Sierra Blanca Mexican Woodshop

"Uno igual al otro, pero que sea de la mitad del tamaño"

Librerito JM - diseño propio. Incluye un portalibros.

21” de ancho, 6’ de alto. Le caben como 100 libros.

Barra para Vino Público

Escritorio A.

Hecho a la medida.

Mesa de centro JM

Parte de un conjunto con el el Librero JM, le pusimos atención especial a las puertas corredizas para que no necesitara de herrajes para funcionar y que la textura le diera ese toque único.

Librero JM

Hacer este librero fue un gusto, un reto y todo un hito.

Gracias a Jaime por darme libertad creativa para este mueble, con los riesgos que eso implicaba 😂

Archivero que se convirtió en ropero

Un escritorio chingón para un Dr. Chingón.

Gracias por la confianza, siga salvando vidas.

Es como una cirugía plástica, pero para muebles.

A una fracción del precio, también.

Un montón de gracias por su confianza.

Una arregladita de vez en cuando no cae mal.

Antes y después

Este mueble tiene mucho significado para la familia, por eso no podíamos deshacernos de él así de fácil, pero después de 40 años, le cayó de perlas un cambio de uso.

😂😂😂😂

Después de una muy merecida manita de gato, está buscando un nuevo hogar.

Una nueva tarea. Una limpiada, lijada, el detallito aquí, el detallito acá, pintar, barnizar, cambio de herrajes y listo.

Una mesa renovada que tendrá un lugar bien especial.

Un trabajo rápido.

Estaba hace un par de semanas terminando un librero cuando me piden darle una pintada a este banquito. Cuando le di una limpiada y despintada, vi que el asiento tenía potencial para verse poquito mejor. Este fue el resultado.

A los libros les faltaba un lugar donde lucir.

Lámpara para recámara - Shoji 1.

Una lámpara tipo "shoji", en este proyecto estuve trabajando las juntas en la madera. La estructura no tiene tornillos, ni clavos, solo pegamento. Hecho con pino y papel de arroz.

También sirvió de experimento para las tintas y selladores para que unas piezas queden de un color más tenue que otras.

La madera salió de un tablón de la caja de herramientas que desarmé porque estaba ahí nomás estorbando.

Caja de herramientas 2.0

Joyero de pino y nogal.

Uno de los proyectos más difíciles que he hecho. Pero que también me enseñó a sacarle provecho hasta a los pedazos de madera que iban para la fogata.

TV stand.

O como también se le conoce, "más cajones para guardar las cosas que andaban regadas por todos lados.

La historia de la mesaescritorio.

Hace unos dos meses, antes de abrir esta página en FB, abrí un instagram para ir posteando cosas que iba haciendo. Creo que me sirve como un recordatorio de cómo empecé y cómo quiero ir mejorando. En fin. Eso a casi nadie le importa, pero es parte de la historia, y se aguantan.

En ese momento una amiga me manda un mensaje, me platica que querían restaurar una
mesa/escritorio, que era de su suegro, pero que en algún punto de la vida, la habían dejado a la intemperie y como es de esperarse, sin un tratamiento adecuado, se fue deteriorando.
Unos días después, me habla para que vaya a verla y aunque sí la vi medio madreadona de
la superficie de la mesa, no me esperaba la chinga que realmente fue.

La llevé a la casa y le di una limpiada. El barniz en algunas partes se le caía solo. Al quitarle
todo se le marcaron unas manchas negras. Iban a ser mi pesadilla. Removí el resto del
barniz con un Removedor de Barniz. Una belleza de producto, BTW, mientras no te caiga en la piel, todo bien. Dos pasadas con la lija, hasta Don Edmundo le entró al quite, aunque decir "dos pasadas" así nomás no le hace justicia, porque en esto me tardé varias horas trabajando en posiciones súper incómodas. Adjunto foto. Al terminar esto, yo ya había cantado victoria, pensaba que con eso ya iba a estar lista. Oh, no, le faltaba mucho a esto.

Entrando a foros, videos, y grupos, encontré que esas manchas negras eran huellas de la humedad. Oxidación de la madera / hongos. Para una, se utiliza un químico limpiador, en repetidas ocasiones. Compren más de un paquete, digo, para evitarse una segunda vuelta al Home Depot ahorita que está el desmadre en la reforma (sí, esto lo aprendí a la mala).
Para los hongos con una mezcla de agua y cloro se arma. Por si acaso, y pa’ que amarre, le eché un spray anti-termitas y anti-hongos. No vaya a ser.

Quedó un poco más decente. Le di otra pasada con la lija y en lo que se enfriaba un six que me habían traído, me puse a resanar las grietas. Una pasta mágica con aserrín o un resanador y listo. Siguiente paso. Abro una cheve.

Escojo un tinte de nogal. Se lo pongo a toda la mesa. Otra pasada con la lija para que esté listo para barnizar. Voy a comprar el barniz, me voy a pie para llegar a los 15,000 pasos diarios que el estúpido reloj me pide. A medio camino empieza a llover y ahora mis pasos caminando se vuelven pasos corriendo.

Para el barniz probé con poliuretano satinado. Este viene en dos partes, el barniz que lo puedes usar así nomás y un catalizador, que recomiendo un chingo ponerle. También no sean codos y compren una brocha buena. Hace toda la diferencia del mundo. Un par de capas de barniz. Una platicada con Don Edmundo. Otra lijada. Otra capa de barniz, otra platicada y listo.

Mesa / escritorio
El sol y la humedad golpearon esta increíble mesa. Con un poco de amor y un montón de trabajo, logró revivir para irse a su nueva casa.

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Hace varios años se rompió una banca de madera, era mi deber repararla. Fui a la maderería, compré unas tablas, una sierra y unas lijas. Así empezó todo.

Tenía las nociones más básicas. Tal vez de algún taller que nos enseñaron en la primaria. O de ver como mi papá o mi abuelo reparaban algo en la casa, (casi siempre con tape gris). Pasaron muchos clavos mal puestos, piezas mal logradas, fregazos con el ma****lo, y un montón de resanador, para lograr hacer cosas con las que me sintiera por lo menos un poco contento.

Si bien esto lo imaginaba en un principio como algo para quedarme para mi solo (igual una que otra cosa para la familia), con el tiempo descubrí que es algo que no voy a terminar de aprender solo, entonces ya que andas por aquí un martes a medio día, o cualquier día que hayas llegado a leer esto, acompáñame a conocer, practicar, y con un montón de paciencia, a dominar uno de los oficios más viejos.

Aquí vamos a reparar, renovar, y darle una segunda oportunidad a lo que ya íbamos a tirar. Aprovecharé que andan por aquí para buscarle un nuevo hogar a cosas que me vaya encontrando y que si me las quedo, me corren de la casa. También vamos a ver qué cosa se nos ocurre construir. Aquí vamos a aprender, a practicar, a regarla (muchas veces) y intentarlo hasta que nos salga bien. Porque al final de cuentas la vida también es así. Y por su puesto, ya que terminemos, una cervecita para celebrar. Por que insisto, la vida también es así.