Psic. Katrin Rayarram

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El síntoma fue solución, el psicoanálisis busca re-solución

Como Norte, el Deseo

Perspectiva psicoanalítica y poética

Katrin Rayarram katrin


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Re-soluciones de un análisis
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El síntoma fue solución, el análisis busca re-solución

Como Norte, el Deseo

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El síntoma fue solución, el análisis busca re-solución

Como Norte, el deseo

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Psic. Katrin Rayarram on Instagram: "Yo corporal: Sensaciones, imaginaciones, fragmentación por la dinámica, tan en movimiento... que apalabrarlo ya cuesta. Decir quién soy yo siempre ha tenido el peso del sinsentido, porque el cuerpo no era... 0 Likes, 0 Comments - Psic. Katrin Rayarram (.katrin) on Instagram: "Yo corporal: Sensaciones, imaginaciones, fragmentación por la dinámica, tan en movimiento... qu..."

Mujer y psicoanálisis, de la posición de objeto a la posición de sujeto. Texto de Helena Trujillo

Hasta hace muy poco, la única sexualidad permitida para la mujer era la reproducción biológica sin acceso al campo del deseo. A comienzos del siglo XX, el Psicoanálisis diferencia a la mujer de la histérica, descubriendo en ella una sexualidad hasta entonces desconocida

Si históricamente a la mujer le ha sido destinada como tarea el amor y la familia, y a los hombres la guerra y la producción, estos roles han cambiado en la actualidad con los cambios en la producción y con los avances de la ciencia. Entre todos los grupos humanos, la familia desempeña un papel primordial en la transmisión de cultura, en ella la mujer cumple la función madre, pero la maternidad se olvida de la feminidad. Máquina reproductora de hijos e hijas, sujeta a la producción de la especie, pero en la que Ella, la mujer, nunca podrá unir amor y deseo. La apertura del deseo femenino está más allá del amor y la familia.

Desde el Psicoanálisis, sabemos que la diferencia entre hombre y mujer no es tal diferencia, en tanto no es en la genitalidad donde se funda la diferenciación sexual humana. Masculinidad y feminidad son, según Sigmund Freud, construcciones teóricas de contenido incierto. Son cuatro posiciones las que tiene que habitar el sujeto masculino y femenino: padre, madre, hombre, mujer. Todo se construye en el ser humano. Alcanzar esas cuatro posiciones psíquicas conlleva una transformación: hablar, escribir, trabajar, liberar su sexualidad para poder adoptar una posición diferente en el mundo. Aprender a soportar cierta cuota de displacer.

Hasta la llegada de la Teoría del Inconsciente, la sexualidad femenina era un continente oscuro, nadie dejaba hablar a la mujer, nadie quería escucharla. El Psicoanálisis pide, por primera vez, que hable. Esa apertura que permiten las ciencias del Siglo XXI a la mujer aún no se ha traducido en una organización social que incluya la diferencia sexual. Aún, si ella desea, es p**a o depravada. A la mujer lo que más le gusta es ser amada, que la amen, a veces, es capaz de todo por amor. Todas las personas hemos visto que algunas mujeres, aterradas por la idea de “quedarse solas”, se casan o viven en pareja con hombres a los que no aman y que no les convienen, con tal de sentirse amadas. La mujer está acostumbrada históricamente a trabajar por amor, hacerlo por dinero es un paso que no toda mujer puede dar. Ella tiene conflictos entre la producción y la reproducción, entre la producción de productos sociales y la reproducción de la especie. Si no analizamos el machismo inconsciente, el sentimiento de inferioridad y el desprecio de la mujer hacia el dinero, todavía no habremos entrado al siglo XXI.

Sin productos en la realidad no podemos hablar de sujeto. Para alcanzar la feminidad tenemos que hablar de la separación del objeto primordial, transformarse en el producto de nuestras transformaciones. Separarse del amor para poder amar. El deseo es la esencia humana, carece de objeto, todo el mundo deseamos lo mismo, nos diferenciamos en cómo nos la arreglamos con el deseo, renunciando, postergando, sustituyendo, elaborando en cada caso de forma diferente. La heterosexualidad es una construcción teórica compleja, no tiene que ver con el objeto elegido sino con la posición que adoptemos frente a la ley del lenguaje. El amor es un efecto del deseo. La culminación del desarrollo de la mujer es su acceso a la cadena significante, hacerse sujeto del lenguaje. Nuestro cuerpo no existe, es escenario de lo inconsciente y nuestro ser sólo semblante.

