ᵇᵉᵃʳᵍʸᵘ

Yeongyu 🐻🐱

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ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤ 날 사랑해
ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 내 작은 고양이
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Desde hace días llevaba en su cabeza la idea de hablar con su hyung, sentía que cada día era más complicado el que no se notasen sus sentimientos, era consciente de que eso podría arruinar la relación que tenían actualmente, pero mantenerlo para si mismo sentía que en cierto modo no era buena idea. Quizás se podría ahorrar el hecho de no ser correspondido o cualquier cosa como esa, pero estaba tan acostumbrado a contarle todo al mayor que tener que esconder eso era demasiado extraño. Lo que finalmente le llevó a decidir hacerlo fue como siempre el hablarlo con la voz de la sabiduría, eso quería decir una charla con Yunnie quien obviamente le ayudó a ver que la mejor decisión era sacarse eso que tenía dentro.

Con eso en mente fue que llegó a casa y se acurrucó en su cama, envolviéndose en las mantas como si fuese un burrito en lo que esperaba la llegaba de Yeon a casa. Estaba nervioso, demasiado, y por eso es que su mejor “escudo” sería esa manta que llevaba encima, porque podría esconderse en ella si algo no salía bien o si solo se sentía demasiado nervioso para ver el rostro de su compañero de grupo.

El sonido de la puerta de entrada le hizo levantarse, dirigiéndose a abrirle la puerta porque como siempre no llevaba llaves. A diferencia de veces anteriores se quedó en silencio, siguiendo a pasos lentos y arrastrando los pies al contrario, todavía repitiéndose en la cabeza lo que tenía planeado decir, incluso si sabía que la mayoría se le iba a olvidar en el proceso. Inhaló para llenar sus pulmones de aire y soltó, acercando su mano temblorosa para tomar la muñeca contraria y sacudirle, tratando de llamar su atención para que se concentrara en lo que iba a decir.

— Tenemos que hablar de algo. — No fue su intención sonar serio pero definitivamente pasó así, bajó la cabeza, todavía indeciso sobre qué decir pero al menos estaba decidido a que sería ese día, no podía ser otro porque dudaba poder recolectar nuevamente el valor para dejar salir sus sentimientos. — Yo… Quiero hablar algo contigo, soy muy malo hablando y también sabes que soy muy lento. — Tragó saliva, apretando suave con sus dedos la muñeca contraria en un intento de aliviar los nervios. — Estuve hablando con Yunnie y me dijo que sería una buena idea decírtelo asi que le haré caso. —

Le era complicado no detenerse a cada frase, intentando relajarse para que su voz no temblara ante cada palabra que iba soltando. — Aprecio mucho tu amistad y que estés en mi vida, eres la persona con la que inconscientemente vengo siempre que me siento mal, me gusta pasar tiempo juntos y me gusta que me cuentes tus cosas. — Soltó su muñeca para acomodarse las mantas, escondiendo un poco su rostro pero ahora alzando su cabeza para poder mirar el rostro contrario. — Me gustas. — Soltó, desviando la mirada un momento antes de volver a verle. — Me siento torpe hablando, ah. ¡Pero eso! Me gustas. ¿Por qué te lo digo? Porque creo que es mejor que lo sepas y también quiero que sepas que eso no cambia nada. La verdad no pido saber qué piensas o sientes, porque independiente de eso yo seguiré siendo el mismo. Incluso si me gustas y yo no te gusto, está bien, no quiero tampoco que vayas a sentirte obligado a corresponderme, solo quería decirlo porque es muy difícil guardarse esas cosas. Solo quiero quedarme contigo y apoyarte en todo lo que quieras hacer. — Su rostro ardió, seguramente ya con las mejillas rojas después de todo lo que finalmente había soltado, movió su manta para poder cubrir toda su cabeza, escondiendo su rostro porque no se sentía nada preparado para la respuesta que en su mente esperaba recibir.

