Psicoand

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Photos from Psicoand's post 28/09/2023

Érase una vez, un trofeo.

Llevas toda tu vida cumpliendo metas, mostrando lo válida que eres.

Por muy llena que esté la estantería de méritos, sigues basando tu valía en lo que haces, en lo que consigues.

Lógico que no puedas dejar de jugar a ese juego de niños. Ese que consiste en buscar tu valía en ojos de otros.

Te cuentas que ir coleccionando trofeos dirá algo de ti, mostrará lo valiosa que eres. Pero, por muy llena que sigas manteniendo la estantería, por dentro, sigues vacía.

Mireia
🧡

Photos from Psicoand's post 21/09/2023

Érase una vez una charla interna,

Es un hecho, nos hablamos como nos hablaron.
Si te silenciaron, anularon, cuestionaron cada vez que expresabas, manifestabas o te abrías, es lógico que, ahora, la forma que tengas de relacionarte contigo misma sea similar:

“¿Tendré derecho a sentirme así?”
“No seré acogida si expreso esto”
“No tiene sentido lo que siento”
“No puedo sentirme así”
“Soy una exagerada”

y un gran etc de pensamientos que pueden frenarte a la hora de, simplemente, permitirte sentir como te sientes.

Puede que hayan cuestionado durante toda tu vida tu propia realidad.

Pero, lo que te pasa por dentro, tiene derecho a pasar. Sea lo que sea.
Tenga más o menos sentido para ti en este momento.

Que nadie, ni siquiera tú, te quite el poder de dejarte sentir lo que estás sintiendo.
Ya verás más tarde que haces con ello.
Pero date ese espacio de poder SER y SENTIR lo que sientes en este mismisisimo instante.

Un abrazo,
Mireia 🧡

Photos from Psicoand's post 17/09/2023

Érase una vez, el mismo papel de siempre:

Te has tomado muy enserio eso de “ser una mejor versión de ti misma”.
Desde que empezaste: subrayado un montón de libros, leído posts de diferentes profesionales, escuchado podcast de salud mental y espiritualidad, visto documentales, asistido a formaciones y retiros…

Todo eso está muy bien y admiro esas ganas que tienes de mejorar tu relación contigo misma y con el mundo. El problema llega cuando te fustigas, machacas y castigas porque no estás siendo ese IDEAL de mujer.
Sin darte cuenta, te has vuelto a meter en el mismo papel, pero con el disfraz que bebe té en vez de café.
Un papel que SE IMPONE, pero que no se ESCUCHA.
Un papel que se EXIGE, pero no es FLEXIBLE.
Un papel que MACHACA, pero no es COMPASIVO.

Vengo a recordarte que no vives en un retiro. Estás en la vida real:

No pasa nada porque hoy hayas gritado a tu hija después de decirle 10 veces que a dormir.Puedes repararlo.

Ni Porque hayas optado por ir a merendar con Carla en vez de meterte en la clase de Yoga. ¡Necesitabas conexión con tu mejor amiga!

Tampoco pasa nada por no aprender ninguna lección de la GRAN put*da que el otro día la vida te puso por el camino.

Lo estás haciendo lo mejor que puedes. Ser una mejor versión de nosotras mismas, implica escucharnos, entendernos, ser flexibles. Mejorar la relación con nosotras mismas no tiene nada que ver con ser perfecto.

Photos from Psicoand's post 11/09/2023

Érase una vez, Septiembre 🍂

Siempre se me dio muy mal despedirme de los libros.

Ya desde pequeña, me sorprendía cuando estaba a cuatro-tristes-hojas de acabar el libro. Suponía que me tocaba despedirme de unos personajes que me habían hecho llorar en voz baja para no despertar a mi hermana.
Que me habían hecho reír.
Que me habían supuesto alguna visita de mi madre- debajo de las sábanas- para decirme que era tarde y tocaba dormir…

Mi estrategia era dejar el libro unos días hasta que me atrevía a volver para decirles adiós.

Eso no ha cambiado a día de hoy. Llevo desde mayo a UN capitulo de acabar una serie 😜

Si dejas de leer un libro, esa historia se queda congelada en la última página que leíste. Si no das al play, esa vida se queda parada hasta el minuto que reproduciste.

