ASTRONOMY

나에게 눈을 떼다 테마 : '세훈과 수호의 우정에 대해' 나 혼자 잠을 못 자요 "HYUNG, I CAN'T SLEEP ALONE" — WITH
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Las personas podrían creer que SeHun es todo un personaje después de ver dos entretenidos episodios de EXO Ladder emitidos hace unos años en televisión. Hasta la fecha se reirían, harían comentarios en Internet ante lo extraño que es ver a un hombre en casi el tercer escalón actuar como un niño de diez, y una que otra persona lo encontraría sumamente adorable. Sin embargo, no importaba cuántos años pasaran, SeHun desde el primer día realmente era... Así.
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—Hyung, de verdad no puedo dormir solo —y allá iba Oh, con la mirada sujeta al suelo y ese gesto característico suyo: un mohín bien marcado en sus labios y las definidas cejas fruncidas—. Me da miedo la ventana de la otra habitación.
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Pero si algo era una realidad, es que los berrinches de SeHun iniciaban de esa manera. Generalmente habría una segunda intención cuando podía vociferar con firmeza el supuesto motivo que le haría arrastrarse, envuelto en una mullida manta, hasta la habitación principal del departamento de JoonMyun. Cuando lo llamó algunas horas atrás pidiéndole 'asilo' ya había algo martillando en su cabeza, dejándolo un poquito ansioso y lo suficientemente preocupado cómo para invadir su espacio después de varias semanas donde sólo habían podido compartir un par de almuerzos juntos. Incluso desde las filmaciones de Cream Soda, SeHun había percibido que los tiempos de ambos ya no encajaban tanto cómo lo hacían antes, y después de enterarse del próximo viaje agendado para Kim, él se sentía un poco (demasiado) preocupado. Pero eso no es algo que iba a poner tan fácilmente en palabras, ¿o sí?
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Tampoco necesita esperar demasiado para que los piecitos se den permiso a sí mismos de cruzar un poco más allá del umbral. SeHun no era demasiado atento a los detalles, pero tampoco podría ser casualidad que, cada vez que estaba de visita, la habitación del mayor siempre quedara con la puerta abierta porque "cualquier cosa puede suceder"; y ello era lo único que necesitaba para insistir un poquito con su querencia, hasta estar a escasos dos metros cerca de la cama.
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—¿Puedo dormir contigo? —Finalmente soltó—. Prometo no hablar demasiado si ya estás cansado.
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SeHun extrañaba mucho a JoonMyun.

당신은 나를 다시 사랑할 수 있습니까? ⟢ 그날의 회상이 떠올라 희미해져가는 너

당신은 나를 다시 사랑할 수 있습니까? ⟢ IS THIS THE LIFE YOU WANTED? 이것이 당신이 원했던 삶입니까? < W/ > [ CALIFORNIA, 2023 ]
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Las respiraciones fuertes, las exhalaciones que más parecían mini estornudos por lo ruidosas que eran, y la característica inquietud era lo que mantenía a ChanYeol riéndose en silencio, con la mejilla apoyada en una de sus palmas mientras que la otra se mantenía a una distancia prudente para que el contacto se diera pero no fuera lo suficientemente cercano como para romper con el silencio general que había en el sitio.
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Era miércoles, uno de los días más ocupados en la agencia porque solía ser el momento en que cualquier pendiente se convertía en urgencia. Las orejas del músico eran un poco más notorias que de costumbre por lo mismo, especialmente porque en el último par de semanas se había esforzado para tener todos sus pendientes listos a tiempo. Le había costado horas de descanso y también uno que otro berrinche por parte del modelo con el que ya desde hacía casi un año atrás, llevaba compartiendo hogar. Pero valía la pena si con eso conseguía que el menor sonriera. Y en verdad esperaba que con su sorpresa, lo hiciera.
