El Oficio Sagrado

Para ti seré portal de vida.
Permitiré que mi cuerpo se abra y soltare mis expectativas, para navegar a través de tu plan de nacimiento.

No se puede regular, aquello que no es visto, considerado, escuchado y reconocido.

Red Mexicana de Parteras Autónomas

¡Voz a las parterias!

Red Mexicana de Parteras Autónomas pide revisar proyecto NOM para práctica de partería tradicional Derivado de la publicación del Proyecto de Norma Oficial Mexicana-020-SSA-2024 Para establecimientos de salud y para la práctica de la pa...

Roma no se hizo en un día, le decía Roman a Sahra mientras vivían los movimientos uterinos que avisaban la cercania del encuentro con su pequeña Roma.

La vela sobre el estante, cercano a la tina de partos iluminaba ese rincón  y se volvía un foco de atención de vez en vez, cuando los ojos de Sahra se abrian para salir del transe en el que las expansiones uterinas la mantenían... a veces descansaba, a veces se movía,  a veces vocalizar y en otras la respiración era suficiente; escuchaba su cuerpo y de apoquito iba respondiendo a sus demandas.

Se sostenía  de su doula, de sus parteras, de su pareja, con paciencia, siempre abierta a las sugerencias para ayudar a su pequeña  en el descenso... pero a veces la disposición de mamá no es suficiente y la ayuda o acción de un plan B, es necesario.

El cambio de escenario nos puso nerviosas a todo el equipo, pues en el monitoreo de la frecuencia cardíaca, los latidos de Roma parecían cansados; nos trasladamos... en el hospital, nos esperaba ya el equipo  de apoyo.

Entramos acompañando a Sahra, no la dejamos en ningún momento... pusieron analgesia y seguímos con la vigilancia de bebé.

Aun con analgesia, se buscó la comodidad y exploro posiciones; semisentada en la camilla, cuclillas, sostenida del respaldo, sentada sobre Roman... está última  fue la posisición donde el portal de vida se abrió y con el poder de la voz de Sahra, la seguridad del espacio, la contención de su pareja y equipo, vimos a Roma nacer.

Lloró de inmediato, el pediatra la sostuvo por unos segundos, mientras Sahra regresaba a la camilla y luego tomó a su bebé en brazos; el brillo en los ojos de Roman, iluminaba toda la habitación.

Que felicidad verlos transformarse en familia, que gozo ver la primer tetada y el contacto piel con piel, que calma tener equipos aliados y respetuosos.

Gracias Roma, por invitarme a presenciar tu nacimiento.
Gracias Sahra por tu entrega y resiliencia.
Gracias Roman por tu calma y sostén para tus mujeres.
Gracias familia por la oportunidad se verlos encontrarse al otro lado del portal.

Tu tiempo.
Mi paciencia.
Tu ritmo.
Mis sugerencias.
Tus necesidades.
Mi escucha.
Tu proceso.
Mi contención.
Tu familia.
Mi integración.
Tu parto.
Mi acompañamiento.
Su nacimiento.
Mi conocimiento.
Tu postparto.
Mi seguimiento.
Tu crianza.
Mi respeto.

Tu florecimiento.
Mi admiración.

Gracias.
Gracias.
Gracias.

Afuera del Congreso del Estado están 3 mujeres encadenadas y en ayuno desde hace 6 días. Ya que son víctimas de violencia vicaria, y están exigiendo ser escuchadas y se apruebe la Ley Vicaria para que puedan recuperar a sus hijos. Algunas tienen meses e incluso años sin verlos ni tener noticias sobre ellos. Hay incluso un caso donde a la mamá le quitaron a su bebito de 2 meses.

Es muy fuerte esta situación de la cual son víctimas muchas mujeres. ¡Y necesitan de todo nuestro apoyo!
Mañana a las 4pm estarán legislando este tema. Y a las 3pm habrá rueda de prensa.

Por favor si puedes venir a apoyar, y hacer presión para que esto suceda, te esperamos mañana miércoles 5 de junio a partir de las 15hrs afuera del Congreso (Av Hidalgo 222, Centro Histórico).

¡Pasa la voz!

No hay obscuridad más grande, que la del encuentro con una misma.