Hay historias, etapas y personas tan bonitas que no quieres que acaben nunca.
Con un libro es tan fácil como cerrarlo, dejarlo en la estantería.

Supongo que eso me ha dado siempre una sensación de control. Una manera de dejar en pausa a un personaje que no quiero que “se acabe”… ni que se vaya.

Sin embargo, no hay botón de stop en la vida real. No hay botón de stop en las etapas, ni en las personas que aparecen. Tampoco hay botón para retener la felicidad, ni a las personas que se van.

Los libros ya están escritos. De inicio a fin. Así que el destino de esos personajes ya está grabado en las 4-tristes-hojas que nunca leeré.

Antes no. Pero ahora me alegra no tener un botón de stop.
Sería una pena que nos quedáramos atascadas en una vida en la que el autor no ha puesto aún el punto y final, ¿no crees?

Un fuerte abrazo,
Mireia

Photos from Psicoand's post 10/09/2023

Érase una vez, el ejemplo a seguir 🏆

Llevas toda la vida sumida en una carrera constante por mantener ese brillo especial.

Buscando eterno reconocimiento que te permita mantener ese papel que tanto pesa a tus espaldas.

Hoy vengo a decirte que mereces descansar.

Darte la oportunidad de ser imperfecta y rodearte de esas personas que te abracen, aunque no estés en “modo brillo”. Deseo que haya venido alguna a tu mente🫂

Un fuerte abrazo,

Mireia
🧡

Photos from Psicoand's post 07/09/2023

Llevas toda la vida sumida en una carrera constante por mantener ese brillo especial.

Buscando eterno reconocimiento que te permita mantener ese papel que tanto pesa a tus espaldas.

Hoy vengo a decirte que mereces descansar. Darte la oportunidad de ser imperfecta y rodearte de esas personas que saben verte, valorarte y quererte sin mascara.

Un fuerte abrazo,

Mireia
🧡

Photos from Psicoand's post 31/08/2023

Érase una vez, una lucha inconsciente en busca de tu valor.

Llevas toda la vida sumida en una carrera constante por conseguir ese brillo especial con el que al fin, sentirte vista.

Pero ahora, mereces descansar.
Mereces dejar de luchar por un reconocimiento ajeno que no calará tus huesos hasta que no venga de dentro.
De ti.

Un fuerte abrazo,
Mireia 🧡

Photos from Psicoand's post 24/08/2023

Érase una vez, una corona.

Si has crecido en un entorno en el que...

las personas eran hiperexigentes o hipercríticas,
personas pendientes del “qué dirán”,
personas que se dejaban influir por opiniones ajenas,
que intentaban proyectar siempre buena imagen,
que no daban tregua al mínimo error,

Quizá has alimentado durante toda tu vida la sensación de que “lo que ven de ti, te define”.

Quizá, todos los pasos que has ido dando han sido exigentes contigo misma y con tu entorno.
Quizá los pasos que has dado siempre han sido para mostrar hacia fuera y no llenarte por dentro.

En ese punto, también puede haber repercutido, no solo en lo que has estudiado, donde trabajas, en tu aspecto... sino en tus relaciones de pareja. En las que, lejos de darte la oportunidad de sentir, necesitas una persona que te permita dar IMAGEN hacia fuera.

De nuevo, alimentando que lo que muestras hacia fuera, importa más que lo que sientes por dentro.

Mireia 🧡

Photos from Psicoand's post 27/07/2023

Érase una vez un recordatorio veraniego,

Si en tu día a día estás pendiente del qué dirán.

Comparándote constantemente con la persona que tienes al lado.

Exigiéndote estar a la altura, destacar, sobresalir…

No me extrañaría que, ahora que llega el verano, te trates con la misma intransigencia de siempre.

Este es un pequeño escrito para que recuerdes que TU vida es TU vida. No un escaparate que mostrar para que el mundo te valide.

Quizá eso que estás buscando de verdad no está en Bali, sino en desperezarte y sentirte en paz en tu propia cama.

Un fuerte abrazo,

Mireia

Photos from Psicoand's post 23/07/2023

Érase una vez un recordatorio amistoso:

Es una realidad. No todos los ojos van a mirarte de la misma manera. No todos los oídos van a escucharte de la misma manera. Ni todos los brazos van a arroparte.

