家 pluie

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ㅤㅤㅤㅤnos encontraremos en el andén 9 ¾
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Despedirse del jardín de su madre siempre era un ritual que le tomaba más de dos horas. Entre asegurarse de que cada especie quedara completamente atendida, los cambios de tierra, el regado automático y el control de gnomos, Seungmin perdía completamente la noción del tiempo, y por lo mismo es que el día en que debía volver a Hogwarts, era el día en que solía levantarse de madrugada para dejar todo listo antes de irse.

No le servía hacerlo el día anterior, como siempre sugería su hermana, por lo que a esas alturas ya era una tradición de todos los años, y ahí se encontraba, viendo el sol salir mientras terminaba sus tareas enfocadas al jardín.

Las vacaciones habían sido más cortas de lo que hubiese querido, la mitad de ellas entre las coles masticadoras y los helechos, y la otra mitad, perdido en un bosque donde le habían asegurado que encontraría una especie familiar de Galanthus nivalis, con propiedades más potentes y efectos secundarios menos marcados. Claro estuvo, luego de pasar diez noches congelado en su tienda, que no encontraría tal cosa y que había pagado en vano por la información a ese brujo sospechoso del callejón Knockturn.

De todas formas, no se arrepentía demasiado. Durante el viaje había logrado archivar algunas especies de flores que no tenía en sus cuadernos y había podido también elaborar una que otra poción que le serviría para mantener las plantas en el jardín de su madre en mejores condiciones. Algo de provecho había logrado sacar de su acampada extrema a los pies de la montaña, además de un par de dedos congelados.

— Debiste invitarme —Fueron las palabras de su amiga cuando le contó la historia una vez se encontraron en la estación King's Cross, llegando a tiempo para poder comparar sus vacaciones antes de siquiera subirse al tren.

— Era demasiado peligroso, no sabía realmente a lo que iba —Y Seungmin tuvo que morderse la lengua inmediatamente después de que sus palabras salieron de su boca, adivinando antes de tiempo la expresión de incredulidad que se pintaría en los rasgos de Rei.

Una tonta arrancada a las montañas nevadas no podría jamás compararse con los trabajos junto a dragones a los cuales estaba acostumbrada la castaña, desde pequeña expuesta a peligros cercanos a la muerte.

— Para la próxima, ¿vale? —Estaba demás decir que la simple idea de compartir una tienda con Rei le asustaba más que cualquier otra criatura mágica o clima extremo. No porque estar con ella significara peligro, sino, más bien, por los sentimientos bulliciosos e intranquilos que había estado cultivando en su interior desde el año anterior, totalmente encantado con su inteligencia, su astucia y su llamativa forma de ver a la criaturas mágicas.

Sentado en el vagón, presionando su hombro contra la ventana, pensó en cómo hubiesen sido sus vacaciones si hubiese extendido la invitación que tanto le reclamaba Rei en esos momentos, su corazón palpitando con fuerza ante los escenarios mentales que su cabeza se encargó de crear durante el viaje de vuelta a la escuela.

Otro año en Hogwarts, y otro año en que se preguntaría si algún día daría el siguiente paso.

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ㅤㅤㅤㅤcarta al primer día
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"Hoy es el primer día sin ti. Ayer te perdí y hoy me queda tu vacío en la casa.
¿Cómo transformo este dolor en recuerdos bonitos o en sonrisas nostálgicas?

Me costó salir de la pieza sin escuchar tus soplidos bajo la puerta, mi alarma de todas las mañanas. Me costó bajar a la cocina y no escuchar tus patitas bajar ansiosas por atrapar parte de mi desayuno en el suelo.
Me costó no ver tu plato de la comida a medio comer, y me cuesta no tenerte aquí conmigo, mi pequeño amigo de tantos años.

¿Cómo se vive un duelo de este tipo? Fueron quince años, abrazándote y llenándote de esos besitos que terminaste por aceptar a regañadientes. Quince años que acabaron ayer, de manera casi abrupta.
Hoy siento todavía tu olor a cachorro, negándome a botar tus mantas. Guardo receloso tu juguete, no quiero que nadie lo tome y lo haga desaparecer.
Con desespero escribo, buscando algún consuelo. Ese consuelo que no encuentro en nadie ni en nada. Que alguien me diga ya, cómo se transforma este dolor en nostalgia, cómo dejo de verte en cada rincón, como dejo de escucharte, cómo voy a dejar siquiera de soñarte.

