E. Calder
Autor, editor, corrector, tallerista y traductor. Disfruta de ayuda a otros a mejorar su escritura. Esta es mi página de Autor, Editor, Corrector y Traductor.
En ella encontrarás fragmentos de mi vida, de mi escritura y reflexiones sobre temas o técnicas de escritura (principalmente en español, con la ocasional liga en inglés). Ocasionalmente mostraré obras de Ficción Corta o fragmentos de alguna de las novelas o cuentos cortos en los que esté trabajando. Estos pueden ser en inglés o en español. También, de vez en cuando, escribiré acerca de los proyect
—Diversión—
Diciembre de danza,
desamores...
deseos desmedidos.
Dominika,
divina díva,
desea divertirse.
Decide desvestirse
delante de dos.
Da diminutas dosis...
de diversión.
David,
duro,
da dinero,
demuestra devoción.
Darío,
desafotunado,
desmaya
delante del desayunador.
¡Diabos!, dice Dominika,
desconectándose.
E. Calder (Diciembre 2023)
Hace unos momentos encontré esto (publicado en un grupo de diseño el 22 de septiembre) que me pareció interesante. Lo traduzco.��
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Sin importar cual sea tu posición acerca de la IA, es bueno tener esta información. La mayoría de los sitios de fotografías de stock aceptan imágenes generadas con inteligencia artificial. Getty dice: “Absolutamente no”.��gettyimages / iStock��Getty Images no acepta archivos creados usando modelos generativos de IA. Esto incluye las recientemente anunciadas herramientas de Creative Cloud de Adobe, las cuales ya están disponibles con sus herramientas incluidas de IA generativa, impulsadas por Firefly.
Informaremos si nuestra política de envío cambia.
Nuestros mejores deseos,
Getti Images / iStock��Getty images (quien tiene una demanda de 1.8 trillones de dólares contra OpenAI) deja en claro que ellos NO aceptarán NINGUNA imagen de IA generativa, incluyendo las hechas a través de los sistemas generativos integrados de Adobe, impulsados por Firefly.
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Esto me parece muy interesante, ya que es una manera de protegerse —y a sus clientes— de problemas con sus imágenes.��Hace unas semanas vi, en otro foro, que Amazon ya solicita que el autor informe si los libros que se publican en KDP tienen contenido o imágenes generadas con IAs.
Ya veremos qué pasa con las IAs en el futuro.
¿Escribes con música, o en silencio?
Yo lo hago de ambas formas. En ocasiones necesito completo silencio para concentrarme, en otras prefiero la música. A veces es música que me pone en el estado de ánimo que quiero para la escena, otras veces sólo necesito música de fondo para aquietar mis pensamientos.
Hoy, mientras me siento a traducir y escribir lo que impartiré en la sesión número 8 de "Secretos de la estructura", mis vecinos conversan con voces elevadas, lo que me lleva a poner una playlist de música instrumental en Spotify. Espero terminar pronto y, después, regresare a escuchar música con letra.
Ayer escuché a Katie James, entre otros; hoy se me antoja escuchar a Zaz y, tal vez, si estoy de humor, a Jean-Jacques Goldman.
A ti, ¿cómo te gusta escribir?
El arte debe ser disfrutado... y el artista reconocido.
Sandro de Ponte ha dedicado su vida al arte: desde esos dibujos que los profesores de primaria creían habían sido hechos por su madre, y no por él (que les demostró lo contrario en clase), hasta la lo que ha estado en exposiciones internacionales de pintura.
Sandro vive el arte... y el arte vive en él.
He aquí una pequeña muestra de lo que hace:
https://www.facebook.com/arte.sandrodeponte/photos
¿Sabes qué conflictos hay en las historias?
¿CÓMO NOS DAMOS A CONOCER?
Para todo artista, parte del éxito es poder vender —o por lo menos exponer— su arte. Para toda empresa, emprendedor o autoempleado, es igual.
Como yo pertenezco a las categorías antes mencionadas, desde hace tiempo he intentado tener una página web bien diseñada (usualmente por mí) para mostrar qué hago. No siempre con mucho éxito.
Sí, he tenido páginas, pero ninguna me ha llenado totalmente. Siempre había algo que faltaba: un diseño agradable, el contenido correcto... En ocasiones quería mostrar dos aspectos de mí en una sola, sin que resultara claro qué es lo que ofrecía.
