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Mascarilla de aloe vera y aguacate
No hay mejor aliado para reparar un cuero cabelludo seco que el aloe vera, y es que esta planta posee componentes hidrantes muy beneficiosos para combatir la resequedad, pero también permite que los poros del cuero cabelludo se abran y puedan recibir todos los nutrientes y vitaminas que le proporcionemos. Además, es excelente para tratar el problema de la caspa y mantener la grasa natural del cabello en un perfecto equilibrio.

En esta ocasión, te aconsejamos mezclar el aloe vera con el aguacate, una fruta ideal para hidratar el cabello seco y regenerar las partes más dañadas.

Ingredientes:

1 hoja de aloe vera o sábila
1/2 aguacate
Preparación: primero, extrae el líquido que hay en el interior de la hoja de aloe vera. Luego, mézclalo con la pulpa machada del aguacate hasta obtener una pasta consistente y homogénea. Una vez esté lista la mascarilla, aplícala directamente sobre el cuero cabelludo y masajea circularmente durante unos minutos, deja actuar unos 15 minutos y finaliza retirando con agua tibia y lavándote el pelo como de costumbre.

¿Por qué tengo el cuero cabelludo seco?
El cuero cabelludo seco se produce cuando hay un desequilibrio en la humedad natural del mismo, lo cual puede ser consecuencia de múltiples causas, por lo que conviene conocerlas para saber cuál es el origen del problema. A continuación, te mostramos los factores comunes que pueden provocar resequedad en el cuero cabelludo:

Afecciones cutáneas como dermatitis atópica o psoriasis.
Factores genéticos.
Alteraciones hormonales.
Cuadros de estrés físico o emocional.
Envejecimiento cutáneo: a medida que se avanza en edad, la piel se va volviendo cada vez más seca.
Uso de algunos champús, jabones o productos irritantes.
El consumo de algunos fármacos.
Alimentación inadecuada o escasa hidratación.
Cambios bruscos de temperatura ambiental.
Es fundamental cuidar el cuero cabelludo con productos que estén indicados para aliviar el picor, la tirantez y la inflamación que puede provocar la resequedad en la zona. Además, en caso de que los tratamientos no den resultado, las descamaciones o los picores sean muy intensos, lo mejor es ponerse en manos de un especialista.