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La simbología de la rosa en la Biblia y su conexión con el mundo de la jardinería
En la Biblia, la rosa simboliza la belleza, la pureza y el amor. En el Cantar de los Cantares se menciona que «Yo soy la rosa de Sarón, el lirio de los valles» (Cantares 2:1). Esta imagen se utiliza para describir la belleza de la esposa amada por el esposo.
En el contexto de la jardinería, la rosa es una de las flores más populares y apreciadas por su belleza y fragancia. Es una flor que requiere cuidados específicos para su cultivo, como la poda y el riego adecuados, pero que recompensa con sus hermosas flores.
En la cultura popular, la rosa también ha sido utilizada como símbolo de la pasión y el amor romántico. En la jardinería, se pueden encontrar variedades de rosas de diferentes colores y formas, lo que las convierte en una opción versátil para la decoración de jardines y arreglos florales.
En conclusión, la rosa tiene una conexión profunda con la simbología bíblica y se ha convertido en un elemento importante en el mundo de la jardinería debido a su belleza y versatilidad.
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LA CASA MARCIONELLI. Fue propiedad del señor Severino Marcionelli (1870-1957) nacido en Bironico, cantón de Ticino, Suiza. Llegó muy joven al Perú, a los 20 años participó en la construcción del túnel de La Galera, en Ticlio, el más alto del mundo.
Marcionelli fue un gran empresario incursionó en la minería, siendo dueño de la negociación Puquio-Cocha, la mina de San Ildefonso y la mina de carbón de Chuicho. Fue fundador de la mina Morococha de la que también se hizo cargo de la organización de su pueblo minero.
Incursionó en el sector agropecuario siendo dueño de la ganadera Uchupata de Huari y en el negocio inmobiliario, siendo presidente de la compañía urbanizadora Jesús María e inversor en la construcción del Hotel Bolívar.
Su gran fortuna económica la destinó a obras de beneficencia, Marcionelli fue miembro de la Sociedad de Beneficencia de Lima, donando 100 mil soles para la construcción del hospital Arzobispo Loayza. En recuerdo de uno de sus hijos que murió a temprana edad apoyó económicamente la construcción del hospital del niño.
El señor Marcionelli se convirtió en el miembro más importante de la colonia suiza en el Perú, desempeñando el cargo de cónsul honorario de Suiza en Lima. También fue miembro de la Sociedad Helvética, el club Nacional, el Club de la Unión, la compañía de seguros Italia y la Sociedad de Mineria y Petroleo.
De regresó al Perú adquirió junto a su socio, el señor Hanza, un terreno en la calle del Pacae, hoy cuadra 9 del jirón Carabaya, para construir esta hermosa residencia de tres pisos, terminada en el año 1923. En esta casa funcionó la sede del consulado general de Suiza y las oficinas de las empresas agropecuarias y mineras del señor Marcionelli hasta fines de los años 40.
Esta es la historia de la casa Marcionelli, uno de los inmuebles más hermosos de Lima construidos en los años 20 y que fue destruida por el fuego el 19 de enero del 2023. (Juan José Pacheco Ibarra).
Comas 26 de diciembre de 2022.
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📍 MACHUPICCHU | fotografía de unos restos humanos óseos hallados en la ciudadela Inca de Machupicchu, en la expedición de 1915 liderada por el norteamericano Hiram Bingham.
📸 Fotografía: National Geographic.
Hoy se cumplen 500 años de una de las mayores gestas de la historia de la humanidad: la primera vuelta al mundo. Y fue una hazaña española. 🇪🇸
La expedición de Magallanes y Elcano fue una expedición marítima financiada por la Corona española y capitaneada por Fernando de Magallanes. Esta expedición, al mando de Juan Sebastián Elcano en su retorno, completó la primera circunnavegación de la Tierra en la historia. 🌍🌎🌏
Esta expedición estuvo formada por cinco naves con 239 hombres a bordo, uno de ellos Juan Sebastián Elcano, y con Magallanes al mando de la flota se hizo a la mar en agosto de 1519. Su plan de alcanzar oriente por occidente comenzaba.
