Heavydirtysould
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[Kaoru] Ya había bromeado sobre que Kojiro iba a "dejarlo en silla de ruedas". Pero resultó que quien lo dejó en silla fue otro hombre y... por las razones equivocadas.
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◌ Kojiro ◌
A esas alturas no le hacía gracia la broma, tuvo que contenerse en no romperle la cara a su otro amigo porque era prioridad llevar a Kaoru al hospital. Actualmente estaba siendo una especia de enfermero pero que el pelirosa estuviera lastimado no lo hacía más dócil.
— Quédate quieto, eres un pésimo lisiado...
[Kaoru] Le hizo un gesto. Como siempre, se estaban peleando.
—Y tú eres un pésimo enfermero.— La IA lo hacía mejor que Kojiro, eso era obvio.
Se le colgó bien, pasando un brazo tras el cuello ajeno. Estaba seguro que los fuertes brazos del más grande harían el resto.
—¿Te da celos que otro me dejara en silla antes que tú?— Dijo para molestar.
◌ Kojiro ◌
Si no fuera porque el pelirosa realmente estaba herido lo hubiera soltado para dejarlo sentado nuevamente en la silla de ruedas, pero aunque le hiciera enojar no podía lastimarlo.
Con cautela lo acomodó en el sillón, se había agachado para acomodarlo bien por ello su rostro quedó cerca del impropio y cuando hizo la broma dejó que sus miradas se cruzaran.
— No, eso quiere decir que deberé poner más empeño para que no vuelvas a patinar nunca más. — Le sonrió, satisfecho.
[Kaoru] Le encantaba Kojiro, eso no era ningún secreto. En especial ese contraste que surgía entre su apariencia y su trato, entre las palabras y su cariño.
El moreno tenía un cuerpo más grande y trabajado, pero lo estaba cargando tanto cuidado que apenas sintió el movimiento y el dolor en sus heridas. Sus palabras, igual, podían ser bruscas y aun dejarle sentir que se preocupaba por él.
Le miró cariñosamente, así de cerca.
—Soñar es gratis. Tú vas a ser quien no podrá levantarse cuando yo termine contigo.— Respondió desafiante, acomodándose en el sillón a lo largo para estirar las piernas.— Pero mientras tanto puedes seguir siendo mi enfermero. —Acarició esa mandíbula recta con el dorso de los dedos.— ¿Mh?
◌ Kojiro ◌
Siempre terminaba cediendo a su amigo de la adolescencia, era imposible no estar a su lado pese a lo irritable que era su personalidad y Kojiro tenía motivos de sobra para no poder apartarse de su lado.
Era tan bonito cuando le miraba de aquella forma que debió hacer acoplo de toda su cordura para no besarlo.— No será gratis sensei Sakurayashiki. — Le llamó como le decían las personas en su trabajo y se separó.
— ¿Quieres que prepare algo de comer o quieres quedarte solo? — Su móvil sonó por lo que lo sacó del bolsillo de su pantalón y sus ojos se iluminaron, era una de las chicas que había coqueteado por dos días y finalmente había mordido el anzuelo.
— Bonita, que sorpresa que llamaras a ésta hora... ¿Cómo estás?
[Kaoru] —¿No será gratis? Bien. Pero no es nada que no se pueda pagar. Supongo que esa comida tendrá un costo también. —Respondió arrogante.
No obstante fue interrumpido por el ruido del celular de Kojiro. Seguro que el otro ni terminó de oír su frase.
Cruzó los brazos, guardando silencio para no frustrar la llamada ajena.
Que el otro fuera solicitado por mujeres no era ninguna sorpresa. Aunque Kaoru no lograba sentirse a gusto.
Kojiro había ido hasta ahí para estar con él...
Suspiró, rodó los ojos y colgó la llamada del otro. Bastó con hacer "tap" en el círculo rojo de la pantalla.
—Luego tendrás tiempo para ella.
