, amigo, por eso quería hablar contigo. Tengo que elegir si irme al viaje de trabajo a Sudamérica que llevo un año preparando o quedarme para estar con mi madre. Ya te dije que está en el hospital, muy delicada, no sabemos qué tiene.

Carls: ¿Cuándo es el viaje y cuánto tiempo tienes que estar fuera?

Sam: La semana que viene, y el viaje dura en total tres semanas.

Carls: ¿Imagino que es difícil mover las fechas cuando llevas un año planificando ese viaje?

Sam: ¡Es imposible! tengo que reunirme con varios clientes importantes en varias ciudades, y dar una charla en la conferencia de oro de Bogotá. ¡Nunca me había visto en una disyuntiva semejante!

Carls: ¿Están tus hermanos con tu madre?

Sam: Sí, están todos con ella, pero me sentiría terriblemente mal si mi madre se nos fuera estando yo ausente. Ya sabes que está muy mayor, en muchos momentos hemos creído que se nos iba.

Carls: ¿En base a su pronóstico qué te aconsejan los médicos sobre tu marcha?

Sam: Bueno, ya sabes cómo funciona esto, no se quieren pillar los dedos, lo dejan a tu decisión. Fíjate que al que parecía mas cercano hasta le dije: “Dime una cosa, si ella fuera tu madre y tuvieras un viaje importantísimo de trabajo, ¿qué harías? Y me respondió: “prefería no contestar para no condicionarte”

Carls: Ya… Voy a tratar de ayudarte a elegir sin que tengas la sensación de que estas perdiendo, de que estás renunciando a algo importante.

Sam: No te entiendo ¿Qué quieres decir?

Carls: Imagínate la opción de quedarte. Decides quedarte. Visualiza la escena y siéntela.

¿Qué consigues eligiéndola?

Sam: Estar aquí en el caso de que mi madre se pusiera peor y decidiera partir.

Carls: Y ¿para qué quieres eso?

Sam: Para apoyarla, para estar a su lado, para abrazarla y despedirme, para apoyar a mis hermanos emocionalmente.

Carls: ¿Qué más?

Sam: Si toca despedirse, el simple hecho de sentir que estoy a su lado, agarrarle la mano, me hace sentir más liviano el proceso de despedida.



Carls: Y ¿eso a dónde te lleva?

Sam: A la tranquilidad de estar donde siento que he de estar.

Carls: ¿A qué te conduce eso?

Sam: Pues, a sentirme en paz conmigo, con mi madre, con la vida.

Carls: ¿Hay algo de más valor por encima de eso?

Sam: No, realmente no.

Carls: Ahora visualiza el otro escenario. Decides irte de viaje.

Siéntelo, como si estuviese sucediendo. ¿Para qué te vas?

Sam: Para cumplir un objetivo laboral muy importante y deseado.

Carls: Y eso ¿qué te aporta?

Sam: Satisfacción

Carls: ¿Qué más?

Sam: Un sentimiento de realización profesional.

Carls: Y eso, ¿a dónde te lleva?

Sam: A recordar lo importante que ha sido siempre para mi madre mi trabajo y mis obligaciones profesionales. De alguna manera, la complazco al irme al viaje.

Carls: Y ¿para qué quieres complacerla?

Sam: Para recibir su amor.

Carls: ¿Qué te aporta recibir su amor?

Sam: Quietud, paz interior.

Carls: ¿Hay algo por encima de eso?

Sam: No

Carls: Veamos. Lo que tienes en ambos casos, en lo alto de la escalera de valores es Paz. En cualquier caso, decidas lo que decidas, la finalidad es la misma, el propósito final es el mismo. Elijas lo que elijas no pierdes. Siente qué surge de esa combinación, de esa mezcla de escenarios, siéntelo como si llegara algo nuevo. ¿Quizás, hay otras nuevas posibilidades que no habías contemplado hasta ahora?

Sam: Siento que hay más opciones, que hay una gama de colores entre el blanco y el negro, y que haga lo que haga estará bien mientras sienta que mi corazón está alineado. Gracias Carls.

Carls: De nada, amigo.

¡Cuidado con la empatía!

Veamos que hay distintos grados y que algunos son poco prácticos, tanto para la persona a la que acompañamos como para nosotros mismos:

👉 Contagio emocional: Esto es dejarte atrapar en el sentimiento del otro sin darte cuenta, inconscientemente. A veces hay algo de nosotros que no está sanado o superado e inconscientemente nos sentimos atraídos por meternos en pozos o laberintos ajenos.