El día del parto voy a murmurar que ya no puedo, temiendo un poco a lo desconocido, mientras mi ser integra el cambio.
Voy a murmurar que sí... quiero entregarme al proceso, para ser puente y portal de la vida.
Voy a gritar que me preparé durante varias semanas, cómo quién se prepara para un maratón, para llegar a este momento y tomaré a mi bebé en mis brazos, agradeciendo la bendición de sentir su piel calentita junto a la mía.

El día del parto tendré silencio y voy a murmurar y voy a gritar para que mi bebé siga mi voz y logre llegar a mi... atravesaré la obscuridad, para encontrarme, en el momento preciso con la luz de sus ojos.

Honro tu camino y la trasformación constante.
Gracias por no rendirte, por escuchar incondicionalmente, por limpiarte las lágrimas y volver a intentarlo.
Gracias por el desvelo y por la entrega; gracias también por poner límites, por hablarme desde tu experiencia, por tu apertura para seguir creciendo y aprendiendo.
Gracias por tus miedos que me ayudaron a crecer, gracias por tus creencias y la herencia que me haz dado.
Gracias por estar y por dejarme libre, gracias por tus silencios y por observarme a la distancia sin intervenir, aún cuando sabias que podía caer.
Gracias por ser ejemplo de lo que debo y no hacer, gracias por tus heridas que permitieron que te brotaran flores.

Gracias mamá por tu expansión en cuerpo, alma y emoción. Gracias por lo que soltaste para crecer a mi lado.

Gracias, porque delante del nacimiento y crecimiento de cada mujer/madre hay un hijo (a) en expansión y un florecimiento en todas direcciones... por las 7 generaciones que vinieron antes y las 7 generaciones que un día vendrán.
Gracias MAMÁ.

La vi llegar con tanta frescura, que he de confesar que creí que no tenía trabajo de parto activo. Al entrar al consultorio una contracción le hizo fruncir el ceño, minutos después llegó otra y luego una más.

Al revisarla 8cm de dilatación, nos hacían saber que estaba más que avanzada y que su tranquilidad era equivalente a la conexión con su cuerpo y la confianza en quienes la acompañabamos.

De inmediato se apropio del cuarto de partos rojo, que combinaba con la cadencia de este proceso. Este fue de esos partos dónde a veces, sólo somos expectadoras; respiraba profundo y se movía constantemente, los cambios de posiciones venian espontaneos.

La futura abuela, contenía con su presencia silenciosa, sin interrumpir el proceso... que delicia verla acompañar esa transformación y respetar los acuerdos que entre ellas se habían establecido antes del parto "ya sabe que si se pone nerviosa, se tiene que salir".

El instinto mamífero estaba activo en este parto, una leona pariendo su cachorra, colgándose de los rebozos, tomandi posiciones para abrir la pelvis y en el agua, flotando para soltar el cuerpo.

Pasado el tiempo, cuando estaba segura y entendió lo que su cuerpo le iba diciendo, bebé Isis Haramara mostró su coronilla, Dyllan, su mamá, la tocaba con las manos haciéndole saber que estaba ahí para ella y al salir ambas conectaron de inmediato sus miradas.

Luego, hubo descanso y cuando la placenta se anunció, Dyllan agradecía el acompañamiento que había hecho a su bebé; qué bello rezo.

Hubo silencio cuando dijo: ufff que preciosa es, gracias placentita.
Y luego, su ser mamifero habló: se me antoja tanto darle una mordida... adelante, le dijimos.

Usando sus manos como una pinza, tomó un pedazo, lo colocó en su boca y lo saboreo con tan dulzura, que solo pudimos observarla y agradecer por presenciar tan mágico momento.

Gracias Dyllan por enseñarme y recordarme que se puede parir con placer, conectada con los ideales y la convicción de acompañar a nuestras hijas e hijos.
Gracias Isis Haramara por darte tu tiempo para mostrarte y ser suave con el cuerpo de tu madre.
Gracias abuela, por tu prudencia y el respeto maravilloso que le otrorgaste a tu hija y nieta

Gracias querida Penny por el camino que abriste para muchas.
Gracias por tu carisma, por su tonde gente y por la calidez que pudimos g***r aquellos que te tuvimos cerca, aunque fuera por un instante.

Que tu camino de retorno a casa sea luminoso y lleno de paz.
Descansa querida, madre de todas las doulas.

Estss historias merecen ser compartidas...
Mujer, recupera tu poder!

