𝒎𝒐𝒕𝒔 𝒅𝒆 𝒃𝒆𝒂𝒖𝒕𝒆́

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"𝑩𝒖𝒕 𝑰 𝒈𝒖𝒆𝒔𝒔 𝒕𝒉𝒂𝒕'𝒔 𝒘𝒉𝒚 𝒕𝒉𝒆𝒚 𝒔𝒂𝒚, 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒓𝒐𝒔𝒆 𝒉𝒂𝒔 𝒊𝒕𝒔 𝒕𝒉𝒐𝒓𝒏.
𝑱𝒖𝒔𝒕 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒉𝒂𝒔 𝒊𝒕𝒔 𝒅𝒂𝒘𝒏"
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장미를 만지지 마세요.
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Querido tú,

Hoy es el nacimiento de las rosas, rosas admiradas y deseadas por todos. Rosas que los ojos intrusos desean poseer. Aquellas rosas que alejadas de la realidad, portan espinas indestructibles. Tentadoras de libertad.

No intentes tocarlas bajo la desnudez, no intentes limar las espinas, porque cada rosa tiene su espina y el veneno sin realidad, escocerá sin piedad. Y dolerá, dolerá el período en que no entiendes por qué sentías ardor al tocar cada uno de los pétalos.

Pero no eran pétalos, solo eran espinas. Maravillosas y dolorosas espinas.

Querido tú, hoy han nacido las rosas.
Tú, mi querida y dolorosa rosa.
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"𝑺𝒕𝒊𝒍𝒍 𝒇𝒆𝒆𝒍𝒔 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒐𝒖𝒓 𝒃𝒆𝒔𝒕 𝒕𝒊𝒎𝒆𝒔 𝒂𝒓𝒆 𝒕𝒐𝒈𝒆𝒕𝒉𝒆𝒓, 𝒇𝒆𝒆𝒍𝒔 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒇𝒊𝒓𝒔𝒕 𝒕𝒐𝒖𝒄𝒉. 𝑾𝒆'𝒓𝒆 𝒔𝒕𝒊𝒍𝒍 𝒈𝒆𝒕𝒕𝒊𝒏𝒈 𝒄𝒍𝒐𝒔𝒆𝒓. 𝑪𝒂𝒏'𝒕 𝒈𝒆𝒕 𝒄𝒍𝒐𝒔𝒆𝒓 𝒆𝒏𝒐𝒖𝒈𝒉."
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미안해요... 정말, 정말 미안해요.
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Palabras entintadas y hojas manchadas, manchadas de dolores no pronunciados. No aclarados. No era tinta, porque la tinta no duele. Pero ahí sigue, manchada, con círculos opacando la letra prolija, sin un patrón. Sin un por qué, el desespero de un por qué. Pero en cada nueva mancha, la amenaza del deshecho aparece, porque la hoja es frágil, y comienza a deshacerse.

Frente a esas hojas, es la mirada la que duele; esos ojos apagados, esa falta de brillo y luz, decepcionados al ver como las hojas se deshacen producto de su arrebato. Tanta tinta perdida, tanto esfuerzo destrozado. Se rompe el anhelo y desaparece la esperanza.

"El desespero de un por qué y de un lo siento...", fue la secuencia de palabras mayor pronunciada, mayor entintada. Pero lo que comenzó como una repetición legible, acabó en una mezcla de tinta, manchas y dolor. Letras que posiblemente jamás serán contestadas. Porque la hoja es frágil...y ya está desecha.
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ㅤ"𝐼 𝑓𝑖𝑛𝑑 𝐼 𝑠𝑝𝑒𝑛𝑑 𝑚𝑦 𝑡𝑖𝑚𝑒 𝑤𝑎𝑖𝑡𝑖𝑛𝑔 𝑜𝑛 𝑦𝑜𝑢𝑟 𝑐𝑎𝑙𝑙
ㅤ𝐼 𝑛𝑒𝑒𝑑 𝑦𝑜𝑢 𝑏𝑦 𝑚𝑦 𝑠𝑖𝑑𝑒 𝑡𝑜 𝑡𝑒𝑙𝑙 𝑚𝑒 𝑖𝑡'𝑠 𝑎𝑙𝑙 𝑟𝑖𝑔𝘩𝑡
ㅤ'𝐶𝑎𝑢𝑠𝑒 𝐼 𝑑𝑜𝑛'𝑡 𝑡𝘩𝑖𝑛𝑘 𝐼 𝑐𝑎𝑛 𝑡𝑎𝑘𝑒 𝑎𝑛𝑦𝑚𝑜𝑟𝑒"ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ

ㅤ 턴테이블은 계속 기다리고 회전합니다
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Su nombre suena como eco entre labios intrusos, acompañando sin descansar hasta en mis más íntimos pensamientos. Esos pensamientos que no se detienen, imortalizados en aquel preciado bordado. Entre matices, admiración y personalidad seductora. Obsequiado. Hojas amarillas y tallo verde, olvidados en una carta escrita a mano y esperanzada, pero jamás entregada. Aunque añorada, añorada como tanto lo añoré. Porque lo deseaba, lo quería, lo pensaba.

¿Lo pensaba...o...?

He ahí el misterio. Ese misterio suyo me sigue acompañando; entre sueños, pensamientos, conversaciones, melodías...El descubrimiento de una nueva melodía. Porque usted es música, sus pensamientos son música, el eco de cada una de sus palabras es música...Y yo, yo deseaba ser la musa de esas piezas musicales.

¿Lo deseaba...o...?

He ahí el miedo. El miedo a lo conocido, a lo desconocido. El miedo de un nuevo comienzo. Porque lo conocía, conocía sus matices, pero entonces, ¿por qué se siente como una primera vez? Si es una primera vez, y el tallo verde y hojas amarillas siguen inmortalizadas, no lo olvide. No lo aparte. Recuerde aquel bordado y busque aquella carta que sigue guardada.

Porque usted es música, y el tocadiscos sigue girando junto a aquel girasol hecho a mano; inmortalizado, pero poco a poco desterrado.
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새 알림: BUTTERFLY-MIXED ;
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ [ THE GARDEN 🍂 ]
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ㅤㅤㅤㅤㅤ언젠가는 놓아주어야 할 정원

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Me he deshecho de todas nuestras fotos, he quemado hasta la sombra de tu presencia, pero entre recuerdos dolorosos, pesteñeos o noches desvelo, todavía puedo verlo todo. Los recuerdos, todos esos recuerdos que vuelven a mí; atormendándome. El olvido es algo de privilegiados, un privilegio que no poseo, un don que en estos momentos me gustaría poseer, o de alguna manera desesperada, adquirir.

Entre sueños lo percibo, entre pestañeos lo vivo, y entre desvelos lo revivo; el frío de la cabaña, el crujir de las tablas en cada pisada, el olor a madera mezclado con el olor de la pasión, nuestros cuerpos enredados entre las sábanas. Jadeos, besos, sudor, amor, dolor y pasión. Sensaciones que ya no existen, y posiblemente no volverán a existir. Porque en cada rincón de ese jardín, había una flor que quisimos revivir, esa era la utopía de nuestro existir.

"¿Te gusta?" me preguntaste en aquel jardín.

"Me encanta" te respondí, aún cuando el destello de las primeras marchitas, ya se hacían percibir.

Porque era nuestro jardín, que sin importar cuán marchito estuviera, nos hacía vivir.
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"𝑌𝑜𝑢 𝑔𝑜𝑡𝑡𝑎 𝑠𝑡𝑒𝑝 𝑖𝑛𝑡𝑜 𝑡𝘩𝑒 𝑑𝑎𝑦𝑙𝑖𝑔𝘩𝑡 𝑎𝑛𝑑 𝑙𝑒𝑡 𝑖𝑡 𝑔𝑜...
𝐽𝑢𝑠𝑡 𝑙𝑒𝑡 𝑖𝑡 𝑔𝑜, 𝑙𝑒𝑡 𝑖𝑡 𝑔𝑜."ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
Fuiste como un destello al amanecer, como la luz durante el día, que ilumina y mantiene viva; viva la añoranza, viva la esperanza, viva la pasión. Pero como toda luz, que sin importar cuánto tiempo desees que retrase, sabes que tarde o temprano se verá opacada por la oscuridad de la noche.