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ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤ ㅤTEAR
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En ningún momento había esperado que todo terminara de la forma en que sucedió, durante un tiempo consideró a esa persona su amigo cercano, se preocupó de él, pensó que podría contar con su compañía y su apoyo siempre porque en su cabeza, eso es lo que se supone hacen los amigos. Quizás debió sospecharlo la primera vez que existió un problema y terminó sintiendo que los sentimientos de su amigo eran más importantes que los propios, quizás también debió pensarlo en la segunda vez que aquello sucedió. Incluso ahora, acurrucado en su cama y cubierto con una manta, no lograba descubrir cómo fue que su amistad se quebró de esa manera.

Sabía que su compañero no le había mencionado esa información con la intención de hacerle sentir mal, pero en cuanto las palabras salieron de la boca del mayor fue imposible no ponerse pálido y solo disculparse antes de correr a encerrarse en su habitación. Ignoró los toques en la puerta junto al llamado de su nombre, simplemente quería esconderse en su cama hasta dejar de existir.

Quizás era tonto sentirse traicionado por algo así, después de todo su roomie era libre de hacer lo que quisiera, pero en realidad quien le logró hacer sentir traicionado no fue él, fue la persona que consideraba casi su mejor amigo, que después de confesarle que gustaba del mayor de su grupo, no dudó en intentar volver a tener algo con él incluso si sabía que eso dañaría sus sentimientos.

¿Qué clase de “guerra de corazones” era esa? La sentía perdida, después de todo incluso si era cercano con Yeonjun, jamás habían llegado a hacer algo más que abrazarse a diferencia de con su otro amigo, porque sabía quizás más de lo que debería, todo por la confianza y esa vieja chismosa interior que en ese momento había terminado por jugarle en contra.

Pensó que luego de un rato iba a parar, pero jamás lo hizo, los golpes suaves en la puerta se mantenían y aunque quería poder estar solo, llorar hasta sentirse vacío, sabía que no podría hacerlo en paz si el mayor continuaba intentando saber porque había solo salido corriendo en cuanto le escuchó mencionar aquello. Usó sus manos para limpiar sus propias mejillas e intentó detener el llanto mientras se acercaba a la puerta, inhaló, ignorando por completo que en realidad debería verse como un completo desastre con las mejillas húmedas, el cabello despeinado y la nariz roja.

Lo estaba logrando bien, mantenerse sin llorar o al menos fue así hasta que abrió la puerta. Ver al mayor frente a la puerta fue todo lo que necesitó para que sus ojos otra vez se pusieran húmedos, porque verlo le recordaba lo que había pasado. Todo volvió a repetirse en su cabeza, soltó un sollozo, dejó caer la almohada que estaba sosteniendo entre sus brazos solo para alzar ambas manos y cubrir su rostro.

Quería poder ser fuerte, ignorar el hecho de que su casi mejor amigo, conociendo sus sentimientos le había ofrecido algo tan descarado a la persona de la que estaba enamorado. Porque sí, sabía que ellos dos tenían algo más, porque el mayor jamás se lo ocultó, lo que dolía no era eso, porque desde un inicio siempre fue consciente de toda la vida sexual que tenía su roomie y jamás le molestó en ningún sentido, lo que realmente le estaba rompiendo el corazón solo fue el hecho de que aquella persona por la que siempre se preocupó y consideró su amigo cercano, solo hubiese ignorado lo que le confió y decidiera lanzarse con una propuesta como la que había hecho.

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ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤWORDS OF MY SOUL
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Las primeras veces que había ido a colarse a la habitación del mayor le preguntaba, pero con el pasar del tiempo ya simplemente no lo hacía, solo llegaba arrastrando los pies con su fiel peluche de mapache y se acurrucaba en el lado libre de su cama, acurrucándose y extendiendo sus pies para con ellos tocar los del contrario, se había vuelto su rutina al punto de que su propia cama pocas veces era usada para dormir durante la noche. Solía sentir nervios antes de dormir, se sentía intranquilo pensando en el mañana, porque la vida que llevaba no era precisamente sencilla, ser lo que se consideraba un “idol” era más complicado de lo que pensó cuando aceptó presentarse para probar suerte luego de que una de las personas de la agencia se lo ofreciera.