Esta fin de semana me llegó la inspiración y comencé a rediseñar mi página (que estaba incompleta) y parece que pronto tendré algo que mostrar.
Pero, por lo pronto, me quedo con la pregunta:
¿Cómo le hacen ustedes para inspirarse qué y cómo poner en sus páginas?
“El Libro semanal es la historieta mexicana con el mayor récord de permanencia en el mercado. Se sostuvo en los puestos de periódicos y revistas durante 55 años, entre 1955 y 2010, y alcanzó la cifra de los 2,860 números; primero editada por Publicaciones Herrerías, que cambió el nombre de su razón social por Novedades Editores en 1977. A la quiebra de Novedades en 2003, la editorial NIESA siguió publicando la revista con la misma cabeza y dando continuidad a la numeración. Pero a estos 55 años habría que agregar, que a la bancarrota de NIESA en 2010, apareció la revista "Historia Semanal", de editorial Mina, dirigida por Laura Bolaños (Abril), quién fue el indudable pilar de "El Libro semanal", desde su origen. Historia semanal dejó de salir en 2013, un par de años antes del fallecimiento de Laura Bolaños. Casi 60 años y casi 3,000 entregas dan fe de uno de los mayores éxitos de la historia de la historieta mexicana.
Pero además, "El Libro semanal" es prácticamente un género en sí misma. Como afirma Laura Bolaños, la historieta se propuso dinamitar con una perspectiva inédita lo que se conoce como la literatura rosa "que repite hasta la náusea a Blancanieves, Cenicienta o Caperucita Roja", acabar con las "cenicientas que sufren y sufren" esperando a su príncipe azul, con historias realistas de mujeres reales. "Me casé con un im***il", el título de una de las entregas, es ejemplo claro de su propuesta. Con la idea de colocarse en las antípodas de historietas como "Lágrimas, risas y amor", sus "heroínas" fueron mujeres de su tiempo, mecanógrafas, meseras, secretarias, dependientas, profesionistas, maestras, enfermeras, actrices, empleadas de todo tipo; mujeres que se casan, se equivocan, se divorcian, madres solteras que salen adelante y amas de casa que se rebelan. Prácticamente todos los argumentos de "El Libro semanal" fueron escritos por mujeres. "La mujeres entienden mejor la mentalidad de otras mujeres. Y entienden mejor lo que les gusta de un hombre y como les gusta que las enamoren," afirmaba Laura Bolaños. La escritora fue, además de argumentista de historieta, periodista, editorialista, una mujer socialista que participó en la formación del teatro cubano al triunfo de la Revolución de 1959, donde vivió durante algunos años, reportera de "Sucesos para todos", defensora de derechos humanos y promotora del empoderamiento de las mujeres. En "El Libro semanal" hay una riquísima fuente para los estudios de género y para entender la mentalidad de la mujer mexicana del Siglo XX, por lo menos de lo que le gustaba leer. —Xalapa Antiguo.
Referencia:
https://pepines.iib.unam.mx/serie/1088
No pude evitar pegar este.
Yup.
Hoy hablamos acerca de cómo decir o mostrar al momento de narrar.
Hoy tocó hablar de qué es un cuento.
¿Cómo terminas tú un cuento?
Encontré esto por ahí. No sé de quién sea, pero tiene toda la razón.
Por si te interesa saber más acerca de "el párrafo".
Estructura
Hoy, como casi todos los viernes, estoy preparando la presentación para la sesión del Seminario de Escritura Creativa que mi socia y yo impartimos los sábados. En esta ocasión será la tercera parte (de 12) hablando de estructura. Este año he tratado mucho este importante tema, desde diversos ángulos, para asegurarme de que quede claro.
No importa si eres un escritor Arquitecto o Jardinero (de mapa o de brújula), si sabes cómo se estructura un cuento o novela, tu texto va a ser mucho más fuerte y comprensible. La estructura es el esqueleto que sostiene a la historia.
Si escribes como Arquitecto (de Mapa), el tener una el plano de la estructura base te ayudará a armar una trama que se sostenga desde el inicio, y tendrás menos problemas a la hora de la edición. Cuando se trata de estructura, nunca se puede estar demasiado preparado.