Juan Sebastián Elcano junto a los otros 17 marineros sobrevivientes de los 239 que partieron desde España consiguieron llegar con la nao Victoria a Sanlúcar de Barrameda tras tres años de expedición. Habían recorrido casi 80.000 kilómetros y navegado los dos océanos más extensos de la tierra. Una excepcional hazaña al ser los primeros navegantes en dar la vuelta al mundo en un sólo viaje, atravesando mares y océanos, combatiendo las tempestades y resistiendo enfermedades, hambre, frío y hasta ataques indígenas, una gesta histórica.
👉La historia completa aquí:
https://impulsaespana.org/elcano-primera-vuelta-al-mundo
🇪🇸
| Un 28 de agosto de 1929, Tacna retorna al , luego de permanecer casi medio siglo en cautiverio, tras la Guerra de Guano y Salitre.
Hoy, se cumplen 93 años de este acontecimiento, que dejó varios ejemplos de amor y compromiso a la patria entre sus ciudadanos.
¡Tacna ciudad heroica!
Ejército del Perú Marina de Guerra del Perú Fuerza Aérea del Perú Gobierno Regional de Tacna Municipalidad Provincial de Tacna
CAHUIDE, EL INMORTAL GUERRERO INCA
Durante la gran rebelión de Manco Inca por la reconquista del Cusco y el Tahuantinsuyo (1536) sobresalió la figura de un gran general incaico. Muchos lo conocen como Cahuide, que deriva de la palabra quechua: Q’awiri que significa 'vigía'. Aunque su verdadero nombre pudo ser Kullash o Tito Cusi Huallpa.
Este mítico guerrero defendió hasta que pudieron sus fuerzas el famoso torreón de Muyucmarca, (en quechua: lugar redondo), en Sacsayhuaman. Al verlo perdido prefirió inmolarse arrojándose al vacío, antes que caer en manos de los españoles que le ofrecían respetar su vida si se entregaba.
Los españoles desesperados decidieron en un acto de audacia tomar la fortaleza de Sacsayhuamán, la cual atacaron por el lado del río Saphy, al mando de Juan Pizarro. Conocedores de la técnica militar para expugnar fortalezas, lograron tomarla por asalto, no sin dejar cientos de cañaris mu***os en el foso, sobre cuyos cuerpos pasó la caballería.
Cahuide fue "jefe orejón" (de la realeza inca); se decía de él que era un hombre de temple singular y de combativo carácter, que batalló con indomable valor y ejemplar arrojo en las filas del ejército inca. Al arribo de los españoles, se alió a la rebelión iniciada por Manco Inca.
En la defensa por la fortaleza, un fornido y heroico orejón cusqueño, defendió hasta el fin el torreón de Muyucmarca y antes de rendirse o caer prisionero prefirió arrojarse de la cima del torreón. La leyenda lo conoce con el erróneo nombre de Cahuide.
El cronista Pedro Pizarro describe así lo acontecido hacia el final de la batalla.
"...y llegados al otro (torreón) tenía un orejón por capitán tan valeroso que cierto se podría escribir de él lo que de algunos romanos, este orejón traía una adarga en el brazo, y una espada en la mano, y una p***a en la mano de la adarga, y un morrión en la cabeza. Estas armas había habido este de los españoles que habían mu**to en los caminos, y otras muchas que los indios tenían en su poder. Andaba pues este orejón como un león de una parte a otra del cubo (torreón) en lo alto de todo, estorbando a los españoles que querían subir con escalas y matando a los indios que se les rendían... Pues avisándole los suyos que subía algún español por alguna parte, aguijaba (estoqueaba) a él como un león con la espada en la mano y embrazada la adarga... y mandó Hernando Pizarro a los españoles que subían que no matasen a este indio sino que lo tomasen a vida... Visto este orejón que se lo habían ganado (el torreón) y le habían tomado por dos o tres partes el fuerte, arrojando las armas se tapó la cabeza y el rostro con la manta y se arrojó... A Hernando Pizarro le pesó mucho no tomarlo con vida..."