Debía preocuparse de tantas cosas, su imagen, sus palabras, incluso sus expresiones faciales y lo hacía, al menos en un principio era de esa forma. Pero luego, pasando tiempo con los demás fue difícil controlar su verdadero yo y comenzó a mostrarse transparente, porque estar especialmente con el mayor lograba hacerle sentir lo suficientemente sereno para dejar salir su verdadero ser sin ningún tipo de preocupación de por medio, sentía que podía jugar, reír e incluso burlarse de los demás. En parte también era porque con el pasar de los meses se dio cuenta de que MOA no lo odiaba, que si bien siempre existían comentarios negativos, no eran más de la cantidad de comentarios positivos con respecto a su personalidad.

Cuando los sentimientos de admiración y amistad comenzaron a cambiar a otros fue que sí volvió la ansiedad e incluso comenzó primero a distanciarse de la persona por quien comenzaban a aparecer ese tipo de nuevos sentimientos confusos a su parecer. Pasó de ir a molestarle cada noche a preferir quedarse en su propia habitación, incluso si eso le hacía pensar más de lo que debería. Incluso intentó limitar sus interacciones en público por simple miedo a que quienes le vieran se dieran cuenta de lo que estaba sintiendo.

Al menos se mantuvo así hasta cierto día que sin siquiera pensarlo volvió a repetir aquella acción que hace semanas no hacía, esta vez sin llevar su peluche solo se acercó a la habitación del mayor para buscarlo bajo las sábanas y rodearle con ambos brazos. Todas las preocupaciones que sintió en sus hombros desaparecieron al momento en que sintió su calor cerca, incluso las que hace solo segundos se repetían en su cabeza solo desaparecieron. Se sintió aliviado, sereno, sorprendentemente tranquilo, tanto que no pudo evitar soltar un suspiro y agradecer por dentro que el contrario le conociera lo suficiente para saber que en ese momento, no debía preguntar y solo debía dejarlo disfrutar de esa serenidad que lograba sentir en ese momento.

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ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤWHERE ARE MY KEYS?
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Estaba agotado, las prácticas de hoy fueron más agotadoras de lo que esperaba, se sentía sudado y solo quería llegar para poder darse un buen baño, quedarse en el agua hasta sacarse todo el cansancio que traía encima. Ese era el plan al menos hasta que mientras buscaba en su mochila no logró encontrar sus llaves, no era difícil encontrarlas porque tenían un enorme llavero de oso pero esta vez por más que buscara entre sus cosas no lograba encontrarlas. Podría llamar a su hyung, pedirle que trajera sus llaves pero le conocía lo suficiente para saber que jamás salía con llaves, siempre era el menor quien las llevaba o llegaba antes y le abría la puerta.

De todas formas supuso que no perdería nada con preguntar, se apoyó contra la puerta, deslizándose hasta quedar sentado en el suelo porque ni en sueños se quedaría parado esperando, no cuando se sentía con un pie ya en el ataúd de puro cansancio. Buscó su celular, abriendo el chat que tenía con su roomie y rezando por dentro que esta vez sí hubiese sacado las llaves.

