San José Purúa

❤️Una rica tarde en San José Purua

😉Historia del inicio de San José Purúa

🤩El emporio de San José Purúa inició con una anécdota que le platicó el primer dueño -Jorge Henriquez Guzmán- al General Lázaro Cárdenas del Río, en 1939, cuando caminaban por la ahora tenencia Lázaro Cárdenas. En este paseo vieron el manantial de las aguas termales y le comentó Henríquez Guzmán al General Cárdenas que en ese sitio quedaba un hotel; Cárdenas del Río se río y le dijo que estaba loco.

🤵En 1943, Jorge Henríquez volvió a invitar al General Lázaro Cárdenas del Río, le enseñó 2 albercas y 10 cabañas. El General se sorprendió y le reconoció su visión empresarial. Esto fue el inicio del paraíso que en 1960-1979 fue considerado como el mejor hotel-balneario del país.

"El dueño, Jorge Henríquez, en una de sus visitas a un hotel de Mazatlán (era dueño de la constructora El Águila, que cimentó las carreteras México-Laredo y México-Guadalajara), conoció al contador Ángel de Velasco y le reconoció su capacidad de gran administrador de hoteles.

Cuando tuvo las albercas y cabañas, fue a buscarlo a Mazatlán pero ya no estaba ahí, sino en Venezuela. Hasta allá fue por él, lo contrató y se lo trajo. "Henríquez Guzmán dejó en manos de Ángel de Velasco la administración de San José Purúa, mismo que se encumbró de tal forma, que llegó a ser el mejor balneario-SPA. El éxito de este paraíso radicó en la gastronomía y la limpieza, pues se basaba en la alimentación natural, ya que las verduras, hortalizas y frutas se producían aquí mismo, al igual que la leche, quesos, huevos y miel (además de un predio donde hoy es la colonia La Joya, en Zitácuaro).

“Hubo momentos en que era tanta la producción de la fruta, como las papayas, limones, naranjas y más, que se enviaba a la Ciudad de México. Cuando los huéspedes caminaban por las noches en los alrededores del balneario y el hotel, les llegaba el aroma de los frutales, que era, por demás agradable", explicó Mario Espinoza.

En relación a la limpieza, Ángel de Velasco acostumbraba -diariamente- recorrer el hotel para observar que estuviera todo en orden. "Era exagerado en la limpieza y tenía una forma muy peculiar de llamarle la atención a los empleados para que estuviera todo en orden. Como ejemplo, si paseaba en el área de las alberca, dejaba caer un billete; algunos de sus empleados lo veía y le decía que se le había caído dinero; entonces Ángel de Velasco le argumentaba que si había visto que se le cayó el dinero, por qué no veía la cajetilla de ci****os vacía, si ya llevaba dos días tirada".

Por: Olivia tirado

🏊LA JOYA ARQUITECTÓNICA DE MAX CETTO EN JUNGAPEO, A 38 AÑOS DE SU PARTIDA (Reportaje Especial)🌊

🌤️Este 2021, San José Purúa, propiedad de Jorge Henríquez Guzmán cumple 81 años de su construcción y a varias décadas de su etapa dorada, esta magnífica construcción está muy lejana de reflejar la monumentalidad con que fue concebida por el Arquitecto Maximiliano Ludwig Carl Cetto, en colaboración con el yucateco Jorge Rubio.

🌄Enclavado en una zona privilegiada por su entorno natural y su clima, el turismo ha bajado, el chapoteo en las albercas ha cesado casi por completo, lujosos automóviles ya no llegan de manera constante...

El bullicio ha bajado, el chapoteo en las albercas ha cesado casi por completo, lujosos automóviles ya no llegan de manera constante y la experiencia gozosa que un tríptico de hace varias décadas promete en San José Purúa, actualmente ya no interesa a muchos.

