café y té quiero

집은 내가 너와 함께 있을 때마다 ♡
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abrazarte
enredarme en ti
fundirme en tu cuerpo

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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ우리 마음을 밝히고, 치유하고, 훔치러 온 빛 CHIWAWITO IS COMING ! 처음으로 🌟
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Darle la noticia a Hachisu de que sería padre fue quizás la parte más fácil de todas... Pues ahora tenían un largo camino por delante y por supuesto que un par de pruebas de farmacia al final, no significaban tanto. No quería ilusionarse en vano pero la emoción era tan inmensa que le fue inevitable el contarle antes de estar cien porciento segura.

Hiwa fue a un laboratorio al día siguiente para hacerse una prueba de sangre y tras esperar el tiempo estipulado, confirmaron que sí, estaba embarazada de casi cuatro semanas. ¡Tendrían un bebé! Y es que incluso tras tener las pruebas en sus manos todavía le costaba creerlo.

No fue hasta un par de semanas más tarde que finalmente fue al obstetra junto a su esposo para ponerse en control.

ㅤㅤㅤㅤ«QUIERO APRENDER MÁS DE TI»
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Se observa por milésima vez en el espejo y refuta no sabiendo como acomodar las hebras despeinadas que se le caen una y otra vez hacia su cara. En el intento número cien por mantener ese largo, decide ir por la opción más viable a verse un poco más presentable, siendo una cómoda coleta parecida a un mini tomate adornando su cabeza. No sabía que dejarse crecer el cabello sería una tarea difícil para lo fácil que se veía. Retomando esos veinte minutos perdidos con su reflejo, se arregla la camisa saliendo del baño para ir a ponerse la chaqueta de mezclilla. Guarda un par de dulces en el bolsillo trasero de su pantalón y una vez listo, se cuelga la funda en la espalda de lo más importante para él en su nuevo inicio laboral: su guitarra. El sábado pasado había encontrado un trabajo en un bar cinco calles más allá de su hogar. Ahora era el encargado de cerrar con el último espectáculo de la noche de jueves a domingo. Realmente había sido una oportunidad única presentada en bandeja por su amigo japonés. «Ya hablé con el dueño del bar, le mostré un par de videos caseros tuyos y me dijo sin chistar que tiene un cupo para ti el viernes. Le conté también que eras un extranjero perdido buscando lana y aceptó». Tan solo al recordar aquello se echa a reír por tal descaro de su parte, aunque bueno, gracias a ello ahora puede decir que tiene donde puede cantar, tocar y mostrar eso que tanto le apasiona hacer.

Siendo apenas las diez de la noche, a él tocándole cerca de la once, entra al bar saludando con la mano alzada y unas leves venidas a los del personal, al jefe y medida que se adentra a los camerinos, a sus demás compañeros. El local se caracteriza por ser de los pocos que aún mantiene esa viveza de la música en vivo, una esencia que se ha visto perdida por lo largo del sector. Es un buen lugar para beber sin tanto bullicio, sin borrachos violentos, solo borrachos normales y sin luces neón cegando la vista. Chisu había visto pasar gente de todo tipo tan solo llevando una semana ahí. Algunos rostros ya se los había aprendido por la frecuencia en la que iban. Personas lo saludaban como si le conocieran de toda una vida y otros simplemente se sumían en sus propios grupos de amigos.

—Chisu, ¡sales en diez!

Tras la tarima se prepara calentando las cuerdas vocales, entonando y respirando hondo para despejarse de esos nervios antes de salir. Curioso se dispone a mirar entre la cortina divisoria a las afueras, llegando casi en dos segundos a su campo visual la muchachita que en su mente ansiaba ver esa noche. Era Himawari, su vecina. La mujer de ojitos canela -como le había puesto para sí mismo- y de mejillas prominentes. Con su naricita de botón y esa sonrisa que raramente no podía (ni quería) dejar de grabarse. Ella había sido la primera persona que conoció al llegar al edificio en ese encuentro un tanto inusual y gracioso, siendo de manera inmediata el acercamiento para lo que restó del mes. Los golpecitos a su puerta a mediodía preguntándole si tenía un poquito de azúcar, con las disculpas divertidas y esas risas por los obvios pretextos para acercarse. ¡Pero sí funcionaban! Las charlas breves en el elevador, en el pasillo o inclusive en el balcón pareado cuando tomaban la brisa fresca. Era sorprendente esa conexión súbita que ambos habían tenido como si se hubiesen conocido desde mucho antes.

