Éticas, Estéticas y Exigentes

Ya llegados los 50…

Esta es la verdadera batalla. Durante la menopausia, los cambios hormonales también se traducen en arrugas más pronunciadas y piel seca y flácida, especialmente alrededor de la mandíbula y los ojos. Notarás cómo se pronuncian aún más las líneas del rostro y las arrugas, debido a la pérdida de grasa subcutánea y la falta de humectación. Los posibles daños por la exposición al sol se manifiestan aun más en esta etapa.

El principal afectado de estos cambios será el contorno de tus ojos, en los que puede que ganen los signos de fatiga. Esta es la primera zona a proteger y donde necesitarás recurrir a productos reafirmantes. Los humectantes ayudarán a mantener fresca tu piel, especialmente aquellas cremas con vitamina A y E.

Si no lo era ya, la exfoliación regular se convertirá en una rutina. Incorporar alimentos como batatas, zanahorias y naranjas a tu dieta también ayudará a restaurar tu colágeno y volver a darle firmeza a la piel.

Recuerda: a cualquier edad, la humectación, una buena alimentación y la exfoliación son claves para tu piel.

¿Y en los 40?

A partir de los 40, la piel se hace más delgada y, probablemente, empieces a notar algunos capilares apenas bajo la superficie. Como dijimos antes, esto se debe a la falta de humectación y la menor producción de colágeno y elastina, que le quitan firmeza a tu rostro. Si nunca te cuidaste demasiado del sol en tu vida, los notarás más todavía. También es probable que comiences a detectar otros signos causados por el fotoenvejecimiento.

En rasgos generales, tu piel se verá más reseca e irá mudando más despacio. Si no la limpias y humectas regularmente, estos detalles pueden llevarte a experimentar poros tapados, así como folículos y glándulas sebáceas más prominentes. La exfoliación se hace realmente clave en esta etapa. Entre los productos a tener en cuenta, busca retinol y cualquier fórmula que sirva para activar la producción de colágeno y elastina. También puedes recurrir a tratamientos de peeling, ¡pero no exageres!

Para cuidarte también debajo de la epidermis, asegúrate de que tu dieta contenga todas las vitaminas y nutrientes necesarios: aminoácidos, glucosamina, vitaminas B6, A, C, D y E son los datos a tener en cuenta.

Qué pasa en los 30

Nunca es tarde para empezar a cuidar tu piel y puedes darle una mano incluso cuidando lo que comes, dejando de fumar y usando protector solar cada vez que sales. Si cumpliste ya los 30, es probable que hayas notado cómo empiezan a aparecer pequeñas líneas de expresión en tu rostro, así como manchas de pigmentación y otras señales de envejecimiento.

Para cuidar la piel de estos cambios, asegúrate de comer alimentos ricos en antioxidantes. Las uvas y las nueces son excelentes para esto, igual que el chocolate amargo y el vino tinto -¡siempre con moderación!-. La exfoliación también comienza a ser más importante en este momento, así que asegúrate de hacerlo dos o tres veces por semana.

Otro dato a tener en cuenta a partir de los 30 es la humectación: con la edad, vas perdiendo elasticidad en la piel por falta de colágeno y lo notarás principalmente alrededor de los ojos. Puedes combatirlo utilizando cremas humectantes y “antiedad”.

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