Tinto Cultural

Hoy Tenorio nos cuenta dos historias para entretenernos

Cuento 1.
Había una vez tres personajes Diego, Fausto y Carlos. Eran conocidos en todo el mundo por sus hazañas en el fútbol, pero también por sus extravagantes personalidades.

Diego, el más famoso de los tres, era conocido por su habilidad para hacer malabares con la pelota como si fuera parte de su cuerpo. Pero fuera del campo, era igual de hábil para hacer malabares con su vida personal. Siempre estaba en el centro de la atención, ya sea por su último gol espectacular o por su última farra.

Fausto, por otro lado, era conocido por su velocidad en el campo. Podía correr más rápido que cualquier otro jugador, y a menudo dejaba a sus oponentes en el polvo. Pero fuera del campo, era igual de rápido para meterse en problemas. Siempre estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado, y sus amigos a menudo tenían que sacarlo de apuros.

Carlos, el más tranquilo de los tres, era conocido por su precisión en el campo. Podía colocar la pelota exactamente donde quería, y sus tiros a gol eran cosa de otro mundo. Pero fuera del campo, era igual de preciso con sus bromas. Siempre tenía una broma lista para cualquier situación, y sus amigos a menudo se reían hasta las lágrimas.

A pesar de sus diferencias. Y aunque a menudo se metían en problemas, los tres eran buenos amigos. Siempre se comprendían, ya sea en el campo o fuera de él.

Los tres futbolistas hicieron un partido de exposición en una pequeña localidad, ese día los tres cometieron de las peores torpezas de cada uno durante un partido importante, decidieron hacer una jugada secreta que habían practicado en entrenamientos. El primer futbolista se tropezó con el balón y cayó al suelo, el segundo pateó en la dirección equivocada y el tercero intentó hacer una chilena, pero terminó golpeando al árbitro en la cabeza.

El estadio entero estalló en risas y los tres futbolistas se miraron entre ellos con cara de confusión. A pesar de todo, lograron anotar un gol accidentalmente y ganaron el partido. Desde entonces, se convirtieron en los futbolistas más queridos por su torpeza y suerte inesperada en el campo

En resumen, Diego, Fausto y Carlos eran más que solo futbolistas. Eran amigos, compañeros de equipo y, sobre todo, personajes. Y aunque sus vidas estaban llenas de altibajos, siempre encontraban una manera de reírse de sí mismos y de la situación. Porque al final del día, debemos habernos divertido con lo que hacemos en nuestro diario vivir.

Cuento 2.
Había una vez, en un universo paralelo, donde Alberto, un famoso físico, y Amparo, una actriz de la televisión, eran vecinos en un pequeño pueblo.

Un día, Alberto estaba trabajando en una nueva teoría física, cuando de repente, se cortó la luz en su casa. Desesperado por terminar su trabajo, decidió pedir ayuda a su vecina, Amparo.

Amparo, que estaba en medio de una sesión de yoga, se sorprendió al ver a Alberto en su puerta. "¿Qué haces aquí, Alberto?", preguntó. "Necesito terminar mi teoría, pero se ha cortado la luz en mi casa", respondió Alberto.

Amparo, siempre dispuesta a ayudar, le ofreció su casa. "Puedes trabajar aquí, Alberto. Pero a cambio, tendrás que unirte a mi sesión de yoga".

Alberto, aunque inicialmente reacio, aceptó la oferta. Después de todo, necesitaba terminar su trabajo. Así que, mientras Amparo continuaba con su yoga, Alberto la acompañaba, ese era el compromiso, para poder trabajar en su teoría.

La imagen de Alberto intentando hacer yoga mientras resolvía ecuaciones complejas era realmente cómica. Amparo no pudo evitar reírse al ver a su compañero intentando mantener el equilibrio en una pierna mientras garabateaba en su pizarra.

Al final del día, Alberto logró terminar su teoría y Amparo logró enseñarle algunas posturas de yoga. Ambos se rieron de la situación y se prometieron ayudarse mutuamente en el futuro.