Crónica de Pedro Pizarro
Cahuide fue "jefe orejón" (de la realeza inca); se decía de él que era un hombre de temple singular y de combativo carácter, que batalló con indomable valor y ejemplar arrojo en las filas del ejército inca. Al arribo de los españoles, se alió a la rebelión iniciada por Manco Inca, siendo uno de los que en Calca juraron luchar hasta la muerte por la reconquista del Tahuantinsuyo.
Soldados del Ejercito del Perú posan junto a un par de tanquetas Carden-Loyd Mk.IV en el curso del levantamiento militar de Sanchez Cerro. Año 1930.
El Perú adquirió 10 unidades de estos vehículos de fabricación inglesa en el año de 1930 durante el gobierno de Augusto B. Leguía. Estos vehículos fueron las primeras unidades blindadas del Ejército Peruano. Estuvieron en servicio hasta el año de 1943.
El Carden-Loyd Mk.IV era un vehículo de oruga de 1,524 kg, tenía capacidad para dos personas (conductor y artillero), su armamento principal era una ametralladora Vickers calibre 7.65 mm. Además, tenía capacidad para ser usado como vehículo de exploración y de remolque de artillería.
Referencia
Cobas, E. (2010). Los blindados del Ejercito del Perú. Revista del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, II. Pp 31-32.
MEMORIAS DE LIMA.
Mujeres con Historia.
Chanan Cori Coca: La Guerrera desconocida.
Cuenta la leyenda que los guerreros Chankas comenzaron una invasión de territorios, se habla de un ejército que excederían los 250,000 hombres y que esperaban una rendición pacífica del Cuzco, que se encontraba acéfalo por la dimisión del Inca Huiracocha. Es en este momento que nace la leyenda de una mujer, una guerrera tan sanguinaria que solo con sus manos pudo diezmar y entablar el terror entre sus enemigos. Su nombre, Chanan Cori Coca.
Se dice que los Chankas llegaron al barrio de Chocos Chacona que estaba bajo la tutela de esta brava guerrera, que junto a un pequeño y reducido grupo de soldados redujo al ejército Chanka en tal forma que los hizo retroceder hacia el sur.
Pedro de Sarmiento en una de sus crónicas cuenta que Chanan Cori Coca peleó "varonilmente" (aunque actualmente sabemos que eso no es requisito para luchar por los tuyos) al punto no solo de hacer retroceder a sus enemigos, sino también hacerlos desmayar en su huida. Incluso un cuadro en el Museo de la Universidad de San Antonio de Abad la muestra sosteniendo la cabeza de un abatido general Chanka frente a su cuerpo inerme.
Este retraso hizo que Cusi Yupanqui, quien sería Inca Pachacútec, aprovechara el momento para contraatacar en la batalla de Yawarpampa o campo de sangre, desde ese momento quedó sembrada en la mente del hombre andino la heroicidad de Chanan Cori Coca la dama que aplacó con sus manos el enardecido avance de estos guerreros con sus propias manos.
Una leyenda poco difundida en los colegios de hoy en día.
Fuente: Diario La República del 4 de Mayo del 2019.
✪ «Operación Patriota» - Duro golpe a los remanentes de “Sendero Luminoso” ✪
Imágenes del espectacular operativo efectuado por patrullas de la Fuerza Especial Conjunta (FEC)) contra la organización narco-comunista de Sendero Luminoso, realizado el pasado 11 de agosto en la zona del VRAEM.
Según informes del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú, en la ofensiva participaron mas de 150 militares y policías. Asimismo, se indicó que fue fundamental las arduas labores de inteligencia para realizar la acción. Durante los enfrentamientos los terroristas fueron sometidos a intensos bombardeos desde el aire y tierra, se llegó incluso a usar un lanzador múltiple durante las operaciones.
Se estima que fueron abatidos entre 10 a 15 terroristas. Sin embargo, el objetivo principal, Víctor Quispe Palomino, alias “José”, logró escapar, aunque se presume herido. Además, se capturó material bélico y de comunicaciones, los cuales fueron remitidos al Ministerio Publico.