— Yeooooon ¿De casualidad no traes llaves? Perdí las mías, creo que tendremos que vivir en la calle. —

Mantuvo presionada la pantalla en lo que mandaba el audio, exagerando evidentemente porque si no lograban encontrar llaves siempre podían hablar con el guardian y pedirle ayuda, lo cual quería dejar como última opción. Se quedó mirando el chat decidiéndose por también mandar una selfie, señalando con su dedo índice la manilla de la puerta y abultando los labios, en un intento de puchero por no tener sus preciadas llaves. Seguido de ello envió varios mensajes más, principalmente algunos en que solo decía “pspspsps” como si estuviese llamando a un gato o algunos con “Aiudaaaa”, esperando que el mayor prestase atención a su celular si le enviaba las suficientes notificaciones, porque le conocía y sabía que probablemente estaría concentrado en ensayar.

Mandó el último mensaje dramático diciendo un simple “Si no me respondes me iré a esperar al departamento de alguien o moriré aquí en el pasillo”, cosa que claramente era mentira porque en realidad no conocía mucho a ninguno de sus vecinos aunque se veían agradables cuando se encontraban por los pasillos. Se acurrucó en el suelo, cerrando los ojos en lo que esperaba, cosa que fue pésima idea porque antes de darse cuenta ya se había quedado dormido.

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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ에로
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Adoraba ese ambiente, las luces bajas, la música alta, la gente pegada saltando y gritando como si la música fuese lo mejor, no tenía la más mínima duda de que adoraba ese pasatiempo, la guitarra desde niño había sido algo importante en su vida, que le alejaba de cualquier problema y ahora que podía estar sobre ese pequeño pero agradable escenario, era todavía mejor porque podía ver a otros disfrutarlo tanto como él lo hacía. En momentos como ese se preguntaba si así se sentiría ser una estrella de rock, aunque obviamente estaba demasiado lejos de llegar a algo así, solo era parte de una buena banda de la ciudad y con ello, estaba más que satisfecho.

Una sonrisa se formó en sus labios cuando terminaron la última, ya debían desocupar el escenario para que alguna otra banda fuese a ocuparla y así lo hizo, tomó su guitarra celeste moviendo su mano para despedirse de las personas, riendo bajo cuando el sonido de los gritos pareció aumentar solo con ese gesto.

Podría irse o disfrutar del ambiente como solían hacer sus compañeros, por lo general prefería volver a casa después de eso pero en esa ocasión en específico los demás terminaron por convencerle de que sería una buena idea quedarse. Guardó su guitarra en el estuche de esta para dejarlo dentro de la camioneta que solían usar para llevar todo y en cuanto dejó su preciado objeto allí, sintió el tirón en ambos brazos de sus amigos llevándole casi a rastras de regreso al establecimiento, sabía que era debido a que suponían podría huir si no lograban atraparlo a tiempo.

Tener personas empujándole al ritmo de la música y el olor a alcohol alrededor no era tan malo como lo supuso, era hasta ligeramente agradable, incluso se atrevió a acercarse a la barra en busca de algo para beber. Poco sabía de alcohol asi que solo optó por una cerveza, que era lo que más veía beber a los demás y cuando tuvo la lata en su mano, volteó para poder regresar donde sus amigos cosa que falló en parte cuando chocó contra otra persona más alta.

Abrió su boca con la intención de disculparse en lo que alzaba su cabeza para ver a la otra persona, pero en cuanto le vio sintió las palabras atorarse en su garganta. Era lindo, no, era más que lindo, quizás la persona más bonita que había visto y para su sorpresa, esa clasificación iba a un hombre. Jamás se había considerado homosexual, sentía que podría ser asexual o incluso demisexual porque las mujeres no lograban sacar ningún tipo de sentimiento en él, pero ahora, cuando sintió las mejillas rojas de solo ver el rostro de él, sospechaba que quizás si era bastante homosexual.

Sentirse nervioso era poco, quizás por eso o por la música en parte no logró procesar lo que el más alto dijo, solo vio sus labios gruesos moverse. Frunció el ceño, tratando de descifrar qué había dicho pero cuando no lo logró, solo habló, más fuerte de lo usual debido a la música.