Es el primer día y no entiendo cómo podré seguir los siguientes."

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ㅤㅤㅤㅤnicotina de marzo
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El cigarro entre sus dedos se quiebra, apagado, olvidado, destrozado. Odia el olor a nicotina y apretando los dientes amasa la esperanza de jamás tener que sentirlo otra vez.
Descansa en una silla de plástico demasiado dura para entregarle confort, pero a esas alturas de la noche, a esas alturas de la vida, Hao no cree que exista algo en el universo que pueda reconfortarle el cuerpo, mucho menos el alma.

Es tanta la rabia que se ha vuelto un sentimiento entumecido, un ruido blanco que no le ayuda a dormir, sino todo lo contrario.

Entre sus dedos bailan las hojas de tabaco que alguna vez le parecieron tan interesantes, en conversaciones eternas durante noches como esas, en un pasado lejano, y recuerda entonces que en algún momento de su vida creyó que el odio era un sentimiento demasiado fuerte para nombrarlo en conversaciones.

Ahora no está tan seguro, mientras el corazón se le seca a las dos de la mañana de una madrugada de marzo, recordando nuevamente que la dueña de este no ha vuelto, y no tiene intenciones de.

La tristeza, el abandono y la desesperación son emociones que en algún momento se permitió expulsar en mensajes de texto, llamadas sin respuesta y cartas sin destinatario.
El desconsuelo de no saber, de sólo no saber, fue protagonista durante meses, luego de verla desaparecer por la puerta.
El departamento vacío terminó por transformar el amor que cultivaron en un sentimiento que siempre creyó imposible pero que ahora le baña cada noche. Un dolor convertido en odio, en culpa, en decepción.

"Esto no está funcionando", son las palabras en su lápida, donde ya olvidó dejar flores, donde solo cenizas ensucian el cemento.
"No quiero estar aquí", es el recuerdo más cercano que pasea en su mente cada madrugada, cuando el cansancio no ha sido suficiente, ni las pastillas eficientes.

Y entre sus dedos aplasta ese último cigarro de la cajetilla olvidada, dejando nuevamente que esa madrugada se llene de rencor ante la soledad de estar sin ella, preguntándose por qué sigue esperando algo que le fue prometido jamás volver.
Por qué espera entre arrebatos de furia y calmas inquietantes, cuando la lógica le presenta la realidad inevitable de que quedó solo sin siquiera pedirlo, en un día a día que anhela termine pronto.

Son las dos de la mañana y el frío de la noche entumece cualquier recuerdo bonito, cualquier esperanza lapidada, dejando que el corazón que alguna vez latió con tanto amor, se pudra ahora entre lamentos, culpas y nicotina.

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ㅤㅤㅤㅤel poder que traes
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Tus palabras tienen miel, tienen magia, tiene el dulce sabor de mi fruta favorita.
Porque tus palabras me envuelven y me elevan, haciéndome tocar el cielo con una sola letra.
Me dejan en el suelo derrumbado, o en las nubes descansando, pero jamás intacto.
Y es que tienes tanto poder en cada sílaba que me asusta y me recuerda lo vulnerable que soy, y lo entregado que estoy.
Pero son tus palabras las mismas que me hacen confiar, una y otra vez, en que eres tú la única que, en susurros, me devuelve la calma en un día agitado.
Que son tus frases, tus versos, tus canciones, las que terminan arrullándome por la noche.
Con esa miel, esa magia y ese dulce sabor a mandarina.
Eres tú y sólo tú. Con tus historias interminables de amor y felicidad.
Eres tú y sólo tú. Con tus promesas, tus elogios y tus cariños.

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ㅤㅤㅤㅤramo de flores
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Tardó meses en entender los códigos, las muecas y los suspiros. Tardó más de la cuenta y aunque ahora puede fácilmente reconocer los cambios abruptos de ánimo, es tarde. Demasiado tarde.
No supo nunca si era algo solo de Aki, o inherente al ser humano. Ser tan complejo, tan esquivo, tan inconsecuente.
Entre blanco y negro, saltaba como juego de niños, volviendo oscuros días felices mientras apretaba en su mano ramos de flores. Esas margaritas que Angel veía marchitar sin un "gracias", sin un "te amo".