La importancia de esta operación radica en el hecho que se desbarató el principal centro de operaciones de la organización terrorista en esa zona del país, debido a que se les privó de su principal área donde realizaban sus actividades ilícitas. En consecuencia, su capacidad financiera y de financiar organizaciones extremistas se verán fuertemente afectadas.
▪︎ Qhapaq Ñan - El Gran Camino Inca
El Gran Camino Inca o "Qhapaq Ñan" en idioma Quechua, fue el eje principal de un gran sistema vial que contó con aproximadamente 30 mil kilómetros de caminos. Una extensa red de comunicación que se había organizado a lo largo de los muchos siglos de civilización andina (preincaicos) y que los incas habían articulado, como parte de un proyecto político integrador y expansionista de magnitud continental llamado Tawantinsuyu, que alcanzó su máxima expresión en el siglo XV.
El sistema vial se estructura sobre la base de caminos longitudinales y transversales, dispuestos estratégicamente teniendo como eje vertebrador a la Cordillera de los Andes; por sus trazos transitaron personas y viajaron con ellos conocimientos, ideas y costumbres, así como productos vinculando e integrando diversos pisos ecológicos característicos de la región andina.
Esta red vial unió todo el Tahuantinsuyo a través de los actuales territorios de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, atravesando desiertos, zonas agrícolas, cadenas montañosas, pantanos, etc. Todas las rutas partían desde el Cusco, ciudad Imperial. La más importante de ellas es la que iba en dirección hacia Quito, actual capital de Ecuador.
El Qhapaq Ñan significó principalmente la base de la expansión política incaica, pues permitió la rápida movilización de los ejércitos y de los funcionarios estatales. Además, facilitó el transporte de valiosos recursos, como metales, conchas spondylus, madera, hojas de coca, textiles, etc.
Los tambos, recintos que eran usados como albergues y depósitos, estaban dispuestos a lo largo de los caminos para permitir a los viajeros descansar y guardar sus pertenencias. Por lo general, eran de forma rectangular y estaban divididos en varios espacios independientes. Hubo tambos de distintos tamaños: los más grandes contaban con ambientes residenciales, plazas y depósitos, y se usaban para hospedar al Inca y a su séquito. Los de menor tamaño servían de posada para los chasquis, que eran mensajeros del Tahuantinsuyo.
La construcción de puentes también fue determinante para el Qhapaq Ñan, pues gracias a estos, los incas pudieron atravesar laderas, ríos y, en general, una accidentada geografía andina. Algunas de estas plataformas se construyeron a base de piedras y otras de madera. También hubo puentes colgantes que fueron construidos con fibras vegetales, como es el caso del Q'eswachaka, considerado el último puente inca que se mantiene vigente hasta la actualidad.
Los incas no fueron los únicos que construyeron caminos para unir sus territorios. Muchas de las rutas que utilizaron e integraron a su sistema vial fueron construidas por las culturas que los precedieron. Estos caminos eran exclusivamente locales y unían centros sagrados o huacas con pequeños poblados.
Algunos complejos arqueológicos de la cultura Wari, como Piquillacta, por ejemplo, contaron con importantes sistemas viales. Otra evidencia de caminos preincaicos se encuentra en el valle de Moche, en la costa norte del Perú, y en Lima, donde se construyeron caminos en las dos márgenes del río Chillón, en Pachacámac, y en el valle del río Cañete. Estas vías eran atravesadas por otras que llegaban a las zonas andinas, e incluso a la Amazonía. En el 2014 fue nombrado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
UN DIA COMO El 18 DE AGOSTO DE 1536: SE INICIO DEL ASEDIO DE LIMA POR PARTE DE KISU YUPANQUI (GENERAL DE MANCO INCA) VS LOS TROPAS ESPAÑOLAS LIDERADAS POR FRANCISCO PIZARRO.