Tomar el camino de la libertad genera compromisos y ahí la mujer no quiere compromisos, sólo piensa el compromiso como compromiso matrimonial, tiene el ideal de que eso le va a dar todo: la felicidad, el trabajo, el dinero. Es fundamental para la mujer aprender a sumar, aceptar la multiplicidad de la palabra mujer: madre, trabajadora, amante, social… La inteligencia, el amor, la satisfacción, no están en ningún lugar, se producen en el encuentro con lo social. Producir una nueva realidad donde la mujer no tenga que reducirse a ser hija, madre o esposa, permitirá que en los próximos siglos podamos llegar a conocer a la mujer. La única cosa de la que podemos hacernos culpables es de haber cedido en el deseo.

Otra Mujer 🌕

De 27/02/2022

"Re-soluciones de un análisis"

Éstas son entregas de una colección de Resoluciones a las que he llegado mediante mi propio psicoanálisis. No pretendo enunciar ninguna verdad, más que la mía. Les comparto deseando resuene algo en ustedes y motive sus propias búsquedas: poner en marcha la palabra.

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Que disfrutes

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"Re-soluciones de un análisis"

Éstas son entregas de una colección de Resoluciones a las que he llegado mediante mi propio psicoanálisis. No pretendo enunciar ninguna verdad, más que la mía. Les comparto deseando resuene algo en ustedes y motive sus propias búsquedas: poner en marcha la palabra.

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Hoy recordamos a una pionera en el análisis de niños y compartimos la actualidad de sus palabras.

Autismo y psicosis infantil. Con Silvia Tendlarz

Les esperamos a nuestros eventos para conmemorar el día de la mujer.

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La verdad deserotizada
En el caso de un adicto al que Jaques Hassoun considera una melancolía, relata que “Vivió pasiones amorosas devastadoras en un cuerpo que ya no deseaba”. Esa pasión, sin embargo ausente de deseo, remite a un cuerpo deserotizado que puede llegar hasta el deliro de negación, una forma clínica grave, el síndrome de Cotard, que se encuentra mencionado por Lacan en Seminario 2, El Yo en la teoría de Freud
“No tengo boca: oímos esto al comienzo de nuestra carrera, en los primeros servicios de psiquiatría a los que llegamos como unos despistados. En medio de ese mundo milagroso nos encontramos con damas muy añejas, con viejas solteronas, cuya primera declaración ante nosotros es: No tengo boca. Ellas nos hacen saber que tampoco tienen estómago, y además que no morirán nunca. (…) añejas damas, víctimas del llamado síndrome de Cotard, o delirio de negación. (…) están muertas y a la vez ya no pueden morir, son inmortales, como el deseo”.
La muerte en vida.
Cotard, para diferenciarlo del delirio de los perseguidos, lo llamó delirio de las negaciones. Podemos diferenciar a grandes rasgos diagnósticos, melancolías catatónicas de melancolías parlantes, entonces podría escucharse en la clínica no sólo como una negación del cuerpo, sino también, en cuadros no tan graves, bajo el dicho “no tengo nada” o “no soy nada”, y podría no ceñirse a un dolor neurótico. Esa negación, del delirio de negaciones, no es un subrogado de la represión, ese modo en que lo reprimido puede acceder a la palabra a condición de ser negado, ya que no es el eco de una afirmación significante.
Es una negación que afirma, una dimensión de objeto, que revela el punto de rechazo del inconciente.” No soy nada”, bien puede ser “soy una nada”. Estela Eisenberg

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"Re-soluciones de un análisis"