— ¿Ah? Lo siento, no te escuché. ¡Perdón por chocarte! Es solo que… Hay mucha gente, creo. —

Se felicitó mentalmente cuando su voz no tembló al hablar, y es que se sentía extrañamente nervioso, no es que nunca hubiese pensado que alguien era bonito porque incluso sus compañeros de la banda lo eran, pero nadie le había parecido tan lindo como la persona que ahora estaba justo frente a él. Se sintió atacado cuando le sonrió, aguantando el suspiro embobado que amenazó salir de sus labios, definitivamente era precioso, demasiado para su salud mental.

Fue grande su sorpresa cuando pudo escucharle, refiriéndose a que anteriormente le había visto y por un momento no logró entenderlo, al menos hasta que mencionó que su guitarra era bonita, cosa que logró relajarle y terminó soltando la lengua, comenzando a hablar con el bonito desconocido de cómo había casi empujado a diez personas por comprar su guitarra favorita.

Entre la conversación logró descubrir finalmente el nombre del chico bonito, Choi Yeonjun, definitivamente iba a recordarlo. Continuó bebiendo entre sorbos y risas bajas su cerveza, ya olvidándose por completo que le había mencionado a sus amigos solo iba por una cerveza. Cuando terminó todo el contenido de la lata, se volteó para dejarla en la barra prefiriendo no beber otra más.

— ¿Bailamos? —

La pregunta le tomó por sorpresa, frecuentaba ese tipo de lugares para tocar pero jamás en sus años de vida había bailado y eso logró hacerle dudar de aceptar. Pero no sabía si algún día podría tener la oportunidad de volver a verlo y ¿qué más daba humillarse un poco si era por bailar con alguien tan lindo? Definitivamente valía la pena. Asintió, tomando la mano del más alto para tirarle suave en dirección a la zona más despejada para poder bailar.

Solo se dejó llevar por la música que estaba resonando por todo el lugar, tratando de imitar lo que muchas veces antes había visto e intentando no sentirse tan nervioso cuando sintió al contrario tan cerca, podría jurar que cada roce entre ambos lograba poner sus mejillas rojas, definitivamente heterosexual no era.

Fue cuando de reojo vio a sus amigos llamarle que notó lo tarde que debía ser, desconocía si fue la cerveza lo que sacó la poca valentía que tenía pero si lo fue, agradecido estaba de beberla. Estiró su diestra para primero acariciar la nuca ajena, deslizando sus dedos para entrelazarlos entre las hebras suaves antes de empujarlo para unir sus labios en un beso, cerró sus ojos intentando grabar en su memoria la suavidad y sabor que sabía probablemente jamás volvería a probar. Succionó y mordió su grueso labio inferior, sacando su lengua para dejarle una larga lamida con el ápice de esta antes de soltarlo.

— Adiós, Yeon. —

Susurró todavía con sus labios rozando los del más alto, soltando un pequeño suspiro antes de soltarlo y correr en dirección a donde sus amigos estaban esperándole, sin intenciones de voltear porque sabía que hacerlo traerían ganas de volver e ir a probar otra vez los labios del chico que quizás no volvería a ver.

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ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ힘
ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ 투모로우바이투게더
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En aquel día en específico tenía muchas ganas de llevar a cabo una idea que desde hace tiempo rondaba por su cabeza, es por eso quizás que decidió levantarse más temprano de lo habitual, tomando las almohadas de su cama para llevarlas al salón del lugar, luego entrando a cada habitación de los demás miembros para robar cualquier almohada o cojín que no estuvieran usando, acumulando todos ellos en el sofá, porque sí, su increíble plan era crear una fortaleza con todos esos cojines y almohadas.