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Lo único que ChanYeol le había dado al menor esa mañana, había sido una caja pequeñita con un lazo bonito por encima junto a la específica consigna de no abrirla sino hasta que terminara todo el trabajo del día. Que no importaría la hora a la que eso fuera, había prometido; que lo único de lo que tenía que asegurarse, era de estar completamente libre para cuando la abriera. Y es que dentro de esa pequeña caja, lucía un nuevo juego de llaves, así como una pareja de collares de los que pendían plaquitas plateadas con una patita de perro grabada de un lado, y una notita donde iba impreso un código QR con el que podría descubrir la ubicación a la que entonces debiera dirigirse.
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ChanYeol, por su parte, lo esperaba con dos cachorros más o menos contenidos en una de las habitaciones del nuevo y más amplio departamento. Lo había escogido bastante más cercano al edificio donde SeHun trabajaba con la intención de que sufriera tanto cuando terminaba hasta muy tarde alguna sesión. Además, era más grande para no tener que molestarlo si por alguna razón debía trabajar hasta tarde en casa y-...
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Los ladridos lo hicieron reír e inmediatamente emitir un ruido para callarlos.
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—¡Se supone que tiene que encontrarnos! ¡Shhhhh! —medio reía. Pero por supuesto, los cachorros sólo supieron ponerse mucho más ruidosos cuando notaron primero que ChanYeol, el aroma perteneciente al último integrante de la que, ahora, sería una muy escandalosa familia de cuatro.
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당신은 나를 다시 사랑할 수 있습니까? ⟢ I DON'T WAN'T NOTHING AT ALL 난 아무것도 원하지 않아 (NEW YEAR SPECIAL!) < W/ > [ SEÚL, 2023 ]
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La habitación se llenaba con un aroma a lavanda mezclado con un tinte sutil a vainilla, todo obra de las pequeñas velas que, acomodadas en puntos estratégicos, no se notaban al primer vistazo. La iluminación también era un tanto especial, manteniéndose sólo lo suficientemente intensa como para hacer del ambiente algo más bien íntimo y acogedor. ChanYeol había escogido la vieja recámara de SeHun de entre todos los lugares, no porque desde siempre hubiese tenido el capricho de adornarle la pieza, sino porque ese había sido el sitio exacto en que todo había comenzado. Donde, sin nada más que risas, conversaciones sobre la nada misma y otras un tanto más profundas, se había enamorado de él. Todavía recordaba todas y cada una de las veces en las que había estado a punto de confesarle sus sentimientos: las salidas, los regalos, los gestos y hasta los momentos en los que sus rostros habían estado tan cerca el uno del otro, que cualquiera hubiera esperado finalmente que se dieran un beso. Él sobre todo.
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Así que después de analizarlo, y siendo ese el último domingo que pasarían en Seúl, ChanYeol se había dado a la tarea de recolectar todas las fotografías de los dos; la mayoría donde sólo estaba él o SeHun (porque casi siempre salían a solas y no había quién les fotografiara juntos), pero las suficientes de ambos como para formar una pequeña estrella que sirviera de marco para el ramo de flores blancas que había acomodado cariñosamente sobre el colchón. No era mucho, pero tampoco era como si él tuviera mucha experiencia en cosas así. Nunca había tenido pareja después de todo, y las chicas con las que se había animado a salir alguna vez, no eran más que intereses fugaces que se veían rápidamente opacados por la maldita sonrisa de su mejor amigo.
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Tal vez lo más importante de todo era el pequeño teclado acomodado justo frente a la cama, inclinado de manera que fuese lo primero con lo que se encontrara cuando la puerta finalmente se abriera. Él estaba sentado ahí, sacudiendo las piernas con notable nerviosismo y a ojos cerrados, tarareando parte de la melodía que había practicado desde la tarde en la que subieron a aquella rueda la fortuna. Había sido el momento en que todas sus sospechas habían cobrado sentido, después de todo. El momento en que había entendido que, sin duda, su corazón jamás había dejado de sentirse como se sentía por SeHun.
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Los pasos subiendo las escaleras fueron la señal que necesitaba, seguro de que nadie más se encontraría en casa con tal de que su obsequio fuera entregado sin contratiempos. Y así, ChanYeol tomó una última bocanada de aire antes de comenzar.
