Hablar, leer y escribir

¿Sabías esto? Todos los días aprendemos algo nuevo –si nos lo proponemos- y con esta voluntad apoyamos la mielinización de nuestros circuitos, por cierto, así que, encontré esto en la red y me parece interesantísimo compartirlo por aquí porque muy pronto estaremos hablando del proceso escritor, todo lo que tiene que ver con este hito de la expresión humana y cómo propongo trabajarlo. Te abrazo

¿A que has escuchado millones de veces: “la práctica hace al maestro”? Esto tiene una base neurobiológica que hoy me gustaría que quedara clara para ti, con más razón si tu hijo o alumno está en algún programa terapéutico, taller extraescolar o tú misma estás aprendiendo a hacer algo nuevo.
El aprendizaje requiere llevar una nueva experiencia al nivel de habilidad, eso es aprender en pocas palabras. Se trata de automatizar una serie de pasos para lograr una tarea específica sin tener que pensar en cada paso –si estás pensando en que no nos enseñaron a respirar y sin embargo lo hacemos automáticamente, no, no aplica en esta parte porque eso lo hace la maravilla de cuerpo que tenemos sin tener que pensar en ello porque nuestro sistema quiere mantenernos vivos y tiene funciones como ésta, para que te ocupes de aprender cosas que te hacen feliz, así que no lo echemos a perder, volvamos a lo nuestro- piensa en cómo te sentías al aprender a montar en bicicleta: tuviste que pensar en donde poner el pie, luego hacer malabares con tus cuatro extremidades –literalmente- para mantener el equilibrio, te caíste –te lo firmo- y te levantaste –porque aquí estás- y te volviste a caer –pero la siguiente vez te amarraste bien las agujetas- y te levantaste. El saldo después de todas esas costras, rodillas y codos raspados, en mi caso una fractura de brazo, es que APRENDISTE a andar en bici. Tal vez ya no, pero lograste aventarte la bajadita quitando los pies de los pedales y no morir en el intento porque ya no tenías que pensar en “Paso 1: pasa la pierna del otro lado del asiento, paso 2: con una pierna en el piso toma impulso y sube ambos pies a los pedales, paso 3….” Ya puedes hacer otra cosa mientras andas en bicicleta –por seguridad no de preferencia- porque andar en bicicleta ya es una habilidad que puedes considerar propia. Espero que mi analogía haya quedado clara si piensas ahora en los aprendizajes para habilidades nuevas que va teniendo tu hijo o tú misma. Si se caen, es parte de aprender, si necesita ayuda para “poner el pie en el pedal” de un aprendizaje como el de la lectura, bueno, pues habrá que practicarlo –en diferentes contextos, con diferentes materiales- hasta que sea una habilidad, hasta que se automatice, hasta que se repita tanto esa ruta neurológica, que sea rutina, mientras tanto ¡Disfruta el viaje! Porque “la práctica hace al maestro” y tú eres la mejor de todas las maestras. Gracias, te abrazo.

Cuántas veces te detuviste, cuántas veces frenaste algún proyecto –que seguro te sigue dando vueltas en la cabeza- porque pensaste que no sabes lo suficiente, que “no es lo tuyo”, que hay gente que es experta en ello, qué van a pensar los demás, qué van a decir los Limantour (pequeño chascarrillo), en resumen…No puedo. Y ahí se paró todo, en milésimas de segundo te hiciste añicos y dejaste pasar el momento de inspiración. Lo mismo puede haberte pasado con una pareja, un viaje, algún trabajo, la propia carrera, en fin ¿Te has preguntado por qué te pasa esto?
Calculo que durante tu infancia y adolescencia escuchaste más de un millón de veces “No puedes”, digamos en la escuela, por ejemplo, no estaba permitido hablar o discutir con el maestro absolutamente nada, por lo tanto, “no puedes hablar, no puedes pensar, no puedes tener una opinión” estaba implícito. Escuchar esos “no puedes” durante 21 días seguidos creó un hábito que te acompaña hasta el día de hoy. Creer que puedes hacer algo, inevitablemente te va a llevar a hacerlo, mira: lees esto porque crees que puedes, usas este teléfono para hacerlo porque no es algo que te cuestiones, es decir, crees y sabes que puedes hacerlo, entonces lo haces. Así de fácil, así de difícil. Imagínate lo poderosas que son las creencias sobre nosotros mismos, ahora voltea y mira a tu hijo o hija ¿Sabe lo maravilloso y poderoso que es? ¿Sabe que puede? ¿Tú crees que él puede? Qué importante que lo sepa siempre, pero con más ganas si ha tenido alguna dificultad para moverse, tal vez para hablar, leer, escribir o matemáticas o para lo que sea, seguramente ya ha escuchado por más de 21 días que no puede hacerlo y ahora cree que no puede. Si la motivación es la base de cualquier aprendizaje ¡imagínate! Debe saber que SÍ PUEDE, solo hay que intentarlo de diferente forma, con otro material, otra dinámica, desde otra perspectiva, cubriendo metas previas, cambiando el concepto de esa meta o solo intentando de nuevo porque ya pasó algún tiempo desde la última vez y hay que perder el miedo. Asegúrate que tu hijo y tú se encuentren en esta creencia firme antes de comenzar cualquier aprendizaje.
Y te lo digo a ti, mamá, papá, abuela, abuelo, tía, tío ¡Sí puedes! Nunca es tarde para creerlo con firmeza. Te abrazo.

Importante! ✔️⭐😉

🖍️No se te olvide, cada proceso es importante 🖍️