Amaltea - bicis eléctricas de montaña

Nos mueve lo desconocido. Nos mueve la aventura.
Nos conmueve el disfrute.

Vamos entregando muchas bicis en este tiempo. Y casi siempre los momentos más apasionantes que vivimos son las primeras pedaleadas en subida de las personas que usan por primera vez una AMALTEA.
Se escuchan carcajadas, gritos de sorpresa, de disfrute.

Y frases textuales como estas:
“Qué silencio! Pensé que un poquito de ruido iba a hacer”.
“Con esta sí me animo a bicicletear a la par de mis hijos”.
“Es como que está Dios empujándote de atrás”.
“Siempre soñé con poder andar en bici en la montaña y nunca había podido hasta ahora. Gracias!”.
“Me fascina poder elegir cuándo hacer ejercicio y cuándo usarla sólo como medio de transporte”.
“Con esta te subo el Champaquí!”.

Emprendo otra ruta. Conquisto otra cima. Disuelvo otro paradigma.
Me pregunto cuándo empieza el viaje.
Encuentro entre pedaleos la más nítida de mis verdades: el viaje siempre está sucediendo.

Amaltea es vivir el viaje.

Hay caminos fáciles y caminos difíciles.
Hay caminos ya delimitados y caminos a crear.
Hay caminos más suaves y caminos más empinados, intensos.

Que por nada se te olvide, que el destino es sólo una excusa para explorar los infinitos caminos. Explorarte andando.




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Aroma a espinillos florecidos y pedaleos suaves de montaña.

La primavera evoca al placer.
Amaltea también.


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Hoy es el día de la movilidad sustentable.
La primera definición que aparece en la RAE de sustentable es ‘algo que se puede sustentar o defender con razones’.
Nuestras bicis eléctricas se pueden defender con razones: son ecológicas, silenciosas, suben cualquier montaña, podés recorrer más de 35 km con una sola carga.
Pero sobre todo, nuestras bicis, se pueden defender con sentires: aventura, libertad, confort, poder, disfrute, equilibrio.
Por esos sentires, más allá de todo, Amaltea es sustentable.

Estado de flow.
La experiencia de atestiguar, el sentido de lo simple. Meditar sobre dos ruedas, entrar en el túnel.
La montaña. Amaltea. El atardecer.

Siento el sonido a ripio danzando con el caucho. El olor a bosque conquistado por una primavera temprana. Un ave grande aletea fuerte y despega del suelo delante mío, creo que es un carancho.
Siento el viento en la cara, fresco, cuando el sol del atardecer se esconde detrás de algún pino.
Agarro una bajada de las que parecen eternas. El vértigo deambula en forma de cosquilleo por mi espina dorsal.
Libertad, divino tesoro. Si mi niñez tuvo sonido a cadena de bicicletas, que mi presente me encuentre contemplando atardeceres en la montaña.

Siento que cualquier conquista es posible, cualquier cumbre alcanzable.

Después de mucho soñarlo, después de experimentarlo durante casi un año en nuestro pueblo con ocho de nuestras bicis en funcionamiento, queremos gritarle al Planeta que Amaltea está lista para expandirse.

Amaltea es una filosofía. Es libertad, aventura, naturaleza, sustentabilidad.
Son bicis eléctricas en Argentina, especialmente diseñada para la montaña.
Es un taller.
Son motores de calidad. Son baterías de litio.
Es el concepto de que cualquier persona con movilidad propia puede atreverse a la aventura.
Es transgredir los límites mentales, es poder tener un vehículo confortable, silencioso, económico y ecológico.

Amaltea es estar donde quieras estar.
Y hoy queremos estar en tu radar.