MEDS

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CHAPTER l OF THE REFLECTOR
반사판에 사는 #본인 (UNKNOWN) 데트라스 델 에시나리오

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Decepción y desconexión. Venían entrelazados bajo las pupilas que se empeñaban en permanecer en un estado de vigilia, era otro día más, no había nada de especial en reunir todas las fuerzas para centrarse en la crispante emoción de tener de todas para mejorar, las expectativas eran altas y la motivación se había evaporado junto a la estela del sudor que recorría su frente. Quería lamentarse sin precipitarse. Quería poseer entre sus dedos la toalla y hacer desaparecer el prospecto prefabricado de la empresa hacia su persona, no era más talentoso que sus compañeros pero tampoco creía ser capaz de desaparecer de la sombra. Los huesudos dedos de Jaemin habían tomado un característico violeta cuando se presionaban sobre el encimero, con el dolor titubeando y los labios entremezclados de cosas que difícilmente lograba comprender.

Era tal vez un momento de vulnerabilidad. Pero, ¿desde cuando estaba tan centrado en su carrera? ¡Odiaba ser idol! ¿Por qué no simplemente renunciaba? Estaba desembocando un particular sentimiento de culpa y un sabor agridulce al recordar cuantas veces se le hacía énfasis a su físico más allá del talento que pudiera poseer.

Ser un rostro reconocido, tenía sus desventajas, y vivirlas era otro golpe más antes de ignorarlo, hacer como si no estuviera enterado de la opinión pública.

—Jamás debiste aceptar esa invitación, Jaemin —El tiempo jamás sería manipulado por sus emociones, lo sabía. Tampoco iba a apremiarse cuando las últimas gotas de sudor terminaron resbalándose de su frente siendo confundidas con las desdichadas hileras de humedad cayendo por sus ojos cristalinos, no había razón para llorar ¿o si? Los retrasos del vivido recuerdo seguían agonizantes alrededor de él. Si bien, estaba enfrascándose en lo negativo. También deseaba solo acallar aquel sentimiento viniendo del descontento, y esa era la premisa.

Tenia fanáticos a lo largo del mundo, pero era tan malditamente seductora la idea de romperse y dejar derramar lo que nadie se atrevía a decir o sentir. Esa misma tarde pasó como otra más, practicó hasta que las rodillas dolieron y la cabeza no pudo con el punzante dolor, las oleadas de preguntas vinieron después. Pero todo volvía a la misma respuesta, se sentía sobrante, cansado, y aunque ante las cámaras pretendía verse apasionado por su carrera, se veía más averiado en medio de todo aquello que deseó y jamás pudo obtener. De no ser parte de algo pero tampoco ajeno a lo que era, una probable cara bonita para ser desfilada ante los reflectores, ignorando la posible bruma de esfuerzos que ahora le hacían los huesos doler y la respiración faltar.

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FALLING LOW A FEELING
위험한 매력~와 함께 #제노 (2018) 출발했다

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Detrás de su imagen considerablemente adorable y probablemente inocente, siempre estaba un alter ego indiferente y distante. Cuándo las cámaras se apagaban había una sensación burbujeante instalándose en su pecho de mera satisfacción y comodidad, sin embargo, esos últimos días todo parecía ir en picada. La conmoción venía justificada si es que podía llamarlo así, tenía nombre, tenia apellido –por más que quisiera negarlo– ahí estaba evitando el mayor contacto con su mejor amigo, con la única persona capaz de leerle al solo parpadear. Muchas veces se maldecía por ello, ¿desde cuando su vida se había descarrilado a tal punto de no tener total poder sobre de ella?

Se sentía asqueado de solo saberse una vez más pasando por “ese” mínimo roce donde era probable tener las mejillas teñidas de un horroroso carmín. Quería darle todo el mérito a no tener siquiera el tiempo de hacer más amigos pero no era reconfortante mirar alrededor y ver a sus demás compañeros teniendo la facilidad de amistarse con los demás integrantes, sin tener como excusa la diferencia cultural.

Y vaya que no lo era.

