La luz de mis ojos

La luz de mis ojos

Soy Fiorella. Nací con Glaucoma Congénito

Les cuento sobre mi vida y el proceso que he vivido. Bienvenidos

21/05/2020

Síntomas

Se suelen afectar los dos ojos en el 75% de las ocasiones, aunque el grado de gravedad en ambos habitualmente es diferente.

Hay tres manifestaciones clásicas y la presencia de cualquiera de ellas hace sugerir la sospecha de glaucoma de un bebé o niño:

Lagrimeo excesivo (epífora).

Rehuir de la luz (fotofobia), se esconde en los brazos de la madre. Se suele manifestar después de varios meses de vida y se acompaña generalmente de una constricción involuntaria de los párpados (blefaroespasmo) que puede ser otra manifestación de la fotofobia.

Ojos grandes. El aumento de la Presión Intraocular (PIO) provoca un agrandamiento del globo ocular y, por tanto, de la córnea.

18/05/2020

El tratamiento del glaucoma congénito en su primera etapa puede frenar la progresión de la enfermedad, por lo que es muy importante diagnosticarlo tempranamente. Este tipo de glaucoma suele tratarse con cirugía para solucionar el defecto del ángulo ocular que tienen los niños que lo sufren y, si se realiza a tiempo, la recuperación visual puede ser buena.

Normalmente, se inicia el tratamiento con diferentes colirios y medicamentos para intentar mantener la presión intraocular lo mas controlada posible hasta realizar la cirugía.

El tipo de cirugía dependerá del estado de la córnea, realizándose un goniotomía si permanece transparente o una trabeculectomía cuando está opaca. Ambas técnicas buscan abrir el ángulo anómalo del ojo para que funcione correctamente y, en caso de que fracasen, pueden indicarse otros procedimientos como la colocación de una válvula de drenaje.

En la trabeculectomía se extrae un pequeño pedacito de tejido para crear un nuevo canal por el que drene el líquido del ojo. Las válvulas son una especie de tubos de plástico que comunican el interior y el exterior del ojo y a través de los cuales sale el líquido del ojo. Solo se opera un ojo a la vez. El éxito de la cirugía es de un 60-80%, pero si con el tiempo la apertura se cierra puede ser necesaria una nueva operación. Tras la cirugía el paciente tendrá que ponerse unas gotas para prevenir la inflamación y la infección.

14/05/2020

¿Cómo se diagnostica?

El glaucoma congénito se detecta a través de un examen ocular completo, que en el caso de los bebes y niños menores de 3 años suele hacerse en quirófano tras sedar al niño para poder realizarlo. El examen incluye:

Exploración de la parte anterior del ojo: para poder valorar el estado de la cornea y del ángulo y decidir, según se encuentren estas dos estructuras, el tipo de cirugía más adecuada para cada caso de glaucoma congénito.

Exámen del fondo de ojo: Tras dilatar las pupilas con unos colirios, el oftalmólogo mira a través de unas lente de aumento especial para examinar la retina y el nervio óptico para ver si hay señales de daño. En el glaucoma el nervio óptico va perdiendo fibras nerviosas por lo que queda un hueco (excavación) que va aumentando conforme progresa la enfermedad.

Tonometría: Se realiza para medir la presión del ojo. Para esta prueba, el oftalmólogo le pondrá unas gotas para adormecer sus ojos y le colocará un instrumento sobre el ojo que es el que toma de la presión. Los valores de presión ocular normales son entre 10 y 20 mm de mercurio.

10/05/2020

La cámara anterior del ojo está llena de un líquido transparente que baña las estructuras oculares y mantiene sus propiedades ópticas: el humor acuoso, que está entrando y saliendo constantemente de este espacio para mantener estable la presión intraocular.

En el glaucoma congénito existe un defecto de nacimiento en el desarrollo del ángulo que forman la córnea y el iris cuando se unen y a través del cual se drena el humor acuoso.

Como consecuencia, se produce un aumento de la presión intraocular y el consiguiente daño del nervio óptico.

08/05/2020

El glaucoma engloba un grupo de patologías que provocan un daño progresivo en el nervio óptico, el encargado de transmitir las imágenes que llegan a la retina para que el cerebro las interprete.

A medida que avanza la enfermedad, este nervio va perdiendo sus fibras y, como resultado, va disminuyendo el campo visual del paciente, que puede llegar incluso a la ceguera si el paciente no se trata.

Aunque el riesgo de glaucoma aumenta con la edad, existen formas exclusivas de la infancia.

Es el caso del glaucoma congénito, que si bien es poco frecuente (afecta a 1 de cada 30.000 recién nacidos vivos), puede provocar una pérdida visual severa e irreversible en el niño que lo padece.

Fuente:
https://www.imo.es/es/glaucoma-congenito

05/05/2020

Hola. Soy Fiorella. Vivo en Costa Rica.

Nací con Glaucoma Congénito.

Esta foto fue unos días antes de que me lo diagnosticaron, tenía 4 meses.

Me han operado de mis ojitos varias veces.

Mi mamá me hizo esta cuenta para contarles
como es mi vida y acompañar en este camino tan incierto, a todos aquellos niños y niñas con este diagnóstico.

Bienvenidos

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