Albergue Picota

En esta plaza estamos nososotros. ¡Visítanos!

Nesta praza estamos nós. Visítanos !!!

A PICOTA, LA CAPITAL DE MAZARICOS

A Picota es una pequeña villa con menos de cien años de antigüedad, en 2024 cumplirá su primer siglo. Desde 1960 es la sede de todas las instituciones de carácter municipal: Casa Consistorial, Juzgado, Casa de Cultura, Centro de Salud, Correos, Instituto, Piscina,… Su núcleo, el más poblado del ayuntamiento, aglutina buena parte de los servicios y del comercio. Dentro de los propiamente turísticos cuenta con una amplia oferta de bares, restaurantes, hoteles, albergues, apartamentos turísticos,… Sus alrededores están llenos del encanto más genuino del medio rural. La fotografía que compartimos nos acerca al corazón del pueblo donde, rodeado por las casas más antiguas, se encuentra este sencillo y colorista monumento a nuestras vacas. Símbolo del importantísimo desarrollo económico que la ganadería representa para el Ayuntamiento de Mazaricos. , , .

Disfruta con nosostros de este y otros muchos paisajes

CHACÍN: UN BALCÓN FRENTE AL PROFUNDO VALLE Y CON EL MAR EN LA LEJANÍA

La aldea de Chacín se encuentra dispuesta en el paisaje a la manera de un balcón con vistas a una espléndida panorámica que se pierde allá en la línea del horizonte entre las manchas verdosas de los pinares y los azules desvaídos o velados del cielo y del mar. Pero antes de esa fusión de colores se encuentra el profundo y frondoso valle que conforman los ríos de San Paio y Santa Locaia que riegan esta parroquia, y que en su precipitado caminar hacia A Serra de Outes se unen formando el río Tines que desemboca en la ría de Noia. Las laderas que delimitan este singularísimo valle se desploman en una vertiginosa caída que a su paso van dejando, entre espesas masas de arbolado autóctono, los restos de un castro donde hace más de 2.000 años vivían los habitantes de esta parroquia; una necrópolis romana en la que aparecieron interesantes enterramientos; la abandonada iglesia de Santabaia, evocadora de románticas leyendas; ermitas donde los devotos aun esperan el beneficio milagroso de San Brais, Santa Locaia y San Paio; y espectaculares torrentes de agua, algunos estacionales, pero otros nos ofrecen la imponente fuerza de su caudal durante todo el año. Un lugar donde al viajero le espera un mundo de sorpresas entre las que no le faltarán los mejores servicios de restauración y alojamiento en la Casa Hotel Corruncho dos López (aldea de Chacín) y en el Hotel Rústico Santa Eulalia (en la aldea de Santabaia). , , .

EL PODER DE LA TRADICIÓN EN ESTE RINCÓN DE CABANUDE (MAZARICOS)

En otras ocasiones hemos recordado la importancia de la arquitectura tradicional en algunas de nuestras aldeas. Hoy compartimos con todos este sombrío rincón de Cabanude en la parroquia de Arcos. Como puede apreciarse la piedra trabajada con la pericia y la paciencia de nuestros antiguos canteros es la protagonista de esta imagen que nos retrotrae a tiempos pasados.
, , .

Disfrútalo de Mazaricos y sus paisajes con nosostros
Disfruta de Mazaricos e as súas paisaxes con nós

VACAS PASTANDO CON EL EMBALSE DE “A FERVENZA” AL FONDO (MAZARICOS)

Por la aldea de Lago pasa el CAMINO DE SANTIAGO y precisamente, poco antes de que atraviese este núcleo de población, nos ofrece esta espectacular panorámica compuesta por una sinfonía de colores donde los verdes y los azules desempeñan la parte solista. Los verdes más jugosos y brillantes de las praderas y de las parcelas donde crece el maíz. Las masas de arbolado que se extienden por todo el paisaje y que participan de las tonalidades más intensas, pero también de las más evanescentes. El círculo de montañas que abraza toda la escena y en las que se funden el azul y el verde en la desenfocada lejanía. Por encima y por debajo de la ondulante línea del horizonte se encuentran las franjas paralelas de los matizados azules del agua del pantano y del cielo. Cielo donde ni siquiera faltan las nubes para imprimirle un aire de cierto dramatismo. Y en el primer plano, ajenas a tanto esplendor, o eso pensamos, y al caminante que las inmortaliza, una manada de vacas pasta tranquila y relajadamente. Las hay “pintas” llegadas a nuestros campos en los años setenta del siglo pasado, pero tampoco faltan las “marelas“ de toda la vida. La raza autóctona que a la par que las gentes de estas latitudes, contribuyó con su esfuerzo a trabajar la tierra; hoy, ya más descansada, producen una de las mejores carnes del mundo.
, , .