Tardó meses también, en sospechar que quizás el problema no era él, por mucho que la culpa siempre cayera sobre sus alas. Su mera esencia parecía molestar, su naturaleza innata de demonio, o incluso la incómoda manía de masticar chicle bulliciosamente. ¿Pero cuánta culpa habría sido capaz de cargar en el nombre del amor? ¿Cuántos contratos habría sido capaz de contraer sólo para alargar la tortura de esa relación?

No entendió por mucho tiempo el por qué Aki le buscaba por las noches, para soltar su mano al amanecer. No entendió qué eran esos instantes de entrega, pintados luego de arrepentimiento cuando el calor se escapaba de sus manos y dejaba congelada la habitación.

Fueron meses, y agradeció que no años, para entender que la felicidad siempre había estado encadenada a la maldición de amar a un humano. De amar a Aki. Y que la culpa no era suya, sino de él.
De ese chico obsesivo y vengativo, un niño obligado a crecer en el dolor de la pérdida. De su familia, del amor, de su vida.

Y Angel no sabía si era apatía o desinterés, pero luego de meses entendió que en sus manos no estaba solucionar dramas terrenales, mucho menos si él se veía afectado en el camino. Porque entre ser ángel o demonio, prefería mil veces quemarse en el in****no con la creencia de que todos los humanos debían perecer en dolor.

Un dolor que él mismo sintió el día en que a Aki se le acabó el tiempo y las flores fueron finalmente a una tumba que deseó no ver nunca más, el intento de amor sepultado tres metros bajo tierra, ahí donde mismo enterró sus culpas, sus perdones y sus promesas.

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ㅤㅤㅤㅤtu peso en mi hombro
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Ha sido un largo día, ambos descansan ante el constante movimiento del bus que los llevará a casa, separadas por apenas tres cuadras. Entre el club de fútbol y el de gimnasia, sus mochilas reposan a sus pies, dos pares de piernas relajándose de distintos tipos de ejercicios, probablemente uno más pesado que el otro, pero nunca con ánimos de comparar (Rei nunca ha querido que Hao se sienta menos sólo por correr detrás de una pelota).

El sonido de una canción japonesa se desliza por los oídos de ambos, compartiendo un audífono cada uno, medio enredado en sus ropas porque Hao nunca se convenció los inalámbricos, y a Rei tampoco le importaba que de vez en cuando se le escapara el suyo por el movimiento.

Es un viernes por la tarde, y ambos saben que cumplen un mes saliendo, pero que el modo más conveniente de celebrar es ese, acompañándose luego de un largo día de prácticas.
Un mes saliendo y Hao todavía se muerde el labio inferior ante el nerviosismo de ir a su lado, mientras Rei todavía se pregunta si realmente le gustará a la estrella del equipo. Un mes saliendo y sólo han sido dos besos, uno torpe y el otro demasiado breve para siquiera contar (pero ambos lo cuentan y lo sacan a colación más veces de las necesarias).

Así que son ellos dos esa tarde, en un bus medianamente vacío porque ya son casi las ocho, escuchando ahora de fondo la voz de Ricky Montgomery, la última obsesión del futbolista, mientras Rei lucha contra el peso de sus ojos, las pocas horas de sueño finalmente pasándole la cuenta.

Y es en el clímax de la canción que Hao siente el sutil peso de Rei contra su hombro, su cabeza descansando dormida contra él. Es en el clímax de la canción cuando Hao siente su corazón latir con fuerza, en su mente fabricando la escena perfecta (con música incluida) como siempre imaginó. Las ganas de dar el tercer beso no faltaron pero prefirió atesorar esa instancia como otro recuerdo que sacaría a colación más veces de las necesarias. Sentir la confianza de la chica para despertarle al llegar el destino, la tranquilidad que probablemente sintió para simplemente dejarse llevar por el cansancio, y la fuerza con la que sostenía su mano incluso dormida.

Todo quedaba grabado en su memoria como un recuerdo poderoso que formaría parte de la historia que ambos habían decidido escribir juntos, desde aquella tarde en la escuela, cuando la timidez de dos adolescentes había sido diezmada por el deseo de ambos de tomarse de las manos y prometerse un amor tan fuerte como la juventud se los permitiese.

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ㅤㅤㅤㅤtodo fue falso
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Entre comentarios siempre lo dejaste entrever. Esa pizca de honestidad que a veces no podías evitar soltar.
Entre sábanas sentí el frío de tus manos y no me importó. No me importó el deseo disfrazado de amor, las mentiras (no tan) piadosas que me llevaron flotando a tus brazos.