Si en tu infancia faltaron miradas, oídos y brazos para sostenerte puede que tengas una sensación interna de que todo eso que faltó, faltó porque no lo mereciste -es como un niño justifica a sus padres para protegerlos. Si viviste esto en tu infancia puede que, ahora, normalices y te acerques a esos lugares donde no hay espacio para expresarte y mostrarte Lugares dolorosos pero bien conocidos.

Dejame decirte que esas miradas, oídos y brazos jamás hablaron ni han hablado de ti. Sino de las historias de cada uno de sus portadores.

Lo que sí habla de ti, son todos esos pasos que das para acercarte a los lugares en los que sientes que hay espacio para ti.

Sí, terapia es uno de ellos y te prometemos que, vivimos diariamente lo tremendamente revolucionario que es empezar a vivir la experiencia de sentirse vista, escuchada y abrazada.

Un abrazo,

Mireia 🧡

Photos from Psicoand's post 20/07/2023

Érase una vez, una niña que nunca era suficiente.

A Aria no la supieron ver. Siempre había una luz amarilla por detrás que desviaba las miradas de sus padres.
Esa luz brillaba igual que ella, pero a los ojos de sus cuidadores, era más cálida, “mejor”.

Aunque la luz azul de Aria era preciosa, el hecho de ser azul no llamaba la atención de los ojos que la miraban: eso hizo que la luz de Aria empezará a apagarse.

Hoy, vive en una constante lucha por ser amarilla, lucir cálida. Por alejarse de quién es para encajar en los lugares en los que está. Porque la miren y la deseen aunque para eso tenga que dejar de ser ella.

Aria, mereces saber que, aunque no supieran ver tu color azul, siempre ha sido un color que te queda precioso.

Un fuerte abrazo a todas las Arias que me leéis,

Mireia 🧡

Photos from Psicoand's post 16/07/2023

Que las vacaciones no sean el oasis para escapar de tu vida. Si cargamos todas las piedras en la mochila para vaciarla y tener ese “merecido descanso”, quizá no tengamos piedras en verano. Pero si un dolor de espalda que solo nos pedirá recuperación, no descanso.

Si las vacaciones son el oasis para escapar de nuestras vidas, el cuerpo sonará como una alarma cada vez que el reloj nos avise de que ese pequeño paraíso de ilusión que hemos creado, se acaba.

Mireia 🧡

Photos from Psicoand's post 06/07/2023

Érase una vez, el bucle mental.

Cómo nos gusta pensar y sobre pensar, ¿verdad?
Pensar y sobre pensar para encontrar un rayo de luz en una realidad que nos está generando malestar.
Pensar y sobre pensar para justificar el quedarnos en un lugar por miedo a lo que supondría hacer un cambio.

El primer paso para dejar de darle vueltas, es ponernos esa realidad delante: con eso que nos gusta y eso que no nos gusta tanto. Conectar con esas emociones que evitamos y escuchar la verdad de por qué están ahí. Traen un mensaje valioso para ti, aunque te duela oírlo.

Estamos aquí para acompañarte a transitar el camino,

Un fuerte abrazo,

Mireia 🧡

04/07/2023

Érase una vez, unas paredes.

Clara estaba intentando crear un hogar. Un hogar seguro.
Sin embargo, decidió que en su casa no habría paredes. Quería que todo el mundo viniera a visitarla y las paredes le parecían algo hostil.

Clara trajo sus plantas, comida, cama, sofá... a aquella parcelita.

Un día, pasó un vecino por allí y se acercó a su parcelita.

¿Puedo entrar? -Preguntó
¡Claro que sí!

El vecino entró a tomar algo con Clara. Ella estaba la mar de feliz.

Al día siguiente, Clara tenía ganas de sentarse a leer en el sofá y descansar. Pero dos vecinos se presentaron en su salón.

¡Hola Clara! Veníamos a verte.

Con una sonrisa en la cara, Clara los invitó a un café.

Ya no le hacía tanta ilusión como el día anterior. Pero no entendía por qué.

Al día siguiente fueron 5 vecinos los que entraron en su casa. Algunos estaban sentados en el sofá, otros tomando café en la cocina.

Clara se sintió muy incómoda pero no se atrevió a decir nada. ¡No quería ser borde con sus nuevos vecinos! ¿Qué pensarían de ella?