Este es el relato de la experiencia de un nacimiento, escrito por la mamá:

Después de 3 embarazos donde no pude decidir sobre cómo llevar mi parto, ésta vez tenía que ser diferente, quería que fuera diferente y para ello tenía que buscar. No quería sentirme como “una embarazada más”. Di con Casa Aramara, compartíamos la misma filosofía y decidí quedarme.

Semana 39 + 2 días de Gestación.
Día 11 de Marzo 2024, 7:00 pm.
Comencé con contracciones que llegaron con un poco de molestia, eran distintas a las que había tenido días atrás así que después de 20 minutos comencé a monitorearlas. Llegaban aproximadamente cada 5 minutos de alrededor de 30 segundos pero de baja intensidad, lo que me hacía dudar si sería el día. 8:30 pm decidí hacer una llamada de aviso para que estuvieran preparadas por cualquier cosa. Llegó mi esposo de trabajar y le avisé que quizá era tiempo, él siempre intentando mantenerme positiva me recordó que bebé se acercaba y que era momento de alegría lo cual me motivó. Alistó todo lo que días atrás le había pedido hacer, subió las maletas a la camioneta, comimos algo, llegó nuestra familia a ayudarnos con el resto de nuestro hijos y continuó la espera porque aún no estaba lista para irnos, sentía que aún no era tiempo y lo último que no quería era llegar y tener poco o nada de dilación. No quería sentir decepción y aumentar mi ansiedad así que seguí esperando.

Para las 9 pm noté como cada vez las contracciones se sentían menos; 9:30 eran casi imperceptibles y comencé a sentirme un poco frustrada no sabiendo qué hacer. Llamé de nuevo a María y le platiqué lo que estaba pasando, le pregunté si debía salir a caminar para ver si continuaba el proceso pero me sugirió intentar descansar ya que mi cuerpo me lo estaba permitiendo.
No negaré que lloré un poco, tantos días de espera con todo listo y una vez más no era tiempo. Continuamos lo que quedaba de la noche como cualquier otra y nos fuimos a acostar. Entre la emoción, el nervio, la ansiedad no pude dormir bien, las contracciones llegaban esporádicamente sin mucha molestia.

Para las 5:00 am llego otra, esta vez con un poco de dolor y decidí volver a monitorear. Aparecían cada 8-10 minutos pero comenzaban a durar 1 minuto.
5.50 am: Maria me contactó para ver cómo seguía todo, le platiqué y me mantuvo tranquila saber que estaba pendiente. A las 7:30 am decidí levántame, reconocía este dolor intensificando, contracciones que duraban 1 minuto hasta minuto y medio pero aún cada 10 minutos así que seguía dudando, me resistía a irnos “antes de tiempo”.
Fui al baño, otra contracción, decidí darme un baño rápido, 2 contracciones más. Salí y me cambié, le avisé a mi esposo que ahora si era tiempo de irnos, aunque no niego que seguía dudosa. Nunca había comenzado labor esporádicamente así que no sabía que tanto podría demorar. 8:25 am Llamé a Maria que íbamos en camino, con su voz serena me dijo que ella ya estaba ahí y me volvió a calmar. Ya teníamos maletas y todo preparado así que subimos a la camioneta. Decidí irme en la parte de atrás de rodillas abrazada al asiento, eso me dictaba mi cuerpo hacer y era la posición más cómoda para mi. Le hice saber a mi esposo que estaba bien y manejara con cuidado. 8:30 Arrancó, otra contracción. Mi respiración comenzó a ser un poco más acelerada, recordé la respiración victoriosa: respiro por nariz, exhaló por boca cerrada como intentando empañar un espejo, justo como lo aprendí en yoga prenatal. Otra contracción, mi respiración aceleraba más y sentía un temblor en mi garganta al exhalar. Cuando la contracción cesaba aprovechaba para responder a mi esposo que me pedía irle diciendo cómo estaba, le contestaba que estaba bien que siguiera el camino. Me mantuve con los ojos cerrados abrazada del asiento concentrada en mi proceso, en conectar con mi cuerpo y en vivirlo al máximo, como había deseado hacerlo, sabía que podía hacerlo!
Contracción ahora con ganas de pujar, llevaba puesto un vestido y bajé el short que traía debajo, esta vez sentí que algo salió, como una pelota que al tocarla tronó. ¡Se me rompió la fuente! le dije a mi esposo. Él aunque nervioso pero manteniendo la calma me dijo: ¿qué quieres que hagamos? Está un hospital cerca. ¡No! sigue el camino, estoy bien. En este punto La adrenalina y la emoción borraron todos los miedos, incluso puedo ahora recordar que me salió una sonrisa inconsciente. Soy dueña de mi cuerpo, de mi parto, puedo hacerlo, no quiero quedarme con nada esta vez. Decidí estirar mi mano y tocar, algo que nunca había podido hacer, siempre estaba alguien más a cargo de esta parte, ¡la cabeza de mi bebé estaba ahí! No lo podía creer, ¿de verdad esto está pasando tan rápido? Lo estoy logrando sola, mi cuerpo sabe qué hacer, mi bebé sabe qué hacer. Una contracción más, pujo con fuerza y sale su cabeza. Contracción, Otro pujo y sale su cuerpecito por completo.
• En medio del tráfico, de un mundo de gente viviendo su día con normalidad y yo ahí, uno de ellos trayendo vida •
Yo misma recibiendo a mi bebé en mis brazos, algo que siempre deseé hacer ahora estaba sucediendo. 8:50 am ¡¡Ya nació!! Le dije a mi esposo. Estamos llorando, sonriendo, una euforia total, ¡¡me siento feliz!! ¡Lo logramos bebé, estás aquí en mis brazos al fin!