Durante seis meses viví la historia que quise, y la que tú también quisiste entregarme. Un guión que me parecía justo, suficiente, nada más que lo necesario.

Porque un humano jamás podría enamorarse de un ángel, sobretodo de un ángel falso. La blasfemia en su máxima expresión, un ultraje a las buenas costumbres, grosero e impertinente.
Pero dentro de mi pecado me permití amarte, en terrenos inestables, mientras empujaba la idea de que todo podía volverse real.

Pero no, nunca. Todo finalmente era falso, fabricado, un arranque involuntario del apetito propio de la raza humana.
Yo era lo más cercano, lo más prohibido, lo más fácil. Y haciendo uso de mi anhelo por ser finalmente acariciado, sin temor, acepté los acuerdos de un contrato que me llevarían a la desgracia.

Un contrato de seis meses que me dejaron sin alas, sin brazos y sin consciencia. Un contrato que disfrazamos de amor mientras mentías a destajo, en caminatas infinitas durante las patrullas que nos asignaban, en caricias cubiertas de nitrilo mientras susurrabas en mi cabello lo hermoso que era (para ser un demonio).

Mi maldición de absorber la vida de aquellos quienes toco quedó por el suelo en comparación a la maldición que impusiste tú en mi.

La de amar a un humano con un odio absoluto por los demonios, haciéndome creer que podría ser la excepción.

Pero nunca lo fui y nunca lo seré, porque a manos de ella hemos mu**to tú y yo, y con ello, la mentira que resultó de todo esto, una mentira que me elevó al cielo incluso cuando lo tenía prohibido.

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ㅤㅤㅤㅤdulce como chocolate
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El primer beso se volvió inolvidable tan pronto sus labios se tocaron en ese encuentro primerizo, desconocido y estimulante.
Entre las dudas de un posible rechazo, sus manos se buscaron y sus ojos dibujaron en el espacio entre ambos, castillos que terminarían armando juntos.

Un toque suave y un toque dulce, como chocolate, como chocolate bien dulce.
Hao entonces sintió flores rebosando de su pecho, y como un milenio pasó sin darse cuenta.
El tiempo pasó, y con el primer beso aprendió que con ella también volaba. Los segundos, los minutos y las horas, a galope, mientras todo lo demás se detenía.

Con el primer beso, Hao sintió mariposas, fuegos artificiales y pajaritos revoloteando, para luego sumirse en una calma que le duró por días. Esa calma de saber que lo tienes, ahí en tu mano, el amor que estabas buscando, más seguro que nunca. Esa confianza de que lo tienes todo para perder, pero que no te dejarán perder nada.

Cálido, suave y cómodo, como chocolate caliente con malvaviscos. Dulce, tan dulce.

Dulce su primer beso, y dulce ella, su primer amor.

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ㅤㅤㅤㅤencanto floralis: químico de amor
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No quería confesarlo, ni siquiera a si mismo, que el primer nombre que llegó a su mente, cuando la clase especial de San Valentín fue presentada, fue el de aquella chica de quinto con la cual había estado compartiendo quizás demasiado tiempo desde hacía un par de semanas.

El rostro de Rei Scamander fue el protagonista en su cabeza mientras la profesora de herbología indicaba la lista de flores que podrían usarse para la poción, todas con un significado más que cursi y romántico.

Y Seungmin era de todo menos esas dos cualidades (o al menos eso quería creer).

La relación con Rei, hasta ese momento, había sido nada más que una amistad casi interesada por ambos lados, explotando los conocimientos de cada uno para beneficio propio. La chica sabía de criaturas mágicas como cualquier otro profesor destacado y él, pues él le ofrecía sus conocimientos más profundos sobre la herbología y como esta estaba tan conectada con la fauna mágica que ella tanto amaba.

Así que grande fue la sorpresa cuando su corazón dio un latido pesado contra su pecho ante la idea de aquel regalo, de aquella poción aparentemente inocua que quizás sólo serviría como una muestra de afecto más que una poción per se.

¿Le gustaba la chica o simplemente le atraía la forma en que conectaban durante sus infinitas conversaciones?
¿Le gustaba la descendiente de los Scamander de manera romántica, o solamente disfrutaba del silencio cómodo entre ambos mientras leían, cada uno su libro de mayor interés?