Con los veinte minutos ya transcurridos. Chisu toma la guitarra aferrándose con fuerza al mango y exhala todo el aire retenido al escuchar su nombre por los altavoces. Parpadea un par de veces al salir hacia la tarima, yéndose directo al taburete a paso firme y decidido al cambiar el semblante. Ahora estaba bajo su seudónimo llamado "Bright". Ese nombre le transformaba en esa persona expresiva que mantenía arraigada y donde todos esos sentimientos que no dejaba salir se vieran reflejados en lo que tanto le gustaba hacer.

Chisu ya no sabe cuántas veces sus ojos se habían encontrado con los de Hiwa entre cada nota que cantaba. Era como si viajaran solo para encontrarla y viceversa, incluso en la última canción donde esas miraditas se habían multiplicado ya sin disimular ninguno de los dos. Al finalizar, el azabache se levanta del asiento dando las gracias con una leve venida y una sonrisa al refugiarse en esos aplausos que le hacen pensar: «lo hice bien»

—Muchacho, creo que hoy, específicamente hoy, te sentí con más sentimiento. Sigue así y ganaremos mucho. —su jefe se frota las manos y se esfuma con una risilla que le hace negar divertido. Él era un caso "ojo de plata", pero una muy buena persona que le estaba agradecido por las oportunidades dadas.

Mira el reloj notando que ya eran casi las doce de la noche. Chisu tenía algo algo en mente y si quería lograr aquello, debía apresurarse. Por lo tanto, corre por el pasillo hacia donde estaban las personas charlando y bebiendo, indagando entre los grupos de gente a la única persona que quería ver. Al no encontrarla chasquea su lengua, moviendo el pie impaciente pensando que se le había arruinado el plan justo cuando por fin se atrevía a acercarse por todas las veces que no lo hizo en sus encuentros anteriores en el bar. Casi dándose por vencido, allí es cuando a lo lejos, cerquita de la salida, divisa a Hiwa y a sus amigas que aparentemente ya se iban. Entonces, a paso rápido va a hacia su dirección exclamando su nombre un par de veces para que le escuchara y con la esperanza de que no se fuera. Cuando llega hacia ella mantiene una sonrisa ladina y un tanto avergonzada por la situación; hacer eso para él era sumamente nuevo y quién lo conociera no podría reconocerle en faceta que solo su vecina en tan poco tiempo lograba aflorar. Y basta con ver sus comisuras elevadas, para por fin soltar esa pregunta que tanto le había rondado y tanto le había costado formular desde que había pisado el lugar.

—Hiwa, ¿te gustaría quedarte a beber algo conmigo?

La pregunta había sido soltada y casi cruzando los dedos internamente, sintiéndose también como un adolescente, solo esperaría que aceptase con sus pies inquietos y sus miradas que por algún motivo, no paraban de observarse dejando todo a su alrededor olvidado.

Quería conocer en profundidad a la muchacha de -ojitos de canela- del 78.

여기부터 무한까지 사랑해 ♡
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Esas ganas infinitas de gritarle al mundo lo mucho que te quiero, que incluso el mismo se queda cortico cuando de inmesidades lo manifiesto, y es que si de explicarte todo lo que significas en mi vida, las palabras nunca me alcanzarian. Ojalá tener más de una vida y contigo todas poder compartirla, porque quiero, quiero, quiero tantas cosas a tu lado que el tiempo nos faltaría.