Parte 2…

Revisé su cuellito, estaba libre y enseguida lo escuchamos llorar por unos segundos avisando que estaba bien. Lo abracé como pude mientras seguía unido a su ángel guardián, la placenta aún dentro de mi. Paró el llanto, llegó la calma, veía como su piel moradita protegida del vernix se tornaba rosita, mi instinto me lo decía, él estaba bien, como si no se hubiera enterado que había salido de donde fue su casa por 9 meses, él seguía en su lugar seguro cerquita de mamá.

Mi esposo hace una llamada a Maria y le dice que bebé está aquí, tampoco lo puede creer. Nos hace videollamada para vernos y ver el estado de bebé, me lo confirma: todo se ve excelente sigan su camino, aquí los esperamos.

Llegamos a nuestro destino. Ya están en la puerta Maria, Azul y Joana para recibirnos con una sonrisa. Nos ayudan a bajar lentamente, bebé en mis brazos y placenta aún dentro unida del cordón pasando sus últimos nutrientes. Llegamos al cuarto, el ansiado cuarto que tanto visualicé imaginando mil escenarios y ahora estaba aquí con el increíble resultado final. Está conmigo una tribu que me llena de confianza y paz, todo está bien. Me recosté en la cama y todos estamos platicando, riendo y en shock de todo lo que acaba de pasar mientras esperamos el alumbramiento de la placenta, todo a su ritmo, sin intervenir en nada. Aproximadamente 40 minutos después y un pujido fuerte sale la placenta completa y perfecta, le agradezco haber cuidado de mi bebé. Me revisan y todo se ve perfecto, ningún desgarre. Alivio, felicidad, tranquilidad, el parto terminó.

Mi bebé y yo ahora somos 2. Aunque ya no estás atado a mi cuerpo siempre lo estarás a mi corazón.
El cordón ha dejado de latir y papá hace el corte dándote la bienvenida al mundo. Hacemos una impresión de la forma única y perfecta de la placenta para recordarla siempre.

Me siento feliz de haber tenido esta experiencia, de haber encontrado mujeres que empoderan, que acompañan y creen en el poder de la naturaleza y la fuerza que tenemos las mujeres de parir, Parir sin miedo, sin restricciones, libres y confiadas en el proceso.

Gracias vida por esta experiencia divina.

Una doula para cada mujer.
Con el corazón abierto para acompañar, el oído sensible para escuchar sin juicio e interrupción, la palabra limpia para dar el aliento que ellas necesitan, las manos tibias para sostener, la mirada dulce llena de complicidad.
Una doula para cada mujer.

Este dolor no es de huir, este dolor es de acompañar y servir"... le dijo Diana a Mariana en un descanso que tuvo entre oleadas, mientras el agua caliente calentaba sus caderas en la regadera.

Por fin estaba en una fase activa, cada expansión la hacía vocalizar de forma intuitiva, veces con mucho volumen compartiendo el eco por cada rincón de la habitación, a veces quedito como un susurro para su bebé.