◌ Kojiro ◌
Estar con mujeres era muchísimo más fácil que pasar un solo minuto con Kaoru, nunca sabía bien lo que pensaba, era una pared, en cambio con aquellas chicas era sencillo, no daban vueltas y por ende, también aburrido.
— ¿Quieres hacer algo el f-? — Cuando su amigo finalizó la llamada lo miró sin una molestia real, sino con ánimos de fastidiarlo.— ¿Sabes cuanto me costó que me llamara? —Exageró, pero dos días eran dos días.— ¿Quieres que te de toda mi atención?~
Le acarició la mejilla con sus falanges, suavemente, su rostro era tan precioso.
[Kaoru] —Ah, pues a mí me ha costado dos fracturas tener toda tu atención, así que ahora la exijo. —Bromeó con arrogancia. No obstante esas caricias lo callaron.
Kaoru se quedó quieto y en silencio, mirando de soslayo que Kojiro hacía esos dedos rozarse contra su piel. Hizo subir una de sus manos, tomando la del moreno para guiarlo a tocar un poco más... Su cuello, su pecho...
◌ Kojiro ◌
No pudo evitar sentirse satisfecho con esa respuesta, Kaoru lo tenía a sus pies siempre, era Kojiro quién debía poner una distancia a la fuerza para no perseguirle por todos lados como un perro porque sabía eso no es lo que su amigo quería.
Pese a que las sensaciones de estar tocándolo eran agradables, él no podía continuar pues se sentía un aprovechado. Lo tomó de la nuca para acercarlo y besar su frente.— Iré a hacer algo para que te alimentes, ya regreso. — Tras decir ello se apartó y fue hasta la cocina.
[Kaoru] Kojiro le dio un beso en la frente y Kaoru miró hacia otro lado ¿Cómo es que el ma***to gigoló lo había rechazado?
—Tsch. — Le miró irse. —Pero apresúrate, gorila. —Dijo cruzándose de brazos.
Cuando se quedó solo, estuvo pensando sobre lo ocurrido, probablemente arrepintiéndose.
"Es un id**ta." Pensó. Un id**ta lindo.
—Carla ¿Qué debo hacer? —Masculló dirigiendo sus intenciones a la pulsera en su muñeca. Ésta brilló y respondió:
{ Lo siento, ese comando no está registrado. }
Suspiró.
Quería levantarse, pero era subirse a la silla de ruedas o nada.
Se quedó dormido mientras esperaba.
◌ Kojiro ◌
Algunas veces no sabia como ocultar lo que sentía y en esos momentos todo era delicado pues Adam se había comportado como un auténtico im***il, Kojiro siempre supo que no tenía oportunidad con Kaoru, pero le dolía de todas formas porque más que las fracturas debía dolerle el corazón.
Cuando terminó los espagueti llevó el plato hasta el living y lo vio dormido, así que con suavidad le acarició la mejilla, apartó un poco los cabellos de su rostro y habló en un tono suave.
— Kaoru... ¿Quieres comer o que te lleve a la cama? — Si estaba muy cansado lo mejor era que descansara.
[Kaoru] La caricia fue suficiente para comenzar a despertarlo, pero sólo abrió los ojos cuando escuchó su nombre en la voz del otro.
—¿Llevarme a la cama? —Sí, el tonto adormilado malinterpretó totalmente a Kojiro.
Levantó el brazo con el yeso y lo golpeó con él, aunque a fin de cuentas hacer eso le causó dolor a sí mismo.
—Ooouu. —Eso fue un quejido. —No soy una de tus chicas para que estés hablando de llevarme a la cama ¡Gigoló!
◌ Kojiro ◌
Había olvidado que incluso estando convaleciente ese hombre seguía siendo peligroso, con la guardia completamente baja no pudo esquivar aquel golpe, aunque de seguro le había dolido más al agresor que a él.
— No seas tonto ¿Quién querría llevarte a la cama? Seguramente eres super quisquilloso para coger, como lo eres con todo...