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Los dedos se movieron de manera gentil sobre las teclas, dejándose llevar por la melodía suave que poco a poco iba llenando su alrededor. Y esperó. Esperó con toda la calma que pudo reunir, sólo abriendo la boca hasta que la puerta abierta anunciaba la llegada de SeHun.
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—Some people live for the fortune, some people live just for the fame, some people live for the power... —ChanYeol parecía sentir cada una de las palabras, permaneciendo a ojos cerrados—. Some people live just... to play the game. Some people think, that the physical things define what's within. —Una sonrisa acompaña ese momento—. And I've been there before. That life's a bore so full of the superficial...
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Y es entonces cuando abre los ojos, buscando inmediatamente los del menor con la única intención de dedicarle aquello que por tantos, tantos años quiso decirle, pero que sólo hasta hacía un par de meses había entendido:
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—Some people want it all, but I don't want nothing at all if it ain't you, baby. If I ain't got you, baby. Some people want diamond rings, some just want everything; but everything means nothing if I ain't got you.
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분 단위로 (당신과 함께) ⟢ WOULD YOU BE MY PARTNER? 내 파트너가 되어줄래? < W/ #??? > [ SEÚL, 2014 ]
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No era costumbre suya que el exterior le afectara. Por lo menos no cuando se levantaba del lado correcto de la cama. Sin embargo, desde el día en que su panorama se había cruzado la figura de aquel muchacho delgado, se descubría demasiado al pendiente de su alrededor, demasiado alerta de cualquier silueta que luciera lo suficientemente similar. Y por si eso fuera poco, de vez en cuando se encontraba con esa mirada de ojos oscuros, cuando se le ocurría "descansar la vista" a mitad de una clase. Tenía tatuado el negro de sus pupilas en la parte interior de los párpados.
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El resto de la semana se le había hecho eterno por la misma razón, reconociendo una sensación de ligero estrés cuando sus caminos no volvían a cruzarse por mucho que él deambulara por los edificios de la universidad en cada momento libre.
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La suerte sólo le sonrió un viernes. Hyun reconoció a la efusiva chica a cargo de las actividades extracurriculares a unos cuantos metros, hablando con nada más y nada menos que el chico del que su mirada había quedado prendada. Así que sus pasos se volvieron más lentos, lo suficiente como para que al pasar cerca de ellos, alcanzara a escuchar al muchacho confirmando su asistencia a la reunión de esa misma tarde. Sonrió satisfecho.
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Horas después, MinHyun saludaba a esa misma muchacha y le agradecía la invitación, de paso tomando uno de los caramelos que al parecer le ofrecía a todo quien llegara. Intentó lucir de lo más relajado, pero apenas pasaron unos segundos para que un extraño magnetismo lo casi obligara a voltear hacia un lado.
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Y ahí estaba él.
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Morderse el labio mientras sonreía en su dirección, fue instintivo y por lo mismo inevitable. Así como también lo fue el sentarse cerca, justo detrás de él para poder observarlo con tranquilidad.
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분 단위로 (당신과 함께) ⟢ MEETING YOUR GAZE 당신의 시선을 충족 < > [ SEÚL, 2014 ]
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El mundo le parece poco cuando despierta esa mañana. Se siente tan animado que cree que podría conquistar una galaxia entera, tomar los planetas en un puño y todas las estrellas en la otra. No se siente bien, está eufórico. Al mirarse al espejo, se cree capaz de todo, y con esa actitud es que abandona el pequeño apartamento que comparte con su madre.
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Pasea a la orilla de la calle en su camino, sintiendo la ráfaga de viento golpearle el cuerpo cada vez que un auto pasa a su lado. Demasiado cerca. Pero lo suficientemente lejos para que no pase nada. Y muy en el fondo, no está seguro de cuál de las posibilidades le gustaría más: si que pase o que no. Toma un autobús, luego otro más.