Con el tiempo, vio que las personas llegaban a su casa, se servían lo que querían sin permiso, sin respeto. Cogían lo que necesitaban y se iban.

Un día, harta de todo aquello, pegó un grito a las personas que estaban sentadas en su sofá.

¡Oye, tampoco hace falta que te pongas así...! - Se quejó una chica.

Con sensación de culpabilidad, Clara decidió prepararles un café.

¿Sabes...?

Clara fue una niña a la que quisieron mucho cada vez que cedía y dejaba de lado sus necesidades en pro a los demás.

Es así como entendió que era merecedora de amor.

Dejándose de lado.

Clara no se daba cuenta de que, sin paredes, estaba dejando expuesta su vida a merced de quien quisiera entrar.
Y que, precisamente, entraba quien menos respetaba lo valioso de aquel lugar.
Sin paredes, aquel lugar no se sentía seguro, ni confortable.
Sin paredes, aquel lugar era simplemente un espacio que cada vez tenía menos ganas de cuidar.

¿trabajamos para hacer de ti un hogar?

Un abrazo a todas las Claras,

Mireia 🧡

Photos from Psicoand's post 02/07/2023

Érase una vez, eso que faltó.

Trauma es todo eso que pasó y todo eso que no pasó. Todo eso que hicieron y todo eso que no se reparó. Todo eso que te dolía y todas esas miradas y sostén que faltaron cuando lo necesitaste.

Que las experiencias de tu infancia influyan en tu presente, no es un motivo para dejar que lo sigan haciendo. Como adulta que eres, tienes la capacidad de empezar a cambiarlo.

¿te acompañamos?

Un fuerte abrazo,
Mireia 🧡

Photos from Psicoand's post 29/06/2023

Érase una vez, una emoción tapando a otra.

Si cuando quiero expresar mis emociones, tú me solapas con las tuyas. De alguna manera me haces pequeña, me eliminas de la ecuación. Eso es tremendamente injusto para mi.

Cuidado con esos espacios en los que no hay espacio o permiso para expresar. Con esas personas que invaden tu espacio, haciendo pequeño eso que necesita salir hacia fuera.

Un fuerte abrazo,
Mireia 🧡

Photos from Psicoand's post 26/06/2023

Érase una vez un: tú eres tú. Yo soy yo.

Cuando una aprende a poner límites emocionales, empieza a velar por si misma. A dejar de luchar en las guerras emocionales de otros.

Poner(te) límites para no salvar al otro de sus emociones también permite que la otra persona empiece a responsabilizarse y tomar acción en las batallas que le corresponden. Esas que nunca fueron tuyas.

Un fuerte abrazo,
Mireia 🧡

25/06/2023

Érase una vez un pequeño recordatorio,

Llevas toda la vida caminando por ese sendero trazado por mamá o papá. Cumpliendo sus deseos para que te miraran con orgullo.

Ahora, te sientes perdida. El mundo te trata como una adulta y, sin embargo, sigues sintiéndote en la piel de una niña.

Necesitando que te sigan trazando el rumbo.
Atandote a una vida que te hace infeliz pero que, al menos, conoces como “funciona”.

Ahora que puedes escoger:
-No sabes quién eres
-No sabes qué quieres
-Te da miedo desviarte del camino.

Déjame decirte que es hora de romper con eso.
Es hora de salir de ese camino que no te hace feliz. Un camino que siempre ha sido para los demás.

Es hora de empezar a mirar por ti.

Un fuerte abrazo,

Mireia 🧡

Photos from Psicoand's post 21/06/2023

Érase una vez un sí eterno.

La complacencia, como resultado del trauma, es una forma en la que tu sistema te protege para evitar el dolor emocional manteniéndote en un estado de sumisión.

La mejor manera de “salir” de ese estado de protección es que tu sistema entienda que ya no eres una niña.

Empezando a escuchar tus necesidades.

Entender qué se mueve bajo tu piel.

De movilizarte para poner límites.

Para decir NO.

Para saciar tus necesidades.

Para velar por ti.

No es un camino fácil, pero vale la pena.

Mireia 🧡

Photos from Psicoand's post 18/06/2023

Érase una vez, un recordatorio amistoso.

Por favor, escúchame desde el corazón para responderme con un gesto amable. No desde los oídos para responderme con palabras.