Rodrigo la acompañaba de cerca, dispuesto a acompañar cada una de las indicaciones y necesidades de Mariana, a veces sus risa acompañaba el eco de las vocalizaciones como haciendo una danza sonora, encontrando el ritmo y el baile en medio de la intensidad.

De pie, recostada, en cuatro puntos, al banco de partos, agua caliente, masajes, reposo, charla, risas, hidratación, fruta, más movimiento, tiempo de descanso... despojo.

Mariana de apoco iba soltando la mente, dejándose fluir, preparándose para ir a las estrellas por su bebé; en una charla entre expansiones uterina, se escuchó entre susurros: "Hoy por eso estas desnuda, para poder recibir a tu bebé sin máscaras, sin prisas, libre de juicios y expectativas".

Luego hubo silencio.

Cuando Mariana se sintió lista, entró en la tina, el agua le ayudó a tener algo de descanso y reposo.

"Sí puedo, si quiero"
"DUELE! Pero es por ti bebé, ya estás cerca!"

Ur honor escucharla, soltando sus miedos, las limitaciones impuestas, preparándose para dejarse sostener y ser canal de vida.

Gabriel nos mostraba que su deseo no era nacer en agua, así que Mariana salió de la tina y en cuclillas, sostenida por la partera Joana, de apoco pudimos ver su remolino presentarse.

¿Lo quieres recibir? Le pregunte a Ro, que con una sonrisa de emoción y nervio dijo sí, se lavó las manos y se puso frente a ella.

Suavesito se deslizó por el canal de parto y cruzó a los brazos de su padre, después de secar el exceso de líquido amniótico y un poco de meconio, Mariana lo sostuvo en sus brazos.

Que bella sonrisa dejó salir Mariana, inmediatamente después de ver nacer a su hijo, que prontamente le respondió con un poco de llanto.

Gracias Mariana por tu viaje de autoconocimiento.
Gracias Ro por mantenerte presente y estar dispuesto a ejercer tu paternidad.
Gracias Gabriel por tu pausa, tu tiempo y el gozo de permitirnos reflejarnos en tus ojos y verte llegar.

Gritaré hasta mi último aliento, por aquellas silenciadas, por las que no regresaron, por las que paren aisladas, por las que no pueden salir, por las invisibles, por las que justifican, por las que cantan, por las que están.

Gritaré por mis hijas y seré revoltosa, para que ellas puedan vivir, parir, gemir o hacer lo que les plazca libres y sin miedo.

Quedarme en casa y decidir no trabajar.
Tener la casa desordenada y no sentir culpa.
Amamantar a mi bebé y saber que produzco el alimento que necesita.
Abrazar todo el tiempo a mis hijos (as) y saber que soy su lugar seguro.
Estar despeinada y saber que soy todo lo que mi bebé necesita.
Pedir ayuda y no cuestionarme si lo estoy haciendo bien.
Tener descanso y entender que eso no me hace mala madre.

Maternar implica presencia y esencia 24/7
Las madres que trabajamos, las que estamos en casa, las que llevamos a la guardería, las que los llevamos con nosotras... todas otorgamos la misma calidez y calidad.

Dejemos de juzgar las maternidades que son distintas a la nuestra y optemos por el reconocimiento de las múltiples posibilidades de servir y acompañar a nuestros hijos, hijas, hijes.

Lo que ellos, ellas, elles necesitan es saber que sus cuidadoras principales, sus mamás, están integras y felices.

Que mi decisión de gestar y parir, me haga sentir segura y confiada, no amenazada y juzgada.

Parir rompre paradigmas, estatus, fronteras y quereres.

Que el deseo de acompañar a tu bebé en el portal de nacimiento te permita autoconocerte y reconocerte capaz de parir y más.

¡Tu cuerpo, tu territorio!

Recupera tu poder, tu confianza y reconoce las múltiples opciones que tienes de acompañamiento, hasta encontrar el que va contigo y tus deseos

No más violencia obstétrica.
Si quiero gritar, GRITO
Si me quiero mover, ME MUEVO
Si deseo estar acompañada, ME ACOMPAÑO
Si necesito información, ME INFORMAN
Si deseo tener un parto placentero ME PERMITO SENTIR PLACER
Si necesito seguridad, ME DAN SEGURIDAD

Será deseada o no será.
Defender cada uno de los cuerpos y sus decisiones es abonar a un futuro congruente, basado en el autocuidadoby la razón.