Que si te miras en mis ojos, todo lo entenderías, que quiero hacer bien las cosas, porque eres todo lo que me importa. Y ojalá, ojalá, también lo quieras todo conmigo, llegar juntos hasta viejitos, ser muy felices juntitos. Formar un hogar, tener muchos animalitos y quizás uno o dos hijitos. Que nuestro amor crezca y florezca cada día y nunca falten las risas.

Compartir cada día, tomar tu mano y caminar hasta donde nos alcance la energía. Llenarte de besos la carita, reirnos hasta que nos duela la pancita, abrazarte hasta el final del día. Que el tecito y el café siempre nos hagan compañía y que las caricias sean infinitas.

Esas ganas infinitas de besarte hasta quedarnos sin aliento, recorrer con mis manos cada rincón de tu cuerpo, enredar mis dedos en tu cabello. Envolvernos entre las sábanas, tatuarte con mis besos toda la espalda, amarte hasta el amanecer, que mi calor te tibie la piel.

Y es que te amo con todas las letras, con todas mis fuerzas.
Por ti daría todo lo que tengo y si me falta, lo buscaría.

ㅤㅤㅤㅤㅤEl nuevo del 77.
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Había pasado apenas un par de semanas desde que le conoció. Un par de semanas en el que apenas se encontraron unas cuantas veces en el pasillo, el ascensor o en recepción. Pequeñas charlas banales; descubriendo que se mudó de Nagoya, que era tailandes y tenía veinticinco años, la misma edad que ella. Nunca se había interesado en conocer a alguien de aquel viejo edificio pero de pronto se veía muy interesada en conocer más de aquel muchacho de ojos profundos que le sacaba al menos una cabeza de altura.

La noche anterior se lo había encontrado por primera vez fuera del edificio, en un pequeño bar al que había acudido con sus amigas. También fue la primera vez que le escuchó cantar, su voz continuaba metida en su cabeza como en bucle, repitiéndose una y otra vez. Así como tampoco se iban de su cabeza los comentarios de sus amigas sobre él, que por alguna razón le habían ¿incomodado?

Sacude la cabeza, apartando esos pensamientos que nada tenían sentido. No conocía ni una cuarta parte de ese muchacho y aún así...

—Dios, Himawari, deja de pensar en él.

Se regaña, buscando la taza para servirse un poquito de café y posteriormente echarle dos cucharaditas de azúcar. Pero él aún seguía metido en su cabeza, desde el momento en que se levantó esa mañana y el resto del día, ¿y cómo no? Si en el instante en que sus miradas se encontraron mientras cantaba, sintió como si el mundo se detuviera y solo existieran ellos dos. Y cuando le sonrió, fue como si le hubieran arrebatado todo el aire de los pulmones.

Bebe un sorbo del café, sentandose en el sofá, subiendo las piernas y cruzandolas, sus pensamientos viajando al día en que se conocieron frente al ascensor. "Soy quién quieras que sea"... Se había reído en ese instante, claro, porque realmente le había hecho gracia que un desconocido de la nada le soltara un comentario como ese -aunque sí que le hizo sonrojar en ese entonces-, pero ahora sentía como que aquel fue el detonante a la curiosidad tan profunda que sentía, a esas ganas de conocerle y a que no pudiera sacarselo de la cabeza.

Levanta el móvil tras escuchar el sonido de una notificación, encendiendo la pantalla; lo primero que hace es observar la hora: 11:11 p.m. Luego observa la notificación, y la observa, y la observa por unos largos segundos en silencio en lo que su cabeza lo procesa y luego solo suelta una risa.

«Hachisu te ha enviado una solicitud de amistad.»