Y así, en este universo paralelo, Alberto y Amparo se convirtieron en los mejores amigos, compartiendo risas y conocimientos, demostrando que la ciencia y el entretenimiento pueden coexistir en armonía. Eso si Amparo seguía siendo una famosa Diva y Alberto un famoso científico, todos dos al servicio de la sociedad.

OSCAR VELASQUEZ NARVAEZ

Hoy Tenorio nos entrega dos historias, para tener en cuenta

1. El Educador y la Tiza Mágica”
La primera historia, es la del profesor don Pedro. Don Pedro era un educador muy apasionado por su labor, enseñaba en una pequeña escuela rural y tenía a su cargo cien niños en tres grupos de primaria, primero, segundo y tercero básico,
Don Pedro Siempre llevaba consigo una tiza mágica. Cuando escribía en el pizarrón, las palabras cobraban vida. Un día, mientras explicaba matemáticas, ¿el número dos aplastaba siempre al número uno y los alumnos siempre preguntaban por qué?

Don Pedro les contestaba, diciendo que el dos se creía más grande que el uno, pero el Uno aguantaba por que decía que algún día sería el dos, y quedarían parejos, para enfrentarse como debería ser.

Como el número uno, nunca llego a ser dos, Don Pedro quiso buscar como les explicaba a los estudiantes por qué y que iba a hacer el número uno.

Un día dibujó un elefante que comenzó a bailar. Los estudiantes se asombraron y rieron. Don Pedro enseñó a los estudiantes que ese elefante era el número uno, y que logro bailar valet primero que el numero dos y desde allí supo que no importaba ser más grande que el dos, lo importante era hacer lo que deseaba y como él lo deseaba lo haría primero que todos,

Desde allí con más creatividad y alegría. Las lecciones de Don Pedro se
volvieron inolvidables.

Años después, cuando los antiguos alumnos recordaban a Don Pedro, siempre mencionaban la tiza mágica. Decían que no solo aprendieron matemáticas, sino también la importancia de la imaginación y la pasión en la educación.

Don Pedro continuó enseñando con su tiza mágica durante muchos años. Sus alumnos se convirtieron en profesionales exitosos, y algunos incluso se convirtieron en educadores.

Un día, cuando Don Pedro se jubiló, sus antiguos estudiantes organizaron una sorpresa para él. Le regalaron una tiza dorada con un mensaje grabado: “Gracias por enseñarnos a soñar”. Don Pedro sonrió y supo que su legado trascendería generaciones.

2. “El Campesino y la Roca”
Juan, un campesino muy fuerte, además muy humilde, vivía en las montañas. Un día en su camino al mercado encontró una enorme roca, a la que todos le temían por ser tan grande. Juan decidió moverla. Trabajó incansablemente, pero la roca no se movía ni un centímetro. Invitó a otros campesinos a ayudar. Juntos, empujaron y empujaron, pero la roca permanecía inamovible.
Un anciano sabio se acercó a Juan y le dijo: “La roca no se moverá, pero tú sí”. Juan reflexionó sobre esas palabras. Aunque no pudo mover la roca físicamente, su esfuerzo lo hizo más fuerte y viendo que esta actividad unía a la comunidad, se dio cuenta que él y la Roca se convirtieron en un símbolo de perseverancia y trabajo en equipo.
Juan nunca pudo mover la roca, pero su esfuerzo no fue en vano. La comunidad se unió y construyó un camino alrededor de la roca. Plantaron flores alrededor de ella y la llamaron “La Roca de la Perseverancia”. Cada año, celebraban un festival en honor a Juan y su lucha contra la roca. La gente compartía historias de superación y trabajo en equipo. Juan se dio cuenta de que su verdadero logro no fue mover la roca, sino inspirar a otros a superar obstáculos.

Juan continuó su vida como campesino, pero nunca olvidó la lección. Cada vez que enfrentaba un obstáculo, recordaba que su esfuerzo no era en vano, incluso si los resultados no eran visibles de inmediato.