Había hablado un poco de más así que pincho uno de los ravioles que había cocinado y se lo metió en la boca para que se alimentara.
— Ahora te comerás todo este plato y luego irás a dormir para yo tener un momento de paz...
[Kaoru] Hizo un gesto. Al cabo que no quería revolcarse con ese im***il entre las sábanas.
Suspiró con fastidio hasta que la salida de aire fue impedida por un pedazo de pasta rellena.
Ma***to.
Cocinaba delicioso.
Kaoru cedió a los deseos de su amigo, mas a pesar de mostrarse dócil, hubo algo que lo dejó intranquilo: Las palabras de Kojiro.
"Quisquilloso para coger." Repetía en su mente una y otra vez.
¿Estaba mal si era exigente? ¿Si quería llevar el s**o a un nivel más allá que los simples instintos reproductivos y a la búsqueda de placer?
Ojalá lo supiera.
Pero, sí, era quisquilloso y por ello seguía siendo casto. Suponía que Kojiro no tenía idea.
Esa noche le ordenó a Carla seleccionar posibles amantes para él, para quitarse lo casto, para saber de una vez por todas lo que se sentía. Quizá debía dejar de ser "quisquilloso".
La lista de amantes generada por la IA incluyó a "Joe" de S en primer lugar. Al ver su nombre, Kaoru fue directamente al segundo...
Un viejo del mundillo de la caligrafía.
Había que confiar en la IA, así que el hombre de cabello rosado arregló todo para poder verse en secreto con aquel sujeto.
◌ Kojiro ◌
Continuó alimentando a su amigo aprovechando para observar sus labios de más al tener que ser cuidadoso con el tenedor. Se preguntaba a cuantas bocas había besado, si había hecho una ma**da.
Carraspeó su garganta, no debía pensar eso, Kojiro a su manera había aceptado que su amigo era un amor de su adolescencia y nada más, después de todo disfrutaba acostarse con las mujeres.
— ¿Quieres más? — Le preguntó pues había hecho para dos platos por si el adverso se quedaba con hambre.— Dime dónde quieres ir o te dejo en el sofá mientras aseo la cocina...
[Kaoru]
—Debes dar terribles cogidas si te da miedo que sea quisquilloso. —Habló sin saber. No tenía experiencia en el s**o así que lo que decía al respecto eran cosas aprendidas de otros.
Terminó su último bocado.
—Gracias, estoy satisfecho. —Le sonrió un poquito. Gestos así eran poco perceptibles pero seguro Kojiro podía distinguirlos. —Llévame a la habitación. —Alzó los brazos para que lo cargara, así, bien cómodo y perezoso. Claro ¿Para qué esforzarse si el grandullón lo podía llevar de una?
◌ Kojiro ◌
— ¿Tu crees? Puedo enseñarte mi móvil con las cientos de 'reseñas' de mis cogidas pero no creo que quieras leer algo tan banal... — Él podía mentir, pero Kaoru sabía que las mujeres siempre lo rondaban y eso era sencillamente porque éstas se iban contando en su grupo de amigas sobre como era tener s**o con aquel grandulón.— Aunque dicen que experimentarlo por tus propios medios es mejor a que te lo cuenten...
Habló con doble sentido no porque quisiera demostrarle a su amigo lo bueno que era, sino porque desde hacía tanto tiempo había deseado comérselo a besos.
— Vamos princesa malhumorada. — Aún sabiendo que iba a golpearlo lo cargó en brazos para llevarlo al dormitorio, lo recostó sobre la cama y tomaba las sábanas para arroparlo con cuidado.
[Kaoru]
—¿Prin —Zape— ce —zape— sa —zape— mal —zape— humorada?? —combo de zapes. — ¿Qué te pasa, bruto? —Chistó.
Fue curioso que al quejarse por el apodo prácticamente le dio la razón a Kojiro.
Se acomodó en la cama sintiendo su cuerpo hundirse cómodamente en las sábanas y el colchón. Kojiro se había agachado para arroparlo y, seguro, cuando intentara levantarse no podría. Kaoru le había sujetado de la camisa.