No más mujeres abnegadas, tristes o desbordadas.

Bienvenidas las gestaciones deseadas, buscadas y anheladoas.
Bienvenidas también las decisiones de no querer ser madre.

El día de tu parto, para ti, seré paciente.
No me veras dudar de tu instinto y el tiempo que necesitas para acomodar tus pensamientos, sensaciones y pendientes.
No seré yo quien cuestiones tus necesidades o deseos... estaré ahí. Admirando tu soltura en cada oleada, algunas veces luchando y otras fluyendo con cada sensación.

El día se tu parto, para ti, seré paciente.
Te acompañaré con mi mirada y ennocaciones mi palabra hará eco junto a la tuya. No seré yo quien suelta tu mano, estaré ahí, admirando cada mueca, disfrutando la vocalización, esperando junto a ti paciente el momento de desprenderte un poquito de ti y acercarte a tu bebé.

Seré paciente.
Seré respetuosa.
Te daré información.
Bailar contigo.
No haré nada... porque solo tú, sabes como cruzar el portal junto a tu bebé; ten por seguro, que yo estaré ahí.

-"Me dijiste mentiras en el curso, dijiste que se sentirían cómo olas y esto no se siente cómo olas".

Me dijo Cristina en un descanso entre contracciones, cuándo el trabajo de parto se había establecido. Reímos y después llegó oleada de intensidad...

Y es que en el parto, las sensaciones no tienen nada que ver con un umbral de dolor alto o diminuto... tiene MUCHO que ver con la necesidad del cuerpo, para ayudar a que bebé se acomode e inicie su camino; tiene que ver con el intelecto y el tiempo que le lleve asimilar lo que se siente y el desconecte para permitir la transformación a ser canal de vida.

Cristina logró soltar la mente.
Se sentía cómoda paseando por el cuarto de partos, descansando y dormitando a momentos, mientras su compañero armonizada el espacio con aromas, presencia y sonido.

Ella prefería estar sola, pues era de esta forma como se despojada de las expectativas y podría sentir su cuerpo en transformación.
Que bonito su fluir del intelecto al instinto.
Que bonita la sensibilidad y soporte de su compañero...

Cuándo creía que no estaba pasando nada, estaba pasando todo... llegó a la asa de partos con 6cm de dilatación y aunque las expansiones uterina nunca fueron del todo rítmicas (cada cuerpo es distinto) sin duda había avance.

El tiempo fue lo de menos.
La luz de tres velas armonizadas y empataban la energía y sin pensarlo mucho, de un momentos a otro, llegó el "ya no puedo" y ahí su fuerza se manifestó, los pujos espontáneos eran más certeros, ya no se podían disimular... Leo Daniel mostraba su espiral de vida.

Samuel sostenía un rebozo y las manos de Cristina. "Vamos chiquita, ya esta ahí" le decía con voz suave y firme "tú puedes".

Canté.

Pero ella permitió que la magia sucediera y Leo Daniel cruzó el.portal de vida para encontrarse con sus padres, hubo un momento de silencio, luego sonrisa y palabras de Bienvenida.

Gracias Cristi por permitirte fluir y soltar expectativas.
Gracias Samuel por sostener a tu mujer e hijo.
Gracias Leo Daniel por tu fortaleza y tiempo.

Cada una a su tiempo, cada una con su ritmo.

Sin importar el espacio merecemos ser escuchadas y respetadas.
Sin importar la edad merecemos la contención y libertad de movimiento.

Seguiremos floreciendo, rompiendo el pavimento, cimbrando las paredes hasta que el sistema nos acompañe y entienda que "para cambiar el mundo, primero debemos cambiar la forma de nacer "

El día que Daniela parió, te
El día que Daniela pario, vi brotar su luz cual botón expandiéndose en flor. Encontró el impulso en sus mujeres y transformó su pensamiento... la vi transformar si grito en canto y su visión en luminosidad.

El día que Daniela parió lo hizo en la casa donde creció, en su habitación de toda la vida, acompañada de sus hermanas, con el soporte de su madre a la distancia.

El día que Daniela parió, recorrió los pasillos, hábito su jardín mientras tomaba el sol en las oleadas y expansiones, provo mil posiciones y se permitió callar la mente.

El día que Daniela parió, se acompañaba de su pareja, que desde la presencia la miraba con ternura y con la espontaneidad de la palabra aligerado la tensión y la regresaba a su centro.