👉 Sobre- empatía: En realidad, es lo que comúnmente se llama empatía. Aquí conscientemente te metes en la energía del otro, en el sentir del otro. En este espacio te estás desgastando junto al otro, esto supone un desgaste brutal y no es nada práctico. Es como tirarte al pozo donde ha caído tu amigo, y desde ahí quedaros los dos sintiendo el mismo dolor sin poder hacer nada.

👉 Compasión o empatía modulada: Esto es comprender lo que siente el otro y acompañarle desde un amor profundo, pero sin meterte en su dolor. Aquí no compartimos emociones, ni sufrimientos. Y lejos de pensar que esto pueda llevar a la frialdad, es la fórmula más adaptativa para comprender y acompañar al otro en su dolor. Es como tirar una escalera al pozo donde cayó tu amigo y desde ahí ayudarle a salir. Muy importante para terapeutas, médicos, coaches, facilitadores, porque es la única vía que conduce a una solución eficaz y saludable para todos.

He pecado, lo confieso.

Mi pecado es haber vivido de espaldas a mí durante medio siglo.

Prisionera de la mirada del otro…

Silenciando mis necesidades…

Desoyendo a mi cuerpo…

Obviando mis emociones…

Ignorando mi intuición…

Fingiendo ser quién no soy…

Desconectada de mis pasiones…

Ajena a mis dones…

Viviendo en el miedo y la tensión permanente, como un estudiante a punto de ser examinado…

Portando mil capas que me impedían ver mi esencia…

Arrastrando una gran sombra tras de mi, ignorante de ella…

Ciega a las señales de la vida…

Me abro a aceptar lo que fui, lo que hice y ME PERDONO TOTALMENTE

Siento que se acerca el momento.

Me toca, más que nunca, vivir el presente, saborear cada instante a tu lado.

Escucharte, aunque ya casi ni se te entienda.

Asistirte, asearte, curarte… amarte en toda tu fragilidad y vulnerabilidad, en todo tu ser.

Tumbarme a tus pies sintiendo nuestros corazones conectados a través del silencio. En esos momentos siento que somos una misma persona, aunque no sea así.

Me cuesta separarme, y ya estoy pensando en el siguiente instante que disfrutaré a tu lado.

Me toca soltar.

Me toca soltar mi mente futurista augurando escenarios donde tú ya no estás.

Me toca soltar cualquier sentimiento de tristeza porque aún estas.

Me toca soltar cualquier culpa porque sé que siempre hice lo mejor que pude.

Me toca soltar cualquier miedo y dejarme fluir con la vida.

Me toca soltarlo todo y confiar 💫🌼

Qué bien sienta de vez en cuando una desconexión total de la tecnología!😊

Lo hicimos este finde. Para algunos miembros de la familia (los más jóvenes) resultó un experimento inimaginable. Y para los demás se siente un poco raro al principio, pero al cabo de un tiempo te acostumbras a la maravillosa liberación de no tener que andar mirando el móvil, buscar algo en el ordenador o escuchar la tele.

¡Nada de aparatos audiovisuales por 48 horas!

Es volver a poner la atención en algo que hace tiempo descuidamos: el estar por y para el otro, a través de la conversación y la escucha, a través del contacto visual, sin estímulos externos que nos lleven a la dispersión.

Y ahí dejas volar tu creatividad con todos tus sentidos encontrando infinitas posibilidades.
“Desenchufados” todo es válido: inventar juegos, hacer cosquillas, peleas de cojines, cantar (aunque se te de fatal), escribir, leer, hacer crucigramas, mandalas, pintar, cocinar, pasear, bailar.💃

¡Se me había olvidado lo gozoso de disfrutar de una agradable sobremesa hablando sobre cualquier cosa, sin prisa, estando a lo que estás, a estar con y para el otro!

Hemos decidido hacerlo al menos una vez al mes. 🎈🥳

Carta a alguien en apuros

Mi querida amiga,

Hablamos con frecuencia, pero hoy sentí el deseo de escribirte unas palabras. Es mi corazón el que guía mis manos delante del papel sobre el que aquí, ahora, te escribo.

Hemos pasado momentos difíciles, cada una por su lado, e incluso en nuestra propia relación, pero lo precioso es que al final siempre estamos ahí, la una para la otra.