—Acuéstate, quiero una buena almohada. —Jaló un poco de él.
Parecía como si jugara, pero lo cierto es que no quería estar solo. Estar fracturado había limitado sus actividades en sobremanera. Si Kojiro se iba...
—Cuando me quede dormido te puedes ir. —
◌ Kojiro ◌
Resistió cada golpe de ese hombre intentando no reírse o le iría peor, aunque siguió fastidiándolo porque prefería verlo animado y no deprimido.
— Es uno de tus mejores atributos...
Kaoru era bonito incluso con su entrecejo arrugado, tenía una mirada que conquistaba a cualquiera, solo no se sentía inseguro porque no le había conocido un solo interés amoroso quitando del que ya sabía, y era mejor, quería cuidar su propio corazón.
— ¿Quieres compartir la cama con éste gorila? ¿Mh? — Se sonrió ubicándose a su lado, pasó un brazo bajo la cabeza adversa y lo acercó abrazándolo.— Me quedo aquí por si necesitas algo más luego... además no puedo marcharme dejando ese desastre en la cocina.
Excusas, más excusas para pasar tiempo a su lado.
[Kaoru] Agradeció que Kojiro simplemente aceptara quedarse con él. Así sin preguntas, ni explicaciones.
Kaoru sabía que muy probablemente el otro sabía que le gustaba... Y, también, por qué le pedía compartir la cama unos instantes. Pero ambos eran id**tas y estaban más preocupados por problemas y dramas personales.
Quizá, algún día, podrían decirse a la cara lo que ya sospechaban pero ninguno se atrevía a decir.
Se dejó atraer al cuerpo más grande, acurrucándose en su pecho sin decir nada. Su respiración chocaba con esos pectorales... ese cuello... Y seguro bañaba la piel ajena con humedad y calor.
—Bien... —Sonrió un poco, arrogante. —Desastres del desastroso. —
Subió su mano buena y, con las puntas de los dedos, dibujó líneas imaginarias en la piel morena. Los movimientos de Kaoru eran delicados al acariciar, tal como cuando hacía caligrafía. Apenas unos roces tocaron a Kojiro en uno de sus mechones de pelo y tras la oreja... la línea de la mandíbula... el cuello... la clavícula...
Debía detenerse...
Lo hizo.
Kaoru cerró los ojos, deseando quedarse dormido.
◌ Kojiro ◌
Era difícil para él estar en la misma cama que su amigo, pero no era un animal como creía el adverso, lo respetaba tanto y sabía que estaba convaleciente que no haría ningún movimiento para aprovecharse de la situación, se conformaba con ser su enfermero, su cocinero, con ser esa persona a la que le debería pedir ayuda y tragarse el orgullo.
Aquellos movimientos le hicieron erizar la piel, tener que aguantar un corto jadeo e intentar no verlo con deseo pero falló en aquello último por lo que agradecía que Kaoru haya cerrado sus ojos en vez de verlo.
Le hizo a un lado unos mechones, adoraba su cabello sedoso pero más le gustaba su rostro, no deseaba molestarlo demasiado para no recibir un golpe, así que tan solo le dejó un pequeño beso en la frente antes de cerrar sus ojos.
— Descansa.
[Kaoru] Cayó dormido profundamente, sintiéndose querido y a salvo en los brazos de Kojiro. Su calor, su aroma, su tacto... Al sentirlos, el calígrafo de cabello rosado no pudo sino descansar como hace mucho no lo hacía. Y fue por eso que no escuchó sonar su teléfono.
El timbre del celular sonó una y otra vez hasta que Kaoru, todavía dormido, lo buscó con la mano hasta tantearlo, encontrándolo.
—¿Mh? —Seguía dormido y con los ojos cerrados y el hombre al otro lado de la línea habló:
—Confírmame cuándo nos veremos. Estoy ansioso de tomar tu primera vez, hombre casto. —Sí, era el otro intelectual pidiendo ya una fecha.