Jaemin pasaba días preguntándose cuánto iba a durar ese pseudo-enamoramiento hacía Lee. Y con pseudo quería recalcar que no estaba tan perdido por el rapero, pero incluso si se exponía un poco ante la mirada de Chenle quizá todo se vendría abajo y con ello también su amistad forjada desde la primera que cruzaron miradas antes de las audiciones. Cuando se le preguntaba sobre si estaba sintiéndose bien anímicamente no había más que responder con una eufórica sonrisa y fingir estar hiperactivo cuando se sabía; él no era así en la cotidianidad. Tampoco podía explicarlo, no había lugar para sacar una fórmula perfecta del por qué terminó aferrándose al sentimiento y admiración hacia el chico de mirada tierna, siempre volvía a sacar las mismas conclusiones. No había siquiera oportunidad para conocer demás personas en especial chicas.

“Jaemin creo que debemos hablar”

Esas sencillas palabras causaron estragos al terminar de ensayar. Los pasos se habían esfumado junto a la tranquilidad que no había encontrado por semanas, Jeno parecía tranquilo como era de esperarse pero encontraba aún más curioso sentir esa mirada quemarle cuando se creía inmerso en su propia deducción.

—Muy bien, ¿donde quieres hablar? Porque si te das cuenta no hay siquiera un lugar privado para hacerlo —susurró luego de tomar una botella de agua y exprimirla hasta sentirse “menos sediento” pero eso no le paró a esperarlo, se condujo lo más cercano posible a Zhong y Park para evitar ser inspeccionado por aquellos ojos. No contaría después ser prácticamente acorralado por aquellas manos impidiéndole siquiera desviar la mirada.

—Veámonos en la cafetería, igual no es nada grave —y su voz aterciopelada le arañó el cuello antes de ser liberado junto a la escandalosa sonrisa de los menores antes de desear estar bajo tierra.

Ninguno de los dos creería que la atracción parecía mutua pero si la amistad se estaba yendo de sus manos, ¿no era mejor enterrar aquella tensión?

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(…)

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El nerviosismo se mantenía latente en el aire. Había cerrado los párpados cuando estaba jugueteando con el tenedor y no asimilaba el alimento, siquiera tenía ganas de comer. Nunca se imaginó que su único mejor amigo había pasado de eso a ser un completo objeto de su romanticismo. Tampoco veía una probabilidad de ser correspondido cuando se entreveía la profunda heterosexualidad del rapero y la inconfundible atracción que sentía hacia sus colegas dentro de la industria, era una mi**da. Siempre odió los dramas románticos sobre el típico mejor amigo cayendo por su único amigo hetero, le asqueaba ese cuento, pero ahí estaba, esperando por quien le arrebataba el sueño y condenaba el repentino regreso a los reflectores tan solo con chasquear los dedos.

—Jódete Lee Jeno.

Pronunció en un arrebato. Al menos nadie se daría cuenta de que estaba enloqueciendo para su buena suerte.

—Es momento de que seas sincero, Jaem, extraño a mi mejor amigo y siento todo tan ajeno desde hace días —dijo con un tono serio, ha decir verdad parecía tener la facilidad de estar tranquilo cuando habían temas por hablar ¿como es que no solo iba al grano y le explicaba que toda su confusión sexual venía de la mano con sus sentimientos hacia él?— Vamos, tu siempre sueles decir cuando algo te está incomodando ¿donde quedó esa sinceridad?

Era una lástima sentirse tan enfermo y a la vez tan nauseabundo ante la probabilidad del rechazo.

“No entenderías” pensó.

—Solo estoy cansado, tal vez haber estado tantos meses ausente de las cámaras me afectó y ahora siento más agotamiento, ¿es eso lo que querías saber? —mintió, se quedó allí titubeando con el mismo tenedor y la misma sensación de haberle estado fallando.

—No te creo, antes estuvimos más expuestos a todo esto y jamás te quejaste, ¿está sucediendo algo más?

Solo déjalo, por favor.