Las fuerzas del soberano Manco Inca, dirigidas por su lugarteniente Quizu Yupanqui, cercaron la recién fundada Ciudad de los Reyes (Lima), defendida por un ejército español-indígena al mando de Francisco Pizarro. El objetivo de Manco Inca era evitar que Francisco Pizarro mandara refuerzos para romper el Sitio del Cusco. Para ello las tropas incas, llegaron a la falda del cerro San Cristóbal y se dieron diferentes escaramuzas, entre guerreros incas y pueblos indígenas, que apoyaban a los españoles.
La ciudad de Lima, solo tenía 18 meses de antiguedad, sus casas eran de adobes, alrededor de una plaza central.
Según el cronista Murúa, tres ejércitos incaicos concurrieron a sitiar la Ciudad de los Reyes. Por el camino de Trujillo llegó la gente de Tarma, Atabillos, Huaylas y Huánuco; por la ruta de Pachacamac, los Huancas, Angaraes, Yauyos y Chauircos; por el camino de Quives, con gente de Canta y parte de los Yauyos, los capitanes, Illa Thupa y Paukar Waman. Kisu Yupanki, con selectas tropas, vino por la ruta de Mama.
Kisu Yupanki, con veinte a treinta mil guerreros, avanzó sobre Lima; hay evidencias que Kisu Yupanki no tomó por sorpresa a los españoles de Lima, sino que, por el contrario, éstos lo estaban esperando, convenientemente armados y con millares de "indios amigos" para atacarlos;
La ayuda que les proporcionaron Waqra Páucar de Lurin Wanca y Luna Willka de Xauxa, curacas comarcanos del valle de Lima de los Yauyos y Huarochirí, enemigos de los Incas, y principalmente por el aporte de cuatro mil guerreros que trajo la princesa Mama Kuntur Wacho, y los refuerzos del Callejón de Huaylas,para auxiliar a Francisco Pizarro, una de cuyas amantes era su hija Inés Quispe Sisa (Concubina) y el apoyo de la gente de los curacas de Lima, Magdalena, Maranga, Lurigancho, Pachacamac, Chilca, etc.
El ataque central a la ciudad de Lima se dio en la mañana del jueves 24 de agosto; basamos esta afirmación en el testimonio presencial del español Martín Pizarro, quien refiriéndose a esa jornada dice que ocurrió un jueves y que ese día mataron a Kisu Yupanki, el capitán general del ejército patriota, donde después se elevaría el barrio de Santa Ana, fue emboscado por la caballería española, y mu**to por Pedro Martín de Sicilia, con los jefes incas.
A pesar de ello, la lucha continuó por algún tiempo más, aunque con resultados desfavorables a los incas, pues no sólo tenían que enfrentar a la caballería, armas de fuego y ballestas españolas sino también a los miles de aliados indios.
Ante los resultados desfavorables del asalto a la ciudad, los capitanes Páucar Huamán e Illa Túpac decidieron replegarse y retirarse; Pero para Juan José Vega, el fracaso del cerco de Lima se debió, fundamentalmente, a la deserción de los huancas y otras etnias, las cuales debían penetrar por el sur en apoyo de Quizu Yupanqui. Los huancas, en especial, se convirtieron en los más entusiastas aliados de los españoles.
FUENTE:
- Busto Duthurburu, José Antonio del: Pizarro. Tomo II, pp. 281-285. Petroperú.
- Guillén Guillén, Edmundo - López Mendoza, Víctor: Historia general del Ejército Peruano. Tomo II. El Imperio del Tahuantinsuyo; pp. 380-381.
- Vega, Juan José: La guerra de los viracochas.
- Fuente: History Channel en Youtube.
- Guillermo Cook de National Geographics. “El papel de losaliados indios fue fundamental para la conquista”
- John Guilmartin, historiador militar de West Point, Efraín trelles historiador peruano, María Rostworowski. Huaylas y su alianza con la Princesa Kispe Sisa, cuya madre, Kuraka de Huaylas rescato la ciudad de Lima del asedio del ejercito de Manko.
- Runachay Perú.