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Al llegar a la universidad, sus ojos registran rápidamente su alrededor, como si buscara algo o a alguien. No tarda mucho en identificar a un chico de chicos más o menos aislados, pero a la vez a la vista de todos los otros grupos de gente; como si estuvieran ahí para ser admirados, pero al mismo tiempo inaccesibles. MinHyun era excepcionalmente bueno para leer lo que las personas no decían con palabras, así se las había apañado desde pequeño para encontrar amigos y sitios a los cuales pertenecer. Así que se acerca con naturalidad, ofreciendo un sutil "hey" antes de deliberadamente reventar la burbuja imaginaria que los mantenía ajenos al resto de los estudiantes. Las miradas desconcertadas no parecen afectarle, en parte porque no teme ser rechazado, pero sobre todo por la figura delgada que resalta entre el resto a varios metros de distancia.
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MinHyun se cautiva de inmediato por ese cabello bien cuidado aunque esté cubierto por una gorra, se fija en las piernas largas y en especial, en la sonrisa encantadora con la que el chico intenta convencer a un grupo de muchachas. Pero lo que más le intriga de todo (y es el principal motivo por el que no sabe apartar la mirada), es que no parece completamente cómodo a su alrededor; como si algo no terminara de encajar, aunque tampoco sabe qué pueda ser. Así que se queda prendado de su perfil, lo sigue cuando se mueve y agradece que el grupo de chicos no lo deje solo, porque así no resulta sospechoso cuando ingresa a la misma sala común de estudios que él. No podía (ni tampoco quería) dejar de mirarlo.
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당신은 나를 다시 사랑할 수 있습니까? ⟢ WHAT ARE YOU WAITING FOR? 당신은 무엇을 기다리고 있습니까? (CHRISTMAS SPECIAL! ☃️) [ SEÚL, 2022 ]
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El columpio se mecía muy suavemente cada vez que el peso cambiaba de puntas a talones, ambas manos cubriendo con celo la pequeña taza de chocolate que su madre le había dado cuando lo vio en su camino hacia afuera. La cena había transcurrido sin mayores contratiempos, compartiendo risas, recuerdos y al mismo tiempo formando nuevos a medida que las conversaciones brotaban con naturalidad. La navidad en casa de la familia Park siempre había sido de esa manera: muy íntima, muy hogareña, del tipo de celebración que terminaba con su madre o su hermana llorando, porque las emociones se desbordaban.
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Ese año resultaba igual, con las lágrimas apareciendo desde mucho antes porque, a diferencia de antes, ahora ChanYeol era un visitante más; también era la primera vez que veía a su madre desde el cumpleaños de YooRa en septiembre. Así que, por supuesto, los abrazos se alargaban mucho más, las preguntas se centraban en él y en lo que habría estado haciendo hasta ahora en otro continente. Había agradecido que su hermana omitiera cualquier pregunta acerca de quien se hubiera convertido repentinamente en su compañero de piso, incluso le había ocultado esa información a su madre por miedo a que la conversación sobre sus preferencias sexuales finalmente llegara a la mesa. Y no es que creyera que ella lo rechazaría, de hecho creía que ya estaba al tanto de los sentimientos que siempre tuvo por SeHun; sin embargo, eso no hacía más incómoda la escena imaginaria de ella preguntándole si le gustaba que le dieran por el c-...
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—Pero sí le dijiste que viniera, ¿verdad? —La voz de YooRa lo saca del espiral interminable de pensamientos intrusivos, haciéndolo saltar primero y provocando que ambos se rían un momento mientras ella le recordaba que "eres tan torpe, ChanChan", en una voz bastante melosa.
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—Le dije que... era bienvenido... —Le murmuró hasta un par de minutos después.
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El golpe que llegó unos segundos después no le extrañó en lo más mínimo. Ni siquiera intentó levantar la cabeza, y sólo se aferró otro poco a su taza, riéndose con cierta amargura mientras los brazos de la mayor lo envolvían y pronto llegaba un beso a sus cabellos.