Tenía el candidato perfecto para ayudar a llevar a cabo su plan, por ello después de que tuvo todos los “materiales” listos, que en realidad era lo anteriormente mencionado agregándole también algunas bombas de agua que deberían llenar luego, claro que para defender la fortaleza que tenía planeada hacer. Se dirigió a la habitación de su compañero donde previamente había ido pero esta vez llevó la mano al hombro del contrario para moverle suave. — Hyuka… Pssss… Despierta. — Trató de despertar al más alto, sin hablar demasiado fuerte para no llegar a asustarlo en el proceso.

¿Cuál era el propósito de su plan? Solo divertirse, no había más, solo quería poder hacer algo divertido con los demás y pasar un buen día todos juntos, quizás su idea era realmente extraña y nada convencional pero en su cabeza sonaba bien, eso era todo lo que le importaba e incluso si el menor no se despertaba para ayudarlo, de todas formas llevaría su fortaleza a ser una realidad.

— Tengo una idea y necesito que me ayudes. — Cuando le vio algo más despierto volvió a hablar, acomodándose para sentarse al borde de la cama y no quedarse solo parado a un costado, si iba a contarle el plan debía estar cómodo. — Estuve recolectando las almohadas de los demás ¿no quieres hacer un fuerte conmigo? Tobin puede ser el príncipe y lo podemos defender con bombitas de agua. — Mostró una sonrisa amplia de solo imaginarlo, ya se veía lanzando esas bombas directo a la cabeza del titán de Soobin o quizás a Taehyun, incluso pensaba lanzar una a Yeonjun, nadie se iba a salvar del agua en su guardia, claro que no.

— Vi un tutorial en youtube y dice que si se puede hacer con almohadas, pero creo que quizás deberíamos usar alguna mesa para afirmar, igual podría caer muy fácil. — Entrecerró sus ojos al pensarlo, tenía una pequeña mesa que usaba para su computador cuando estaba en cama, podrían usar esa como base y quizás alguna otra cosa que se viese firme, ya se veía en un derrumbe de su propia fortaleza, aplastado por los escombros, que en realidad serían almohadas pero sonaba mejor y más dramático decirle de la otra forma. — Molang también puede ser príncipe del fuerte, porque obviamente nosotros dos vamos a ser los reyes. — Movió su cabeza, asintiendo a su propia idea, dando algunos saltos emocionado sobre el borde de la cama antes de levantarse, tirando un poco de las mantas de su cama para intentar apresurarle a levantarse.

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ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ웃다
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Sabía que MOA siempre comentaba respecto a su relación, a la forma en que ambos eran y eso estaba bien, sabía que les era divertido y adorable la forma en que parecían ser como Tom y Jerry, esos dos personajes curiosos de las caricaturas animadas. Y le encantaba poder expresarse así, poder jugar, poder correr después de decirle una broma y saber que el mayor le iba a perseguir incluso si era para darle un golpe que en realidad no dolía nada.

Le gustaba mostrar eso, ser él mismo cuando estaba a su alrededor pero ahora que sus sentimientos eran diferentes, le era complejo disimular el quedarse perdido en el rostro del más alto cuando una sonrisa aparecía en sus labios. Porque era bonito, se sentía cálido y suave cuando le veía sonreír, trató aguantar el impulso de sonreír también pero fue imposible, por ello terminó bajando la mirada con la intención de concentrarse en el celular en sus manos, en un intento de que no se llegara a notar demasiado la sonrisa boba que apareció en su rostro.

Era inevitable, su cuerpo terminaba mostrándose sincero incluso si intentaba que no sucediera de esa manera y debía admitir que esperaba él fuese lo suficiente torpe para no notarlo porque antes de darse cuenta ya estaba sonriendo mientras le miraba y eso podía ser un problema, quería poder contarle sus sentimientos y no que se diera cuenta de ellos antes de pensar la forma correcta en que debería expresarlos.

Para evitar pensar mucho miró la pantalla, revisando en Weverse y leyendo algunos de los mensajes aunque por el momento no iba a responder ninguno de ellos, ni siquiera estaba prestándoles atención de forma correcta por tener en la cabeza otra cosa o más bien, en la sonrisa bonita de otra persona.