OSCAR VELASQUEZ NARVAEZ
JULIO 14 DEL 2024

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DOS PREGUNTAS Y RESPUESTAS
Tenorio recordando cosas de la vida, y pensando en que, si las cosas hubieran sido diferentes, que sería de la humanidad.
Por ejemplo, Pitágoras que se la pasaba fuera de casa y Enusa, su esposa, aprovechaba estos momentos de ausencia para hacer travesuras con los vecinos, que si la acompañaban.
cuatro de los vecinos eran analfabetos y se dedicaban a cuidar casas, en la antigua Grecia a los que cuidaban tierras los llamaba “catetos”, eran campesinos que se la pasaban todo el tiempo trabajando de vigías para los grandes terratenientes de la época.
Un día que Pitágoras volvió temprano a casa y ocurrió lo esperado, sorprendió a su esposa con los cuatro catetos y con el enfado logro matar a la infiel y a sus acompañantes. Decidió enterrarlos en el jardín de su casa, un precioso terreno de forma rectangular, el doble de largo que de ancho.
Pitágoras, dividió el terreno en dos mitades iguales, por lo cual quedaron dos cuadrados iguales, en el primero enterró a Enusa.
La otra parte del rectángulo que quedaba la dividió en partes iguales Y procedió a enterrar a los campesinos en cada una de estas.
Pitágoras después de este despropósito, procedió a buscar calma y se subió a la montaña más cercana para pensar, meditar y mirando desde allí, observó el jardín de su casa, analizó y concluyó:
"La suma de los cuadrados de los catetos es igual al cuadrado donde quedó la HI.PT DE ENUSA"
Si me hubieran explicado así, seguro no se me había olvidado, dijo Tenorio.
Otra pregunta que se hace Tenorio es quien se invento los cuñados y para qué sirven.
Cuenta la historia que una vez un hombre se sintió mal y cayó al suelo desmayado, inmediatamente quienes estaban con el lo trasladaron a l hospital, era una institución católica, administrada y custodiada por monjas, el paciente tubo un bajón de presión debido a un problema cardiaco y de inmediato lo operaron.
Cuando el paciente despertó, a su lado estaba una monja con cara de cascarrabias, se presento y le dijo “soy la madre REFUNFUÑA, y mi labor es cuidar los recursos del hospital, teniendo en cuenta que la operación fue todo un éxito, veo que ya se está recuperando.
Pero sin embargo hay un asunto todavía para revisar, y continuo con las siguientes preguntas:
-tiene usted seguro médico?
-no hermana, le dijo el paciente.
-Tarjeta de crédito?
-no hermana.
-tiene efectivo para pagar?
- No tengo dinero Hermana.
La monja preocupada, comenzó a sudar frío y prosiguió:
- Entonces... ¿chequera, aun cheque posfechado si gusta?
- Tampoco, Hermana.
la monja, ya desesperada, prosigue:
- ¿tiene algún pariente que pueda apoyarlo o hacerse cargo de la cuenta?
- Ah, sí... tengo una hermana solterona, es monja, pero no sé si ella me pueda apoyar.
La monja, un poco exaltada, le corrige severamente, diciendo:
- ¡Perdóneme usted señor, pero las monjas no somos solteronas!
¡nuestro rol en la vida es servirles a los humanos y Estamos casadas con Dios!!!
- ¡Ah! ¡espectacular!
¡Entonces..., por favor, mándele la cuenta a mi cuñado!
Así fue cómo nació la expresión..."QUE DIOS LE PAGUE" y, por consiguiente, concluimos que “los cuñados si sirven”
Siempre nos hacemos preguntas, que, si pensáramos con mas calma, las preguntas pudieran ser más simples.
OSCAR VELASQUEZ NARVAEZ
JULIO 31 DEL 2024

Estos relatos fueron extractados de documentos de la argentina, Hilda Duhart, así como de otras fuentes.