—Ya sabes, sigo confundido por lo de aquella vez y no es solo aceptarlo, es difícil cuando tienes cerca a la persona que tanto te confunde con sus acciones, todos los días —sinceró, aún si la verdadera razón seguía oculta. Nada cambiaría y menos quería modificarlo en un arrebato a pesar de ser el costo cada vez más grande.

Tal vez solo por esa ocasión tomaría la consecuencia de tomar distancia de Lee y probablemente el pseudo enamoramiento se disiparía de sus manos.

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REMEMBERING A IN APRIL
위험한 매력~와 함께 #해찬 (2022) 출발했다

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Dulce y amargo, estar en el mismo grupo que Lee Donghyuck podía ser un caos asegurado sabiéndolo energético gran parte del día a pesar de siempre contar con horarios habitualmente ocupados. Sin embargo, ahí estaba una vez más enalteciendo el reflejo de un chiquillo meloso y temiblemente inquieto, podía distinguir la melena color castaña atravesarse por la cocina para luego reposar los brazos frente a él, con esa expresión letárgica y socarrona.

—¿Ya elegiste a tu víctima? —La voz del rapero se deja escuchar estruendosa y demandante, comprendía que al final sería el blanco fácil de Lee como la mayor parte del tiempo.

Y vaya que lo era, aún si mostraba ese atisbo forjando su mirada. Terminaba siendo parte de los hoyuelos traviesos del mayor quien a su vez no parecía poseer tal puesto como parte de los adultos en el grupo.

Una genuina sonrisa crece en aquel infantil rostro, ya había probado un poco de esa desbaratada expresión, ¿que más daba al final?

—¡Así es! A ver, dame una sonrisa, anda… —No iba a negar cuantas ganas tenia de pincharle las mejillas con el tenedor cuando empezaba a revolotear para impedirle comer ¡realmente era molesto! Su voz chillona era como un soplido del viento, lo escuchaba en todas partes deambulando y dándole en efecto, razones para fulminarle con la mirada cuando finalmente deja el tenedor caer sobre la fría mesa.

—Vamos… ¿que haré con este sentimiento hacia a ti?

Reverenda mi**da, una vez más iba a empezar con aquel canturreo sobre su mejilla mientras intentaba masticar la comida y deseaba internamente que alguien le salvase de aquel desenlace. Pero, nada y nadie le salvaría esta vez. Incluso si le daba por el lado entendía el juego de Hyuck, su cruel, y momentáneo juego para verle romper los estribos pero sin lugar a dudas pese a la gran trayectoria de conocerlo. Y aunque a veces se puede ver intolerable a sus bromas, debía admitirlo, de no ser por sus escandalosas partidas, probablemente una parte de él se sentiría incompleta. Ni siquiera Zhong se atrevía a molestarlo con tal frecuencia como el vocalista por lo tanto solo rozó el tenedor sobre el plato para después apretarle la nariz con entusiasmo.

—Eres un verdadero hijo de p**a pero solo lo diré una vez, te quiero.

Culminó dejando salir una sonrisa maliciosa antes de levantar el plato y acto seguido presionarle la oreja como una leve venganza hacia todas las veces que había sido principal blanco de sus incontrolables manías.

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BETWEEN THE LINES
위험한 매력~와 함께 #다른쪽 (2017) 출발했다

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—¿Jaemin?

Aún recordaba la desdicha carcomiéndole cada estribillo de su piel cuando las negativas golpearon fuertemente como un balde frío y penumbroso, con el dolor aglomerándose en su pecho, ¿que había pasado con el muchachito renegado a seguir aquella carrera? Debía admitirlo, en algún punto la frustración se mezclaba con el desdén de haberse mantenido firme a mejorar y tomar por sentado aquel camino que no vio como una decisión definitiva al inicio. Sentirse inspirado por su compañero de grupo y mejor amigo, si había surtido efecto más no había evitado las consecuencias de una empresa negligente y avariciosa.

Ahora permanecía ahí, sentado al filo de la cama con un sentimiento indescriptible. La sensación piadosa seguía golpeteando fuertemente contra su pecho mientras aún escuchaba los ecos de aquella voz ronca diciéndole lo inevitable; no tendría permitido verse en público, ni actuar, ni siquiera tener un momento ante un público. De algún modo la condena se sentía ácida, enredado entre las cobijas y con los dedos temblorosos contaba más manecillas del reloj.