ㅤㅤhola, soy el nuevo del 77!
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llegué a la capital nuevamente con mis veinticinco años al edificio donde vivía papá con su perrita runa y el gato panzón de la abuela que trajo una vez de Nagoya. el departamento es extrañamente acogedor, conociendo a mi viejo, cualquiera pensaría que sería tal desastre lleno de papeles de oficina o una que otra botella de alcohol escondida por ahí. debo compadecer a los vecinos por haber soportado a ese hombre tan ermitaño ahora viviendo feliz lejos de todo bullicio. se podría decir que casi hicimos un relevo de viviendas, él devuelta a las tierras niponas y yo aquí envuelto nuevamente al caos de Seúl, cuidad que me da la bienvenida para al fin lanzarme junto a mi guitarra por cada callejón noctámbulo esperando sacar esas melodías estancadas en mis tantas libretas viejas.

he vivido plenamente siendo un bohemio, habitando en ciudades esperando encontrar el verdadero motivo que me mantenga con la flama a seguir haciendo lo que me apasiona sin la presión constante de terceros diciéndome que la música no me dará ningún fruto. sé que es difícil cuando no tienes apoyo ni recursos, pero darme por vencido no es algo que me caracteriza, y si me instalé aquí fue por la corazonada latiendo a ese cambio que espera por mí, no sé en qué forma vendrá, solo presiento (y siento) que alterará todo lo que alguna vez he sido.

han pasado dos días desde que me mudé aquí. solo he hablado con la recepcionista tan simpática que me sonrió y me tendió la mano cuando llegué con todo el -inmenso- equipaje hasta el séptimo piso. me hace recordar mucho a mamá así que le regalé una cadenita por agradecimiento, además que desde ahora será una de las personas que tendrá que aguantar a este ser tan torpe para existir. -doña, le preguntaré todas las direcciones incluso las de la vuelta de la esquina-
este lugar es sumamente tranquilo y extrañamente sin alboroto. comienzo a fisgonear por los pasillos con la capucha puesta a pasito lento, manos en los bolsillos y tal vez, con la nariz roja por el frío, cabalmente me hace estornudar tan escandalosamente, quitando todo el sigilo con el cual iba para que nadie me viera. vuelvo a mirar hacia el frente un poco avergonzado odiando el hecho de ser tan alérgico a todo. sorprendido, me topo con los ojos felinos de una mujer que me observa como tratando de analizarme, quizás por no conocerme o por el aspecto de "vagabundo" -como diría mi viejo- que siempre traigo. le sostengo la mirada por unos segundos y al carraspear me s**o la capucha para intentar presentarme como se debía, imaginando que claramente se trataba de alguien del edificio.

—hey. —exclamo sin moverme de la posición en la cual había quedado. la muchacha de coleta me sigue observando, pero ahora ¿regalándome? una pequeña sonrisa de comisuras y un signo de paz a lo lejos. imito aquella señal de dedos devolviendo también una sonrisa amistosa. -dicen que la primera impresión dice mucho- es raro, he sentido una fugaz tensión invadiendo mi cuerpo con solo cruzarme con esos ojos intensos. no sé como describirlo, pero creo que ésta singular sensación me gusta.

—hola, ¿y tú eres...? —la pregunta me saca enseguida del trance en el cual estaba inmerso, sacudo la cabeza soltando una pequeña risa con un deje de diversión en ella, una muy fugaz y casi sólo perceptible para mí mismo. mientras tanto, me sacudo el cabello y antes de volver a ponerme la capucha, doy unos cuantos pasos hacia la muchachita acortando brevemente la distancia impuesta. quedamos hombro a hombro con las miradas fijas hacia el elevador.

—soy quién quieras que seas. —suelto de la nada y solo ese comentario basta para hacernos carcajear a ambos al unísono cortando ese silencio para nada incómodo que nos envolvía. no suelo ser así con alguien que acabo de conocer, pero hay algo que hace que mi lengua no se mida. soy de chistes aburridos donde solo yo me atrevo a reírme, pero oye, ella acaba de reírse conmigo o pensándolo mejor debe ser po lo ridículo que se escuchó eso. como dicen mis amigos cuando suelo tomar unos tragos de más o me fumo uno de los que te hacen viajar.