Y ahora te toca a ti volver a atravesar un momento duro, quizás uno de los más complicados de tu vida. Sientes miedo y tristeza, y estas confusa, perdida. Es una amalgama de emociones intensas las que recorren tu ser, que corresponden naturalmente a lo que estás afrontando. Miles de incógnitas, preguntas sin respuestas, incertidumbre, desconfianza.

Nos conocemos tan bien que a veces no necesitamos ni hablarnos, en silencio nos escuchamos mirándonos a los ojos. En esos momentos siento que fuéramos una, como si tu fueras yo y yo tú, como si respirásemos a través del mismo corazón. Y, por eso, me atrevo a decir que soy capaz de percibir con precisión lo que puedes estar sintiendo ahora. Es cuando veo tus ojos vidriosos y esas perlas que caen de ellos cuando más siento el brillo de tu pureza, de tu vulnerabilidad, cuando siento tu esencia.

Crees que no vas a poder con esto, que no vas a ser capaz de salir adelante, que todo esto es demasiado. Amiga, recuerda eso que hemos hablado siempre: lo necesario que es expresar y compartir nuestros miedos, reconocer nuestras dudas y aceptar nuestras sombras. Pues ahora que estás pasando por este gran desafío todo eso se hace aún mas indispensable.

Es un momento para apoyarte en esas difíciles experiencias del pasado que superaste. Recuerda aquellos pozos en los que has estado y cómo has salido fortalecida y enriquecida de ellos. Son ahora tu principal fuente de inspiración, sácalos del baúl de los recuerdos y reconecta con tu fuerza interior.

Es un momento para permitirte ser paciente, y no hay mejor manera de serlo que confiar, confiar en la vida, en esa fuerza creadora que siempre está a nuestro favor, aunque a veces cueste verlo.

Recuerda lo que te digo en cada visita al hospital: todas las experiencias tienen dos finalidades esenciales: aprender y disfrutar. En unas aprendemos más y disfrutamos menos, o no disfrutamos. Tú estás ahora en una de éstas. Pero, tranquila, yo estaré a tu lado para acompañarte a encontrar el gran aprendizaje, el regalo oculto, que ahora es difícil ver.

Confía, amiga, confía en la vida. Todo tiene una razón de ser. Esto está en nuestra vida para algo. Y la alegría de vivir va de eso. No sólo de disfrutar de las experiencias agradables, sino de ser capaz de aceptar y exprimir cualquier experiencia hasta agotarla, para beber el delicioso jugo de su aprendizaje.

Confía, amiga. No tengo bola de cristal, pero si la vida quiere que sigas aquí, dentro de un tiempo podrás mirar hacia atrás y con una sutil sonrisa recordarás lo importante que fue vivir este desafío para comprenderte mejor y darte lo que necesitas, para descubrir todo ese tesoro de cualidades y recursos de los que dispones. Quizás una oportunidad para reconstruirte.

Cuando nos volvamos a ver no hablaremos de esta carta, pero, por favor, guárdala en algún lugar inolvidable, para que dentro de unos años podamos releerla juntas, si tú quieres.

Recuerda que estoy aquí. Que siempre que necesites expresar, desahogarte, llorar y soñar en compañía puedes contar conmigo. Y si en ese momento no puedo estar a tu lado, vuélcalo todo en un papel, porque en breve estaré ahí para acoger y sostener juntas tus palabras, tu dolor.

Como aquella canción, ya sabes, si tú me dices ven lo dejo todo.

Un abrazo con el corazón,

Carmen❤️

Ante todo, quiero ser muy respetuosa porque sé que este tema es delicado, esencialmente, porque nos cuesta asumir que, de alguna manera y casi siempre inconscientemente, participamos, en mayor o menor medida, en lo que llega a nuestra vida, y sin lugar a duda somos responsables de cómo lo vivimos.

Para que puedas seguir leyendo te pido una mirada más amplia y curiosa, y que destierres la culpa, como mínimo mientras lees este artículo, y ojalá para siempre.

Empieza por hacerte algunas preguntas:

¿Cuántas veces sientes que estás haciendo o diciendo algo que no es lo que sientes de verdad?

¿Te ha pasado, con frecuencia, eso de sentir que estás en el lugar equivocado pero que no haces nada por cambiarlo?

¿Sientes a menudo que te estás mordiendo la lengua y “tragando” algo que necesitas expresar?
Pues vamos ahora a esos estados no deseados como, por ejemplo, las enfermedades.

Afortunadamente, contamos ya con muchos estudios que revelan cómo algunas enfermedades están asociadas a la represión de la expresión emocional, algo que, a fin de cuentas, representa una incoherencia o conflicto interno entre lo que sentimos, pensamos y hacemos, y que a la larga acaba materializándose en nuestro escenario más cercano: nuestro cuerpo.

