Jordi Hortelano-escritor
La tinta es mi sangre. Mis letras mi voz.
A ti que me desconoces tanto como me conoces.
Dicen de mí que soy tan confiado que suelo rozar la ingenuidad, y digo yo que ya puestos a rozar le meto mano. Dicen que contagio mis pasiones, que me brillan los ojos de una manera especial cuando hablo de Sabina, de Dalí o García Márquez. Cuentan los más allegados que me han oído conjugar a latidos el verbo amar y que tengo mal carácter cuando me enfado.
Que no sé vivir sin necesitar un beso, que no sé hablar sin que se me caiga un verso y que en ocasiones no acierto cuando me invento. Dicen que como todo el mundo tengo más defectos que virtudes y que eso me hace tan especial como a todos los demás. Que mi risa siempre le gana al llanto en una carrera contrarreloj, que nada de lo que he vivido existe si no lo he dejado escrito. Que mi paciencia es infinita hasta que se me acaba, que tengo una mirada que nunca deja de mirar y que a veces cuando oigo logro escuchar.
Dicen que adoro a los niños y a los perros y que lo ponga en el curriculum cuando quiera pintar mis sueňos en los labios de una mujer con la que quiera compartir sudores incluso en verano.
Que veo la vida a mi manera, pero he de decir en mi defensa que una vez la vi de la manera de otro y casi me mareo, ¡qué sensación! Por eso prefiero mirarla desde mis ojos. Dicen también los muy osados que en empatía y sensibilidad sobrepaso los límites establecidos y que soy capaz de perdonar cualquier cosa si el motivo que la mueve es el amor, pero se olvidan que nadie me gana a rencor, no sé perdonar las cosas que considero imperdonables. Que tengo una memoria envidiable y que me perjudica más de lo que me beneficia, pero que al fin y al cabo me hace verme a mí llegando a donde estoy. Que soy experto en nostalgia y en soñar despierto, que no sé disimular cuando alguien me cae mal, que le tengo pánico al sufrimiento tanto mío como de los míos y que no soporto ver llorar. Que me derrumbo tantas veces como me levanto, que de todo hago una canción y que en ocasiones cuando no me miras te observo y tiemblo por ti.