6 de agosto de 1824.
LA BATALLA DE JUNIN Y LA DESOBEDIENCIA AUDAZ DEL SARGENTO JOSE ANDRES RAZURI ESTEVES
– Supongo que usted conoce el Código Militar.
– Sí, mi general
– ¿Entonces, que significa cambiar una instrucción en el campo de batalla?
– Pena de muerte inminente e inapelable.
– ¿Es usted totalmente consciente de ello?
– Sí, mi General.
Siendo las 4 de la tarde de hoy, 6 de agosto del año 1824, la batalla ya está irremediablemente perdida para el ejército patriota, integrado principalmente por fuerzas colombianas, peruanas, argentinas, venezolanas y chilenas. Otra vez la victoria es para el arma de la caballería española, hace centurias imbatible.
Pero aún se escucha el choque de sables, el galope y el piafar de los caballos, los gritos y quejidos de los heridos en el aire translúcido de la tarde. Es horrendo el acezar de los que caen atravesados por las lanzas, el bronco retumbar de los cuerpos antes ágiles que se desploman sobre la tierra. El agudo quejido de quienes son atravesados por las espadas, y otra vez el relincho de los caballos al escape. O de los que se doblegan descoyuntados, o abiertos por algún tajo, hecho al quitar el cuerpo el combatiente al cual iba dirigido el sablazo.
Los escuadrones independentistas en estos momentos siguen siendo diezmados por las armas punzocortantes realistas, aunque algunos ya se baten en retirada. El agrupamiento que comanda directamente el general Miller va amenguando desordenado, pese a la bravura con que siguen luchando.
En estas circunstancias es que el comandante Isidoro Suárez, de apenas 23 años y jefe de los dos escuadrones que no han sido tomados en cuenta para ingresar a batalla, pide a su ayudante de campo, el teniente José Andrés Rázuri, que solicite órdenes concretas al General José de La Mar, acerca de las acciones que deberían tomar.
Ya Bolívar ha emprendido veloz carrera montado en “Palomo” su alazán blanco, huyendo desde el altozano desde donde ha contemplado la batalla, a unirse con la infantería que avanza a dos leguas de distancia al mando del General Sucre.
José Andrés Rázuri se acerca apresurado al General La Mar y aun galopando le consulta:
– El coronel Isidoro Suárez pide órdenes e instrucciones para los dos escuadrones a su mando.
– ¡Que huyan! –Dice a gritos La Mar– ¡Que emprendan la fuga! ¡Sálvense! ¡Escapen como puedan!
Rázuri espolea su caballo de regreso, bordeando el escenario de la batalla.
Le conmueve el titubeo de nuestras banderas, que aún flamean inhiestas. Y presiente el holocausto de los sueños más acariciados de una patria libre.
– ¿Qué dice? –Insiste Suárez con ansiedad al verle llegar.
Las palabras parecen habérsele atascado en su boca.
Ya terminan de pasar los jinetes españoles persiguiendo a los grupos dispersos de patriotas americanos.
– ¡Cuál es la orden! –Amenaza Suárez haciendo cabriolear su caballo.
Rázuri, al divisar otra vez cómo se escarnece a los nuestros, consciente que arriesga la vida, cambia en su mente y después en su boca la orden. Y las palabras sin vacilar brotan inatajables:
– Dice: ¡Ataquen como puedan! ¡Esa es la orden!
Rázuri después de haber respondido otra vez ha vuelto los ojos al campo de batalla en el momento en que se acuchilla a varios jinetes patriotas
Al decirlo ha sido consciente, como ironía, que el cambio apenas distan dos sílabas, que ni siquiera modifica totalmente una palabra completa. Pero que de repente de ello depende la libertad de América e ineluctablemente ahora también su destino.
Es inminente que por ello será fusilado, sin atenuantes ni apelaciones al alterar una orden en pleno campo de batalla, cualquiera sea el resultado que se obtenga. El Código Militar en tal sentido es estricto.