Contamos con cantidad de trabajos de investigación que asocian algunas enfermedades a:

Personas super exigentes consigo mismas, hiper responsables y perfeccionistas, que no se permiten fallar.

Personas que viven desde la búsqueda constante de amor, aceptación y reconocimiento externos, que les lleva vivir desde el miedo, la preocupación o la tristeza.

Personas que no son capaces de poner límites, que no saben decir que no nunca, o expresar lo que piensan y sienten.
Esto hasta aquí es algo que ya quizás has oído, lo intuyes o sabes. Pero ahora viene la parte que puede hacerte ir más allá.

Quiero añadir que esto que escribo está basado, no sólo en información y estudios existentes, sino en mi propia experiencia y en experiencias de personas cercanas a las que he tenido el honor de acompañar.

Porque, para algunas de estas personas, la enfermedad, de repente y de forma inconsciente, les ha podido proporcionar una excusa para soltar y verse liberados de pesadas cargas autoimpuestas. Y esto puede llevarnos a veces a perpetuar una enfermedad.

Darte cuenta de que puedes estar teniendo un beneficio (oculto) a través de ella y que, seguramente, ese beneficio es de gran valor para ti, quizás pueda aportar algo de luz en el proceso de salir de ella.

No sólo se trata de buscarle el sentido a esta experiencia, sino de ser capaz de ver que lo que está pasando tiene un aspecto de aliado que, a priori, nos cuesta aceptar. Ser conscientes de ello y descifrar ese mensaje profundo, es el primer paso.

¿De qué te puede servir todo esto? ¿Qué te puede estar enseñando?

Busquemos. Busquemos con una mirada más amplia, responsable y flexible, ya que esos beneficios ocultos tienen un altísimo valor y pueden llevar a perpetuar un estado no deseado.

En el viaje hacia la plenitud es necesario que todas las cosas que son de valor para ti estén en tu vida, sin que tengas que pagar enormes precios por ello. Es incluirlo todo. Es no tener que optar. Es elegir sin tener la sensación de que estamos perdiendo, de que estamos renunciando a algo importante.

Con esta integración de todas las partes te acabas dando cuenta de que en ese mundo tan oscuro que tanto rechazas hay también luces y que suceden cosas a nivel inconsciente que te abren un mundo de infinitas posibilidades.

💜¿QUÉ VES CUANDO TE MIRAS EN EL ESPEJO?

¿Os acordáis de mi artículo "Abraza tu sombra"? Vuelvo a sacar este apasionante tema porque me parece super importante darnos cuenta de esos mecanismos que usamos constantemente al proyectar emociones reprimidas, necesidades no cubiertas, idealizaciones y anhelos, rasgos heredados o creencias introyectadas.

Ya dijimos que la PROYECCION o ley del efecto ESPEJO es una potente herramienta de autoconocimiento. La utilizamos mucho en terapia porque es una forma de transformarnos, de ampliar nuestra mirada y nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos, pudiendo elegir libre y conscientemente, y así soltar angustia y sufrimiento.

Recordemos que todo lo que nos chirría e irrita de lo que vemos en el exterior habla de nosotros. Porque al final, lo que acabamos proyectando fuera son aspectos propios.
Proyectamos todo lo que rechazamos, reprimimos, lo que no nos permitimos ver o no reconocemos de nosotros mismos.

Y todo lo que reprimimos o no nos permitimos es porque nos parece indigno, prepotente, amoral, mal aceptado por la sociedad, etc.. Pero una cosa es tener conciencia moral y otra es reprimir rasgos y emociones. Así que esa represión acaba traduciéndose para nuestra sombra en una gran presión almacenada que necesita, de un modo u otro, ser liberada, y esto lo hace de una manera muy clara que es llevándonos a reaccionar o hacer juicios sobre algo que nos irrita.

Pero es fundamental saber que, en nuestra sombra, albergamos también todas nuestros anhelos e idealizaciones, así como cualidades y virtudes en potencia. Aspectos que forman parte de nosotros pero que no hemos aún reconocido o desarrollado, y que vemos en quienes adoramos, admiramos e incluso idolatramos.

