Desde entonces hemos cuidado, seleccionado, tostado y distribuido toneladas de café de las mejores cosechas de las más prestigiosas procedencias.
Tradición
Cuando hace casi 100 años, en un local del barrio Barcelonés de Sant Andreu, Don Julián Marcilla tostaba su primera partida de café, iniciaba una tradición familiar que cubre hoy la tercera generación y, fieles a la tradición, parte de nuestras instalaciones siguen ubicadas en ese primer local. La Marca
Con la marca Dibarcafé queremos transmitir toda una trayectoria centenaria de tosta
dores de café. Y ello lo presentamos con la ilusión de seguir cumpliendo día a día con el mejor aroma de café que la experiencia nos ha desvelado. Y es que en cualquiera de los productos Dibarcafé se transmite una personalidad forjada con los años y una calidad indiscutible. El Valor de Compartir
¿Qué tenemos en común la familia Marcilla y nuestros clientes? Es difícil responder a esta pregunta con una sola respuesta pues son muchas las cosas que compartimos. Sin embargo, hay algo que consideramos importantísimo a la hora de relacionarnos con nuestro entorno: la sinceridad. Ambiciosa palabra, la sinceridad, cierto. Pero es la mejor fórmula para mantener la atención personalizada con todos nuestros clientes Dibarcafé. Y seguramente se preguntará, ¿cómo es posible una relación comercial basada en este común denominador? Muy sencillo, porque a nuestros clientes no sólo les vendemos café, además compartimos con ellos nuestra experiencia, entusiasmo y afán por el trabajo bien hecho. Del mismo modo, les hacemos participes de nuestras ilusiones y proyectos de futuro. Y todo eso, evidentemente, cuidando siempre al máximo la calidad de los productos Dibarcafé. Sin duda la máxima satisfacción de nuestros clientes siempre dependerá de una buena taza de café. ¿Le apetece tomar un Dibarcafé con nosotros? Hermanos Marcilla