Un Tinto Cultural

HECTOR EN COLOMBIA
Mayo13 del 2024

Tenorio hoy, nos comenta una de tantas experiencias que suceden en nuestro país y que simplemente quedan en la historia para el recuerdo.
En las montañas de Colombia, a comienzos de la década de los 80 un señor con mucho poder económico quiso celebrar el fin de año con sus amigos, para ello programó una gran fiesta en una de sus fincas que entre otras poseía un zoológico.
Para el día de fin de año (diciembre treinta y uno) del año 1980, el personaje invitó a los cantantes de salsa Héctor Lavoe, Ismael Rivera, Gilberto Colon, Vicentico Valdés y un grupo de músicos de Salsa que fueron contratados para que tocaran allí y asistieron cumpliendo un contrato preestablecido.
Cuando Héctor Lavoe se presentó ante el selecto grupo de personas, la voz del anfitrión se escuchó al fondo diciendo “por favor inicie con YO SOY EL CANTANTE”. Héctor amablemente le concedió el deseo, una vez terminada la canción, nuevamente la petición, “otra vez por favor YO SOY EL CANTANTE” y así una y otra vez más.
Cuando llevaba aproximadamente 10 o 15 veces, Héctor dijo;
–por favor no más, ya la he cantado muchas veces, porque no seguimos con el espectáculo y cantamos otras canciones.
Inmediatamente el anfitrión contestó:
-Yo soy el que paga este contrato y me tienen que dar gusto, quiero seguir escuchando esta canción.
Héctor con gallardía y orgullo, dijo;
-tenemos un largo repertorio y venimos preparados para cantarlo, nuestra presentación va hasta las dos de la madrugada y queremos darles gusto con nuestra música.
También se paró Ismael Rivera molesto dijo que no podían cumplir el contrato así.
El anfitrión pregonó, que ellos debían dar cumplimiento y cantar lo que se les pedía, y el pedido era seguir cantando esa canción hasta las seis de la mañana, en caso de no querer debían someterse a lo que él dijera, e inmediatamente procedió a sacar un revólver y los guardaespaldas igual dirigieron sus armas a los músicos y demás cantantes.
En razón a que los artistas se negaron a seguir, el anfitrión quiso dispararles, pero, no lo hizo y procedió a dar orden de encerrarlos en una habitación y guardar los instrumentos y documentos de los contratados.
Con la angustia de pensar que los matarían, los artistas se mantuvieron en la habitación hasta el amanecer y, Héctor en forma arriesgada, procedió a abrir la puerta, que daba al exterior y vio alrededor de la piscina a los invitados exhaustos, borrachos y drogados profundos dormidos, procedió a hacer ruido a ver si había alguien por ahí, solo apareció una señora uniformada de empleada de aseo.
Esta señora les dijo que cuidado que de pronto se despertaban, en especial el anfitrión y les hacía algo, a lo que procedió a mostrarles una ventana al final de la habitación, que daba hacia la montaña, les indicó que por allí podían salir, subir la montaña y aproximadamente en una hora encontrarían la carretera que los conducía hacia la ciudad más cercana y que, por favor, el ultimo que saliera, cerrara la ventana, porque solo el propietario podía utilizarla.
Todos salieron por la vía que les indicaba la señora, caminaron hasta encontrar la carretera. Mas adelante por la vía pasó un camión y procedieron a lo que llamamos echar dedo, a ver si los llevaba a alguna parte.
¿El conductor del camión a ver que eran 15 personas, les dijo – y quien me paga?
Héctor liderando el grupo, le dijo que él era Héctor Lavoe, que los llevara al hotel, y que como allí no tenían dinero, en el hotel le pagarían lo que costaba el transporte.
El conductor, no le creyó y dijo que no, que era mejor esperaran otro vehículo. Héctor, insistiendo le pidió que les diera la caridad, que le pagarían lo que fuera.
El conductor riéndose por lo que decía el pasajero, le dijo – Si eres Héctor Lavoe, demuéstramelo cantando, por ejemplo “YO SOY EL CANTANTE”.
Héctor, le dijo que pidiera otra canción, pues precisamente, estaban en esa situación por no cantar esa canción, y le contó lo que había sucedido.
El camionero, al ver que era poco creíble, insistió, cánteme “YO SOY EL CANTANTE” y los llevo.
Héctor con angustia, rabia y miedo, aceptó y procedió a cantar, los músicos y los otros cantantes le hicieron coro y el conductor se dio cuenta que verdaderamente era Héctor Lavoe y procedió a transportarlos.
Una vez llegaron al hotel, le pagaron y al camionero le quedo el grato recuerdo de haber transportado y sacado de un apuro a Héctor Lavoe e Ismael Rivera.
Al día siguiente, en el hotel un personaje muy extraño, preguntó por los artistas, y después de un rato, pensando si salirle o no, Héctor bajó a hablar con el que preguntaba por ellos, y la sorpresa fue grande, cuando le dijo que venía a entregarles los instrumentos, los documentos y un cheque por un valor considerable, más alto que el acordado, todo adicional a las disculpas enviadas por el anfitrión, pues estaba completamente seguro de que había actuado mal.
Héctor sin más preguntas, le agradeció y se despidió de la persona y le mandó a decir al anfitrión que consideraba muy difícil volviera a cantar para él o para otros en la región, prosiguió a organizar con los cantantes y los músicos a empacar e irse y olvidar esta mala experiencia.
OSCAR VELASQUEZ NARVAEZ