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Aunque habían compartido el viaje hasta Seúl, e inclusive habían prometido verse en esos días, como siempre las cosas con SeHun no se tornaban completamente claras. Aún después de su confesión en lo alto de aquel juego mecánico, del par de besos compartidos, y por supuesto de la noche el menor le había abierto los brazos vestido de Peter Pan... ChanYeol seguía sin saber exactamente qué eran. No habían tenido citas, tampoco había vuelto a dormir en su habitación, y los momentos románticos más bien se trataban de instantes en los que la tensión sexual era insostenible. ¿Cómo iba a invitarlo directamente a su casa en una fecha tan... comprometedora?
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Pero, una vez más, la melodiosa risita de YooRa fue la que lo sacó de sus pensamientos. "Me debes una, ChanChan". Esta vez sí levantó el rostro, siguiéndola con la mirada mientras ella se acercaba a lo que, poco a poco fue reconociendo, se trataba de la silueta delgada de su mejor amigo. ChanYeol se quedó quieto en su lugar, parpadeando despacio en lo que veía cómo su hermana le daba un abrazo igual de grande que el que le había dado a él cuando lo vio.
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ChanYeol no lo esperaba. Aún cuando sí, no lo podía creer. Y era tan así, que se le notó extremadamente torpe cuando quiso ocultar con un cojín, el pequeño envoltorio que tenía al lado.
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—H-hey...

당신은 나를 다시 사랑할 수 있습니까? ⟢ I'M SORRY 미안해요
[ CALIFORNIA, 2022 ]
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La cabeza todavía le daba algunas vueltas cuando se movió de golpe para apagar la alarma de su teléfono. Había bebido demasiado la noche anterior y, aunque de momento no fuese a reconocerlo, la pelea que había tenido con SeHun en la madrugada, era otra razón para que nada se sintiera en su lugar esa mañana.
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El prepararse para salir de casa sucedió en una seguidilla mecánica de actividades: acomodar las almohadas y las mantas del sofá en donde dormía desde que el menor llegó, arrastrarse a la ducha, lavarse los dientes y encerrarse en la habitación para cambiarse de ropa y tratar de lucir lo más presentable posible. Trata de no pensar mucho en la noche anterior, ni cuando está acomodando la ropa que SeHun ha dejado en cualquier lugar. Tiende la cama y finalmente llega a la cocina, donde al preparar su café es que su cerebro se quiebra.
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La taza de patito que su mejor amigo siempre usa, sigue en el mismo lugar, en la exacta posición en la que él la dejó la última vez que la lavó y secó. No hay rastro de agua en el fregadero ni platos fuera de sitio, tampoco migajas en el piso ni en la mesa. La cocina de por sí no huele ni a vainilla ni a café. El corazón se parte a la mitad cuando concluye que SeHun se había ido sin desayunar.
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—... tan irresponsable —murmura para sí, descubriendo ahí cómo la voz le tiembla.
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No tendría por qué afectarle tanto. Sólo eran amigos, se repetía con las manos hechas puño y la quijada bastante apretada. Un par de lágrimas se desbordan antes de que ChanYeol golpee la meseta con las manos empuñadas, furioso consigo mismo por haberse comportado como un completo estúpido. SeHun no era "sólo" un amigo después de todo. Era su mejor amigo.
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Las horas transcurren sin que ChanYeol sea capaz de concentrarse del todo en el trabajo. Tampoco es que lo haga mal; lleva un par de años en esa misma agencia de publicidad y a ese punto, la mayoría de sus actividades caían en lo repetitivo, salvo por las veces en las que una nueva marca se unía y había que hacer propuestas musicales de cero. Ese día, por lo menos, sólo tenía que hacer revisiones finales de algunas melodías para comerciales, y un par de pruebas de sonido con una banda principiante que necesitaba grabar un demo en alta calidad.
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Así que mientras esperaba que los chicos se acomodaran dentro de la cabina, aprovechó de salir al pasillo, donde pudo revisar su móvil y confirmar que no tuviera ninguna llamada perdida o mensaje sin responder. En realidad, sólo quería ver si SeHun le había contactado. Pero nada.