Pero todo sacrificio por el sueño de una patria libre vale la pena. Al final, la orden de ¡Escapen!, en el sonido, está tan cerca de: ¡Ataquen! ¡Apenas parece cambiada!
Para Isidoro Suárez la orden, tal y como ha sido anunciada, es lo que él esperaba. Y se regocija por ello. ¡Ahora es el momento de cargar!, piensa.
Por eso, sin demora levanta su espada, investido de un fuego sagrado, tres veces la blande en el aire, que relumbra ante sus más de cien hombres montados sobre mulas y caballos que hieren con sus belfos espumosos el aire de la tarde.
Antes de hincar los talones en los ijares de su corcel, se oye primero decir:
– ¡Soldados! ¡Desenvainen…! ¡Espadas!
Y luego prorrumpe en un grito:
– ¡Húsares del Perú! ¡Al ataque!
Cien voces resuenan como si temblara la tierra en un grito límpido y unánime:
– ¡Al ataque!
Pican espuelas y arremeten con tal furor que hacen trastrabillar a todo un ejército ya victorioso, a quien atacan por la retaguardia, y quienes ya sentían haber ganado la batalla.
El ímpetu es tal que no dejan jinete sobre caballo enemigo. Uno a uno va cayendo.
Ahora todo es un bosque tupido y trabado de lanzas y sables.
El rasguito de las espadas se oye como bordones graves, o a ratos agudos lamentos de guitarras.
O los gritos de quienes son cercenados o acuchillados con la espada, o atravesados por la lanza, se confunde con los clarines sonámbulos.
El rasguito a alas de moscas de los cuchillos entona con los tambores lejanos.
El vuelo cortante de las espadas, cuando surcan el aire, es el mismo sonido a cuerdas de mandolinas que se rasgan, se rompen y se callan para siempre.
Y en apenas veinte minutos están revirtiendo la contienda.
Necochea estaba herido y hecho prisionero y acaba de ser rescatado. Miller huía y ha vuelto. Y en estos momentos contraataca, encerrando a la caballería enemiga entre dos frentes.
Bolívar emprendió la fuga, se dice que para apurar a la infantería, y ver si con ella algo aún se puede salvar.
Pero, en estos momentos, más bien se persiguen a las escuadras realistas. Y Canterac deja el campo de batalla sin creer lo que sus ojos están viendo.
345 cuerpos de jinetes del ejército realista han quedado regados en el campo de batalla. 400 caballos ensillados con todos sus aparejos pasan a manos del ejército patriota. 17 jefes y oficiales del Ejército del Rey yacen mu***os en la pampa. 80 prisioneros, entre jefes y soldados, restañan sus heridas.
No ha habido un solo disparo, ninguna explosión que produjera humo, ninguna detonación ha denigrado ni contaminado esta ara del sacrificio. Una ley sacrosanta ha querido que este sea un rito y una gesta heroica.
No lo ha mancillado el humo de ninguna detonación ni la pólvora de ninguna cobardía. Todo ha sido zumbido de espadas. Todo fuerza del músculo y del coraje.
Ya ha cesado el combate. Ya se detuvo la persecución.
La trabazón ha sido feroz, tanto que la mitad de mu***os patriotas en esta contienda ha sido de los Húsares del Perú, que han quedado regados en el campo.
Algunos cuerpos aún yacen colgados del estribo de los caballos que relinchan y se sacuden impacientes.
Los jinetes del ejército realista del general Canterac sobrevivientes finalmente han emprendido la fuga más humillante durante largos siglos en que no habían sido abatidos.
La masa de bronce de la caballería del Regimiento Húsares del Perú, que se ha investido de gloria esta tarde, en su gran mayoría provienen de Trujillo, Chiclayo, Lambayeque y de la cuenca del Mantaro.
Los Húsares del Perú es un ejército de montoneros mestizos, la mayoría cetrinos, que han combatido en guerra de guerrillas al ejército colonial, que los teme como a nadie.
Para que no quepa dudas, todos visten de poncho, a ratos increíblemente colgado del hombro. Y todos tienen un lazo envuelto que cuelga de la silla de sus caballos.
