A la Argentina la vid llegó desde Chile junto a los primeros colonizadores que pisaron nuestro país.
La tradición de los vinos franceses llegó a América con los españoles, que transportaban durante la conquista las especies vegetales más importantes para ellos: la higuera, el olivo y la vid. Mendoza, San Juan y La Rioja fueron las provincias pioneras en producción de vinos. Luego, se extendió a otras provincias, como Catamarca, Salta y Córdoba. Ahora, crece y se expande en Tucumán con buenas pers
pectivas. Si bien en la provincia se producen vides y se elaboran vinos desde principios del siglo pasado, el emprendimiento vitivinícola del empresario Jorge Posse en la zona de Amaicha del Valle produjo el salto cualitativo de Tucumán hacia la elaboración de vinos de alta gama (de gran calidad y de gran demanda de exportación). BODEGAS Posse p cultiva elabora y comercializa los vinos con marca propia, construyendo todo el ciclo económico del producto. BODEGAS POSSE está dotada con la última tecnología francesa para la producción de vinos y promete convertirse en líder del mercado. Los empresarios tucumanos que desarrollan proyectos de este tipo en los Valles están convencidos de que la vitivinicultura tiene futuro en la provincia. El proceso está en marcha y las perspectivas son alentadoras.
“Nuestra apuesta es a producir vinos de alta gama, de exportación. Consideramos que el desarrollo de la vitivinicultura es viable en los valles de Tucumán y por eso realizamos las inversiones necesarias para producir un vino de alta calidad”.