Mientras sus oídos escuchaban las indicaciones en detalle, anotando en su hoja el orden lógico de los ingredientes, su cabeza se encargaba de cuestionarse si sería una buena idea o no hacerla a ella el objeto de inspiración para la clase.

¿Se molestaría? ¿Le gustaría? ¿Se la tiraría por la cabeza y luego mandaría a uno de sus dragones a arrancársela?

Infinitas preguntas que perduraron en su cabeza hasta que llegó el momento de escoger las flores y los significados que quería que estuvieran en aquel elixir de amor, sus ojos divagando en las distintas plantas que se le eran ofrecidas. La poción estaba casi lista, sólo debía enfocarla en un sentimiento y terminar con ello.

Nada fuera de lo normal, como cualquier otra preparación.

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— ¿Y qué flores escogiste? —Su compañero de cuarto apareció a su lado apenas le vio revolver en el matraz la mezcolanza de ingredientes, un pequeño hilo de humo escapando ante el último pétalo que echó.

— Brezo blanco y Amarilis —Su voz salió casi en un susurro mientras daba por terminada la preparación, el contenido en un pequeño frasco que finalmente terminaría colgando de un delicado collar.
Protección, buena suerte, superación, amistad. Todos sentimientos perfectamente normales hacia una amiga con intereses similares, hacia una compañera intelectual a la que podía considerar su igual.

— ¿No eran tres flores? —La pregunta del chico quedó en el aire mientras Seungmin se retiraba del salón con un pequeño gesto de despedida. Una huída exitosa de preguntas a las cuales no podría darle respuesta de manera sincera, menos cuando su corazón latía con fuerza ante la idea de la tercera flor que había machacado dentro de la infusión.

"𝑇𝑢𝑙𝑖𝑝𝑎́𝑛 𝑟𝑜𝑗𝑜", 𝑑𝑒𝑐𝑙𝑎𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝑎𝑚𝑜𝑟.

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ㅤㅤㅤㅤmi valentín (¿serías?)
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Segundo año consecutivo y los nervios le carcomen.
Sabe la respuesta que recibirá, pero el talento innato para escenarios imposibles le pasa la cuenta, pensando en "¿y si no?".
Son los ojos de Rei los que finalmente le bajan del obstáculo autoimpuesto, y esa sonrisa.

Dios, esa sonrisa.

— ¿Quieres ser mi valentín? —Su voz rebota en las fotos colgadas en las paredes, paseándose por el aroma a galletas que reside en el departamento desde el medio día.

La respuesta a su pregunta siempre la supo, pero recibir el sí, seguido de un beso que lo confirma, es suficiente para llenarle el corazón de una emoción que nunca ha perdido con ella.

La emoción del primer beso, del primer san valentín, de ese abrazo que tranquiliza todo, de ella convirtiéndose en el amor de su vida.

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ㅤㅤㅤㅤdomingos de mañana
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Escucho el movimiento en la cama, las sábanas se levantan, una corriente de brisa se cuela entre nuestros cuerpos. Te mueves y te escucho, entre el crepitar de las hojas de aquel árbol que se asoma en nuestra ventana, moviéndose calmo con el viento de la mañana.

Entre pajaritos escucho tu respiración acompasada, el sonido de tu sonrisa y el suspiro que lanzas como si no encontraras más remedio que tocarme.
Un toque suave, tentativo, temeroso. Porque no te gusta despertame, pero te encanta la idea de compartir las mañanas.

Y yo me quedo quieto, en un intento pobre de continuar durmiendo solo para frustrarte unos momentos, divertido con la idea de que harás de todo para lograr mi atención matutina.

— Hao... —Tu voz se pierde con el paso de los autos en la calle, un ruido de ambiente que ya se ha vuelto más que familiar, pero que hoy se escucha particularmente intenso.

"Es domingo, ¿por qué?" pienso mientras siento tu índice contra mi mejilla, pinchando suave pero insistente.

— Hao —Te escucho otra vez, ahora más claro y más cerca. Tu respiración choca deliberadamente con mi rostro y pienso en lo afortunado que soy de poder tenerte así, tan real, tan cotidiana, tan íntima. Y es tu mejilla finalmente la que toca la mía, en una fricción cariñosa, divertida y resignada. Porque todavía crees que duermo y ya prefieres dejarlo así, mientras te re acomodas en tu lugar de la cama con la vaga intención de volver a dormir.