¿Cuanto más iba a esperar? ¿Desde cuando le costaba tanto ser un holgazán?

—Que basura.

Debía sentirse orgulloso por sus compañeros, debía sentirse dichoso y feliz, sin embargo, la molestia le perseguía cuando tecleaba los últimos dígitos del móvil. Pero, al menos desistiría y tomaría aquello como una oportunidad para ver la emoción aflorándose en los mensajes de Lee y en las absurdas conversaciones con Donghyuck quien a pesar de tener la facilidad de molestarle, solía ponerle énfasis a lo bueno que podía ser pasar por momentos como ese. Quería decir, tal vez empezar por el pie izquierdo no se escuchaba tan mal aún cuando el pecho se le aplastaba y se mantenía en aquel espacio con cierto sigilo de desesperación por sentirse parte del primer comeback de su unidad.

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PRELUDE OF AN ATTRACTION
위험한 매력~와 함께 #제노 (2018) 출발했다

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Había una sensación particularmente diferente en el aire en esas últimas semanas, eran partículas diminutas que crispaban de un desenfrenado sentimiento, el cual no solo aceleraba el sistema nervioso de Jaemin. También le daba respuestas que prefería negarse a aceptar. Los días de otoño se mezclaban perfectamente con sus más recónditos sentidos, adoraba esa estación, tanto como para permanecer con un humor excepcional y una actitud sumamente diferente a la habitual, productivo y menos ensimismado con su mundo, sus ideales. No parecía ser el mismo chico, al menos parecía sentir mayor satisfacción con los ensayos, muy distinto de los quejumbrosos jadeos de sus compañeros en especial de Renjun quien no daba tregua a su delgada complexión.

El salón de prácticas permanecía silencioso al lado del martilleo violento y descuidado de su pecho, se sentía exaltado, alerta del minúsculo detalle como si pudieran descubrir su más erróneo secreto. Por la mi**da, ¡le aterraba! Estaba tan ocupado en idearse algún plan para evitar aquellas emociones que siquiera sintió la respiración entrecortada del rapero. Quien con un semblante minucioso, poco amigable se dispuso a mirarle de pies a cabeza tratando de encontrar algo –sin saber que– eso le traía involuntarios escalofríos y un deseo desenfrenado por salir de aquellas asfixiantes paredes.
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No era normal, menos habitual, tener a un Lee jugueteando con sus nervios. Tampoco era de costumbre verlo a esas horas apareciéndose a practicar cuando es cuestión, casi siempre solía necesitar poca práctica para aprender las coreografías.

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Entonces, ¿que mi**da quería?

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—¿Es porque te he estado evitando estos días?

Y, joder… lo había mencionado sin más. Sin siquiera intentar descifrar la penumbra de aquella mirada escaneándole, para ser mejores amigos, aún habían conductas que le generaban un temible sentimiento de ansiedad. Es decir, no era la primera vez teniendo un enfrentamiento con Jeno pero la sola idea de no saber cómo escapar de aquella burbujeante sensación de tenerlo peligrosamente cerca, le confundía, le asqueaba hasta cierto punto cuando no podía refutarse a sí mismo.

Estaba cerca, demasiado cerca para su gusto. No quería cometer un disparate, no quería dejarse llevar por el impulso y agradeció a la violenta y evasiva mirada del pelinegro.

—¿Algo que quieras contarme? —Y finalmente escuchó la ronca voz haciendo eco en cada una de las paredes, notaba una frustración, un sentimiento distinto al enojo. Francamente no estaba molesto pero si decepcionado— Últimamente pareces en otro mundo, ¿hay algo que te esté molestando?

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¡Si! Tú maldita existencia, ¿eso querías saber?

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Pensó pero reunió cada respiración para finalmente darle la cara e intentar ser inmune a su evidente descenso a la locura.