—Ngh... —Pero Kaoru seguía dormido.
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━━━ CHAPTER 1: SLEEPING BEAUTY ━━━
❪ 👑 ❫
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Como la mayoría de las historias de la época éstas se transmitían en forma de tradición oral por lo que en cada generación había detalles agregados mientras que partes se iban esfumando con el correr del tiempo modificando de forma parcial cada leyenda. Algunas eran condecoradas a escrituras mientras otras descartadas del catálogo por el simple hecho de que sonaban demasiado irreales.
Como era el caso de la bella durmiente.
Hace más de un siglo un reino próspero festejó el primer año de la princesa, todos los aldeanos rebosaban de felicidad puesto sus reyes luego de un largo periodo de infertilidad habían logrado consumar su acto de amor trayendo vida a éste mundo con aquella pequeña. Al banquete fueron invitados muchos reyes y terratenientes de los reinos vecinos así como las tres hadas madrinas que siempre habían velado por la seguridad del reinado actual.
Las risas jocosas fueron interrumpidas por la presencia de una bruja recelosa de no haber sido invitada, por lo que maldijo a la princesa sentenciando que a la edad de dieciséis años pincharía su dedo con un huso que la haría caer en el sueño eterno de la muerte.
El horror inundó la sala, la bruja se marchó con la misma violencia que había irrumpido en el salón, mas una de las hadas madrinas que aún no le había otorgado el don a la princesa se apiadó de la pequeña lanzando un contra hechizo, ya que la maga era demasiado poderosa para contrarrestarlo el hada solo pudo cambiar el final del encantamiento, en vez de ser abrazada por la muerte, la niña dormiría durante cien años.
Aún así el rey ordenó quemar todos los usos de sus tierras y la prohibición de la tenencia de éstos, sin embargo, tal cual la bruja lo había espetado a la edad mencionada la chica curioseando una de las torres encontró a una anciana en su hilar y al tomar el huso de la rueca la princesa cayó en un sueño eterno al igual que todo el reino.
La leyenda fue perdiendo peso con el pasar de los años puesto como todo el castillo fue cubierto por una espesa vegetación nadie encontraba dicho reino para tener el privilegio no solo de despertar a la princesa sino ganarse de la noche a la mañana la potestad de una tierra al desposarla.
La historia indicaba que la mujer reposaba en una cama en la torre más alta del castillo a la espera de un hechizo más poderoso que la despertara del letargo.
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˓ 🌿👑 ˒ Disney Princess: Bad ending
— ❪ Hunting ❫ —
˓ 🌸 ˒
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Hanma shuji, pandillero, malandro, temido por muchos, mal hablado, misógino, peligroso, golpeador. El peor partido posible en la ciudad.
Sus amigas le habían advertido que tuviera cuidado con aquel muchacho de tatuajes y mirada sofocante pero a Kazutora le gustaba estar con esa clase de hombres un par de noches, después de todo los hombres rudos cogían bien y era todo lo que le interesaba.
Había frecuentado sitios donde el chico iba a hacer sus negocios, discos que usaban de tapadera para seducirlo con sus movimientos al ritmo de la música, pero aunque había obtenido su atención, ella quería más, no deseaba ser un trofeo más en su colección por ello aunque se sentó a su lado cuando la mandaron a llamar, no dejó que le tocara más que sus hombros y su cabello.
Ese im***il merecía que lo usaran un poquito, le demostraría el poder de las mujeres que se hacían valer, por lo que cuando le pidió ir a un sitio privado se negó porque ‘tenía otras cosas que hacer’. Con la excusa más vieja del mundo y negarse un par de veces a verlo finalmente logró captar la atención completa de Hanma, seguramente por hacerse la difícil, no iba a separar sus piernas tan fácilmente aunque le calentara de solo pensar en tener s**o con él.
— Shuji, éste sitio es magnífico… — Dijo luego de limpiar su boca a toquecitos.