El día que Daniela parió, fue revolucionario... parió en medio de cantos, risa, aliento y amor; recuperó su cuerpo y voz.

Ese día, cuándo Naia nació, vi a su madre ser Diosa y florecer mientras renacia encuentro con su bebé, que dicha estar ahí y ser testigo.

Y no tuve miedo.
Estaba consiente de las sensaciones, podía disfrutar del proceso y sus tiempos.
No tenía que cuidarme de ser violentada.
Pude gritar.
Cambié de posiciones.
Mi pareja me acompañó.
Teníamos música.
Y no tenía miedo.
El equipo de parto me narraba e informaba de sus acciones, me contaba en que momento estaba.
Nada fue de rutina.
Escuchaba mi música.
Tenía luz tenue.
Respetaron mi tiempo y el de mi bebe.
FLORECÍ EN MIS PARTOS.

Terapias holísticas.

Un momento para escuchar los adentros, parar el mundo y reflexionar hacia donde está el camino... reconectar con las respuestas del interior.

Ritos de paso, ceremonias holísticas.

Momento para agradecer los sucesos trascendentales de tu vida, rodeada de personas cercanas, que aporten vitalidad y luz al proceso que transitas

El postparto como tiempo de reposo y reencuentro.

Re integra tu placenta a tu sistema, recupera energía, equilibra tus hormonas y honra a este órgano sagrado.

Y en el cierre de cadera, reconstruye tu memoria del parto y preparate para caminar en la crianza.

Acompañamiento integrar durante el embarazo y parto.

Permítete transitar este momento de crecimiento y expansión, con información y acompañamiento, empatía y reconocimiento de tu proceso.

Juntas buscaremos espacios para el descanso, el entendimiento y la tranquilidad de el parto que mereces.

Hagan un espacio en su agenda y vayan a conocer este proyecto hermoso.
Gracias a El alma del Mundo_ por acercarlo a todas

Buen tiempo, queridas
Deseando que estés teniendo una temporada de Otoño benevolente, te traemos algo de información sobre el Diario Lunar edición 2024.

¿Es un hábito en tu práctica registrar en un diario?

¿Conoces el Diario Lunar Coatlicue Soy? ¿Tienes las ediciones pasadas? ¿Tienes una relación con el tiempo cíclico? ¿Te gustaría cultivar una práctica de escucha y registro de tus sentires y pensares?

Te invitamos a explorar la 4ta edición 2024 de este hermoso diario, un proyecto creado por las chicas de qué este año nos comparten una lindísima edición inspirada y diseñada con vibrantes colores e ilustraciones para explorar y aprender a través del juego, el placer, la niña interna, nuestro bienestar mental-emocional y el despertar de nuestra energía creadora y creativa.

Cositas especiales de esta edición:
✨13 capítulos nuevos con colaboraciones de mujeres maravillosas
✨QRs con más contenido digital para profundizar en cada capítulos
✨ Playlists para acompañar tus prácticas y disfrutar
✨ Directorio de proyectos de mujeres increíbles para ampliar tu red
✨ Diagramas lunares, instructivos actualizados y más!

Si ya conoces el diario y quieres la edición del 2024 o no lo conoces y quieres saber más.

📣📣 Nos vemos este 24 de Noviembre 📣📣
A las 7 pm en
🍄🍃Calle vidrio #1985 🍃🍄

Además se está gestando una propuesta astrológica para ciclar con La Luna y con Venus a través de un trabajo comprometido y constante durante un ciclo lunar completo (seis meses, tiempo que le toma a la Luna completarse en la Rueda del Zodiaco) acompañadas de Yuli Cerros y su lindo trabajo con las narrativas celestes.

*Nuestro Círculo de estudio de medicina femenina y acompañamiento* sigue activo así que el 2024 será otro año en el que deseamos seguir fortaleciendo nuestra red en Guadalajara, Ciudad Guzmán, Colima y más.

Será muy lindo saberte parte de esta bella comunidad.

Biberones de finales de la Edad del Bronce procedentes de Austria, que datan de alrededor del 1200-800 a.C.
Se encontraron vasijas similares del tamaño de una pinta en todo el continente europeo, y algunas de ellas todavía tenían residuos de leche de rumiantes en su interior, lo que sugiere que podría haber sido utilizada como alimento complementario durante el destete.