«hola, mucho gusto...
soy el nuevo inquilino del 77»

내 사랑의 도시락 ♡ BY
# MUGEN
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사랑은 너와 너뿐이야 ♡ BY !!
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우리의 사랑의 벽 ♡ BY !
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집은 내가 너와 함께 있을 때마다 ♡ BY !
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우리 집에 어울리는 식물과 꽃 ♡ BY !
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우리 집을 위한 작은 것들 ♡ BY !
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집은 내가 너와 함께 있는 곳이야 ♡
BY MUGEN !
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치위토스의 집 ♡ BY MUGEN 🏡!

COSAS FUNDAMENTALES EN NUESTRO HOGAR. 치위토스의 집 ♡ BY MUGEN 🏡!
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THE ONLY TIME I FEEL
I MIGHT GET BETTER,
IS WHEN WE ARE TOGETHER ♡
몇 번이고 태양 주위를 돌자 ☀️!
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SHE SHOWED ME WHAT LOVE IS ♡
달 앞에서 춤을 춰요 밤이 우릴 기다려요
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DATE ♡ ARROYO CHEONGGYECHEON
휴식과 세상을 잊고 함께 스크램블의 날☁️!
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Hace unos cuantos días atrás se les había ocurrido la idea de salir a pasear, a despejarse, ya fuese solo para caminar por ahí o visitar algún lugar como hace mucho tiempo no lo hacían. Ameritaban darse unos merecidos respiros fuera de casa, aunque ambos eran totalmente hogareños prefiriendo cualquier ocasión para estar de puertas para dentro. Esta vez sería distinto, era hora de cambiar el panorama de wawelitos buenos para el té y el café. Entre tantos destinos por visitar en la gran capital, decidieron que el primero sería el Arroyo Cheonggyecheon. Lugar altamente turístico, transcurrido y sumamente hermoso como para aprovechar la instancia de ir a conocerlo. Chisu le había comentado con anticipación a Hiwa que podrían darle comida a los peces sin ningún problema y ella lo había tomado muy emocionada, cosa que lo habían puesto mucho más ansioso por ir a tal lugar. -nótese que siempre se comparaban cual pecesillos enamorados-. Podrían conocer más de los alrededores y una de sus cosas favoritas: comer por cada rincón donde sus pies decidiesen descansar.

Chisu suelta un ligero suspiro al ver a su pelinegra por milésima vez en lo que comenzaba la tarde para ellos fuera de casa. Tonitos otoñales, su carita encantada y esa sonrisa toda bonita y contagiosa desde que habían salido de su departamento entre charlas breves y bromas por el pasillo camino al elevador. Iban bien abrazos, tan melosos y dándose pequeños besos juguetones sumergiéndolos aún más en su propia nube donde nadie les sacaba. Al llegar a la planta principal ambos se desplazan hacia las afueras del edificio entrelazados de manos y bien acaramelados, dándoles la bienvenida el cielo despejado y la brisa fresca de lleno a sus rostros.

—Caminaremos hasta que los pies no nos den más, bebé.

Chisu mira con sumo cariño a su esposa, despejando parte de su rostro al poner los cabellos sueltos por detrás de su oreja. Inclinándose hacia su rostro, le da unos cuantos besos en sus labios antes de intercambiar miradas sin precisar de palabra alguna, solo bastando leves gestos de cariño mutuo, un jaloneo de manos para comenzar a caminar y ese particular brillo de ojitos mezclándose al saber con certeza que sería un gran día para los dos y que tendrían otro recuerdo más para guardar en el baúl.