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Gerrard Miller cuenta su historia como paciente de Lacan y recuerda cuando en un análisis le pregunta: "¿Por qué es tan difícil analizar el inconsciente?".
A lo que Lacan le responde: "La verdad es siempre difícil de soportar, y el psicoanálisis acaba por mostrarnos a nosotros mismos lo que preferiríamos ignorar. Cuanto más nos aproximamos a la verdad de nuestra historia, más ganas tenemos de darle la espalda". Y así continúa Miller: "Fue por eso, él me explicó, que él siempre desalentó el psicoanálisis a personas que lo buscaban sólo 'para conocerse mejor'. Eso no basta. Es preciso que alguna cosa falte, desequilibre e intrigue para proseguir con las sesiones. Es preciso que algo crucial cambie en la existencia".

El psicoanálisis busca aquello que el yo intentó borrar de su síntesis y apartar de su historia, ese conflicto psíquico que en cierto momento de su vida fue excluido de la consciencia y se desplazó en diferentes síntomas, sueños angustiantes, actos fallidos y otras formaciones del inconsciente. Es a través del análisis donde el sujeto puede dar cuenta de "esas cosas anímicas que él sabe sin saber que las sabe".

Freud mostraba la división del sujeto en relación al deseo. Explicaba que existen deseos en nosotros de los que no queremos saber nada y de los cuales nos defendemos, es decir que dentro de nosotros hay algo que quiere una cosa y otra parte que la rechaza, esta es la división fundamental del neurótico.

En el Seminario V, Lacan muestra cómo el deseo inconsciente se presenta a través de una máscara, de una apariencia, y lo que lo enmascara muchas veces es el síntoma.

El análisis permite reconocer la verdad de nuestra historia, lo singular de nuestro modo de desear y de g***r. Es un descubrimiento singular que, al decir de Claudio Pfiel, "es del orden del 'yo siempre supe, pero ahora me reconozco'. Es el tesoro de cada uno".

📚 La frase de la imágen fue extraída del documental "Una cita con Lacan". 
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"Con gran frecuencia él lo exterioriza a través de un malestar, pero también puede expresarlo con una magnífica salud" explica la psicoanalista francesa en su libro "La dificultad de vivir".

Diversos psicoanalistas sostiene que el niño sintomatiza aquellos conflictos que los padres esconden o no pueden resolver, considerando que las disfunciones en la familia pueden ocasionar diferentes síntomas en sus integrantes.

Dolto explicaba que hay situaciones en que el lenguaje verbal se vuelve insuficiente en su función de poder comunicar algo y los comportamientos son los que asumen esa función.

Por su parte, Winnicott explicaba que "La sintomatología del niño refleja la enfermedad de uno o ambos padres, o de la situación social, siendo eso lo que necesita de atención" en su conferencia en Rio de Janeiro en 1971.

Esto es algo que también señalaba Lacan en "Dos notas sobre el niño" donde sostenía que el síntoma del niño podría estar en posición de responder a lo que hay de sintomático en la estructura familiar, tomando al síntoma como representante de una verdad inconsciente.

Por último les recuerdo una cita de Claudine Vegh: "Vale más saber una verdad, aún cuando sea difícil, vergonzosa o trágica, que ocultarla, porque aquello que se calla, es subordinado o adivinado por los otros y ese secreto se convierte en un traumatismo más grave a largo plazo”.
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Art: .ferri
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Fragmento del texto: “Depresión navideña, ¿mito o realidad?” De Elizabeth Suarez Soto

Llega la Navidad. Nuestra agenda se condensa aún más debido a preparativos y celebraciones. En este contexto, hay quienes pueden llegar a ejercer excesiva presión sobre sí mismos para cumplir con las altas expectativas establecidas. Y esto, en ocasiones, genera tensión y ansiedad.

Así lo señala la Asociación Americana de Psicología. También menciona el potencial de los periodos vacacionales o festividades en la creación de estrés adicional en ciertas personas.

Los factores que pueden provocar un empeoramiento del estado de ánimo en esta época incluyen tensiones familiares, soledad, añoranza de tiempos pasados, la lejanía o pérdida de un ser querido, sin olvidar posibles problemas preexistentes (como depresión o ansiedad) y las dificultades económicas.