Fruta Verdura Ecologica Tenerife

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PERDIDA EN TACORONTE.

Esta perra se ha perdido en la zona de Tacoronte, Tagoro. Responde al nombre de Venus. Tiene chip y llevaba collar con placa. Contacto; 628211881

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Preciosa Venus🥰

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Nuestro guaperas/ Наш красавец 😍

Cajas con verdura ecológica para los domicilios 🥦🍆🌶🥒🍅🥔🥕🍋🫑🧄🍌🧅🍊🍎🍏🍒🍓

Diferencias entre la fruta ecológica y la convencional
Curiosidades
Muchas veces, al comprar en mercados y tiendas, en los productos frescos nos encontramos con que éstos llevan etiquetas como “fruta ecológica”, “fruta orgánica” o “fruta procesada”. Pero, ¿sabemos qué significan estos términos? ¿En qué se diferencian unos de otros? ¿Son todos ellos productos naturales y frescos? ¿Es su consumo igual de sano? En este post te lo explicamos de forma sencilla.

Fruta convencional vs. Fruta ecológica

Al hablar de fruta, la primera diferenciación que hacemos es entre fruta ecológica (dentro de las cuál encontramos frutas ecológicas, orgánicas y bio) y fruta convencional. Todas las frutas pueden ser procesadas ó no de diferentes formas (lavadas, clasificadas y confeccionadas y/ó empaquetadas). Además, las frutas convecionales, en algunas ocasiones, pueden recibir algún tipo de tratamiento postcosecha.

Fruta ecológica, fruta orgánica y frutas “bio”

Términos como “ecológico”, “orgánico” o “bio” son cada vez más habituales cuando hablamos de productos de alimentación frescos como frutas y hortalizas. Para muchos, estos conceptos son “sinónimos”, es decir, que todos significan lo mismo. Pero la realidad es que estos adjetivos se corresponden con diversos matices a la hora de cultivarlos, recogerlos o almacenarlos y que condicionan lo que comemos. Aún así, la tendencia es a considerar las frutas orgánicas y bio como ecológicas desde un punto de vista general.

Las diferencias entre fruta ecológica, fruta orgánica y frutas “bio” son:

Fruta ecológica: los alimentos ecológicos son aquellos que se producen, íntegramente, en la naturaleza y sin intervención artificial. La fruta ecológica sería, por lo tanto, aquella que se cultiva sin fertilizantes, pesticidas o conservantes y aprovechando las condiciones naturales para su desarrollo como el clima o el tipo de suelo.

En el cultivo de fruta ecológica también son importantes los métodos de producción, recolección y venta, siempre sostenibles y respetuosas respeto al medio ambiente. La fruta ecológica también suele definirse por la proximidad y por la temporalidad.

Fruta orgánica: tanto la fruta como todos los alimentos etiquetados como orgánicos tienen, entre sus características definitorias, que no usan pesticidas, fertilizantes o sustancias químicas para su desarrollo óptimo. Por lo tanto, la fruta orgánica está libre de cualquier producto químico en su cultivo, recolección, almacenamiento o venta.

Fruta BIO: los alimentos y productos frescos etiquetados como biológicos o BIO no contienen componentes alterados genéticamente. En el caso de las frutas, por ejemplo, serían aquellas frutas de temporada que se cultivan sin intervenciones de laboratorio para conseguir un mejor color, un mayor volumen o maduración más tardía.

Dentro de los tipos de frutas ecológicas, también encontraríamos aquellas que se definen como sostenibles. Las frutas sostenibles serían aquellas que se cultivan y recolectan bajo criterios de respeto al medio ambiente y al bienestar de las personas y productores. Un ejemplo de sostenibilidad serían las pequeñas explotaciones que se gestionan incentivando y mejorando las economías locales.

Si tenemos claro los conceptos anteriores, podemos establecer en qué se diferencian las frutas ecológicas de las “bio” o de las orgánicas. Así, toda la fruta ecológica es BIO y orgánica, pero no toda la fruta orgánica es BIO ya que, en ese caso, puede no contener químicos pero estar manipulada genéticamente para mejorar el producto final.

Objetivos y ventajas de la fruta ecológica

Por último, entre los objetivos de la fruta ecológica destacan:

Crear ecosistemas equilibrados.

Evitar los monocultivos intensivos.

Fomentar la buena salud del “suelo” alternando la plantación y cultivo de plantas complementarias.

Introducir “depredadores naturales” de los insectos para evitar las plagas.

Eliminar de forma manual y controlada la maleza y ciertas plagas vegetales y, en caso de ser necesario, utilizar repelentes naturales.

Respecto a las ventajas de la fruta ecológica enumeramos las siguientes:

La fruta ecológica es más saludable porque está libre de residuos tóxicos procedentes de pesticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos o conservantes.

Los alimentos ecológicos son más nutritivos. Al estar cultivados en suelos equilibrados y con fertilizantes naturales, las frutas, verduras y hortalizas ecológicas son más nutritivas con niveles más altos de vitaminas –especialmente vitamina C–, minerales – hierro, calcio o magnesio-antioxidantes, hidratos de carbono y proteínas.

Las frutas y verduras ecológicas tienen un sabor más auténtico. Debido a que las plantas sólo son regeneradas y fertilizadas orgánicamente, éstas crecen más sanas y se desarrollan mejor conservando el auténtico aroma, color y sabor.

Al comprar fruta ecológica tienes la garantía de no consumir organismos genéticamente modificados (OGM), cuyo cultivo masivo conduce a la uniformidad genética y a la pérdida de variedad de especies.

La agricultura ecológica apuesta por la conservación de las variedades genéticas en especies y tipos para promover cultivos autóctonos. También por el consumo de proximidad y, sobre todo, por el consumo de verduras y frutas de temporada, siempre frescas.

¿Qué es la fruta procesada?

La fruta procesada es aquella que se trata para que tenga una vida útil más larga. Para muchos productores, el procesamiento es la mejor opción para aprovechar aquellos productos que no pueden llegar al mercado lo suficientemente rápidos para ser vendidos como frescos.

Las técnicas de procesamiento de los alimentos frescos como frutas y verduras intentan mantener, en el mayor grado posible, sus atributos (color, textura o sabor) y, sobre todo, su valor nutritivo natural.

Dentro de las técnicas de procesamiento de las frutas estarían tanto el lavado como la selección, así como el corte, el “destroncado” (por ejemplo, en el caso de las lechugas o la coliflor), el pelado, el envasado o el empaquetado. También otras técnicas de conservación más concretas y que modifican las características de la fruta, como por ejemplo el almíbar.

Por último, conviene recordar que cuando el procesamiento de frutas es básico, su comercialización es muy higiénica y los deshechos del proceso son mínimos.