Amantes De Las Letras

Una persona abusada siente que el in****no la persigue constantemente, no es sólo la crueldad y repulsión del acto en si mismo, es también todo lo que viene después. Una parte de ti se queda en ese momento, el miedo, la parálisis, el silencio y el dolor se vuelven parte de ti, los recuerdos y las pesadillas son pan de todos los días. Quieres huir desesperadamente, pero como se huye de si mismo? Después esta el punto de vista externo, de todos aquellos que creen tener el derecho de juzgarte sin conocer tu in****no, aquellos que te juzgan por no hablar, los que te juzgan si hablan, los que te señalan como culpable del delito que se cometió sobre ti, los que quieren justificar al abusador o al abuso.... Ese es un segundo in****no, porque como si tu lucha interna no fuera suficiente, tienes que luchar para hablar... Solo para que después los demás te juzguen, se burlen o te aparten como si el delito fuera tuyo... Es tan agotador tener que justificarse y defenderse no solo del agresor sino de todos sus cómplices, porque si eres uno de aquellos que juzgan a la víctima y justifican al victimario te informo que te estás convirtiendo en cómplice y en verdugo pues estás haciendo que el in****no del abusad@ sea doble.