Pita Arias

Pita Arias

•Bibliófila.
•Escritora en proceso. Bienvenido a mi escape efímero. Ven, te invito a que te escapes conmigo.❅

24/12/2022

Hoy pensé en ti. Y te extrañé; igual que los últimos 46 días.

Pensé en nosotros, y en todo lo que creí que haríamos juntos en estas fechas. Pensé en tus perros y también en los planes que siempre me contabas en las madrugadas.

Y no es que no pensara en todo eso los días anteriores a hoy, pero si estoy escribiendo esto ahora es porque, por fin me siento para soltarte.

Comenzar a describir lo que sentí cuando te fuiste duele más de lo que me gustaría admitir. Sólo mi almohada sabe las noches enteras que pase en vela esperando tu mensaje, esperando que tú sintieras lo mismo que yo. Añorando una disculpa que nunca iba a llegar.

Sólo mis amigas más cercanas pueden platicarte la falta que me hiciste cuando empecé en mi nuevo empleo, y lo mucho que me costó no llamarte cada vez que el alcohol se me subía a la cabeza.

No creo que este escrito tenga ni pies, ni cabeza, pero es que lo que todavía siento por ti, tampoco lo tiene. Así que, no esperes “poesía” como llamabas a todos los trabajos que te compartía.

¿Recuerdas cuando me preguntaste quién me había rotó el corazón de la peor manera? Quisiera cambiar mi respuesta. Porque no fue la persona que te conté aquella vez; y para sorpresa de todos, tampoco fuiste tú. Fui yo misma al colocarte en lo más alto y esperar que me quisieras subir ahí contigo. Fui yo, al permitirte entrar tanto y tan pronto, dejándome completamente vulnerable. Fui yo, creyendo ciegamente que tú también estabas siendo sincero.

Sé que no eres una mala persona. Me niego a creer que aquel hombre que me hizo sentir tanta magia, haya sido producto sólo de mi imaginación. En algún punto, al menos en una estúpida coincidencia, todo tuvo que haber sido real.

Si te soy muy sincera, me habría encantado que te quedaras un poco más. Sólo un ratito, para abrazarte más fuerte esa última vez. Y para intentar grabar el sonido de tu voz en mi memoria, porque muy a mi pesar, ya lo estoy olvidando.

Justo como a ti se te olvidó nuestro secreto en menos de 3 días.

Ni siquiera sé si vale la pena seguir escribiéndote ahora, porque nunca lo vas a leer, pero este es el primer paso que necesitaba dar para yo también olvidar. Hace días no me sentía capaz de hacerlo y hoy, aunque estoy tiritando mientras presiono las teclas, sé que es lo justo para los dos.

Porque tú ya estás con ella; y yo, ya no quiero querer estar contigo.

46 días han pasado y a p***s hoy puedo decírtelo: ya no siento que te extraño.

Telephone