Diari de los enamorados

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Si algún día
alguien me pregunta:
¡Lo negaré todo!
Negaré que
se estremecía mi alma
al verte.
Que llegaste
a ser la luz de mi vida.
Que tu sonrisa
me llenaba de alegría
y que no quería
perderte.
Que te convertiste
en mi inspiración y mis letras
se llenaron de tu imagen.
Que soñaba
con hacerte el amor
y ser tu compañera en
un mismo viaje.
Negaré que
mi corazón latía como loco
si me hablabas.
Que moría pensando
qué pasaría si algún día
tú me olvidabas.
¡Lo negaré todo!
todo hasta mi muerte.
Pero sobre todo
negaré que aún sigo
sin dejar de
quererte…

Me gusta imaginarte,
invocar tu nombre en el silencio,
respirar tu esencia en el viento,
acercarme a la distancia de tu boca,
atraér a mí, tus manos que provocan,
entibiar con mi candor el frío lejano
de tu fresco aliento.
Me gusta pensarte,
en el brillo destellante de la luna,
anhelarte e incitarte con ternura,
besar la intensidad de tu pensamiento,
acariciarte el corazón, seducirte la razón
despacio y a fuego lento.
Me gusta soñarte,
acomodarme y moldearme
en el regazo de tu alma,
someterme al instinto de tus latidos,
descendiendo y ascendiendo,
mientras aspiro y exhalo tus gemidos
con dulce alevosía y atrevimiento.
Me gusta amarte,
deslizarme por tu mente,
desnudarme en tu silueta,
encandilarme en tus sentidos,
complacerme en ti a manos llenas,
que liberes tu ansiedad,
en el libre jadeo de mis caderas.
Me gusta disfrutarte,
que seas mi adicción y perdición,
mi afrodisíaca condena,
mi profano sacrilegio,
desgustar del dulzor de tu sudor,
santificarme en tu perversidad,
fundirme en tus fluídos y bendecirme
en el descontrol de tu fascinante delirio.

En ocasiones me siento perdida, abandonada, sola.
Realmente no sé cómo explicarlo, tengo todo un mundo a cuestas sobre mis hombros, una carga de responsabilidades tan pesadas que me cuesta respirar.
Tengo mi mente a punto de estallar, con todas esas ideas revueltas, perdidas, sin rumbo ni salida.
En ocasiones, me siento cansada de ser fuerte, de ser responsable, orgullosa y una mujer "que todo lo puede", quisiera poder recostarme en brazos de alguien que me sujete aunque sea una vez, aunque sea para saber qué se siente.