DIOS Y NOSOTROS.
Mayo 1 del 2024

Tenorio habló con Dios y le contó esta historia.
Un día se puso en el trabajo de inventarse algo, y procedió a crear un primer día la luz y vio que funcionó, hizo el día y la noche, el día para apreciar y la noche para mirar la obscuridad y se acostó, se levantó al siguiente día y dijo:
- Quiero aguas, cuando falte abajo lloverá y caerán las de arriba, buena idea si no llueve tomaré agua del mar, los ríos, etcétera. Y se acostó en su hamaca, el tercer día pensó, pura agua, que pereza, echémosle algo, y creó los continentes, tierra en medio del agua, y listo, montó su hamaca, se levantó el cuarto día y dijo:
-Necesito adornar esta vaina, creo el sol, la luna y las estrellas, bueno, se le fue la mano, fueron muchos elementos galácticos. Es de anotar que se hizo un espacio para el vivir allí, brillante bien amplio y la llamó el cielo.
Cuando se levantó el quinto día y vio que desde donde él estaba hasta el cielo no había nada y creó las aves. Por ahí derecho pensó en el agua y creó los peces, el sexto día vio que el aire tenía ventajas con la tierra, le hizo animales, aparecieron los animales terrestres, pero observó que todos animales anduvieron por su camino sin pensar, solo siguiendo instinto y les dijo a los operarios, necesito me hagan un animal que se mueva sin necesidad de ser dirigido, es más que dirija a los demás, que piense, planee, que evalúe y pueda administrar lo que les doy.
Ahí comenzó el problema, era muy difícil elaborar este animal con dichas características, y los ángeles u operarios de Dios comenzaron la obra. Cuando habían armado la estructura, el animal se paró y se fue sin ser terminado. Los ángeles preocupados le preguntaron a Dios que hacían, pues no alcanzaron a pararlo. Dios vino a revisar, se encontró con graves problemas. El animal se habían ido y encima de la mesa de operatividad habían quedado varios chips que decían amor, caridad, solidaridad, Bondad. Sinceridad, Empatía, Paciencia, Gratitud, Perdón, Humildad y Responsabilidad.
De igual forma cuando el animal salió corriendo, cogió una bolsa y se la llevaron, Dios preguntó que tenía esa bolsa y los ángeles le dijeron que no se preocupara, que era una bolsa de la basura que separaban para el reciclaje. Allí echaban los chips que sobraban para que los arreglaran.
Pero Dios insistió preguntando,
-que llevaban esos chips?, Los ángeles le contestaron que por lo general esos chips están cargados de antivalores como la deshonestidad, la injusticia, la intransigencia, la intolerancia, el irrespeto o la irresponsabilidad, la deshonestidad, la mentira, la deslealtad, la Corrupción, Injusticia, Intolerancia, el Egoísmo, la arrogancia, la Soberbia, el Odio, la envidia, la Enemistad, la desigualdad, la Infidelidad, la Inmoralidad, la Irresponsabilidad, la guerra, la Esclavitud, la Traición y otras que son resultado de éstas.
Dios preocupado por este evento, trató de alcanzar al animal. Sin lograrlo, lo buscó mucho, pero nada, fue allí donde les pidió a sus operarios construyeran otro animal, para que bajara lo buscara y acompañara. Crearon a la mujer, con algunas características diferentes y todas las cualidades, le incorporaron los primeros chips. Ella bajó, se quedó con él y decidió acompañarlo por toda la vida.
Dios viendo que no volvían, le dejó al animal y a su pareja un mensaje en un árbol, que decía “por favor cuando visiten este árbol se comunican conmigo, para confirmar llevan con ustedes al fruto de este árbol, pero “no se lo coman”.
Se devolvió a recostarse en la hamaca y pensar, que hacía con él, jugando en el patio estaban todos sus hijos y parientes que siempre lo han acompañado, ellos jugaban, cantaban, bailaban, oraban, reían, gritaban, en fin, se divertían.
Dios siempre los esperó, pero no aparecieron nunca, y desesperado empezó a mirar a su familia, y le dijo a Abraham:
-Mira Abraham, hijo, necesito bajes. Si encuentras al hombre y le dices que lo necesito, que vuelva o lo traes.
