Isabel Portillo R.

Never is too late!
Hace años, después de mi Profesorado, continué la Licenciatura en Psicopedagogía, pero en el último año de la carrera me llamaron en el mes de septiembre para ofrecerme la coordinación de la Academia de Artes Escénicas del Teatro Abril. Era un sueño hecho realidad, combinaba por primera vez mi amor por el teatro y por la educación. No lo dudé y acepté. Pensando que tal vez la podría terminar a distancia, pero no fue así.
No me arrepiento de nada, aprendí muchísimo. Cuando me fui del Abril y quise retomar la carrera ya no existía en esa Universidad que por cuestiones de trabajo me quedaba cerca. Me tocaba iniciar de cero y en su momento me negué, frustré y enojé.
Hace unos años decidí empezar de nuevo, una parte de mi no se sentía bien sin el título. Nadie me lo exigía, era yo y mi mamá fue la primera en motivarme y felicitarme.
Trabajo feliz de sol a sol y decidí sacrificar las noches y fines de semana, sin saber los años duros que venían con la partida de mi mamá. Ya me había subido al barco y mi mamá, desde el cielo, fue mi motor. Va para ti y por ti mami. 🪽🥰

Comparto con ustedes mi alegría.

No cabe duda que la vida nos ha retado durísimo. Toda nuestra vida es un aprendizaje, pero hace dos años tuvimos la lección más grande hasta ahora, de la cual seguimos aprendiendo cada día. Mami era nuestro mundo, nuestro núcleo. La familia ahora es más pequeña, pero hemos aprendido a levantarnos, a ser más fuertes, a conocernos mejor, hemos ido aprendiendo más de administración con el cole de mi mamá. Tal vez lloramos menos, pero los recuerdos están cada día más presentes y eso nos motiva a seguir siendo las hijas que te hacían tan feliz. Agradezco que seamos tres. Cada una tan diferente, pero eso hace la magia para que esta pequeña máquina siga su rumbo. Las amo a las dos. Gracias porque juntas somos más fuertes.