Ahora que, si escribes como Jardinero (de brújula), puedes tener en mente los puntos básicos, para guiarte mientras descubres hacia dónde crece la historia, y poderle dar la forma adecuada. Y, una vez que ya terminaste “la primera bajada” (el primer borrador del manuscrito completo), entonces podrás ver si tu historia tiene un tallo fuerte que soporte hacia dónde crecen sus ramas… y si es necesario podar alguna, o injertarla en otro sitio, para darle la forma correcta a la historia.
Lo confieso, yo soy principalmente Jardinero de la historia, pero el saber más acerca de la estructura me ha facilitado enormemente las cosas, tanto al momento de escribir como de editar.
Y tú, ¿qué tanto sabes de estructura?
¿Mi novela de X número de páginas es my corta?
Con frecuencia veo publicaciones con esta pregunta, o alguna similar. De inmediato eso me indica que seguramente se trata de alguien que está comenzando su viaje a través del maravilloso mundo de la escritura… con miras a la publicación.
Aquí es necesario hacer ciertas precisiones:
Los manuscritos no se miden por páginas, sino por palabras.
No todo lo que se escribe es novela, existen otras clasificaciones, dependiendo de la extensión y del número de tramas desarrolladas.
Cada rango etario, y cada género, tiene sus propias expectativas de extensión.
No, en el mundo editorial usualmente no se habla de páginas, folios o cuartillas, sino del número palabras. Y esto tiene lógica.
No es lo mismo pensar en 100 páginas Carta o A4, que media carta o A5. Tampoco es lo mismo pensar en páginas con márgenes de 1 cm y texto a 9 puntos, que páginas con márgenes de 3 cm y texto a 14 puntos. ¿El texto tiene interlineado es sencillo, doble, de 1.15… o de 1.5?
Todo lo anterior afecta el número de palabras que caben en una hoja y que, eventualmente, tendrán que trasladarse a un formato diferente, con una caja de texto de distinto tamaño y una tipografía con un puntaje e interlineado distinto al del manuscrito original. Por eso es que se habla de palabras, y no de hojas.
Ahora, como mencioné antes, para saber si es mucho o poco lo que escribiste, es necesario considerar el género, además del número de personajes y tramas que tiene. Esto también ayudará a clarificar si es cuento corto, cuento largo, noveleta, novela corta o novela, o alguna de las otras clasificaciones que existen, que usualmente tienen una expectativa en cuanto al número de palabras.
Desde el microcuento hasta la novela corta, usualmente se tiene un número reducido de personajes y una sola trama. La novela, por su misma extensión, tiene por lo menos una subtramas y un elenco de personajes más amplio.
Pero seguimos sin saber si el número de palabras de nuestro escrito realmente tiene la extensión necesaria para considerarse una novela.
Sí, ya sé que muchos dirán que la extensión no importa, pero… Si en algún momento quieres acercarte a una editorial tradicional, es mejor que te hagas a la idea de que la extensión si importa. Si me das una “novela” de fantasía con 150 páginas (ya como libro final), seguramente quedaré insatisfecho. Lo mínimo que espero en fantasía es de 350 0 400 páginas para arriba. Pero si me das una novela policiaca de 600 páginas, seguramente también quedaré insatisfecho, porque casi puedo apostar que tiene demasiado relleno y tarda demasiado en llegar al punto.
El rango etario también es importante, por lo que debemos de considerar si el libro va enfocado a niños, a adolescentes o a adultos.
Pero, ¿entonces cómo podemos juzgar si el número de palabras del manuscrito está dentro del estándar? No desesperes, a continuación comparto los promedios en los que puedes basarte para ver cómo anda tu manuscrito, de acuerdo edad y al género que escribimos.
Ficción general
• Microficción (Microfiction): hasta 200 palabras
• Ficción corta (Flash Fiction): 200–1 500 palabras
• Cuento corto (Short story): 1500–10 000 palabras
• Noveleta (Novelette): 7 500—17 500 palabras
• Novela Corta (Novella) 17 500–40 000 palabras
• Novela (Novel): 40 000–110 000 palabras
Libros infantiles
• Picture Books (libros ilustrados): 50–1 000 palabras (32 páginas). Para niños de 2 a 8 años.