자고 일어났더니 아내가 바퀴벌레 ♡
AMORCITO CUAL CUCARACHA
BY
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당신의 내가 가장 좋아하는 부분 ♡
MY FAVORITE PARTS OF YOU
BY
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집은 내가 너와 함께 있을 때마다 ♡
MALVAVISCO BY
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당신이 집에 없을 때 ♡
NUDES BY MUGEN
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ수백 가지 제스처 중 네 얼굴을 봐 ♡
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤYOUR LITTLE FACE BY MUGEN
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ@CHIWITO✨
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 내 화면을 장식하는 달빛 ♡
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤLOVE SCREEN BY MUGEN
ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ@CHIWITO✨
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장식하고 약간의 색상 추가 ♡
PHOTOCARDS BY MUGENㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
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집은 내가 너와 함께 있을 때마다 ♡
HAPPY ANNIVERSARY! 사랑해요! ♡
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una vez más es abril, nuestro cinco de abril,
y han pasado dos años desde que lo hicimos nuestro.
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el corazón me late fuertisimo cada que nuestras fechas especiales se acercan y esta no es excepción, incluso me late un poco más fuerte y me siento tan emocionada e ilusionada. ¿será porque ahora celebramos nuestro aniversario siendo esposos? ¡que feliz y dichosa me siento! han pasado un montón de cosas este año y sin duda nuestra boda se lleva el primer lugar.
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siento que me faltan las palabras para poder expresar toda la felicidad que invade mi pecho y que no son siquiera suficientes para expresar todo mi amor hacia ti. pero, ¿qué no te he dicho ya que deba decirte ahora? siento que lo he expresado absolutamente todo en mis arrebatos en la madrugada pero es que cuando se trata de ti, no hay manera de poder contenerme, todo me brota de forma natural y es que me haces sentir tan cómoda y llenita de paz y amor a tu lado que unos simples te amo se quedan chiquitos.
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gracias por estos dos años hachisu.
gracias por cuidar de mí, por amarme, por estar y por ser tú.
gracias por toda esta felicidad tan inmensa que me brindas.
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no hay nada que desee con más fuerza que no sea el compartir mucho más tiempo a tu lado, porque cada día es una dicha. cada día a tu lado es maravilloso y que afortunada me siento de ser yo quién este a tu lado.
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te amo,
te amo con todo mi corazón, con cada partecita de mi ser.
te amo hoy, ahora y siempre.
eres el amor de mi(s) vida(s).
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las fresas saben más dulce de tu boca,
y el café ya no me sabe bien sin tu compañía.
youtu.be/ZsVc_IKRPZU 🍓❤️

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우리와 우리 사랑의 어떤 기억들 ♡
RECUERDOS BY MUGEN
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당신은 내 인생을 색으로 칠합니다 ♡
OUR PALETTE BY MUGEN
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집은 내가 너와 함께 있을 때마다 ♡
난 너 외에는 아무것도 필요 없어 🫧
BY
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우리를 보완하고 단결시키는 다양한 것들 ♡
NOSOTROS BY
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집은 내가 너와 함께 있을 때마다 ♡
SCRAPBOOK BY
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집은 내가 너와 함께 있을 때마다 ♡
MY VALENTINE!
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Hachisu, hachisu...
Que lindo se me hace pronunciar tu nombre.
La mañana está particularmente fría y aquí estoy con mi café caliente escribiéndote, aunque solo bastas tú (pensarte) para llenarme de calidez.
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Hoy dicta ser un día especial, más allá de la fecha, o quizás solo son las vibras en el aire y la forma en que me siento... Es que comenzar el día a tu lado a la medianoche ya lo hace especial y aún más el dormirme entre tus brazos, ojalá tener un ratito más de tí, nunca me es suficiente.
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Siempre siento que tengo un montón de cosas para decirte pero pareciera que todo me quedase pequeñito e insuficiente, sin contar que te he dicho un montón ya, incluso en días totalmente banales en dónde me vuelvo una masita a tu lado y solo dejo fluir el tumulto de sentimientos que tengo hacia ti.
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Comencé escribiendo esto a las 7 a.m. y ahora son las 7 p.m., la tarde continuó igual o poquito más fría que la mañana y la noche parece que será igual. Ya estás a nadita de llegar a casa y no sabes lo emocionada que me pongo, así que para esta nochecita fría de catorce de febrero, correré a preparar un chocolatito caliente para ambos. ¡He comprado un pastelito! Para endulzarnos y llenarnos de calidez, porque nos lo merecemos (todos los días de la vida).
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Te amo, Hachisu.
Eres la existencia más bonita y brillante del universo, y estoy agradecida que decidas permanecer a mi lado. Y es que sin dudas la vida es más bonita contigo a mi lado. I meow u. ♡
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