Decirle a su propio corazón que se calmara era inútil, ya lo intentó varias veces y cada una terminó como un fracaso total, ignorarlo tampoco funcionaba porque de todas formas no podía aguantarse las ganas de verlo, especialmente si estaba feliz o sonriendo, las opciones se estaban acabando y a ese paso solo iba a quedar rezar porque no se diera cuenta.

Alzó la cabeza para dejar de mirar la pantalla y volver su vista a él, entrecerrando los ojos un poco y agradeciendo que ya no estuviese sonriendo como poco antes, al menos podría hablar sin sentir que se le iba todo el aire de los pulmones.

— Hyung, espero que siempre seas un id**ta. —

Levantó su dedo pulgar como si su propio comentario estuviera siendo aprobado y antes de poder recibir alguna respuesta, que más bien sospechaba podría venir en forma de puño, bloqueó su celular y salió corriendo lo más rápido que sus piernas se lo permitieran para volver a su habitación, su lugar libre de mayores que le dejaban tonto.

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ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ힌트
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Ya era como la quinta vez en que se quedaba analizando respecto a esa lista de reproducción en su celular, porque cada vez que le enviaba una canción para que la viera terminaba agregando esa a su lista con el nombre de esa persona especial. Pero era extraño, no quería ilusionar su corazón con que podría existir un significado más allá que solo mostrarle que era alguien importante, pero escuchando ya su cuarta vez esa canción de su mismo grupo terminó por elegir su opción siempre confiable, llamar a Yun y que le ayudara a aclarar que pasaba por su cabeza o si existía algo que no estaba viendo.

Cerró Spotify para buscar el chat con su amigo, esperando que no estuviese ocupado con algo aunque sabía que en esos momento seguro estaría un poco de descanso luego de las actividades que había tenido en el extranjero, al menos eso fue lo último que se enteró.

Como siempre que lo necesitaba su fiel amigo respondió a esa videollamada, se levanto un momento para poder cerrar con seguro su puerta porque ya se imaginaba la vergüenza si alguno de sus compañeros le encontraba hablando de ese tipo de cosas sentimentales.

— ¡Yunnie! —

Chilló con una sonrisa al ver el rostro con mejillas gordetas de su amigo, le sorprendía todavía que con ese rostro adorable aún así era más alto, se fue a sentar sobre su cama y allí se acomodó, intentando poner un rostro serio.

— Necesito tu opinión respecto a algunas cosas… Lo he estado pensando y según yo podría no ser nada pero ya sabes que eso de pensar no es lo mío. —

Fue sincero, y buscó su lista de reproducción para poder enviarle esta por mensaje, esperando a que su amigo viese cada una de ellas, todas eran bonitas, demasiado bonitas y siendo sincero, le agitaba el corazón y los sentimientos cada canción que le enviaba, le hacía muy difícil mantenerse lo suficientemente tranquilo para que no se notase en su cara lo estúpidamente atraído que se sentía por le otro.

En lo que esperaba le fue difícil no ponerse nervioso, acomodándose varias veces sobre el colchón en busca de encontrar una posición cómoda, aunque era más que necesitaba moverse para distraerse.

— Estas tonto. —

Si hubiese estado bebiendo algo sin duda escupiría todo, soltó un grito ofendido, llevándose su mano libre que no sostenía el celular al pecho para verse tan indignado como se sentía por el repentino “insulto” de su amigo.

— ¡Oye no seas grosero! —

Intentó mirarle lo más feo posible, concentrándose para no reírse al mirar el rostro que tenía el otro en la pantalla de su celular, no se sentía realmente ofendido pero siempre era divertido pretender que sí.

— “I don’t wanna be just friends” No mames. —

Se distrajo con la mención de aquella línea en específico de una de las canciones, abriendo su boca para defenderse o decir algo, pero cerrándola un momento después en lo que alzaba una de sus cejas.