• Primeros lectores: 200–3 500 palabras. Para niños de 5 a 9 años, que comienzan a leer por si mismos.
• Chapter Books: 4 000–15 000 palabras. Para niños de 7 a 9 años.
• Middle Grade: 25 000–40 000 palabras. Para niños de 8 a 12 años.
No ficción
• Autoayuda y tutoriales: 40 000–50 000 palabras
• No ficción estándar (Negocios, Ciencias políticas, Psicología, Historia, etc.): 70 000–80 000 palabras
• Memorias: 80 000–100 000 palabras
• Biografía: 80 000–200 000 palabras
Ficción por géneros
• Subgéneros de Romance: 40 000–100 000 palabras
• Young Adult (Adultos jóvenes): 50 000–80 000 palabras
• Misterio (Cozy Mysteries): 60 000—70 000 palabras
• Thrillers / Horror / Misterio / Crimen: 70 000—90 000 palabras
• Fantasía urbana: 70 000—90 000 palabras
• Romance convencional: 70 000—100 000 palabras
• Misterio y Ficción criminal convencional: 90 000—100 000 palabras
• Fiction histórica: 80 000–100 000
• Ciencia ficción y Fantasía: 90 000–120 000 (y en ocasiones 150 000) palabras
• Épica o Saga: desde 110 000 palabras
¿Para quién escribes?
Yo participo en varios grupos de escritura en Facebook, algunos en inglés y otros en español.
Hace un rato, en uno de los grupos en en español, alguien preguntó que qué es lo que los jóvenes leen hoy. La pregunta me pareció válida.
La primera respuesta que vi es la que me hace escribir este post. Alguien, muy enfáticamente, respondió que no escribiera para otros, sino para sí mismo, que el tiempo le daría su lugar a sus libros, así tardara mil años.
No es la primera vez que veo este tipo de comentarios, pero sí me llevó a pensar en la diferencia entre los escritores hispanos y los anglos, por lo menos en los grupos en los que yo participo.
Mientras que muchísimos hispanos hablan de escribir desde el alma, sin preocuparse por el lector (porque este te encontrará eventualmente), muchos anglos hablan del “write to market”, o escribir para el mercado. Esta es, desde mi perspectiva, una de las diferencias fundamentales entre las culturas.
Mientras el hispano busca el reconocimiento en la posteridad, el anglo busca vivir de lo que escribe. ¿Para qué me sirve un Nobel póstumo y que mis descendientes cobren mis regalías, si hoy no tengo qué comer?
Claro que hay que escribir lo que nos gusta, pero eso no está peleado con escribir lo que otros quieren leer, especialmente si eso te generará ingresos para seguir dedicándote a escribir.
Entre 1997 y 2007, Rick Riordan publicó 7 libros de una serie para adultos, mientras era profesor de sexto, séptimo y octavo grado. A su hijo le gustaban las historias de la mitología griega, así que se las contaba antes de dormir. Cuando se le acabaron las historias, el hijo le pidió que le inventara una. Así surgió Percy Jackson y el ladrón del rayo.
Riordan mostró su primer manuscrito a algunos de sus alumnos, a quienes les gustó. El libro fue publicado en 2004 y fue tan bien bien recibido por sus lectores que finalmente pudo dejar la escuela para dedicarse a escribir de tiempo completo. Hasta ahora ya no ha regresado a escribir para adultos. Está escribiendo para un mercado infantil y juvenil, lo que le permite vivir cómodamente.
El género más comprado en inglés es el Romance. Ahí no vamos a encontrar grandes nombres de escritoras super conocidas, pero hay muchísimos autores que viven de escribir romance. Ninguno de ellos se llevará el Nobel, pero podrán vivir cómodamente el resto de sus días.
Entonces… regresamos al punto de partida. Cada quien debe encontrar su razón para escribir: desnudar el alma, ganar premios de literatura, transformar el mundo… o vivir de escribir. Todas las opciones son válidas.
En mi caso, yo escribo en varios géneros, así que tendré que probarme en ellos —pensando en el lector meta de cada género—, y eventualmente decidiré si sigo escribiendo en todos o me especializo en el que más posibilidades tenga de darme de comer en mi vejez.
Y tú, ¿escribes sólo para ti, o para tu lector?
Quién cuenta la Historia es una reflección de cómo elegimos el narrador eu usaremos para contar la historia.
