Somos un grupo de mujeres cis, lesbianas, no binaries, indígenas, migrantes feministas interseccionales estudiantes de antropología.
Pretendemos criticar prácticas universitarias patriarcales, racistas, clasistas, eurocéntricas, capacitistas, academicistas y colonizadoras.
Sí, todo eso. Venimos a politizarlo todo.
La iniciativa de organizarnos dentro de un espacio de construcción colectiva surge de cuestionar las lógicas relacionales bajo las que permanentemente nos desenvolvemos dentro la facultad, en general, y en la carrera de antropología, en particular.
Porque creemos que “lo personal es político”, militamos desde un compromiso y una responsabilidad afectiva de nuestros vínculos. Creemos que nuestro transitar en antropología no debería ser “la supervivencia de le más apte”, más bien pensar el recorrido por la misma, no como una “carrera” sino como un devenir, de afectos, de aprendizajes, desde una perspectiva del goce politizado.
Militamos un hacer antropológico vinculado y comprometido con una ética profesional hacia las grupalidades con quiénes se construye conocimiento. Una antropología vinculada con la transformación social; y no una antropología que descanse en el escritorio de un gabinete.
Transversalizar la coyuntura actual de los feminismos con nuestro quehacer antropológico es un trabajo artesanal, de urgencia. Deseamos batallar colectivamente cuestionando la grilla normativa de las instituciones burocráticas universitarias y tensionando los discursos e investigaciones que invisibilizan las luchas y reivindicaciones feministas disidentes y/o favorecen las políticas anti derechos. Creemos necesario transversalizar en los feminismos las perspectivas decoloniales, negras, travas/trans e indígenas relegadas históricamente.