Abraham tomó camino, y lo encontró, tratando de convencerlo, pero aquel animal como tenía propio criterio dijo que no, que él no subía. Abraham tratando de ayudarle a Dios, le enseñó qué el hombre debía tener a quien adorar y le dejo unos documentos para montar religiones, subió y le dijo a Dios, no mi Dios ese personaje, hay que buscar otras formas para que suba.
Dios dijo, si no quiere subir, les envió a los tres chicos super poderosos, que jugaban a las religiones en el patio, Isaac, Ismael y Moisés, niños por qué no me hacen el favor entre los tres y me traen al hombre. Ustedes que son tan avispados les hace caso. Estos tres bajaron en tiempos diferentes, haciendo una estrategia, a ver si lo convencían, le pidieron a Dios que les prestara a los profetas y entre todos trataban de convencerlo, pero después de mucho tratar, la estrategia no funcionó. Los tres super-poderosos y los profetas subieron al cielo agotados, con ese animal es imposible, le hicimos juegos de familia, religiones, Moisés los sacó de la esclavitud y le dio reglas para que aprendieran a comportarse, pero mi Dios, el animal no desea responder.
Dios desesperado, les envió otros hijos como Buda, y nada tampoco fue capaz, se levantó y le dijo a su bella hija María, ve con Jesús y haz lo que sea para que hagan caso, María y Jesús bajaron, emprendieron el trabajo más difícil de sus vidas, invitaron a otros personajes como los doce apóstoles, María Magdalena, Lázaro, David, Juan Bautista y otros más, inclusive Jesús se hizo crucificar a ver qué pasaba y como había bajado los chips de valores, se los incorporó con una inyección llamada “PASIÓN DE CRISTO”, y subieron a contarle a Dios lo que había hecho. Dios con la misma amargura, pero esperando a que la estrategia de Jesús lo lograra, siguió en el intento, pero nada, inclusive alguien le conto que con todos lo que le mandaba, estaba montando negocios que los llamaba religiones y se enriquecía cada vez más con ellas y que cada vez había más y más religiones, iglesias y animales del mismo tipo, decidió pensar en otras estrategias a ver.
Envió a Sócrates, Platón, Aristóteles, Gandhi, Mandela, Martin Luther King, Kennedy, Marks, Descartes, Kant, Rasputín, Martin Lutero y todos sus amiguitos, estas filosofías tampoco lo lograron.
Dios dijo bueno, busquemos con el entretenimiento, y mando la música, envió a sus hijos Mozart, Bach, Beethoven, Brahms, Schubert, Vivaldi, Verdi, Tchaikovsky, Wagner, Chopin Y a otros amiguitos, pero nada, entonces mandó a Elvis, Lennon y su banda, a los Rolling Stone, a Celia, Rafael, a Paloma, Madona, Caruso, Carreras, Pavarotti, Placido, Shakira, Joe, Lady Gaga, Fruco, y músicos regados por toda la tierra y con esta música tampoco se decidía a subir.
Se inventó el deporte y nada, el teatro menos, la pintura y escultura, enviando a Leonardo da Vinci, Picasso, Van Gogh, Botero, Frida Kahlo, Salvador Dalí, envió escritores como Kafka, Wilde, Dickens, García Márquez, Wilde, Víctor Hugo, Tolstoi, Dios pensó, hay que pintarle otra cosa.
Inventó el cine y sus hijos Leonardo DiCaprio, Steven S, Rocky, Morgan Freeman, Jim Carrey, Travolta, Olivia, Eddy Morphy, Will Smith, Marilyn, etc. Personalidades de la televisión como Oprah Winfrey, Fallón, etc. El animal dijo, váyanse con esa película a otra parte.
Dios sigue insistiendo, aunque el animal no le haga caso. Decidió hacerlo él mismo y opto por bajar y meterse en el corazón de aquel animal, al menos para que lo tenga a Él en su corazón.
Desde allí todos llevamos a Dios en el corazón y cada uno de nosotros actúa con los valores para bien de todos o por el contrario si deseas actúa con antivalores, recordemos las palabras sabias de nuestros abuelos "La verdadera fortaleza radica en la integridad y el buen trato hacia aquellos que te rodean".
DIOS Con determinación, decide no sucumbir ante la tentación y nos invita a enfrentar la vida y actuar con valores, valentía y verdad.
El Universo te da la libertad con Amor y nosotros definimos como actuar.
OSCAR VELASQUEZ NARVAEZ