Un fuerte abrazo,

Mireia 🧡

13/06/2023

Érase una vez, un pequeño recordatorio.
✨Aceptar es conectar con esa realidad que tienes delante y que, quizá, tanto te está costando ver.
Aceptar es dejar de luchar contra ella, por mucho que no te guste.
Aceptar es entender que, a veces, no podemos cambiar la situación. Aunque te hayas dejado la piel durante tanto tiempo.
Sin embargo,
✨Aceptar no es resignarse ante la vida.
Aceptar es mirar las cartas que tengo sobre la mesa y jugar desde ahí.
Te leo,
Mireia 🧡

Photos from Psicoand's post 07/06/2023

Érase una vez, eso que ya no quieres tolerar.

No es aleatorio. Fíjate que, cuanto más amable eres contigo misma, menos toleras estar ante personas que no lo son contigo.

Cuanto más amable eres contigo misma, más compromiso tienes con cuidarte, respetarte y velar por ti.

Cuanto más amable eres contigo misma, más atraída empiezas a sentirte por esos lugares en los que te sientes vista y reconocida.

En los que te sientes libre para ser tú.

En los que hay lugar para equivocarse y reparar.

En los que hay lugar para poner límites.

Espacios en los que aprendes desde las entrañas, que “no mereces menos que eso”.

Encontrarte en esos lugares, no solo habla del lugar. Sino de los cambios que estás haciendo.

Del respeto, amor y cariño que te estás dando a ti misma.

Un fuerte abrazo,

Mireia🧡

Photos from Psicoand's post 24/05/2023

Érase una vez, unos zapatos.

Aria quería unos zapatos de tacón rojos. Unos que llevaba mucho tiempo viendo en el escaparate de esa tiendita de la esquina.

Llevaba días fantaseando con ellos:
Qué bien le quedarían para ir a trabajar.
Qué bien le quedarían para ir a la cita de viernes.
E incluso para la comunión de su sobrina.

Cuando reunió el dinero suficiente, fue a la tiendita.

Los notó incómodos.
Pero le dio igual. Tenía ganas. Tenía el dinero. Tenía pensado el conjunto y los eventos a los que los llevaría.

Pese a la incomodidad. Se los compró.

¡Qué bien quedaban con todo! 👠

Pero ufff… cómo dolían. Era un esfuerzo tener ese zapato más de cinco minutos puesto.

Hizo de todo. Mil truquitos para adaptar sus pies a aquellos zapatos ideales.

Pese a que se forzó a ir a trabajar con ellos. Las heridas y ampollas eran una realidad.

¡Malditos pies! -lloró mientras se sentaba en un banco de la calle y quitaba los zapatos de los pies heridos.

Una buena mujer simplemente le dijo:
No son los pies. Son tus zapatos.

¿Sabes…?

Muchísimas personas vienen a terapia queriendo quitarse el dolor de pies.

La incomodidad, el dolor, las heridas por estar en ciertos lugares y junto a ciertas personas.

Como si el problema fueran ellas.

Quizá es hora de entender que los pies no fueron nunca el problema. Solo te están diciendo que no están cómodos en esos zapatos.

¿Para qué sigues forzando a tus pies a entrar ene sos zapatos?

Un fuerte abrazo,

Mireia 🧡

Photos from Psicoand's post 11/05/2023

Érase una vez, una niña a la que no supieron ver…

En un contexto donde no supieron verla ni traducirla. Aria 👱🏻‍♀️ creció con la creencia de que sus emociones no eran válidas. No tenían derecho a salir, ni expresarse. No eran útiles.

•Si cuando lloraba, la silenciaban con un “no es para tanto”, entendió que la tristeza no tenía un colchón donde caer.

•Si cuando se enfadaba, sus cuidadores se enfadaban “aún más”, Aria entendía que no merecía enfadarse porque, si papá o mamá estaban aún más enfadados, era porque ella no tenía razón.

•Cuando había una emoción moviéndose dentro, tampoco hubo nunca nadie que pudiera traducirla o verla correctamente. Así que, Aria, nunca tuvo la oportunidad de entender que eso que se movía dentro era importante, válido y útil para su vida.