—Jeno, ¿alguna vez te pusiste a pensar que no siempre voy a tener ánimos de convivir? Quiero decir… no puedo estar todo el tiempo sonriendo o contándote todo, a veces… —Ahí estaba de nuevo, esos ojos denotando una evidente preocupación pero de no ser por la pequeña distracción de quererle contar cada pestaña. Quizá se habría olvidado de las palabras y de tener una respuesta para todo— Solo creo que descubrí algo…

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Vaya… ahora estaba desarmándose para él, una completa locura.

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—¿Es por tu bisexualidad…?

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¿Cómo es que lo sabía?

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—Tú…

—Me di cuenta por las veces que buscaste sobre ello… aunque no lo creas, es peligroso usar el móvil frente a mis ojos.

Quería matarlo pero un alivio se instaló en su pecho, al menos jamás descubriría el evidente sentimiento –casi– romántico por él. Uno que no se consumaba muy a pesar de las nulas oportunidades y lo riesgoso que sería confesarse ante él.

Con ese magnetismo en el cuerpo, deseó con todas sus fuerzas no ser tan transparente. Quizá una vez más tendría que huir de las manos de su mejor amigo, debía escapar por una sola vez de esa incontrolable necesidad de tomarle por las mejillas y quebrantar la amistad de años, pero no era tan valiente. Jamás sería suficientemente intrépido como para lanzarse a sus brazos, para quererle con tanto arrebato.

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UNDER THE
대중 앞에 데뷔하다 #껌 (2016) 명성의 첫인상
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Suben las cortinas y el clima parece estar propenso a quemarse ante las altas oleadas de calor que se consuman afuera de la ventana, son unas semanas después de su cumpleaños número dieciséis, ni el altercado de cumplir un año más se comparaba con la nitidez de sus emociones. Tampoco era la persona más emocional o expresiva, tal vez vibrante pero no lo suficiente para admitir el nerviosismo que se arrinconaba en su pecho al saberse próximo al debut.

Dentro de sí ya era un huracán de sensaciones, no podía denegarse ante el tumulto pesado e intenso de verse por primera vez ante el público. A pesar de muy en el fondo, desear que el destino se hubiera evitado llevarlo a ese camino muy distinto al cual quería dedicarse. Después de todo, no hay mucho que pueda hacer para evitarlo. Estaba ahí frente al espejo esperando indicaciones, sintiendo una enorme capa de aerosol en su cabello y las pestañas pesarle por el evidente maquillaje, con el revuelo atómico golpeando contra el pecho, decide ignorarlo con las aburridas pláticas del manager sobre lo increíble que les iría, la magnitud que tendrían al ser tan jóvenes. Sin embargo, no disfrutaba de la magnífica idea de ser reconocido –menos– en dicha industria que fomentaba tantas ideas poco convencionales.

Pero qué más da, él debe seguir y cumplir con su camino, con quedarse al lado de quien ahora podía nombrar como su segunda familia.

—Jaemin, ¿quieres agua? Pareces estar más pálido de lo normal —Y una vez más era atrapado de sus pensamientos por Jeno, quien parecía estar con normalidad. Ni una pizca de nerviosismo le recorre, y lo detesta por eso; por ser tan seguro de su presencia en el escenario— Olvídalo, si te doy agua es posible que provoque una erupción.

—Cállate, bobo. —Responde con firmeza antes de lanzarle una mirada asesina a través del tocador y con las manos inquietas merodeando por el material sobre la mesa.

—Así me amas.

Como quieras, quiso responder de vuelta.

—¿Y Jisungi-e?

—Créeme, es quien más ansioso está de todos nosotros… me aterra no poder controlar eso. —Refiriéndose al skater descansado al filo de la puerta, no pudiendo estar más de acuerdo con él y sintiendo hasta cierto punto, un poco de culpa por juzgarlo mal, ¿quien iba a creer que él estaba tan aterrado como él?

Lo haremos bien, pensó. No teniendo otra salida más que reprimirse y darle aquella seguridad de la cual escaseaba al rapero, sin darle mayor importancia y deseando volver pronto al dormitorio.