Por esto es importante aceptar y reconocer nuestras partes ocultas y reprimidas, aunque sea doloroso, e integrarlas en el conjunto de nuestra vida, porque somos luz y sombra. Y esto nos lleva a responsabilizarnos, hacernos cargo de esas partes ocultas o sombras que iremos descubriendo en nuestro camino de autoconocimiento.
💜

Tal como lo ves te disgusta, pero está ahí, lo quieras o no.

Y no va a desaparecer porque te disguste.

Así que…

¿qué tal, ya que está ahí, si lo observas con interés, prestando atención a ver qué ves?

Porque, quizás, puedas encontrar algo que no hayas captado antes, algo que no te disguste tanto, o que te guste.

Obsérvalo, con curiosidad y atención, desde todos los ángulos, aléjate, acércate, velo en perspectiva.

Hasta bajo el lodo hay un regalo, muchas veces en forma de beneficio oculto.

Encuentra el regalo escondido en cada experiencia y convierte tu existencia en algo que al levantarte cada mañana te haga ilusión.

¿Quieres que te acompañe a encontrarlo?

📢*¡SEGUIMOS DIFUNDIENDO, A POR LAS 500 FIRMAS!* Políticos de la Asamblea de Madrid: me llamo Carmen y *he sobrevivido a un cáncer de colon y a otro de ovario.*

*¿Cuándo se van a destinar recursos a una psicoeducación que nos permita prevenir este tipo de enfermedades?*

🙏Gracias a todas las personas que ya han apoyado mi pregunta y aquí os dejo el link para seguir sumando firmas✍️

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https://bit.ly/3qdjbKg

🌟Para apoyar la campaña, es obligatorio rellenar los campos de nombre y correo electrónico (para verificar que la apoya una persona real) y la casilla de protección de datos. Lo demás es opcional

El poder de los números.

Ya decía Pitágoras que “Los números son el lenguaje en el que se expresa el universo, todo aquello que vemos y que no vemos”.

Nuestra sociedad occidental está identificada con lo mental, lo racional y, por ello, todos acabamos cayendo en la trampa de valorar y creer que lo lógico, lo razonable, lo científicamente demostrable es el orden superior de las cosas, y damos la espalda al corazón, al sentir y a la intuición.

Nuestra mente racional busca correlaciones que puedan ser demostradas en el campo de lo físico. Afortunadamente, la ciencia (desde la neurociencia y la física cuántica) avanza a pasos agigantados en espacios que antes estaban sólo reservados a la espiritualidad, lo transpersonal o trascendente.

Con mi mente científica y estructurada de ingeniera, durante mucho tiempo me resistía a creer cualquier cosa que no estuviera científicamente demostrada. Buscaba la lógica y la explicación en todo, la certidumbre desde la mente. Hasta que me di cuenta de que estaba desperdiciando algo maravilloso. Algo de lo que no oímos hablar ni en la escuela ni en el entorno familiar. Algo que me lleva a sentir dentro de mí una especie de certeza interna, de sabiduría interior que no necesita ser demostrada y en la que al principio no confiaba, mi intuición. Poco a poco he ido siendo cada vez más consciente de su poder dentro de mí, de su potente función como brújula que me guía en la vida.

Gracias a mi intuición abrí mi conciencia a nuevas opciones que me permiten encontrar esa armonía entre la mente y el corazón. Así es como un día llegó la numerología a mi vida. Tanta fue mi curiosidad y fascinación que empecé a estudiarla a fondo. No es raro que me fascinara pues siempre flipé con los números y las matemáticas, asignatura en la que claramente sobresalía. Pero nunca pensé que me ayudara tanto en esa nueva mirada, en este cambio de foco, de la mente al corazón, de la razón a la intuición, de la ciencia a la consciencia.

Como buena “4” que soy necesitaba constatar con una base sólida, comprobada y rigurosa este nuevo tesoro que había “caído en mis manos”. Así, empecé a utilizarlo como herramienta de autoconocimiento en mis trabajos de acompañamiento. Y así, descubrí el poder de los números, un maravilloso espejo en el que nos reflejamos.

¡Qué riqueza de información se desprende de nuestra fecha de nacimiento, y qué revelador todo lo que nos habla sobre nuestras cualidades innatas, nuestros dones y talentos, las experiencias y desafíos que atraemos a nuestra vida, y nuestra misión en el mundo!

Conocer esas cualidades y alinearlas nos lleva a potenciar los recursos que tenemos disponibles y disfrutarlos como dones. Aprender de los desafíos nos ayuda a generar nuevos recursos para exprimir al máximo nuestra experiencia vital e ir, poco a poco, saboreando la vida de forma más equilibrada y alineada con lo que somos en esencia.🌟

Puedes escuchar este y otros artículos en mi blog: https://www.reconstruccionvital.com/blog/

Gracias 2021 porque en este tiempo...