No creyó que le invitara a una cita, pero vaya sorpresa se llevó cuando vio el hotel carísimo donde reservó para tener una velada romántica, pues sí, ella sabía que apenas terminaran su postre la llevaría a una de las habitaciones donde seguramente tendría los mejores or****os de su vida y ya no lo volvería a ver.
— ¿Quieres un poco?
De forma dulce tomó una porción de flan con el tenedor y lo acercó a la boca adversa usando su mano libre para ponerla debajo en caso que la comida se cayera, no quería que se ensuciara… o eso quería hacer creer, porque tiró aquel flan sobre el pantalón adverso.
— ¡Oh! Lo siento mucho, bebé… Deja te limpio.
Tomó una de las servilletas de tela para frotarla contra la mancha, muy cerquita de su entrepierna para que ya no quisiera estar en esa mesa sino en una cama jalando su cabello.
— ❪ Pasta & wine ❫ —
˓ 🐯 ˒
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Algunas veces agradecía que su hija no estuviera en la casa porque a Kazutora le gustaba la soledad y el frío que se colaba por debajo del gran ventanal del balcón, podía fumar y no tener una voz chillona enumerando los problemas que eso le traería, que ya no era joven y que iba a morirse.
Lo peor era cuando el de cabello largo le respondía que de todas formas iba a morirse, a veces era tan insensible, pero la chica también lo era, no tenían una mala relación pero era real que estando a una distancia regular era cuando podían sacar lo mejor del otro.
Ese día se quedaba a dormir de una amiga, lo cual era como su noche libre.
Había adoptado un gusto por la ropa holgada, cómoda, cuando se encontraba dentro de su hogar y amarrar su cabello en un rodete que ya se había desarmado un poco con la siesta que tuvo en el sofá mas sin embargo continuaba viéndose con cierta elegancia.
Destapó una botella de vino, puso música en un volumen bajo y mientras tarareaba decidió hacerle caso a la conciencia de su hija, en vez de pedir pizza haría pasta con alguna salsa, después de todo estaría solo o eso pensó cuando el timbre irrumpió el trago que estaba apurando en su garganta mientras los fideos estaban cocinándose.
Con parsimonia se acercó al portero y lo descolgó.— ¿Si?
— ❪ Uniform ❫ —
˒ BajiFuyu
◌ ● ◌
El joven de cabello largo no se caracterizaba por demostrar su preocupación, cuidaba a los suyos como ninguno pero siempre trataba de que todos vieran que él estaba relajado para solucionar las cosas. Con Chifuyu no podía.
Hacía días que no lo veía, lo cual era un evento por demás adrede ya que vivían en el mismo edificio, si no se cruzaban es porque el rubio no deseaba que eso ocurriera. Comprendía que sintieravergüenza luego de lo que había ocurrido, su madre le dio el peor castigo físico de su vida, todavía podía sentir esa chancla que le dio en la cadera baja como si siguiera allí clavada.
No sabía que tipo de castigo había recibido su amigo, pero que no fuera siquiera a las reuniones de Toman era grave, sobre todo porque algunos preguntaban y Baji no tenía idea de que responderles.
La cúspide de la preocupación alcanzó cuando uno de los profesores indicó que Chifuyu se había transferido de escuela, listo, era suficiente para que un tonto como él se saliera de clases y buscara al chico por su barrio.
Si el de ojos claros no quería verlo sería fácil encontrarlo, solo debía tomar las calles que ellos nunca tomaban, no tuvo suerte alguna, pero a la mañana siguiente volvió a intentarlo, una y otra vez. Saliendo antes de su casa, después. Nada.
Aquel día estaba por demás desanimado mas se entretuvo siguiendo un felino blanco por una pared, lo iba acariciando hasta que vio una chica de cabello rubio, la ignoró, pero al verla mejor comprendió porqué no estaba encontrando a su amigo, llevaba uniforme de mujer.
—¡CHIFUYU!
Gritó guiando sus pasos directo hacia él ¿Qué locura era esa?