Educar desde y para el corazón

ERRADIQUEMOS LOS MALOS TRATOS

“FEMENINA, NO FEMINISTA LA VERDADERA RESISTENCIA “

– Cría hijas que no deseen ser como los hombres, sino que abracen y valoren su feminidad.

– Cría hijas que no equiparen la promiscuidad con la libertad y el ab**to con el empoderamiento, sino más bien, comprenden el valor de la modestia y la conducta reverente.

– Cría hijas que aman los buenos libros, las sabias amistades y, sobre todo, atesoran en el corazón la importancia vital de la familia, para que ellas, a su vez, construyan sus propios hermosos jardines con sabiduría e inteligencia.

– Cría hijas que no ven en el hombre al enemigo ni a la competencia, sino a personas que ellas han sido llamadas a ayudar, asistir y mejorar con su toque singular femenino.

– Cría hijas agudas de mente, humildes de corazón, perspicaces de espíritu, que distingan la verdad de la mentira y la ideología barata de los principios eternos, para que no se entreguen tontamente a personas e ideas que al final destruirán sus almas.

Frágil pero fuerte; dócil pero inquebrantable; reservada pero confiada. La mujer virtuosa, esa será alabada. Que tus hijas, sean como tal.

Creditos a CharlesMichelen

“Y entonces grité. Grité que me dejaran sola. Grité que ya nadie tocara mi cuerpo, ni mi pelo, ni se me colgaran encima por un minuto (...).

Y luego volteé y ahí los vi, con un miedo en sus ojos que no había visto nunca antes, un pánico hacia mí: la persona que debía cuidarlos de todo mal, se había transformado en su peor pesadilla.

Y ahí los vi, llorando y abrazándose entre ellos, queriendo escapar de mí, de mis gritos, de mi ira, de mi falta de control. Y ahí los vi, apretándose fuerte el uno contra el otro para no verme, porque quizás si no me veían yo dejaría de gritar.

Y se quedaron parados, no tenían a donde ir, solo se tenían a ellos mismos, en su pequeñez, en su diminuta pequeñez.

Y esa imagen me partió el corazón, y caí al suelo y de los gritos pasé al llanto. ¿Quién era ese monstruo? Esa no era yo, esa nunca había sido yo, esa no quería ser yo.

Y al verme derrumbada, vulnerable, al verme llorar, su temor se disipó y corrieron a abrazarme y lloramos juntos y les pedí perdón.
Mis hijos son más sabios que yo, mis hijos son más empáticos que yo, mis hijos son emocionalmente más maduros que yo, mis hijos son mis maestros.

Y mientras tanto yo trato de no dejarme arrastrar por la demanda inagotable de sus pequeños cuerpos, por la necesidad constante de ser su lugar seguro, por el anhelo puro de mi cercanía. Mientras crío ellos me crían a mí, me perdonan, me drenan, me cargan, me abrazan, me detestan, me aman, me suplican.

Y en esa danza cruda bailamos, crecemos, amamos, jugamos. En esa danza cruda pero viva, forjamos esta familia que no es perfecta pero que al menos trata de no cometer dos veces los mismos errores. La danza de la crianza”. -

Ana Acosta Rodríguez, fragmento de su nuevo libro “La Metamorfosis de una Madre”

«Uno mira hacia atrás con aprecio a los brillantes maestros, pero con gratitud a aquellos que tocaron nuestros sentimientos humanos. El plan de estudios es una materia prima muy necesaria, pero el calor es el elemento vital para la planta en crecimiento y para el alma del niño.» Carl Jung

🎨Ilustración de Sylvia Vivanco
psicopedagogia

🌄 👨‍👩‍👧‍👦🧠♥️

Educar a un hijo no es fácil, y menos ante la confusión de los mitos que rodean a la crianza. 👩🏻‍🍼

Hoy te invitamos a enfrentar los prejuicios relativos a la maternidad, donde los límites se entienden como una forma de cuidado y no de represión violenta, a conectarte con tu propia historia de infancia en un desafío por hacer de los niños personas independientes, con madurez mental e inteligencia emocional. 🧠

Todo esto con ayuda de nuestro paquete de libros digitales, donde aprenderás a:

✅ Construir una relación empática con el niño
✅ Conseguir su cooperación voluntaria
✅ Cultivar un desarrollo emocional e intelectual
✅ Poner límites firmes sin necesidad del regaño
✅ Redefinir el significado de la disciplina
✅ Convertir un berrinche en una oportunidad para crecer

Nuestro Paquete Digital de Libros de Crianza Feliz incluye:

📚 Disciplina sin lágrimas
📚 Cómo criar niños felices
📚 El cerebro del niño
📚 NO hay niño malo
📚 Educar sin perder los nervios
📚 Cómo hablar para que los niños escuchen y cómo escuchar para que los niños hablen
📚 El Método Montessori, un manual de crianza autónoma del niño
📚 La maternidad y el encuentro con la propia sombra

Además de 4 REGALOS EXTRAS:

🎁 100 Actividades Montessori en casa
🎁 Libro de cuentos Montessori
🎁 Gran Cuaderno Montessori de Inglés
🎁 Lucía, mi Pediatra - Mega guía sobre la salud de tu hijo

¡Envíanos inbox para recibir tu paquete digital AHORA MISMO! 😉

La asertividad es un punto medio entre la pasividiad y la agresividad. Nadie es 100% asertivo (ni 100% agresivo, ni 100% pasivo) y está muy bien demostrado que todos podemos aprender a ser más asertivos con un poco de trabajo y esfuerzo por nuestra parte. Esto es algo que nos ayuda en las relaciones laborales, de pareja y que resulta de gran utilidad para educar hijos seguros y confiados.
Por Álvaro Bilbao – Neuropsicólogo
👉 Piensa en otros papás y mamás que quieres que lean esto
👉 Sigue a para no perderte ningún post
👉 Comienza HOY a aprender conmigo a educar en positivo (www.alvarobilbao.com/curso-educar-en-positivo)

A la hora del cuento: La experiencia de leer a los niños, por Yolanda Reyes (extracto)

“…la mejor voz es la de un cuerpo que canta: una voz amada que nombra y estrena el mundo.

…Para leer un cuento se necesita casi lo mismo que para bailar la Bamba: “un poquito de gracia y otra cosita”. La gracia la aporta cada niño: sus oídos atentos a esa voz que inventa un mundo, sus ojos abiertos y asombrados que van y vienen, del libro al rostro adulto, y esa cercanía deliciosa que tienen los niños para buscar refugio en el calor de sus seres queridos. Las otras cositas las aportan los adultos: ese ritual que se repite cuando papá, mamá o cualquier cuidador amoroso deja su vida en suspenso para entregarles una historia.

Con las palabras mágicas del érase una vez se erige un mundo imaginario, donde no caben el teléfono ni las urgencias del mundo real. “Que nadie interrumpa porque estoy leyendo un cuento”, dirá el adulto. Entonces los niños irán aprendiendo, piel a piel, que esa conversación sobre la vida que ocurre entre las líneas de un cuento da nombre a las emociones. Y aprenderán también a querer los libros porque les permiten conversar con sus seres queridos.

En esa coreografía que es como un baile y que amarra a una pareja lectora -niño y adulto- o que hace una rueda para convocar a todo un grupo, en el hogar, en una escuela, en el parque, en una biblioteca, está la esencia de la lectura y ustedes saben cómo crearla. ¿Acaso alguien podría enseñarles a bailar, a enamorarse o a arrullar a un bebé? Lo que sí puedo corroborar… es que los niños no llegan solos a la lectura y que para leer en la infancia, se necesitan los adultos: sus voces que suben y bajan, que exclaman, preguntan, cuentan y cantan son la partitura para aprender a hablar, a escuchar y a leer lenguajes diversos.

Ese triángulo amoroso que une tres vértices –libro, adulto y niño– se queda en la memoria profunda de los primeros lectores…

…un secreto que me han contado los niños: nadie lee mejor los cuentos que un papá, una mamá o un adulto amado por ellos.

… hay otra razón más poderosa para que sus niños los prefieran a ustedes y es que, mientras dura la historia, no se pueden escapar ni hacer nada distinto que estar ahí, de corazón y de viva voz. Y como a los niños les gusta tener cerquita a sus seres queridos, les pedirán un cuento y otro… y otro más. Porque los niños son hijos del “otra vez” y cuando descubren que las palabras son un conjuro para prolongar la presencia, prefieren sus voces a las de cualquier aparato, así como un bebé prefiere un arrullo cantado en la voz de su madre o su padre a la voz del mejor cantante del mundo.

