decidí creer en las freesias
las palabras que soy incapaz de pronunciar
esta noche te recordé,
era gracioso y no imaginas el pánico que me daba al caer en cuenta que habíamos coincidido tantas veces.
no te dije “adiós” como tal. ya sabes, la palabra.
por si algún día me lees:
agradezco las flores amarillas y el girasol,
pero se marchitaron pese a los cuidados.
murieron, así como mi confianza por ti.
fragmento de la carta veintiuno
"[...] ¿recuerdas que hablamos en un par de ocasiones sobre una próxima vida? fue una de esas pláticas nocturnas y es mi recuerdo más claro sobre ti. me reí con tu reacción al mencionar que a uno de nosotros le quedaban más años aquí que al otro.
¿aún quieres compartir una vida y ser humanos que tienen la misma edad? ¿o prefieres nadar tan libre como aquel inteligente cetáceo?
la verdad es que ya no estoy tan segura de mi respuesta y me duele un poco el admitirlo. no sé si ser una persona otra vez sea lo mío, no sé si volver sea una opción para mí. ya no quisiera ser una persona y lo que conlleva, tampoco quiero ser un animalito doméstico que goza de comodidades y la lleven a verte nadando en un diminuto y estresante lugar. es cruel.
y si llegase a volver, creo que prefiero ser una mariposita, ese insecto volador, cuyas alas suelen ser coloridas. quiero ser aquella sobre la que cantan e inspira a quien la vea. pero no te preocupes, que me aseguraría de aletear lo más fuerte que pueda para que tu vida siempre esté llena de cosas lindas y las corrientes de aire se encarguen de hacerte sentir todo el cariño que te tengo.
quiere que el viento sople a tu favor siempre,
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