Fundación Nebelson

servicio de la propia vida y la de los demás. En este sentido, el propósito explicitado implicará, por parte de todo el equipo de trabajo, marcar una meta de inicio que sea superadora de prácticas emergentes "tradicionales", "naturalizadas", que hoy atraviesan el ser docente dejando de lado la posibilidad de reconocernos y valorarnos en la integridad de nuestras posibilidades presentes y futuras partiendo del respeto mutuo. El desafío es soñar, atreverse y destinar toda la energía al compromiso de trabajar por un "ser" social que actúe en su espacio para dialogar, actuar y comprender al otro. Las utopías nos impulsan y constituyen; en palabras de Paulo Freire aún es posible generar "un arco de esperanza para todos".