La voz, el libro, el abrazo. No creo que exista un “lugar” más exacto para situar el nacimiento de la literatura en la vida.” Yolanda Reyes 2018

🎨Ilustración de Viví Escrivá, del libro: "Coral y espuma : abecedario del mar". Texto de Alma Flor Ada.
psicopedagogia

" La Escuela", un poema de Paulo Freire.

La escuela es el lugar donde se hacen amigos, no se trata sólo de edificios, aulas, salas, pizarras, programas, horarios, conceptos… Escuela es sobre todo, gente, gente que trabaja, que estudia, que se alegra, se conoce, se estima. El director es gente, el
coordinador es gente, el profesor es gente, el alumno es gente, cada funcionario es gente.
Y la escuela será cada vez mejor, en la medida en que cada uno se comporte como
compañero, amigo, hermano. .. Nada de convivir las personas y que después descubras que no existe amistad con nadie. … Importante en la escuela no es sólo estudiar, no es sólo trabajar, es también crear lazos de amistad, es crear un ambiente de camaradería, es convivir, es unirse. Ahora bien, es lógico… que en una escuela así sea fácil estudiar, trabajar, crecer, hacer amigos, educarse, ser feliz.

🎨Ilustración de Marcos Severi
psicopedagogia

Excelente inicio de semana 🌸 💜

La infancia, en los primeros años de vida, el cerebro de los niños se está configurando, lo cual tendrá repercusiones en su personalidad y por ende en su vida adulta.
No los llenemos de prejuicios absurdos, los colores, juguetes o personajes, ¡no tienen género! Somos los adultos quienes hemos dejado de mirar al mundo con ojos de niño.
Por favor, no permita que su boca emita palabras que lastimen, denigren. Jamás le diga a un niño que parece niña o viceversa. Ya sea por el timbre de su voz o por el color de su preferencia. No arruine la infancia de niños por prejuicios que le fueron infundados en su infancia, porque lo forzaron a encajar a pertenecer a una sociedad que ya no existe.
Hágase consciente y cambie el chip.
Atte
La madre de una niña que ama los unicornios y anhela escalar paredes como el hombre araña.

No es fácil sentir celos.... Quizás sea uno de los sentimientos más difíciles de sobrellevar. Para los padres puede ser difícil también. Es difícil comprenderlo y difícil saber cómo actuar. Estas 21 frases ayudan mucho a los niños y niñas que sienten celos PORQUE LLEGAN DIRECTAMENTE A SU CORAZÓN. Utilízalas con tus hijos... una o dos al día y verás como su sentimiento de inseguridad se va calmando y fortalece el vínculo contigo.

FRASES QUE CALMAN SUS INSEGURIDADES

1. “Cuando tu naciste me acuerdo de…” (esto que ves con tu hermano también lo tengo contigo)

2. “Mamá no te va a dejar de querer nunca” (no vas a perder mi afecto)

3. “Ahora en un rato te voy a hacer caso solo a tí” (voy a tener tiempo para ti)

4. “Tu siempre vas a ser mi chiquitín” (eres especial para mí)

FRASES QUE LE HACEN SABER QUE NO ESTÁ EXCLUIDO DE TU LADO

5. “¿Me quieres ayudar?”

6. “Me encanta que estés a mi lado (cuando estoy con tu hermanito)”

7. “No te quedes mirando, pasa y cuéntame algo…”

8. “¿Me haces compañía mientras doy de cenar a este chiquitín?”

FRASES RELACIONADAS CON TUS SENTIMIENTOS

Frases relacionadas con tus sentimientos

9. “Te quiero tanto…”

10. “Me encanta estar contigo”

11. “El día que tu naciste fue el día más feliz de mi vida”

12. “Eres el niño/a más maravilloso del mundo”

FRASES QUE LE AYUDAN A SABER QUE LO ENTENDEMOS

13. “Puedes estar enfadado. Lo entiendo y quiero quedarme a tu lado porque te quiero mucho”

14. “Yo sé que esto del hermanito es un poco rollo, ¿verdad?”

15. “Veo que estás un poco triste o un poco enfadado con tu hermanito”

16. “Me parece que echas un poco de menos a mamá…¿puede ser?