Pero esta vez soy yo el que te llama entre pajaritos, entre hojas crepitantes y autos en el tráfico. Te llamo y te abrazo, satisfecho con aquel pequeño juego donde finges no haber estado haciendo nada y lanzas un bostezo falso seguido de una risita al darte cuenta que ninguno de los dos se lo creyó.

Así las mañanas de domingo, justo así como me gustan. A tu lado, dormidos o despiertos, pero a tu lado.

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ㅤㅤㅤㅤclub del hipogrifo ; cuestionario
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¡Saludos, futuro miembro del Club del Hipogrifo! Este cuestionario tiene como objetivo evaluar tus habilidades y afinidades en las áreas de Cuidado de Criaturas Mágicas, Adivinación, Herbología y Pociones. Responde con sinceridad y reflexión para que podamos comprender mejor tu conexión con las criaturas mágicas y tu interés en estas disciplinas.

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1. ¿Cuál es tu criatura mágica favorita y por qué? ¿Cómo describirías tu capacidad para comunicarte con criaturas mágicas?

Ese sería el bowtruckle. Encuentro que es una especie muy interesante, sobretodo su relación con el árbol que cuida y la capacidad que tiene de protegerlo incluso siendo una especie tan pequeña. Estudiarlos podría llevarnos a entender un poco más sobre la madera de nuestras propias varitas. Y lamentablemente no soy el más experto en criaturas mágicas, pero he tenido uno que otro encuentro con babosas carnívoras en el jardín de mi madre. Mala experiencia.

2. ¿Qué método de adivinación prefieres y por qué?

Mi favorito es la xilomancia porque siento una conexión mucho más grande con la naturaleza, y gracias a la asignatura de xilomancia he podido desarrollar un poco más esa área.

3. ¿Puedes mencionar tres plantas mágicas y describir sus propiedades?

ㅤ— Potentilla, es una planta floral usada generalmente para la fabricación de medicina y posiciones.
ㅤ— Rábano picante, ingrediente de la famosa poción de la risa.
ㅤ— Snargaluff, planta carnívora que suele ser peligrosa al manejo. De momento sigue en estudio, pero se le ha dado uso como arma en ciertas ocasiones.

4. ¿Cuál es tu poción favorita y por qué? Describe una situación en la que hayas utilizado una poción de manera efectiva.

Filtro de paz, principalmente por sus efectos en los estados de estrés, nerviosismo y ansia. Justo antes de los TIMOs intenté recrearla como el profesor de pociones me había indicado y salió bastante bien. Pude dar mis exámenes más calmado.

5. ¿Por qué deseas unirte al Club del Hipogrifo en particular?

La herbología es mi principal interés y poder tener acceso exclusivo al invernadero me da una ventaja increíble en mis estudios. También las excursiones al bosque prohibido son un buen plus.

6. Proporciona una idea para una investigación o proyecto que podríamos llevar a cabo en el Club del Hipogrifo.

Un viaje de excursión a los bosques de Escandinavia para conocer la flora de esa zona estaría increíble. De esta forma, podemos ahondar en el estudio de los bowtruckles y su relación simbionte con sus árboles.

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ㅤㅤㅤㅤhermanos de la arena
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Terminaba de limpiar a Karasu cuando Temari apareció en el cuarto de la posada que habían seleccionado como descanso para esa noche. En sus manos una bandeja con dos tazas de té verde, seguramente de cortesía de la anciana que les había ofrecido la pieza.

— ¿Hasta cuándo tenemos que llevar a cabo misiones de diplomacia? —Preguntó el ninja, mientras veía a su hermana sentarse en el tatami con una expresión casi igual de cansada que la de él.

Era el segundo día de viaje, y todavía les quedaba uno más para llegar a la aldea de la hoja donde un comité les esperaría para entablar conversaciones sobre la tan esperada alianza, y los futuros exámenes chunin.
Gaara comenzaba sus labores como el nuevo Kazekage de Sunagakure, y ellos automáticamente habían quedado con puestos importantes dentro del gobierno. Un poco de nepotismo, opinaría Kankuro en algún momento, pero nada que Temari y él no pudiesen llevar a cabo de manera eficiente.

Sin embargo, los constantes viajes le tenían cansado, y podía suponer que a la otra jonin también, juzgando por la expresión de hastío que había colocado cuando les habían informado de aquella misión.