A quienes dicen que la puntuación no importa, aquí tienen un pequeño recordatorio.
Es fabuloso cuando llega la prueba física de meses de trabajo con un autor.
"Una vida a mi manera", de Chano Toledo, son las Memorias de un hombre singular que ha dedicado su vida al activismo y a la política en Quintana Roo.
Felicidades Chano.
Hoy tocó hablar del origen de la palabra hablada.
¿Qué opinan?
Me gusta cuando el texto me lleva por senderos inesperados y, al hacerlo, surge algo que ni yo mismo había previsto.
Hace un par de minutos terminé de escribir y revisar un cuento que comencé el mes pasado. Originalmente se iba a llamar Arena y Mar, pero cambió a Mar y Desierto.
Este es uno de esos textos que, siento, valen la pena ser publicados.
Hoy nos tocó hablar de cómo iniciamos una historia.
Ayer comenzamos con "Secretos de autor" una charla semanal entre Alejandra y yo, en donde platicamos acerca de temas que pueden ser de interés para quienes comienzan a escribir.
El tema fue: de Lector a Escritor.
Aquí les dejo el video, en caso de que deseen ver de qué se trata.
https://fb.watch/lDi9ZG6yb0/
Finalmente terminé "Destinos". El cuento consta de poco más de 4,300 palabras (13 páginas). Ya se lo envié a una de mis lectoras Beta, a ver qué le parece.
Este cuento es, para mi, un reto interesante, pues alterna narración en presente y en futuro.
Por lo pronto, estoy contento con el resultado. Ahora sólo hay que dejarlo descansar unos días y esperar los comentarios al texto, antes de darle otra revisada.
El viernes subimos a Amazon los libros de dos clientes. Me gusta cerrar círculos.
El reto del taller de hoy fue escribir de, cómo o para niños.
Un texto fue de una abuela y su nieto de tres años, hablando de la muerte; otro texto fue acerca de un niño que entra a una cueva siguiendo la voz de una niña; y el tercero fue de una niña platicando con su amiga en la escuela, relatándole que su papá le quitó el libro que estaba leyendo en la cama.
Yo compartiré con ustedes mi texto, en "primera bajada", es decir, tal como salió la primera vez, sin edición.
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Mamá me quiere pegar.
Yo sólo quería dibujar, pero mamá se enojó. Se enojó mucho. Por eso me escondí.
Me dijo que me fuera a mi cuarto a jugar. Dijo que jugara con is peluches, pero en una caja encontré los plumones que le compró a mi hermano para la escuela y…
Huy, ya viene. No creo que me encuentre aquí, debajo del coche.
Ya se fue.
Yo pensé que le iba a gustar mi dibujo. Siempre me dice que le gustan mis dibujos.
A la miss también le gustan mis dibujos. Siempre los guarda en a una carpeta, y luego se los da a Mamá.
Papá dijo que nos vamos a ir a vivir a la otra casa. Está muy grande.
Mamá no se enojó con los señores que pintaron las paredes ayer. Las dejaron muy blancas.
Yo solo quería hacerle un dibujo a Mamá de cómo papá y los señores de la mudanza se llevaron todas nuestras cosas a la nueva casa.
Dibujé la casa, dibujé el árbol del jardín, dibujé a Mamá, a Papá y a Juanito, y a los señores de a mudanza.
Mamá gritó mucho cuando vio mi dibujo.
Me da miedo cuando grita así.
Creo que no le gustó que los dibujara en la pared de la sala.
Un cerillo, sí, un cerillo, me salvó de la inanición.
Desperté temprano, muy a mi pesar, para hacerlos últimos ajustes a la presentación del tema de hoy en el taller, la tercera sesión de técnicas para colocar la historia previa en un texto.
Obvio, sólo me tomé un café y me puse a trabajar.
Durante la sesión, de 10 a 3 pm, solo tomé café y agua. Al terminar, ya sólo pensaba en comer. Chaac estaba empeñado en frustrar mis planes.
Poco antes de terminar la sesión en Zoom, que se suelta un aguacero de esos que recuerdan al diluvio. Minutos después de cerrar la sesión, y aún con el cielo cayendose a chorros, se fue la luz.
«Bueno», me dije, «no podré hacer el pescado al horno, pero sí en la sartén. Gas, sí hay».