FRASES QUE LE AYUDAN A SENTIR NUESTRA DISPONIBILIDAD Y DESEO DE ESTAR JUNTOS

17. “Termino con tu hermano y jugamos juntos”

18. “Lo que más me apetece es ir al parque contigo”

19. “Este fin de semana nos vamos a tomar un helado los dos solitos”

20. “Me apetece leerte un cuento esta noche”

21. “Si me necesitas esta noche llámame y vengo a estar contigo”

No dejes de utilizar estas frases y hacérselas llegar a tu pareja y otros papás o mamás que pueden estar en un momento similar.

Por Álvaro Bilbao - Neuropsicólogo
👉Sigue esta cuenta para no perderte ningún post
👉 Comienza HOY a Educar en Positivo (aquí tienes una masterclass gratuita: https://bit.ly/alvarobilbao_clases_gratis)

Esta es una frase que dije ayer a un padre que me dijo eso de..."Cuando yo era pequeño...". No es mía sino de mi querida maestra de psicoterapia infantil del centro Umayquipae (en Madrid y Lima). Apuntadla bien sobre todo si en casa alguien es de esos de "Cuando yo era pequeño me tenía que aguantar" o "Cuando yo era pequeño no me daban abrazos" o "Cuando yo era pequeño no podía opinar". Es una frase que ayuda a los padres a cambiar el foco de su frustración de sus hijos a su propia historia. Grande Loretta Cornejo.
Por Álvaro Bilbao -Neuropsicologo
👉Piensa en un papá o mamá especial que quieres que lea esto
👉 Comienza HOY a transformar conmigo tu forma de educar (www.educaenpositivo.es/mc) y deja las costumbres de tus padres atrás
👉 Sigue esta cuenta para no perderte ningún post

Hace unos días vimos en casa la película "Encanto" y desde entonces mis hijas no han dejado de cantar esta canción. Si tus hijos cantan "No se habla de Bruno"...puedes aprovechar para hablar de estas 4 cosas:

1. Que todos necesitamos ayuda
La hermana más fuerte es Luisa. Se encarga de todas las tareas duras ella sola. Pero hasta las personas más fuertes necesitan ayuda; de lo contrario desarrollamos tics, estrés y con el tiempo ansiedad. Ninguna persona puede hacer todas las cosas por sí sola. Es importante que pidan ayuda cuando la necesiten.

2. Que no hay que ser perfectos
Isabela es la hermana perfecta. Tiene un pelo esplendoroso, es responsable y siempre está perfecta. Pero la realidad es que nadie puede ser perfecto. No seas demasiado exigente con tus hijos. El exceso de exigencia deriva en tristeza. Muestrales tus imperfecciones, reconoce tus errores y recuérdales a no tienen que ser perfectos para satisfacer a los demás.

3. Que no tenemos que estar siempre alegres
La tía Pepa controla el clima con sus estados de ánimo. Le han hecho creer que la felicidad de los demás depende de su estado anímico. Pero esa es una carga muy pesada que provoca codependencia. No pidas a tus hijos que hagan las cosas por ti y no les hagas sentir que tienen que estar siempre contentos. Todos tenemos derecho a sentirnos tristes.

Y SOBRE TODO...

4. Que hay que hablar de los problemas
La abuela tiene miedo de hablar de los problemas. Pero la realidad es que si no hablamos de los problemas y dificultades que vivimos se quedan para siempre en nuestro corazón. Es lo que en psicología llamamos traumas emocionales. El tío Bruno sí veía los problemas y por eso la Abuela ordena que nadie hable de Bruno. Es importante que enseñes a tus hijos que hablar de los problemas es la mejor manera de cuidar su salud mental.

ENCANTO es en realidad una película sobre los traumas generacionales (dificultades que se pasan de generación en generación) y los mandatos familiares (los papeles que asignamos a los hijos dentro de la familia).

Aprovecha su interés por la canción para hablar de estos temas tan importantes para su desarrollo emocional. Puedes comenzar con preguntas sencillas como:
-“¿Por qué le pica el ojo a Luisa?”
-“¿Cómo se siente Isabela con su boda?”
-”¿Tú estás alegre todo el tiempo?”
- “Tu sabes que si tienes un problema en casa o en la escuela nos lo puedes contar a papá y mamá, verdad??”

O simplemente tener presente esta historia para no repetir estos errores en tu familia.