— Creo que deberías comentarle lo que sientes, ya sabes, tipo “Oye quiero platicarte de algo” y le sueltas lo de “Últimamente siento algunas cosas por ti pero no quiero llevarlas más allá si no es mutuo” —

Yunnie siempre lograba dejarle pensando respecto a las cosas, y si bien le aterraba en parte la idea de ser sincero por otro lado quería poder hablar de eso, no porque esperara algo más de esa conversación sino más bien porque sentía que debía sacar esos sentimientos que tanto estaban en su corazón. Sin duda el comentarlo con su gigante amigo fue la mejor decisión en esos momentos.

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ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ𝟬𝟬. 𝗪𝗘𝗟𝗖𝗢𝗠𝗘 𝗧𝗢 𝗠𝗔𝗚𝗜𝗖 𝗦𝗛𝗢𝗣
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Sentía la necesidad de cambiar de aires, si bien adoraba poder pasar casi todo su tiempo junto a sus compañeros, los últimos días sentía que necesitaba su espacio y un ambiente más tranquilo sin tener que preocuparse mucho por los demás que convivían en el mismo lugar, después de todo estar tanto tiempo con cuatro personas más que eran mundos totalmente distintos, llegaba a causarle un ligero estrés.

Con ello en mente decidió dedicar su día a realizar la búsqueda de algún nuevo lugar, después de todo siempre podía venir a visitar a los demás incluso si vivía en otro lugar. Ninguno llamaba su atención como para tomar sus cosas e ir a conocer, sí existían ofertas de lugares que se veían lindos pero su sexto sentido le decía que debía buscar más y encontraría algo mejor.

Después de la décima vivienda descartada, decidió mejor solo salir a caminar para despejar la cabeza, tal vez considerar alguna de las opciones que parecían más cómodas además de no estar demasiado lejos de la empresa, porque eso de recorrer mucho para llegar allí o ir a molestar a los demás no sonaba nada bien.

Quizás fue por eso que su cerebro pensó en salir, desconocía si seria el destino o solo coincidencias de la vida, pero no necesitó avanzar más de dos calles hasta que pudo ver un papel sobre el suelo que llamó su atención, parecía un flyer colorido y bonito, fue imposible no agacharse para tomarlo y quizás esa fue una de las mejores decisiones que pudo tomar.

Se aguantó el grito de emoción, porque las personas a su alrededor podrían reconocerlo e incluso si no, no quería ser visto extraño. Dobló el papel para meterlo a su bolsillo y corrió de regreso a su vivienda actual, presionando varias veces el botón del ascensor como si eso fuese a apresurar esa caja metálica a subir.

Tan rápido como corrió al ascensor, salió para buscar las llaves con torpeza y abrir la puerta, cerró lanzando sus llaves con aquel llavero de oso sobre la mesa y corrió a la habitación de él. Obviamente a quien se moría por contarle lo que había encontrado y quizás, hacerle ojitos de cachorro para hacerle acompañarlo en esa aventura que sonaba divertida.

— ¡Hyung! ¡Hyung! ¡Mira esto! —

Siempre que estaba emocionado por mostrarle algo corría hasta la cama del mayor para lanzarse sobre esta, sacando ahora el papel para desdoblarlo y agitarlo por los aires en busca de que obtener su atención.

— ¡Lo encontré! Es perfecto. Necesito tu opinión. —

Inconscientemente terminó sonriendo al ver el rostro del mayor, dándose mentalmente un golpe para no verse tan baboso y obvio en ese momento aunque sospechaba que era imposible si lo miraba, por ello mejor llevó sus ojos a analizar otra vez el flyer en sus manos, era un departamento, y la verdad si bien no tenía nada que otro no tuviese, los colores e imágenes habían llamado su atención incluso más que los anuncios de lujosos departamentos.

ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ새 집을 찾고