Al no saber qué hacer con “eso”, lo empezó a rapar con la comida de la abuela. Más tarde con esos juegos del móvil y con esas amistades que la hacían “distraerse”. Según fue creciendo tapaba esa sensación con esa persona que le mantenía el corazón a 100. O incluso con esas sustancias que la calmaban y distraían la mente.

El problema es que, siguió creciendo y, “eso”, jamás se silenció.

Si te sientes identificada, tenemos ALGO MUY IMPORTANTE QUE COMUNICARTE.

Para que empieces a acercarte a eso que se mueve por dentro. Para que aprendas a escucharte, a calmar y entender ese mensaje que se mueve dentro de ti… TRAEMOS ALGO QUE (que nos entusiasma) y, PONTO, TE DEJAREMOS SABER.

Abrazo,

Mireia

Photos from Psicoand's post 15/02/2023

Érase una vez, una niña muy buena:

En un contexto donde no se supieron ver ni cuidar sus necesidades, Nina 👩🏻‍🦰 creció con la creencia bajo su piel de no ser suficientemente válida para ser vista.

Esta se esforzó por sentir esa validez a través de la conducta. Un ejemplo es este: ser la niña que cuida y que se preocupa los demás para que “si no me ves por lo que soy. Al menos me mires por lo que hago”.

Eres valiosa por el simple hecho de ser, Nina.

Y en Psicoand, estaremos encantadas de mostrártelo.

Un abrazo a todas
🧡

Mireia

Photos from Psicoand's post 18/01/2023

Érase una vez, una pata frágil 🪑

Aria 👱🏻‍♀️ era la más alta de sus hermanos. Le encantaba porque mamá y papá siempre piropeaban aquello.

En el cole, Aria era la más alta de clase. Y eso le encantaba porque todos la veían.

En el instituto, una chica era unos centímetros más alta que ella y, eso, le generó cierto malestar. Así que empezó a ponerse zapatos con un poquito de plataforma.

¡Volvía a ser la más alta! ¡Qué orgullo!

En la universidad empezó a ver que había muchas chicas que le pasaban de altura. Experimentaba cierta rabia y malestar hacia ellas, así que optó por rodearse de gente que fuera más bajita.

En el mundo laboral, Aria se esforzó por ser la más alta. Siempre entre tacones que acababan destrozándole la espalda.

Según crecía, el entorno se iba haciendo más extenso y, Aria, no podía dejar de compararse y rabiar ante esas mujeres que eran más altas que ella.

¿Sabes?

Aria se sentía así porque unos centímetros más en otras personas nublaban eso que siempre le había hecho destacar.
Sin altura, no se sentía especial.
Si no era la más alta, no era nadie.

Había basado su valor en eso que supieron ver de ella.

Y cuando hablo de altura, en el fondo, te hablo de esa pata en la que te apoyas para definirte. Para sentir que eres alguien, para sentir que tienes valor.

Ese algo que llevas toda tu vida alimentando sin descanso para que te valoren, para que te vean.

Siendo la niña buena que siempre cumple; siendo una persona que siempre está rodeada de “amigos”; siendo la niña guapa; la niña estudiosa; la niña de los logros y las medallas…

Una pata frágil en la que te has apoyado para sostenerte y que tan amenazada se siente cuando amplías tu mundo. Cuando pasa el tiempo. Cuando conoces a alguien.

En un entorno en el que solo te sentiste vista por tu altura, es lógico que quieras ser la torre más alta.

Pero esos centímetros que luchas por tener, solo me hablan de todo aquello que te faltó.

Eres mucho más, Aria.

Un fuerte abrazo,

Mireia.

07/01/2023

Érase una vez, una silla 🪑

Nina 👩🏻‍🦰 estaba MUY incómoda en la silla en la que se sentaba.

Pero… ¿cómo iba a levantarse? Estaba en una reunión muy importante y tenía que comportarse.

La incomodidad se iba adueñando de ella.

Nina se esforzó por estar bien. Por estar pendiente. Por obviar su incomodidad. Por estar donde le tocaba estar. Por comportarse como se tenía que comportar.
“Es lo que toca”.

Acabó agotada y con un tremendo dolor de espalda.

Pasaron los meses y aquella silla era la que se le había asignado a Nina para todas las reuniones de equipo.