RECUERDA: Hablar de Bruno, aunque duela, es un signo de buena Salud Mental

Por Álvaro Bilbao – Neuropsicólogo
👉 Te ayudo a prevenir problemas emocionales en tus hij@s
👉 Piensa en un papá o mamá especial que quieres que lea esto
👉 Comienza HOY a aprender conmigo a Educar en Positivo (www.alvarobilbao.com/curso-educar-en-positivo)

Me convertí en mamá y empecé a notar que como yo, tú también experimentabas tristeza, enojo, disgusto, frustración, rabia, impotencia y dolor.

Desde pequeñito, a pesar de mis esfuerzos, uno que otro día no fuiste inmensamente feliz como yo lo planeaba.
Llegué a sentirme culpable, intenté darte por tu lado y fue peor, te grité y todo empeoró, quise imponerme y tú irá creció, quise darte cátedras y ejemplos pero no me entendías y me di cuenta que como yo, tú también tienes derecho a poner tu tristeza, tú rabia y aquellas emociones que no te gustan, fuera de ti.

Entendí que parte de mi misión era enseñarte en donde poner esas emociones que no te hacían bien.

Así es que llegué a ti y te di instrucciones precisas: “Mi amor todo aquello que sientas que te haga sentir molesto, irritado, triste no tiene porque durar mucho tiempo dentro de ti, así es que cuando te sientas así, ven con mamá y juntos dejaremos limpio de nuevo tu corazón”.

No fue fácil porque al principio venías muy seguido, y yo tuve que ser muy paciente mientras te comprendías a ti mismo, ¿porqué no puedo tomar los juguetes en el súper?¿porqué no puedo quedarme sin bañar? ¿Porqué tengo que ir al kínder? ¿Porqué tengo que hacer tarea? ¿Porqué un compañero no se quiere juntar conmigo ? ¿Porqué no puedo vivir en el parque por siempre? ¿Porqué no puedo comer pastel siempre?
¿Porqué, porqué , porqué ?

Y fuimos juntos encontrando las respuestas, te expliqué detalladamente las reglas del juego de esta vida y poco a poco, comprendiste que las emociones negativas se sienten, pero se dejan ir y se cambian por pensamientos bonitos.

Comprendiste poco a poco que tú solito puedes cambiar una sensación fea por una bonita.

Y también comprendiste que mamá siempre estará aquí, cerca, cuando tu emoción sea tan grande que no puedes contenerla.

Siempre te recordaré que la tristeza, el enojo, la ira, la decepción, tienen un lugar en nuestra vida. Y ese lugar es afuera de nosotros.
Te enseñaré que es posible sacar de nuestra mente y de nuestro corazón todo aquello que nos impide sonreír.

Porque a eso venimos hijo mío, a vivir bonito, a vivir feliz con quien somos y a encontrar el equilibrio en donde tú siempre recuerdes que arte.

Texto Lydia Cárdenas Rdz
No tengo los créditos de la imagen

Siempre ve lo mejor de tu hijo.
Resalta sus virtudes
Recuérdale todo lo que hace bien
Apláudele sus logros
Se su fan número uno
Si algo no te gusta de lo que hace, tomate el tiempo para calmarte y después explicarle tus razones,
No lo humilles
No lo critiques
Jamás en un enojo digas cosas que lo puedan degradar, por que tu hijo no dejará de quererte, dejará de quererse a si mismo.
Lo que le digas siempre tendrá un gran impacto en su manera de verse a si mismo, tú eres la persona en quien más confía, por eso, cuida tus palabras, cuida tus emociones, cuida tus acciones ya que tu hijo todo lo ve, todo lo siente y todo lo absorbe.
Se esa luz que lo ilumine, se ese reflejo que le recuerde que es poderoso, se ese espejo que le muestre lo único, maravilloso y perfecto que es, se el lugar al que él recurra para recordar quien es, se su paz, y se la persona que siempre lo vea con tanto amor para que no tenga otra opción más que sentirse afortunado de ser el mismo.

Derecho de autor Lydia Cárdenas Rdz
Foto: Valentina Yaskina

Vi un post que decía:
“Sana antes de tener hijos para que tus hijos no tengan que sanar por tenerte como padre”.

Me hubiera encantado, de verdad, me hubiera encantado- pensé.