— Por lo menos hay unos baños termales en este lugar, recuperemos energía para mañana —La idea de hundirse en agua caliente y luego dormir hasta el otro día no sonaba mal. Una noche de descanso, y el silencio del bosque que contrastaba con el viento que generalmente oía en su aldea, eran precisamente algo que agradecía en aquel viaje.

— ¿¡Cómo que 500 ryō la noche!? —El grito estrenduoso de un nuevo cliente les hizo mirarse estupefactos por unos segundos, hasta que las siguientes quejas le sonaron demasiado familiares. Aquella voz femenina, seguida de dos masculinas que intentaban tranquilizarla, eran definitivamente de Ino Yamanaka, Choji Akimichi y Shikamaru Nara, el equipo 10, si no mal recordaba.

Los hermanos de la arena finalmente suspiraron al unísono, recordando las palabras de Gaara antes de que partieran.

"Sé que es extraño que venga de mi pero, por favor, formen buenas relaciones con los ninjas de la hoja en su viaje".

Encerrarse en sus cuartos y escapar al amanecer no era la opción más diplomática, por lo que salir y saludar a los recién llegados comenzaba a ser parte también de aquella misión.

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ㅤㅤㅤㅤrecuerdos en el humo
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𝑀𝑎𝑘𝑖𝑚𝑎, 𝑡𝑒 𝑑𝑎𝑟𝑒́ 𝑚𝑖 𝑡𝑜𝑑𝑜.

Las palabras resuenan en mi cabeza, escondiendo sollozos y gritos, escondiendo las olas del mar reventando en la arena.

Lo último que recuerdo, antes de ver aquellos ojos amarillos, son los pasos que di por el asfalto caliente y tú presencia en mi espalda.

Caminabas calmo detrás de mis alas, y siento que el tiempo pudo haberse detenido justamente ahí y disfrutar de la brisa marina junto a ti, el humano que tanto nos odia.
Me hubiese gustado que el sabor dulce del yogurt se hubiese quedado en mi boca por un poco más de tiempo, mientras me conversabas de planes que siempre me parecieron descabellados.

Recuerdo el hospital, recuerdo mis hombros sin continuación. Recuerdo las bromas y las preocupaciones, recuerdo su rostro desencajado, sólo por un segundo, cuando le dije que morir no estaría nada mal. Y es que partir de este mundo en su compañía, mientras planea otra venganza, nunca ha sonado tan mal.

𝑄𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑣𝑖𝑣𝑎𝑠.

Me dijo, lo recuerdo, mientras dejaba una carta de recomendación en mi mesa de noche. La hubiese tomado, con una enferma intención de tocar sus dedos, pero en mi estado ni un abrazo podría haberle dado.

Y hubiese querido ahora recordar abrazos, y besos, su pañuelo contra mi rostro, y una promesa que nunca llegó.
Porque fuimos imposibles, y ahora estamos mu**tos. Porque entre recuerdos te busco incesante, recuerdos y fantasías, entremezclándose mientras me convierto en un arma, y tú también.

Le di mi todo a ella, pero siempre fui tuyo.
Salvaste mi vida aunque no tuviera una, ¿cómo podría ser de alguien más?

Entre helados y conversaciones, el tabaco impregnado en tu traje negro.
Como quisiera haber sido un simple chico, y haberte simplemente amado.

Y ahora que somos solo un punto en la historia de otros protagonistas, ahora que somos marionetas de una mente codiciosa, ¿podríamos volver a encontrarnos en otra vida? Sin contratos, sin miedos y sin odios.

Porque si de reencontrarte se tratase, lo de morir seguiría sin sonar nada mal.

𝑄𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑣𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑜𝑡𝑟𝑎 𝑣𝑒𝑧, 𝐴𝑘𝑖, 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑣𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑜𝑡𝑟𝑎 𝑣𝑒𝑧.
𝑄𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑡𝑜𝑐𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑛𝑎 𝑣𝑒𝑧, 𝐴𝑘𝑖, 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑏𝑒𝑠𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑝𝑜𝑟 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟𝑎 𝑣𝑒𝑧.

Y finalmente nos volvimos humos, puros recuerdos en el humo.