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—¿Es usted Kim JunMyeon? —Una voz completamente desconocida lo sacó de su miseria por un instante, levantando la mirada sólo para encontrarse con una chica uniformada.
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ChanYeol sólo negó con la cabeza, pero después señaló hacia la oficina del fondo, donde el nombre de la persona que ella buscaba, iba grabado en la puerta de cristal. Una vez que la chica le agradeció y empezó su camino hacia la oficina del Jefe, ChanYeol finalmente reconoció el logotipo en su espalda: Era de la tienda de Bubble Tea más famosa —tal vez la única— en California. Entonces tuvo una idea.
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—¡Por favor, no te vayas! —El músico detuvo a la asustada muchacha cuando regresó por ese mismo pasillo.
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Rápidamente, ChanYeol se devolvió a la cabina y garabateó sobre partituras vacías, arrugando y lanzando las bolitas de papel en varias ocasiones hasta que finalmente se sintió algo conforme. Tendría que hacer algo mucho mejor apenas llegara a casa, se prometió mientras le entregaba a la chica la dirección de su apartamento junto a una nota (la que no arrugó) y una lista de sabores específicos de bubble tea que deberían ser entregados lo más pronto posible.
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Si los cálculos no le fallaban, estos llegarían a tiempo para que SeHun pudiera recibirlos.
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당신은 나를 다시 사랑할 수 있습니까? ⟢ WHAT ARE YOU DOING HERE? 여기서 뭐해? [ CALIFORNIA, 2022 ]
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La lluvia se había intensificado hacía más o menos media hora. Ya había encendido la cafetera y preparado la película con la que se dejaría arrullar esa noche. Era viernes por la noche, y aunque su edad y el círculo de gente que frecuentara le indicaran que debería estar en medio del tráfico, camino a algún club nocturno, ChanYeol prefería descansar. Últimamente había perdido las ganas de salir más de lo necesario; quizás porque los treinta estaban a la vuelta de la esquina, quizás porque esas personas no eran de su total agrado. O simplemente se había convertido finalmente en un completo antisocial.
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Estaba en el sofá, con la guitarra en el regazo y los dedos moviéndose sobre las cuerdas de manera instintiva, mientras esperaba que el sonido de la cafetera le indicara que ya era hora de prepararse el tentempié.
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De pronto, el pensamiento de sus años de estudiante lo asaltaban con la guardia baja. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que abandonó Seúl? ¿Tres, cuatro años? Había huido luego de su primer año de Universidad, consiguiendo varios trabajos de medio tiempo para sobrevivir y de paso mantener la cabeza bien ocupada. De vez en cuando, las llamadas de su familia casi le hacían regresar; sin embargo, bastaba un simple recuerdo para confirmarse que estaba mejor allí. Lejos.
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No es que SeHun fuera la única razón por la que se había mudado, pero sí había representado un motivo de peso para finalmente tomar la decisión. Podían llamarlo romántico empedernido y ridículo, pero al menos para él, los asuntos del corazón no eran cualquier cosa. No cuando se había amado con tanta fuerza y por tanto tiempo, para luego descubrir la facilidad con la que un lado de años podía quebrarse.
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El timbre lo hizo salir de sus ensoñaciones, suspirando en todo su camino hasta la puerta. Probablemente serían sus compañeros de trabajo queriendo llevarlo de fiesta, o los tipos con los que a veces se juntaba para tener una tocada improvisada en el parque a unas calles de ahí. ChanYeol se imaginó todo menos lo que fue la realidad:
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SeHun estaba al otro lado. Expresión indescifrable y empapado de la cabeza a los pies. SeHun con esa mirada brillante, de cuando quería contarle algo súper importante. Pero mojado, ChanYeol se tuvo que repetir un par de veces esa parte para que su cuerpo reaccionara y se hiciera a un lado, dándole espacio a resguardarse de la lluvia.
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¿Por qué tuvo que elegir quedarse en casa esa noche?
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