La realidad es que cuando tenemos hijos brotan emociones chistosas, sentimientos guardados, traumas no resueltos que estaban guardados en el baúl con llave.

Un hijo nos evidencia la inmadurez con la que entramos a ser padres, representa el cambio total de nuestras vidas pues de un día para otro está en nuestras manos la vida de alguien más, que amamos de una manera inexplicable.

Un hijo nos refleja aquello que no hemos visto en nosotros mismos, nos recuerda nuestra historia, y aunque lo amamos con todo el corazón hay ocasiones en donde duele darse cuenta que tenemos heridas por sanar.

Tenemos que perdonar a nuestros padres, tenemos que dejar atrás el pasado, tenemos que comprometernos con la famosa frase “solo por hoy”, porque eso es ser padre: un día a la vez seré lo mejor que puedo ser, un día a la vez intentaré darte lo mejor de mi, un día a la vez comprenderé que lo que ha veces me molesta de ti hijo mío es el recuerdo de lo que me pasó a mi, un día a la vez perdonaré lo que molesta a mi corazón para poder darte sólo mi luz y mi mejor versión.

Me hubiera encantado sanar antes de conocerte, pero gracias a ti descubrí que puedo ser una mejor persona, para que tú puedas vivir sin tener que sanar por mi, algún día.

Texto: Lydia Cárdenas

El HIJO QUE CUESTA MÁS
Cuando crías más de un hijo, hay uno que cuesta más.
Es el que te contesta, el que te reta, el que te “prende”, el que hace que leas todos los libros de ayuda, porque el que tomas sesiones de terapia, por el que escuchas podcasts, videos, audios.
Ese es el hijo que cuesta más. Y cuesta más porque es el que se parece más a nosotros, es el que proyecta aquello que aún no hemos visto en nosotros mismos, es el que nos recuerda lo que somos, es el que nos refleja que aún no somos la mejor versión de nosotros.
Este hijo necesita más amor y más atención de la que te imaginas, es el que necesita más control aunque te ruegue con su actitud que necesita estar solo, es el que necesita un adulto presente porque aún no puede autocontrolarse.
Así es que aunque a veces sientas que no puedes con él, abrázalo fuerte, verás que no se moverá.
Aunque sientas que quieres explotar ante algo que te diga, voltea y dile, “te amo como eres”, y notarás que su semblante se relaja.
Aunque quieras gritarle que por ahí no, que ese no es el camino, para y mejor toma su mano y guíalo hacia donde tu creas más conveniente.
Aunque quieras perder la paciencia, no lo hagas porque cada acto de rebeldía es un grito desesperado de tu hijo para que lo voltees a ver, enséñale que no tiene que hacerlo de esa forma, que basta con que te diga que necesita, dile siempre “aquí estoy”, “aquí sigo”, “te escucho”, “dime que necesitas”, “aquí estoy siempre”.
Y aunque no sepas cómo, da por hecho que todo saldrá bien, porque lo único que tú hijo necesita es tu presencia, tu tiempo y tu mirada.
Ese hijo que cuesta más, es el menos fuerte y el que te necesita más, es el que no sabe por dónde, es el que te escogió como mamá porque sabía desde antes de nacer, que tú podrías guiar sus pasos siempre..
Crédito: Texto: Lydia Cárdenas, del blog Mamá y Mujer .
Ilustración