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ㅤㅤㅤㅤceremonia de selección
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La felicidad que había esperado para ese momento había quedado en una infantil fantasía luego de los sucesos que habían afectado a la familia Kim. Su madre, la más entusiasmada con su entrada a Hogwarts, había fallecido en un accidente durante un viaje justo luego de que recibiera su carta de ingreso, y desde ese momento en su cabeza no había nada más que dolor y frustración.
Con tan sólo once años (y su hermana diecisiete), SeungMin terminó bajo la tutela de su abuela materna, y junto a ella, tuvo que realizar todos los trámites que suponían entrar a la escuela de magia y hechicería. Le pesaba que los planes con su madre habían terminado en polvo y olvido.

La ceremonia de selección entonces no estaba siendo la suceso que había estado imaginando desde los cinco, cuando su hermana llegó a casa en las vacaciones contando lo maravillosa que era toda la experiencia.

Para él sólo era un momento más de los muchos que vendrían, lejos de casa.

— Siento tristeza en tu corazón, joven mago —La voz del sombrero resonó en su cabeza y cerró los ojos, sin querer entablar conversación con aquel objeto. No le importaba la casa que decidiría para él, sólo rogaba no quedar en Gryffindor como el resto de su familia.

— Segundo hijo de Emily Shaw, interesante. ¿No quieres acompañar a tu hermana en la casa de la valentía? Tienes algunas cualidades que podrían llevarte a un futuro próspero con el emblema del león en tu pecho —Le escuchaba atento, pero sin responder, al menos no verbalmente, pues en su cabeza sólo se repetía una frase.

"En Gryffindor no, en Gryffindor no"

El rechazo a la casa de su familia no tenía realmente una razón lógica, pero en sus cortos once años, el deseo de alejarse al máximo de todo lo que le recordase a su madre era inherente a la inmadurez de un niño que acababa de perderlo todo en su vida (o así es como lo veía).

— Hufflepuff, por favor —Susurró, sus manos apretando la túnica negra que llevaba, recordando las palabras que alguna vez escuchó de su hermana sobre las personas de aquella casa.

Honestidad, lealtad, paciencia.
Seungmin necesitaba algo de eso en esos momentos. Necesitaba una casa, una familia, algo que le brindara lo que había creído perder luego de aquel accidente.

— ¡Hufflepuff! —Retumbó la voz del sombrero, tanto en las paredes del salón como en las de su cabeza, soltando en un suspiro toda la tensión que había acumulado en esos cortos minutos.

De la mesa de su ahora casa se escuchó inmediatamente la algarabía de un nuevo integrante, siendo recibido entre aplausos y palmadas en la espalda de rostros que luego en los años aprendería a llamar amigos.

Seungmin pensaba que ese era un momento más, de los muchos que vendrían. Lo que no sabía, es que su corazón herido por la tragedia sanaría poco a poco junto a los compañeros que ahora comían alegre a su lado.

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𝐷𝑒 𝐼𝑁 𝑁𝑂𝐶𝑇𝐸𝑀 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑟 𝑙𝑎 𝑖𝑛𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑢𝑛𝑖𝑣𝑒𝑟𝑠𝑜 𝑚𝑎́𝑔𝑖𝑐𝑜 𝑚𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑎 𝑑𝑎𝑟. 𝐷𝑒𝑠𝑑𝑒 𝑚𝑒𝑠𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑏𝑢𝑠𝑐𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑛 𝑙𝑢𝑔𝑎𝑟 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑝𝑢𝑑𝑖𝑒𝑠𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑟𝑟𝑜𝑙𝑙𝑎𝑟𝑚𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑎𝑠𝑝𝑒𝑐𝑡𝑜, 𝑦 𝑐𝑟𝑒𝑜 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎𝑑𝑜 𝑎𝑙 𝑙𝑢𝑔𝑎𝑟 𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒𝑐𝑡𝑜. 𝑂𝑗𝑎𝑙𝑎́ 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑎𝑏𝑟𝑖𝑟𝑚𝑒 𝑎 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑒𝑥𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠, 𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑏𝑖𝑟 𝑒𝑛 𝑐𝑜𝑛𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜, 𝑑𝑖𝑣𝑒𝑟𝑡𝑖𝑟𝑚𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑑𝑖𝑛𝑎́𝑚𝑖𝑐𝑎𝑠. 𝑇𝑜𝑑𝑜 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑠𝑖𝑟𝑣𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑟𝑟𝑜𝑙𝑙𝑎𝑟 𝑚𝑖 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑗𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑚𝑎́𝑔𝑖𝑐𝑜, 𝑙𝑜 𝑢𝑠𝑎𝑟𝑒́.