💜 he podido ver con claridad cuáles son mis pasiones y mis dones, y cómo ponerlos al servicio del mundo.

💜 he sido más consciente de las señales de la vida, y de cómo cuanto ocurre a mi alrededor me sirve de espejo de lo que se cocina dentro de mi.

💜 he vivido los desafíos como oportunidades para valorar lo que he perdido (aunque sean pérdidas ilusorias y momentáneas)

💜 he sabido soltar algunas piedras que impedían un avance liviano, ganando confianza, confianza en la vida.

💜 has puesto en mi escenario personas maravillosas con las que comparto y aprendo cada día, fuentes de inspiración y de alegria para mi corazón.

💜¡Gracias 2021 por permitirme seguir creciendo!💜

Todas las emociones son energía en movimiento. Y así como la vida es un constante cambio y un constante fluir, es necesario dejar que esa energía de las emociones fluya a través nuestro.

El miedo es una de las emociones que menos nos gusta sentir, que reprimimos y no dejamos fluir. En vez de contener esa energía se trata de usarla a nuestro favor.

Cuanto más miedo tienes de algo más control ejerces sobre ello.

Pregúntate ¿Por qué necesito controlar eso?

¿Qué miedo hay detrás? ¿Miedo a qué?

No hay nada que modifique más una creencia de miedo que sobrevivir a eso a lo que teníamos tanto miedo.

Cuando te diriges hacia tu miedo y lo atraviesas entras en un estado de libertad, y el subidón de autoestima, de realización, de liberación es be***al.

Porque, detrás de cada miedo acabamos dándonos cuenta de que la realidad no era tan espantosa, de que la gran mayoría eran miedos de papel, y empiezas a saber cómo vivirlos aprovechando toda su energía.
🌺¡Atrévete a atravesar tus miedos!
🌺Si quieres que te acompañe a hacerlo, ya sabes dónde encontrarme.
www.reconstruccionvital.com

🌺ABRAZA TU SOMBRA🌺

Caía la noche en una tarde de sábado. Era invierno y oscurecía pronto. Pasaban las horas y yo seguía afanada trabajando en mi cuarto. Sentí sed y decidí ir a por algo de beber. En el salón, mi familia disfrutaba jugando con la Wii. Nuestra gata, Leia, dormía apaciblemente saboreando el calor de la chimenea. En otra estancia mi «viejita» ojeaba entretenida sus revistas favoritas.
“¿Por qué no paras un rato y te vienes a jugar con nosotros?” Oí decir a mi pareja.
Con un gesto cariñoso, pero casi sin contestar cogí una bebida y me dirigí de nuevo a mi escritorio. Una sensación incómoda recorrió mi cuerpo. Me escuché internamente diciendo “me molesta ver que los demás descansan y se divierten mientras yo no dejo de trabajar”.
Pero… ¿Qué es lo que de verdad me fastidia de eso?

En realidad, no me molesta que ellos descansen, se relajen y disfruten. Si profundizo un poco me doy cuenta de que lo que, realmente, me crea malestar es el hecho de no permitirme a mí hacerlo, es decir no soltar mi idea de que si no hago no soy.

Esta es una de las creencias que más he observado en mí durante toda mi vida, que más daño me ha hecho y que más me costó soltar. Aún hoy creo que no la he soltado del todo.

Siempre repudié esa parte vaga de mí. Me decía, “nadie puede hablar bien, ni reconocer, ni valorar a los vagos, a los pasivos ¿cómo me voy a permitir yo ser así? ¿Qué pensarán de mí?”

Esa parte que rechazamos, que nos molesta tanto ver en otros, realmente está en nosotros, en un lado nuestro que no queremos ver, una parte de nuestra identidad que nos negamos admitir. Eso conforma nuestra sombra.

Fue el psicólogo y psiquiatra suizo, Carl Gustav Jung quien habló por primera vez de la sombra que todos tenemos. La sombra es esa parte oscura de nuestra personalidad que hay que aceptar para poder sanar. En nuestra sombra tenemos desterradas todas aquellas cosas que no queremos sacar de la oscuridad para no verlas, que descartamos. Todo aquello que no queremos reconocer que somos o hacemos.

🌺Te invito a leer el artículo completo en mi blog https://www.reconstruccionvital.com/abraza-tu-sombra/