Tinto Cultural Bienvenidos a TintoCultural
Este sera un espacio en donde podremos en compañía de todos nuestros a

EL PROFESOR NEPOMUCENO.
Abril 19 del 2024
Hoy tenorio nos cuenta sobre un remoto pueblo ubicado en las montañas Andinas de Colombia, que, así como en el macondo de García Márquez, el tiempo se detenía entre los aromas combinados del café en cultivo, en trilla y recién hecho para tomar. Allí vivía el profesor Nepomuceno, un hombre de estatura mediana, mirada de señor elegante y la pasión por el conocimiento solo era comparable a su enmarcado amor por la naturaleza.
El profe como le decían en el pueblo dedicaba sus días a impartir clases en la única escuela del pueblo, instruía a los niños en la lectura, la escritura y las matemáticas, artes que aseguraba, las necesitaría toda su vida. Su inquietante pensar, lo ubicaba siempre buscando más allá de lo que veía, exploraba misterios del universo y soñaba con surcar los cielos como aquellas aves que veía siempre en las madrugadas, cuando abría sus ventanas.
Una noche, mientras observaba las estrellas a través de un telescopio viejo, que heredo en el cierre de la escuela del pueblo vecino, le surgió una descabellada idea: construir una máquina voladora. La idea lo embriago por completo, y desde allí no descansaba hasta convertir su sueño en realidad.
Poseía escasos recursos, pero su ingenio era innato y su terquedad incansable, el profe comenzó a trabajar en su proyecto. En el patio trasero de su casa, rodeado de chatarra y herramientas oxidadas, se dedicó a construir un armatoste de madera y metal que, según él, conquistaría el cielo.
Los habitantes del pueblo lo observaban con curiosidad y escepticismo los avances del profe. Unos se burlaban, otros con escepticismo solo lo observaban y algunos lo admiraban, pues su idea no era para nada normal, considerándola una locura producto de su excentricidad, pero eso sí, su tenacidad y espíritu aventurero, descrestaba a todo el mundo.
El profe no se alarmaba por las burlas ni los comentarios negativos. Trabajaba sin cesar, su pasión e inquebrantable fe lo empujaban a seguir siempre. Horas, días, semanas y meses transcurrían mientras el armatoste tomaba forma y se convertía en la cosa más extraña, una mezcla de alas, hélices y un motor que emitía un sonido entre espectacular e insoportable, casi hasta el punto de encenderse.
Un día se escuchó el grito del profe, ¡Al fin! Lo logre lo que todos esperaban, programo el día esperado: el día en que el profe pondría a prueba su invento. Reunió a todo el pueblo en la plaza central, coloco su máquina voladora. Todos expectantes. El profe subió a su creación, ajustó algo y encendió el motor.
La máquina vibró intensamente, levanto una nube de polvo. Luego, poco a poco, comenzó a elevarse del suelo, ante la mirada atónita del pueblo entero. El profe había logrado su sueño: volaba entre las nubes, como un ave.
Todos vitoreaban y aplaudían, se contagió el pueblo de la alegría y la emoción del profe. Desde ese día, el profe, se convirtió en una leyenda en el pueblo, un símbolo de la perseverancia que empujaba a todos a soñar, sin importar si era una idea loca o imposible de realizar.
En el corazón del pueblo, donde el tiempo se detenía entre el aroma a café recién cosechado y hecho, las historias fantásticas de los habitantes, el profesor Nepomuceno, se convirtió en compañía de su máquina voladora en una parte importante del pueblo y su folclore, pues el soñar hace parte de la cultura de todos y cada uno de los habitantes de estas tierras montañeras, que limitan con la naturaleza y de esa realidad al borde de la locura, con mucha pasión y una pizca de magia.
OSCAR VELASQUEZ NARVAEZ