Entonces me di cuenta.
«¡Pinche Chaac!»
La estufa es de encendido electrónico.
No fumo —nunca lo he hecho— y hace meses que no se apaga el piloto del calentador, así que no estaba seguro de tener manera de encenderla.
«No, no tengo encendedor. ¿Y cerillos?».
Después de buscar por todos lados, y a punto de desistir, apareció una cajita de cerillos. Sólo quedaban tres.
Un cerillo y dos quemadores después, comí tacos de pescado y arroz recién hechos, en tortillas de harina.
A Chaac ya se le pasó la rabieta, pero, más de dos horas después, aún sigo sin luz.
Una de las ventajas de fungir como asesor (coach), editor, corrector y/o traductor literario es la de leer textos que, de otra manera, jamás habría tenido entre mis manos.
Ayer, Alejandra Flores (mi socia) y yo, tuvimos nuestra primera reunión con un nuevo cliente. El proyecto involucra dos libros: el primero ya está terminado, pero requiere unos ligeros cambios; el segundo aún está en proceso de escritura.
Para el primero haremos corrección y maquetación, para el segundo estaremos involucrados desde la asesoría de la parte estructural y hasta su publicación.
Ambos libros son novelas cortas con trasfondo de autoayuda. Un par de proyectos interesantes en el catálogo de Librélula editores.
I avoid passive voice in my writing but have to include more of the third kind...
Can you think of any other downsides to immortality?
Llevo un par de semanas trabajando en un cuento corto que he intitulado: Destinos. No lo he podido terminar.
Me gusta la historia, me gustan los personajes, me gusta la estructura que escogí para narrarlo y, cada vez que siento que estoy a tres o cuatro párrafos de concluir, escribo algo que me lleva a alargarlo un poco más.
Por alguna extraña razón, simplemente no he podido llegar al clímax, al momento del giro que cambiará la vida de los personajes.
Ya sé cómo quiero terminarlo —lo he sabido desde el inicio—, algo que no siempre me ocurre. En este caso el final no ha cambiado... sólo está demorando en hacer su aparición.
Una vez que termine con este cuento regresaré atrabajar en otro de los que aún están inconclusos. Aún no me decido si será "Cicatrices", la historia de un niño que venga el as*****to de su padre; "Petricor", un romance inusual; "La libreta negra", el robo a un banco; o alguna otra de las que han quedado en el tintero, en espera de que las retome.
Ya veremos cual es la "ganadora".
Me encanta cómo, a raíz de la pandemia, ahora le s**o jugo a las aplicaciones de trabajo a distancia.
De tres a cinco veces por semana imparto talleres y/o asesorías a través de Zoom, con autores de diversas partes del globo: Cd Juarez, Cd de México, Mérida, Cancún, Italia...
El taller de los lunes es siempre interesante, ya que usualmente consta de detonadores y retos de escritura que sacan a los participantes de su zona de confort y los forza crear algo que jamás se habían imaginado que podrían hacer.
El de los miércoles es siempre un placer, porque ese día tallereamos textos escritos con antelación, usualmente de proyectos largos de cada uno de los participantes.
Los sábados me encantan, porque Alejandra o yo traemos un tema nuevo a la mesa, ya sea una herramienta, una técnica, una estructura, una nueva manera de escribir... o refrescamos lo que ya hemos visto meses atrás, y luego nos vamos a escribiir y a compartir nuestros textos.
También trabajo con algunos autores a través de Google Drive y WhatsApp, como hoy. La posibilidad de ver los avances de algunos de los textos en tiempo real, especialmente los que ya están en proceso de reescritura, es fabuloso.
Además, ahora podemos trabajar con varios autores, sin importar en qué parte del mundo se encuentren. Hoy resolví algunas dudas de uno de nuestros autores más jóvenes, quien actualmente está viviendo en Japón; mandé el análisis de los primeros capítulos de un libro de un autor puertorriqueño radicado en estados unidos; estoy editando unas memorias y pronto espero comenzar con otro proyecto.
La tecnología lo ha hecho todo posible. Así no solo disfruto de trabajar desde casa, sino que me da la oportunidad de hacerlo con autores que, de otra manera, sería imposible conocer.
Este es, para mí, el legado de la pandemia.