1. HACERLES CAMINAR UN POQUITO
Desde el año de vida aproximadamente los niños pueden caminar. Siempre he intentado que mis hijos caminaran hasta la escuela infantil, aunque nos llevara un poco más de tiempo.
¿Por qué lo hago?
Llegar a la escuela en brazos es un acto pasivo, mientras que caminar activa la corteza anterior del cerebro haciendo que estén más activos, despejados y preparados para comenzar el día. Además sigue una norma que intento poner en práctica cuando educo a mis hijos; “no hagas por ellos nada que puedan hacer por ellos mismos”.
Puedes gran parte del camino en coche o en un porteador, pero deja siempre unos 100 metros para que activen la parte anterior de su cerebro.
2. HABLAR MUCHO CON ELLOS
El paseo de la mañana es un rato genial para poder hablar de las cosas que vemos o que hemos hecho el día anterior. “¡Mira! ¡Un perrito muy simpático!”, “¿Te acuerdas de qué cuento leímos ayer antes de dormir?”
¿Por qué lo hago?
Las conversaciones padre/madre niño son esenciales para el desarrollo del lenguaje y la inteligencia general. Cuando hablamos de las cosas que vemos camino de la escuela le ayudamos a desarrollar vocabulario y atención a los detalles. Cuando les preguntamos lo que cenamos el día anterior o el cuento que leímos la noche antes le ayudamos a desarrollar la memoria que utilizamos en los exámenes.
¡Un truco! Da igual que todavía no responda; puedes hacerle preguntas de sí y no.
3. DEJAR QUE ENTREN PRIMERO
Es un pequeño gesto muy sencillo que podemos hacer todos los días. A muchos niños no les gusta entrar delante de papá o mamá. Es como si te quisieran utilizar de escudo protector, pero si te quedas en la puerta y esperas a que entre, se acabará acostumbrando a entrar primero.
¿Por qué lo hago?
Cuando un niño se enfrenta a un reto activa distintas áreas de la región prefrontal que nos ayudan a tomar decisiones, ser responsables y enfrentarnos a los retos que nos plantea la vida. Si el niño entra en clase delante de ti activará esta región del cerebro y ´se sentirá más seguro, responsable y capaz dentro de clase. Intenta que entren delante de ti en la clase o el recinto de la escuela. Es una manera de activar su región cerebral de “Me las voy a tener que apañar este rato sin papá o mamá”
Y POR SUPUESTO....
4. LES DOY UN GRAN ABRAZO
A veces iba con tanta prisa que sentía la tentación de salir corriendo, pero el abrazo es esencial. Distintos experimentos han demostrado que estar en los brazos del papá o la mamá durante un periodo más o menos largo (10-30 segundos) les ayuda a sentirse más seguros en el entorno y con los compañeros. Exploran más, comienzan a jugar antes y se sienten más confiados en ellos mismos.
Por Álvaro Bilbao - Neuropsicólogo
👉 Piensa en otros papás y mamás que quieres que lea esto
👉 Aprende a gestionar conflictos con tus hijos pequeños de forma positiva. Comienza HOY a aprender conmigo a Educar en Positivo ( www.educaenpositivo.es )!!

"...hagas lo que hagas, como sea que los trates, para ellos eso es amor"

-Lina- Redmamás💚💥💥💥TALLER ONLINE A TU RITMO, EDUCAR SIN PREMIOS NI CASTIGOS www.redmamas.org/crianza
🎯Guías para la crianza y www.redmamas.org/crianza
🎯Asesorías en crianza www.redmamas.org/asesorias-crianza

Un hijo aprende lo que ve.

Un hijo reproduce en otros lados lo que vive dentro de casa.
Un hijo es nuestra carta de presentación en cualquier lugar en donde esté: en el parque, con los amigos, en la escuela…
Se comportará como le han enseñado, hablará como le han hablado, expresará lo que le han hecho sentir y manifestará todo lo que su familia vive, hacia afuera.

Nuestros hijos aprenden cómo vivir en los primeros 7 años de vida, y es nuestra responsabilidad cuidar lo que decimos, lo que hacemos y lo que sentimos de nosotros mismos.

Mamá y papá deben amarse a sí mismos y entre ellos, mamá y papá deben cuidarse a sí mismos y entre ellos, mamá y papá deben de ser felices. Porque eso es lo que aprenderán sus hijos, no los rollos que le digas, no las cartas que le hagas, no los mensajes que le envíes, no! Eso no!
Él aprenderá viéndote, el té observa todo el tiempo, el estará tomando como “su verdad” las palabras que dices, las expresiones que emites, la manera en la que te mueves, la alegría que expresas, la forma en la que te vistes, la comida que tú comas, los hábitos que tú tengas, lo sentimientos que tú expreses hacia el exterior, la cantidad de amor que sale de ti, la forma en que ayudas a los demás, la manera en que te conectas con los animales y plantas, la necesitad que tengas del exterior, de lo material, de todo!
Esa será su verdad y todo gracias a ti, su más grande ejemplo, su más grande héroe.

Así de importantes somos! Lo más importante que tenemos nos ve como lo más importante que tienen.

Así es que la próxima vez que le digas a tu hijo, se fuerte, se valiente, se amoroso, se feliz, obsérvate primero a ti! Y cuestiónate que tanto se lo estás demostrando.

Texto Mamá y Mujer Lydia cárdenas