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CHRONICLES OF THE OF A DREAM
꿈의 하강 #데뷔하지않고(2013) 과거
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Sueños, dilemas mentales.ㅤㅤ

Un día más, un día menos, la adolescencia no era con exactitud el estado caótico del que muchos hablaban. Jamás quiso aceptar en un inicio las consecuencias de ser el único hombre de la casa además de su abuelo, el señor Na, quien solía mostrarle toda una diversidad de situaciones, tales como apoyar a quienes lo necesitan o dejar la mente de un chico privilegiado al ser hijo único, ideas que se habían adherido a las fuertes creencias que día a dia mantenía frescas en su memoria. Y no era la falta de un padre, siempre fue feliz al lado de su progenitora quien solía recordarle cuán brillante era la vida cuando recordaba los primeros días de nacimiento.

La primera semana de septiembre apenas comenzaba, serían días “pesados” pese a las condiciones climáticas pero eso no provocó el abandono a las actividades del día a día. Siendo esa misma tarde el momento preciso para entregar panfletos, hablar sobre la ayuda que brindaban como familia de manera comunitaria, y tener algún intercambio superficial de palabras con ciertos vecinos del mismo vecindario.

Para ser sincero, no venía de una familia millonaria o “acomodada” como diría su madre. La mayor parte del tiempo prefería situarse al borde del cemento con unas cuantas monedas para gastarlas en golosinas. Le agradaba esa sensación hogareña y burbujeante, no pedía mucho, no estaba interesado en pedirle a su madre por más detalles más que un plato de sopa de alga cuando cumplía años.

Si se ponía a pensar en el futuro, quería dedicarse a servir, soñaba con ser un cirujano y ejercer su profesión con orgullo. Quería ofrecer un futuro diferente a su madre pero tampoco podía adelantarse a los hechos, era un chiquillo de unos trece años y pese a ser más “maduro” de lo habitual, no quería darle tantos rodeos a acontecimientos inciertos, difíciles de creer probables.

Y si bien, creía férvidamente en el destino. Este no pareció ceder a sus deseos.

—¡Mamá! ¿Que sucede?

Una sonrisa nerviosa se apodera de sus labios, confuso e inseguro, pasea la mirada por cada rincón del jardín. Sin percatarse de otra presencia con vestimenta elegante y un enorme maletín oscuro tirando de su mano.

— Por favor, Jaemin, saluda al señor Park.

—Pero… mamá…

Pero ahí estaba, doblándose la tela hasta caer a la altura de los codos. Con una mirada nerviosa queriéndose obligar a mantener la compostura, no tenía idea de lo que acontecía frente a él. Tampoco estaba interesado cuando sus manitas deseaban moverse desesperadas en ir a comprar otras más de sus golosinas pero permanecía, aquellos ojos le inspeccionaban sin ninguna pizca de misericordia en ellos, ¿qué demonios debía hacer cuando se sentía tan incómodo? Una venía fue suficiente, no necesitaba más, ¿o si?

—Tú debes ser Jaemin, ¿no? Déjame explicarte… estoy aquí para ofrecerte algo que no podrás negarte a aceptar.

Qué mi**da.

Entre bocanadas de aire se limitó a decir un “no”, entre deslices torpes trató de huir pero fue detenido por su progenitora, llamándole, calmándole y haciéndole ver que las cosas podrían ser una gran coyuntura para la familia. Por supuesto; para su futuro.

—Seguramente nos conoces, en realidad… estamos interesados en ti, si no sientes confianza puedes venir a visitarnos y darte una idea de cómo trabajamos, ¿no les parece?

La confusión era aberrante, era un cíclico camino de dudas donde si bien no era una persona brillante entendía que quizá las cosas no iban a terminar como tanto se había convencido y planeado. El temor trastocó su pecho, la ráfaga violenta y poco idónea le invadió el pensamiento. Al final era un muchacho de complexión delgada a punto de darle el gusto a su mamá. De darle un giro total y quizá caótico a la sencilla vida que llevaba como todo adolescente a esa edad, ¿cómo iba a escapar? No había escapatoria y menos para el carismático agente que terminó dejándole una tarjeta de presentación junto a un pila de dulces.

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