Porque te quise, te amé, te necesité. Te amé en el principio de los días, te amé en el transcurrir del tiempo, y como un desenlace desdichado, te necesité en el miedo profundo; asustada de ver como al pasar del sol, te ibas deshaciendo cual arena entre los dedos.

Hoy no hay luz, ni siquiera oscuridad, solo un limbo del que prometo voy a despertar. Porque te quise, te amé y te necesité, pero como cualquier puesta de sol, y como cualquier oscuro anochecer, en un largo pestañeo viene un nuevo amanecer. Mi propio amanecer.
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나는 단지 미적인 목적으로 잘못 번역된 위업 또 다른 무의미한 문장

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝑼𝑵 𝑫𝑰𝑨 𝑫𝑬 𝑽𝑬𝑹𝑨𝑵𝑶...

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤSeoul – South Korea
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤJune, 2023
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Era un sábado cuando Jia notó que el verano había llegado. Aquel sábado, había alzado su mano y mirada en dirección hacia el cielo, interponiéndola entre su rostro y aquel sol que poco a poco se hacía protagonista de los largos días en Seúl. Entre sus dedos, lo único que sintió, fue como los pequeños rayitos de sol se colaban entre ellos; acariciando su rostro y obligándola a entrecerrar los ojos por lo incómodo, pero agradable, que resultaba ser. El verano había llegado, y con ello, sus deseos por sentir la cálida arena bajo sus pies habían incrementado.

Una semana. Una semana después había sido suficiente para que los planes de “un día de playa” se cruzaran por su cabeza. Y no es que Jia hubiera dejado pasar tanto tiempo por gusto, para nada. Sin embargo, la idea de asistir a un lugar tan agradable y absolutamente sola, no era atractiva. Los días soleados se disfrutaban junto a amigos. En este caso, su mejor amiga, aquella que la acompañaba y alentaba todas sus decisiones, por más buenas o malas que fueran. Convencer a Raissa había sido sencillo, solo bastaron unos cuántos mensajes junto a la excusa de “me siento muy deprimida”, para que luego de unos momentos, el sonido de un mensaje entrante y una bandera verde, iluminaran su rostro, confirmando que “su aventura veraniega”, estaba en marcha.
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“¿Pudiste deshacerte de esa planita? Dile que te irás a encontrar con el amor de tu vida, o sea, yo. Y, por cierto, ya llegué.” —Texteó rápidamente y guardó el móvil, ignorando el hecho de saber que sería regañada -una vez más- por molestar a la novia de su mejor amiga. “No seas malvada” sería la típica respuesta que Raissa le daría.
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Mientras se encaminaba a pie descalza por la arena hacia la orilla de la playa, la brisa marina la recibió con gracia, revoloteando su cabello con el viento y cubriendo parte de su rostro con algunos mechones. Podría haber esperado en el estacionamiento y al interior de su coche, pero privarse del privilegio de sentir la arena bajo sus pies, no era algo que Jia estuviera dispuesta de hacer. Como siempre, el mar fue imponente, rompiendo las olas con elegancia a centímetros de sus pies, y con ello, el jugueteo infantil no tardó en llegar, avanzando unos cuántos pasos hacia el agua, pero retrocediendo entre risas apenas la amenaza de ser mojada llegaba.

¿Cuánto tiempo habría estado en ello? Jia no estuvo segura, quizás habrían sido cinco, diez o quince minutos entre risas y divertidos saltitos. Después de todo, solo había dejado de jugar, cuando a lo lejos, su atención captó una silueta femenina caminando hacia ella, logrando que una vez más la sonrisa apareciera sobre su rostro y su mano se sacudiera sobre el aire en un energético saludo. Por fin, su “aventura veraniega” estaba ocurriendo. Porque sí, el verano había llegado.