EUCALYPTUS DON AND COCAO DON
APRIL 1, 2023
Today Tenorio tells us a story, where in a small town, where wooden houses lined up next to fields of golden wheat, there were two great characters: Euripides, the Engineer in Wood Processes, and Rodrigo, the Engineer in Agroindustrial Processes. The first was called "Mr. Eucalyptus" because of his dexterity with wood, and the second "Mr. Cocoa" because of his cleverness and ability to solve problems.
Euripides spent his days between sawmills and workshops, working with all kinds of woods. From sturdy oaks to delicate cedars, including guadua, he had a unique knack for designing furniture and structures that combined beauty and functionality. Her workshop was full of creations: ergonomic chairs, designer tables and even a small library of solid wood shelving. Locals turned to him for ingenious solutions to their everyday needs.
On the other hand, Rodrigo was a common man, but with a sharp mind. He possessed great wit and problem solving skills. His specialty was to find practical and efficient solutions to challenges presented in the community. He was often seen roaming wheat fields, analyzing crops, and looking for ways to optimize production.
One sunny day, Euripides and Rodrigo met in the population's park. Sitting on a wooden bench, they began discussing how to solve the inconveniences they faced at the time.
Euripides was called from a furniture factory where a crucial machine for production had stuck. The factory relied heavily on this machine to cut and assemble the wooden pieces.
Euripides sat in front of the machine, observing gears and pieces of wood. He squeezed a few nuts, nodded his head and whispered something to himself. Then, with a wrench in hand, he tightened the rebel screw and adjusted it perfectly.
The machine worked like a Swiss watch again. The factory workers applauded and thanked Euripides. But he, with his characteristic sense of humor, told them:
“Friends, this screw is like life itself.” Sometimes, we just need a little adjustment to make everything fall back into place. So remember: don’t underestimate the power of a good tight screw.”
On the other hand, the community informed Rodrigo about a cellar full of wheat grains that the owner did not appreciate. His eyes lit when he saw so much food at his disposal, and like a good engineer, he began analyzing the situation. He calculated the amount of wheat and thought, “Wow! This could feed an entire village for weeks.” She decided not to eat all the wheat at once. Instead, he came up with a plan to make the most of it. Organized a cooperative with local farmers and established equitable distribution system. Wheat became fresh bread for families, and the surplus went to a food bank for those in need.
Since then Euripides and Rodrigo received in addition to congratulations, the trailers of DON EUCALYPTO AND DON CACAO, one for being the engineer of the screws and the other because of his cleverness and ability to solve problems.
In the end it comes to an end
THE DON EUCALYPTUS :
Whenever someone has a problem with a squeaky door, limping furniture, or a wobbly staircase, they turn to Eucalyptus. And he, with a smile and his wrench, would always find the solution.
And so the lumber engineer followed his path, tightening screws and making his mark on the world of carpentry. Because, as Don Eucalyptus said, “a good screw is like a faithful friend: it’s always there when you need it.”.
DON CACAO:
Rodrigo became a legend in the agroindustrial world. Their business thrived, and people came from all over to buy their products. “The Wheat Mouse! " they exclaimed.
And so, Rodrigo demonstrated that agro-industrial engineering was not only about numbers and processes, but also about creativity, passion and a little bit of pickiness. Because, as "Don Cacao" said: "In the field, even an engineer can be a farmer"
Salute to the people who do this very important job in today's society.
Oscar Velasquez Narvaez