Centro Psicológico Mental Health
Centro con especialistas en Salud Mental, brindamos servicios de Psicoterapia, asesoria, consejería.
Recuerda!
Que seas bendecido con un niño que sea distraído, para que aprendas a poner atención...
Que seas bendecido con un niño al que le fascine tomarse su tiempo, para que aprendas la belleza de la quietud...
Que seas bendecido con un niño retador, para que te enseñe a soltar el control...
Que seas bendecido con un niño sensible, para que aprendas a conectarte...
Que seas bendecido con un niño que no te escucha, para que aprendas a sintonizar...
Que seas bendecido con un niño que se le olvidan las cosas, para que te desprendas de todo...
Que seas bendecido con un niño que se atreva a rebelarse, para que aprendas a pensar "out of the box"...
Que seas bendecido con un niño que sienta miedo, para que te enseñe a confiar...
Que seas bendecido con un niño que te enseñe que no se trata de él, sino de tí....
Porque la crianza puede ser de todo, menos fácil. Y puede representar muchas cosas, pero ante todo aprendizajes.
Si saben de quién es, por favor nos dicen.
Suelta todo aquello que no puedas controlar!
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RECUERDA!
Recuerda que reprimir nuestras emociones enferma a nuestro cuerpo!
al cultivar una actitud de agradecimiento transformas tu vida y fortaleces tu salud mental, emocional y física!
Reservá tu cita al 970 754 607
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Todo en la vida vuelve! 🌻⭐
PAPÁ
Papá no gesta pero protege desde el vientre.
Papá no sufre los achaques del embarazo, pero acompaña, cuida y procura cuando mamá lo requiere.
Papá no puede parir, pero sostiene la mano de mamá para infundirle valor y se queda allí, esperando ansioso y sin dormir. Papá se preocupa en silencio y reza por las vidas de su esposa e hijo.
Papá baña, carga, alimenta, y sí, también cambia pañales. Papá tampoco amamanta, pero ayuda a comer a mamá si ella no puede y es experto en sacar “airecitos” reparadores.
Papá sabe abrazar, jugar, bailar y consolar cuando se necesite.
Papá tiene un trabajo igual de importante y valioso que mamá porque el día que nace el bebé también nace un padre que teme no hacerlo bien pero que está dispuesto a dar lo mejor de sí.
Papá es papá, el que también sabe amar.
Autor desconocido
Ilustración: Pascal Campion Art
Para ti¡ 🌻🥰
Nunca más serás amada de esa manera.
La incesante necesidad de tocar, de contacto físico, ha terminado.
La llamada constante, el querer compartir todas las cosas, las más simples, más pequeñas: "¡Mira lo que puedo hacer, mami!" Termina.
Nunca más serás amada de esa manera.
El taparse todas las noches antes de dormir, los besos húmedos después del baño. Termina.
Nunca más serás amada de esa manera.
Los saltos en tu cama, el cuerpo que se convierte en pista de carretas, las piruetas de baile que despeinan la alfombra de la habitación, el peinado del cabello húmedo. Termina.
Nunca más serás amada de esa manera.
Los bocadillos a las siete de la mañana de un domingo, los dibujos bajo las sábanas, el abrazo de madrugada tras una pesadilla, el contar cuentos. Termina.
Nunca más serás amada de esa manera.
Ese amor, esas ganas de estar tan cerca que a veces nos asfixia. Termina.
Nunca más serás amada de esa manera.
La verdad es que cuando los niños son así, pequeños, es la etapa de la vida en la que nuestra adoración es casi recíproca. Pero pasa. Crecen y crece la necesidad de vivir otras historias, otras personas, otros sueños. Es la ley de la vida y es sano. Pero aun así, aun sabiendo que crear alas es uno de los actos más hermosos de la maternidad, verla volar es agridulce. Siempre será la alegría más extraña jamás conocida. Una felicidad diferente que, al llegar, forma agujeros. Una mezcla de vacío con la sensación de misión cumplida.
Ver volar es aplaudir cada logro, pero seguir queriendo sentir las manitas que agarraron tus piernas. Es estar orgullosa, apoyar, pero con un eterno sabor a añoranza.
Extrañando el tiempo pasado. Extrañando tener a los niños siempre al alcance de la vista. Y sobre todo, echo de menos esa etapa. De este amor. El que tienes ahora, tan cerca, justo ahí a tu lado.
Así que cuando lo llames, lo toques, le preguntes, cuando todo te esté llevando al borde de un ataque de nervios, recuerda: nunca más serás amada de esa manera».
Texto, por Rafaela Carvalho