La noche anterior a dichos encuentros, Nina buscaba tips en internet para hacer llevadera la situación:
hacer estiramientos, cambiar posturas…🤸🏼‍♀️

Tras la reunión, siempre pedía hora al fisio para calmar la espalda.

Como ves, Nina 👩🏻‍🦰 buscaba la manera de quedarse en un lugar en el que estaba incómoda.

Dirás: Oye Nina, ¡pide otra silla!

Y te diré que esto, en el fondo, no va de una silla.

Sino de todas esas veces que te has esforzado por seguir en ese grupo, pese a notar que no te encajan ni encajas;

de todas esas veces que has luchado por mantenerte en una relación en la que todo te rechina;

de todas las veces que te has mantenido en situaciones en las que tu cuerpo quería salir corriendo;

de todas esas veces en las que buscas tips para mantenerte en un lugar, situación o persona junto a la que llevas mucho tiempo sintiéndo malestar.

De todas las veces que intentas recuperarte tras exponerte a eso que no te hace bien.

De todas las veces que te esfuerzas en quedarte en un lugar que te hace daño.

Y ¿sabes…?

quizá existe algo dentro de ti que cree que, si pides otra silla más cómoda, no va a haber una para ti.

Que cree que quizá, si pierdes esa silla, te quedarás sin lugar donde sentarte.

quizá, alguien se molestará ante tus “caprichos”

que quizá, no mereces otro lugar.

“Es lo que toca”

Esa creencia que resuena de fondo y te mantiene ahí sentada, solo te hace seguir luchando por adaptarte a un lugar en el que te fuerzas a estar.

(Ojo, hablo de creencias, no de realidades muy complejas en las que el entorno o situación vital es un gran qué)

Un abrazo,
Mireia
🧡

21/12/2022

Érase una vez un “bueno”:

👩🏻‍🦱 “…bueno, ha tenido una infancia complicada y por eso reacciona tan mal…”

👩🏻‍🦱 “… bueno, le cuesta expresarse cuando se pone nervioso…”

👩🏻‍🦱 ”… bueno, hoy ha tenido un mal día en el trabajo”

👩🏻‍🦱 “… bueno, quizá he alzado un poco el tono y por eso se ha puesto así…”

👩🏻‍🦱 “…bueno, quizá yo no debería haber….”

Y entre “buenos”, Clara acababa justificando cualquiera de esas conductas que le dolían.

Clara,

esa sensibilidad que te acompaña a ir más allá de las conductas, acaba dejando que cualquier acción se vea respaldada por un motivo superior.

Un motivo superior en el que, o bien has sido tú la que no “ha acabado de actuar como debería” o bien “la otra persona tiene un pasado difícil…”

¿Sabes qué pasa? Es muy diferente entender a justificar‼️

Por mucho que entiendas al otro: su pasado, su presente(…), no justifica el mal que te está haciendo. Tampoco le da derecho a hacértelo.

Antaño👧🏻, quizá te tocó justificar muchas conductas para seguir vinculada a esas personas que te faltaban el respeto, silenciaban, humillaban, hacían sentir pequeña, inválida… 👨‍👩‍👧

Tras tanta justificación, es lógico que ahora no sepas dónde quedan esos límites.

Clara👩🏻‍🦱,

cada vez que justificas que te hagan daño, dejas de mirarte.

Dándole la espalda a esa niña que no aprendió a decir basta por miedo a perder una mirada.

Esa, que ahora tú estás dejando de darte.

-Quizá es hora de aprender a construir unos límites que te den seguridad.
-De cultivar el derecho a sentir, a decir no.
-De sentir compasión y respeto hacia ti misma.
-De darte el valor y protección que mereces.

Con todo nuestro cariño, aquí estamos para acompañarte.

Un fuerte abrazo,

Mireia🧡

21/12/2022

Érase una vez, la Navidad 🎄

Hay algo en ti que rechaza esta época del año en la que brillan las luces y todo el mundo parece unido y feliz…

Te fuerzas a sonreír, cumplir, consumir, llegar a todo, decorar, fingir felicidad y sudar purpurina.

Ver el contraste entre como te sientes y como “parecen” sentirse los demás, te desgarra aún más.

Pero… ¿sabes qué?

Aunque creas que eres la única persona que le abruman estas fiestas, te prometo que es algo muy común.

