Puzle
No soy fanática del color gris,del quizás,y las cosas a medias. Me encanta reir y caminar sobre arena
"Rewind al cassette"
¿Alguna vez has intentado recordar esa primera memoria? Ese primer momento de consciencia, donde no hace falta la vista para entender.
Yo comencé a ver con claridad (gracias a los espejuelos con pitufos) creo que a los 7 meses. Mis ojos se veían casi tan grandes como el lente. ¿Sería por lo sorprendida con tantas formas y colores nuevos para mi? Era la versión de "Big Eyes" con espejuelos.
En forma de broma, pero en serio, pienso que tengo buena memoria gracias a los espejuelos, por que yo no recuerdo esa primera memoria. Suelo pensar que se quedó en ese lapso de visión borrosa.
Intento volver atrás en el tiempo y vienen imágenes desordenadas, pero todas con un denominador común: una sonrisa, amplia y genuina. Siempre veo pollinita, espejuelos y sonrisa.
40 veranos
Con los años se suman las canas, las arrugas, los pasos, los instantes…
Las canas, según "Google” son cabellos que se vuelven de color gris, o blanco, debido a una pérdida de pigmentación. Para mí son muchos hilos plateados, claros, que protegen la cabeza. A veces pienso que con cada pensamiento sensato nace uno. Que más allá de la pérdida del color en el cabello, es claridad mental y emocional. Me parece irónico que mientras se pierde color, se gane luz, que mientras se suman los años, se nos va la vida y mientras el cuerpo deteriora, la mente evoluciona.
Las arrugas por su parte, son pliegues en la piel. Entonces pienso que son el reflejo de todas las veces en que nuestro criterio va cambiando. A veces, creemos que somos siempre los mismos, pero ¿Cuántas veces al día cambiamos de opinión sobre la ropa que nos vamos a poner? En cosa de minutos, un análisis del día, haberte cambiado la ropa pudo haberlo cambiado todo. Así pasa con tantas otras cosas al mismo tiempo. Mientras el cerebro hace todo eso, el cuerpo también cambia. Por eso pienso que cada arruga en la piel representa todos esos instantes donde hemos cambiado de opinión sobre algo en nuestras vidas, por más simple que sea.
¿Cuántos pasos hemos dado en nuestro tiempo de vida? Partiendo de esa pregunta, me respondo que quizás tengo menos pasos de los debidos. He tenido 2 pausas en mi andar; yo no aprendí a caminar una vez, yo aprendí 3 veces. ¿No será por esos pasos suspendidos que me he caído tantas veces? ¡Que son todos los tropiezos acumulados a destiempo! Perdí la cuenta... Tampoco sé si he tropezado más en acciones o en verdaderos pasos. Quizás se ha empatado la vida...
Los instantes, cúmulo de momentos, un rompecabezas de memorias. Para mí la mejor cámara para consevarlos es mi memoria. A mi eso de la memoria se me da muy bien. Recuerdo detalles de momentos a muy temprana edad. A veces no son cosas tan extraordinarias, son detalles que simplemente se quedaron en mi caja fuerte mental, en el disco duro, y eso las hizo extraordinarias. También tengo momentos ahogados, y tantos otros, muy preciados. De algunos me arrepiento, pero a lo hecho pecho,como dicen por ahí.
Dentro de muy poco serán 40 años abriendo los ojos, caminando quizás no todos esos años, unos 80 años en instantes. Si separamos los momentos reales de los anhelos, ya han sido 40 veranos.