En su mayoría usan un sombrero gacho de lana de vicuña en la cabeza.
Como armas tienen espadas, cuchillos, lanzas o picas que manejan con increíble destreza.
Ellos ya se han enfrentado en cientos de escaramuzas al ejército español.
Ellos mismos se han organizado y no reciben pago alguno de nadie.
700 peruanos se han incorporado en Rancas al ejército libertador el día 3 de agosto, es decir hace tres días. Y ellos son los que han dado la victoria.
Cuando los primeros mensajeros han llegado hasta el refugio de Bolívar y le han dado la noticia de la victoria este no podía creerla.
– ¡Imposible! –Ha sido la palabra más frecuente que ha salido de su boca.
Sin embargo, el General La Mar, jefe de la división peruana ha mandado llamar al teniente José Andrés Rázuri, natural de San Pedro de Lloc, población muy cerca de Trujillo, sobre quien pende orden de fusilamiento, y a quien interroga.
Tras amonestarle severamente con gesto adusto por su intolerable indisciplina, le dice de manera tajante:
– Supongo que usted conoce el Código Militar.
– Sí, mi general
– ¿Entonces, que significa cambiar una instrucción en el campo de batalla?
– Pena de muerte inminente e inapelable.
– ¿Es usted totalmente consciente de ello?
– Sí, mi General.
– Quiero decirle primero que soy consciente, y todo el ejército patriota lo sabe, que a usted se debe la victoria de esta tarde, pero ya sabe que en este tipo de decisiones los resultados no cuentan, cualesquiera que hayan sido.
– Sí, mi General.
– ¿Entonces? Dígame una razón.
– Si me permite, le diré dos: La primera: Decidí arriesgar mi vida porque continúa el complot en contra del Ejército del Perú, que se nos dejó fuera de la batalla en nuestro propio suelo. Aludía a que esos dos escuadrones Bolívar los había desestimado completamente. Ni los tomó en cuenta. Los dejó en la retaguardia por olvido o por desprecio.
– Esta aseveración agrava su situación. ¿Y la segunda?
– Vi la huella de nuestros sueños entre la yerba y la escarcha en la pampa de Junín. Y consideré que nuestro ejército debía seguir esas huellas.
La Mar se queda largo rato mirándolo:
Y levantándose de su asiento lo abrazó efusivamente.
Fragmento de “La épica victoria de Junín. Las huellas de nuestros sueños” de Danilo Sanchez Lihón
🇵🇪 📷 LOS TIAHUANACO "Bolivia" 🇵🇪
📍 TIAHUANACO | Fotografía (1950) de la celebración a los pies de la Puerta del Sol.
Según el autor de la imagen, en los años 50 Tiwanaku era la sede de un encuentro anual de comunidades originarias, que llegaban hasta este espacio sagrado andino desde distintas partes del país.
Cultura tiahuanaco (en aimara: Tiwanaku) es la denominación de una cultura arqueológica que se expandió en los actuales países de Bolivia, Perú y el norte de Chile entre los años 1500 a. C. y 1187 d. C. Su área de influencia, visible en objetos con una peculiar iconografía, comprende la cuenca del lago Titicaca como región nuclear, desde donde se distribuye hacia los valles y costa del océano Pacífico por el oeste, la región del Chapare por el este y el oasis de San Pedro de Atacama por el sur. Su capital y principal centro religioso fue la ciudad de Tiwanaku, ubicada en las riberas del río homónimo, pocos kilómetros al sur del lago Titicaca, en el actual departamento boliviano de La Paz. Se cree que Tiahuanaco obtuvo una serie de bienes y recursos de ecosistemas diferentes al del Titicaca a través del intercambio con diversas sociedades locales de regiones altiplánicas y vallunas, aunque también manejaron enclaves poblacionales en zonas como el departamento de Cochabamba en los valles orientales bolivianos. El sitio de Tiwanaku se caracteriza por una amplia infraestructura ceremonial que atestigua pensamiento, difundidos a través de objetos más ligeros como cerámica y textiles.