Iliana Hijuelos

Estas elecciones son diferentes a todas las pasadas y si no votamos bien lo serán también por muchas generaciones más.
El presente y el futuro tuyo, mío y de todo el país está en juego, hoy es el momento para cambiar el rumbo de México 🇲🇽 💕.

Pausas de renovación 🙌 y siempre presente.
Te invito a seguirme en el canal de YouTube y en Spotify como ”Tu vida tiene valor”.
Aquí sigo en contacto contigo, pronto tendré novedades que compartir. GRACIAS.

Ya estamos en Tiktok para que veas los mejores momentos del programa 🙌

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Por favor NO sienten a los niños o bebés en las piernas, menos en los asientos delanteros.
Los niños no tienen posibilidad de negarse a ese riesgo mortal, los adultos son los responsables de las vidas de esos pequeños, no los pongan en riesgo por favor.

"Cuando ocurre un accidente, el ocupante del vehículo que no lleva cinturón de seguridad se desplazará a la misma velocidad a la que el vehículo iba antes de la colisión y será catapultado hacia adelante contra la estructura del vehículo, probablemente contra el volante si la persona estaba conduciendo o contra el asiento delantero si se trata del pasajeros sentados atrás. Otra posibilidad es que salgan expulsados completamente del vehículo. La expulsión del vehículo incrementa drásticamente la probabilidad de sufrir lesiones muy graves o morir".
Buenas Practicas OMS, Cinturón de seguridad y sistemas de retención infantil.
Reacciona por la Vida Coalición Movilidad Segura

Muy honrada de recibir a la directora Erika Mejía Hernández del plantel Colinas del Colegio Dante Alighieri, quienes ya están trabajando con el Kit Cuentos de Valor.

No recibas papeles de desconocidos, que no te muestren perfumes en la piel, fíjate quien viene junto a ti en la calle, voltea hacia atrás para revisar que no te vengan siguiendo, etc.

Estas y muchas otras recomendaciones son las que conocemos para cuidarnos fuera de casa, sobre todo cuando estamos en lugares no conocidos o “inseguros”, y lo entrecomillo porque hoy en día la inseguridad está también en el mal manejo de los dispositivos y las redes sociales.

Pero, ese no es el tema, yo pensé que tenía muy claras todas estas advertencias de seguridad, pero, casi caigo, o sí caí. Sí, me agarraron en curva o totalmente fuera de ese supuesto esquema en el que yo creí estar a salvo.

El viernes por la noche salí con mi cuñada Gualu Navarro de cenar en el Outback de Andares, lugar que últimamente no frecuento, el punto es que, en el pasillo de la planta alta, por ahí de las 8:30 de la noche se nos acercó una chica que además de agradable podríamos decir muy peculiar en su aspecto. Llevaba su cabello rosado, algunos tatuajes en los brazos y vestuario como de personaje de animé.

Lo primero que la chica nos dijo fue algo así como: qué mujeres tan elegantes y distinguidas son, me llamaron la atención, -gracias, le respondimos Gualu y yo y además nos detuvimos para saber el motivo de sus halagos.
Entonces ella muy sonriente y amable nos dijo, -no se asusten, no las voy a robar, y después de esa advertencia siguió con su relato.

Nos dijo que era estudiante, que además se dedicaba a hacer tatuajes y que elaboraba unas paletas de dulce para ayudarse con sus gastos.
-Ah, muy bien, le respondí. ¿Cuánto cuestan tus paletas?
-Veinte pesos, mi costo es de diez y los otros diez los guardo como ahorro.

-Excelente, le dije yo. Dame una paleta.

Entonces ella sosteniendo dos modelos de paletas por los palitos me los acercó para que eligiera uno, yo toqué la envoltura del modelo de mango con chile y me dispuse a sacar de mi bolsa el dinero para pagarle.
En ese momento volteo a ver a mi cuñada quien me hizo la cara de las mamás cuando nos prohibían algo con la mirada, su gesto me llamó mucho la atención, entonces fue que al ver su determinación para que no le comprara a la muchacha lo que hice fue dejar de buscar los diez pesos que me faltaban para completar el pago por la paleta y le dije que tomara el dinero y que se lo quedara sin darnos la paleta.

Entonces la chica muy sorprendida, pues ya tenía las paletas listas para que yo eligiera una, hizo una mueca rara y su respuesta no recuerdo exactamente cual fue, pero, lejos de agradecer los diez pesos sin tener que entregar la mercancía fue una como de desagrado.

Mi cuñada y yo nos despedimos de ella y seguimos muy platicadoras hacia el estacionamiento.
Íbamos en mi auto, la salida que tomé decía Acueducto, pero al llegar a la avenida observé la calle y me sentí como en una película donde no se sabe lo que va a pasar. No reconocí el lugar, incluso tomé una vuelta equivocada y nada de lo que veía me parecía conocido.

Seguí el camino para llevar a mi cuñada a su casa y tomé una ruta que, según yo era la correcta. Gualu me dijo que ella se iba diferente a su casa pero que confiaba en mi Waze interior pues hace unas semanas que ella no traía datos en su celular la guie hacia una dirección por teléfono, tal cual como lo hace la “Pilarica” del automóvil, por eso no me dijo más, pensando que yo tomaría una mejor ruta que la que ella se sabía.

Seguimos avanzando en el camino y en mi confusión; ayer estuve analizando lo ocurrido, que fue como si yo hubiera estado en otra dimensión, como espectadora del camino que reconocí casi al llegar ¡a mi casa! Es decir, había confundido totalmente la ruta y ya para cuando acordé tuve que regresar porque definitivamente no iba a casa de mi cuñada.

Entonces ¡sí nos asustamos! Empezamos a atar cabos de lo que acababa de ocurrir en Andares, de lo que pasó con el episodio que les acabo de relatar, pero sobre todo, de la forma tan fácil en la que yo de muy buena gana le hubiera comprado a la chica no una, probablemente dos paletas, una para Gualu y otra para mi.
Las dos habríamos tomado las paletas que estoy segura tenían una sustancia que me desorientó de una forma brutal ¡solamente por haber rozado la envoltura de una de ellas!

Que importante es estar siempre alertas y lamentablemente ¡desconfiar! Uffff!!!
Desconfiar no del extraño que se ve sucio, o del vendedor que quiere mostrar un perfume o una crema, no, esto va mucho más allá.

El día de mañana iré a las oficinas de Andares para exponer este episodio y para que tomen medidas. Me queda claro que no podrán revisar las bolsas de todos los que ingresen a la plaza, pero sí podrán observar en las cámaras episodios de supuestas ventas en los pasillos o de situaciones sospechosas en las que todos estamos en riesgo.

Por favor compartan este relato con sus conocidos, que los jóvenes anden en grupo y que se cuiden unos a otros. Como les digo, yo con todos mis años y supuesta experiencia para cuidarme, caí muy fácil en esa trampa que además la muchacha nos advirtió no sé si sin querer con su primera frase: -no tengan miedo, no las voy a robar.

¡Gracias maestros por dejar huella en los corazones!
Feliz día 🤗❤️