🎄Estas fechas remueven el pasado, despiertan dinámicas familiares disfuncionales y amplifican anhelos presentes.

•Ya sea porque en este momento de tu vida no estás pasando por una buena situación.

•Porque esta época del año te recuerda a esa persona que ya no se sentará más en la mesa.

•Porque te ves obligada a sentarte junto a personas que no te hacen sentir bien.

•Porque tu autoexigencia te recuerda que no has cumplido tus propósitos.

•Porque te enfrentas a ese plato de comida, a ese vaso de alcohol.

•Porque vuelven los comentarios sobre tu cuerpo//vida//condición//elección…

•Porque el consumismo excesivo te agobia y te ves forzada a cumplir o responsabilizarte de todo.

•Porque, quizá, andas lejos de esa persona con la que te gustaría estar.

•O demasiado cerca de la que no querrías que estuviera.

•Porque, quizá, no tienes con quien compartir la cena.



Sea cual sea tu situación, sea lo que sea que remueva esta época del año en ti, no estás obligada a sentirte “alegre y eufórica”.

Tienes derecho a sentirte así, tal y como te estás sintiendo. A darle espacio a esa emoción que vibra dentro y no forzarte a cambiarla como si lo que hubiera dentro fuera un error.

Porque no, no lo es.

El resto de emociones también pueden estar vivas por muchas luces que brillen fuera.

Te recuerdo que tienes derecho a decir “no puedo”
A crear tu espacio personal para recurrir a él cuando te sientas abrumada.
A pedir ayuda.
A delegar.
A no llegar/estar en todo.
A no responder.
A poner límites.
A llorar y honrar esa silla vacía.
A acompañarte de los que sí están.
A decir NO a esa comida/cena familiar.
A planear una festividad diferente.

Sea cual sea tu caso,
Te envío un abrazo.

Mireia
🧡

28/11/2022

Érase una vez, una cesta 🧺

De pequeña, Aria se apuntó al concurso anual de castañas.

“¡Quien llene antes la cesta de castañas, gana!”

Y… ¡Ganó el primer premio!

Así, cada año.

Cuando sus padres la miraban con orgullo al coger el premio... ¡se sentía tan bien! 🥇

Ella quería seguir siendo eso de lo que sus padres se sentían tan satisfechos: ¡la ganadora del concurso!

Con el tiempo, pensó que ya era grande para seguir y se planteó dejarlo, dedicarse a otras cosas y a sí misma.

Pero, parte de su identidad se sentía fusionada con aquella práctica. Así que siguió participando en ese juego de niños.
Y, por supuesto, ganando.

Pensarás “oye Aria, ese juego ya no es para ti mujer… ¡déjalo!”

Sí… vale. Pero ¿sabes qué?

A Aria 👱🏻‍♀️ le pasaba algo muy similar a ti cuando le prometes al mundo (y a ti misma) que, cuando pase todo el estrés de esta etapa, dejarás todas las cargas que tienes e “irás más tranquila”, empezarás a mirar por ti y cuidarte.

Déjame preguntarte ¿cuánto tiempo llevas diciéndote eso?

Acabaste con A y empezaste con B. Cuando acabaste B prometiste empezar una etapa de calma pero, sin darte cuenta, te apuntaste a otro máster, a yoga, al gym, a teatro… bajo el lema de siempre:

“jeje es que no puedo parar, ¡tengo que tener la mente activa!”

No. No es que tengas que tener la mente activa, es que no te atreves a parar.

Intentando, una y otra vez, alcanzar esa “meta” que, aunque llegue, jamás te satisface.

Y ¿qué tiene que ver esto con el concurso anual de castañas? 🌰

Pues… verás: entiendo que tanta meta alcanzada no te satisfaga.

Llevas toda tu vida cumpliendo metas, mostrando lo válida que eres.

Por muy llena que esté la cesta de castañas y la estantería de trofeos, sigues basando tu valía en lo que haces, en lo que consigues.

Lógico que no puedas dejar de jugar a ese juego de niños. Ese que consiste en buscar tu valía en ojos de otros.

Te cuentas que ir coleccionando trofeos dirá algo de ti, mostrará lo valiosa que eres. Pero, por muy llena que sigas manteniendo la cesta, por dentro, sigues vacía.

Mireia
🧡