En esta población michoacana, a unos kilómetros de Jungapeo, se mantiene en pie el otrora lujoso hotel que el arquitecto mexicano de origen alemán, Max Ludwig Cetto Day, proyectó en la citada población en colaboración con el yucateco Jorge Rubio.

Ahora, a 81 años de su construcción y a varias décadas de su etapa dorada, esta magnífica construcción está muy lejana de reflejar la monumentalidad con que fue concebida.

El fulgor de sus mejores tiempos ha pasado pero aun en estado de semi abandono, este lugar se impone y es baluarte de la belleza y los atractivos de los que Michoacán es dueño.

La gran obra

El Hotel San José Purúa, fue diseñado por Cetto entre 1939 y 1940, a unos meses de haber arribado a nuestro país.

Según se señala en el libro México, el Exilio Bien Temperado -autoría de Cecilia Tercero Vasconcelos y Renata von Hanffstengel-, el alemán entró a nuestro país sin Visa, a través de la frontera estadounidense.

Cetto, fascinado por las contradicciones encontradas en el México que aún luchaba con su pasado revolucionario, abrevó del choque entre el ‘modernismo’ y ‘premodenismo’ que nuestro país rezumaba en sus zonas urbanas y rurales.

Justamente lo anterior fue tomado por el arquitecto para incorporar una nueva sustancia a su labor y generar una producción expresionista y regionalista que desafió los cánones de la época en cuanto a arquitectura funcionalista se refería.

En San José Purúa, Cetto y Rubio tomaron en cuenta el paisaje circundante, los materiales y la mano de obra local, con lo que obtuvieron un majestuoso resultado en el que pareciera que los edificios emergen de las montañas pedregosas que dominan el lugar.

Expertos señalan que su obra en la sierra michoacana y su labor en el ámbito urbano durante los años 40, fue una arquitectura enraizada en la tierra o en el ‘todo’ urbano, para integrar los espacios creados con los ya existentes y lograr una comunicación fluida entre el exterior y el interior.

“La ma**za arquitectura de piedra se curva, sube, baja y a su lado se abren los corredores de manera sorpresiva al monumental paisaje circundante”, describen el hotel de San José Purúa en el texto de Tercero Vasconcelos y von Hanffstengel.

Datos biográficos

Max Ludwig Cetto nació el 20 de febrero de 1903 en Coblenza, Alemania, se nacionalizó mexicano en 1947 y murió en la Ciudad de México el 5 de abril de 1980.

Cetto estudió en las Universidades Técnicas de Darmstadt, Múnich y Berlín, en esta última institución estudió bajo la dirección de Hans Poelzig, obteniendo el grado de ingeniero-arquitecto en 1926.

En 1932 participó en el célebre concurso internacional para crear el edificio de la Liga de las Naciones en Ginebra. El proyecto presentado por Cetto fue considerado como el mejor de los mostrados por los arquitectos alemanes, lo que le mereció ser invitado como miembro fundador del Congreso Internacional de Arquitectos Modernos (CIAM).

Entre 1930 y 1937, con el ascenso del partido N**i, el arquitecto se vio impedido de trabajar en Fráncfort por lo que decidió viajar en 1938 a Estados Unidos, lugar del que viajó a México –país en el que fijó su residencia- al año siguiente.

En 1965 inició su ejercicio docente en la Escuela Nacional de Arquitectura (ENA) de la UNAM (ahora Facultad de Arquitectura), universidad en la que trabajó hasta su muerte en 1980.

La obra general de este maestro de la arquitectura no es tan conocida en nuestro país, hecho que buscó combatir el Museo de Arte Moderno del DF con su exposición titulada Max Cetto, que albergó en sus salas de septiembre de 2011 a enero de 2012.

En el conjunto vacacional de San José Purúa la conservación del paisaje fue el factor principal para disponer el diseño, Michoacán no debería dejar que esta magnífica obra se pierda en el olvido y entre la veget

😍Estamos trabajando para pronto actualizar información sobre este paradisiaco lugar.