Prevención de problemas familiares

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La familia es el primer grupo social con el que nos relacionamos desde que nacemos, que hay problemas en el dia a dia, claro que los hay y muchos, conocerlos y tener estrategias para prevenirlos son los temas que abordaremos en la presente página.

24/09/2021

PREVENCION DE CONFLICTOS ENTRE HERMANOS
La relación entre hermanos no siempre es buena. Si llevarse bien es conflictivo incluso entre los padres. Se requiere mucho cariño, comprensión, generosidad y respeto mutuo. Entonces, pedir a niños pequeños que se lleven bien en los juegos, todo el tiempo que están juntos, que sepan compartir
También sería mucho pedir que sepan defenderse o protestar con educación cuando los molestan sus hermanos. Aprender a relacionarse es un proceso largo que comienza el primer año de vida del niño y necesita que los padres comprendan que su misión es precisamente enseñarles cómo hacerlo.
Entonces que hacer frente a los conflictos
La tendencia natural de los padres cuando presencian las primeras peleas entre sus hijos es reaccionar con preocupación, adivinar qué ha pasado, reñir o castigar al aparente culpable, y defender y consolar a la aparente víctima. Esa respuesta puede funcionar cuando se trata de niños pequeños o cuando los padres han presenciado el conflicto, pero la realidad es que en muchas ocasiones los padres no saben exactamente lo que ha pasado, y conforme los niños van creciendo las peleas suelen ser menos claras.
Cuando los padres se acostumbran a resolver las cosas a su manera, el problema es que no se da a los niños la oportunidad de aprender a resolver conflictos. Otro problema es que los padres a veces se equivocan y etiquetan a los niños injustamente (uno de víctima y otro de culpable), lo cual genera entre los hermanos envidias y rivalidades. Siempre hay que tener presente que independientemente de lo que haya pasado, cuando los hermanos se enfadan todos quisieran que sus padres los comprendan a ellos y se pongan de su parte.
Como afrontar correctamente los conflictos entre hermanos
Los padres deben aceptar que es normal que haya conflictos entre hermanos y deben tener preparado un plan de acción para responder con calma cuando ocurran. La primera parte del plan consiste en escribir en un cartel las reglas de convivencia entre hermanos que desean implementar. Las reglas son una herramienta muy útil porque dan la oportunidad a los padres de que definan bien sus expectativas y que las puedan explicar con claridad a sus hijos de antemano
Las reglas de convivencia entre hermanos pueden variar en cada familia de acuerdo a la edad de los hijos y a los conflictos que sean más frecuentes pero en general pueden ser algo parecido a esto:
• Es aceptable enfadarse con los hermanos o no estar de acuerdo en algo pero hay que expresarlo con cuidado. No es aceptable hablarse o tratarse sin respeto.
• Los hermanos deben tratar de resolver sus conflictos ente ellos sin que los oigan los padres. No es aceptable cuando la riña llega a oído de los padres.
• En una discusión normalmente hay algo de razón y algo de culpa por las dos partes. No es aceptable acusar al hermano con los padres.
• En ningún caso es aceptable pegar o agredir a un hermano.
Cuanto los hijos infrinjan alguna de esas reglas de convivencia los padres sólo tienen que recordarles brevemente qué regla se han saltado y separarlos por el tiempo que consideren conveniente, mandándolos a que jueguen en cuartos diferentes. El acto de separarlos no se plantea tanto como un castigo por algo que han hecho mal, sino un límite, una forma de demostrarles que la convivencia en ese momento es ya inaceptable para sus padres. La clave es intervenir consistentemente antes de que el problema escale.
Después de dejar enfriar las cosas por un rato, normalmente los niños olvidan el tema y pronto estarán listos para volver a estar juntos. En el caso de que alguno de los niños agreda a otro, además de separarlos, los padres tendrán que darle una consecuencia adicional para dejar claro que eso es totalmente inaceptable.
Soluciones a los conflictos
Cuando el conflicto está empezando a escalar y es necesario que los padres se saquen el tiempo para ello, es recomendable que pidan a los hijos que expliquen su versión del conflicto delante de todos, sin que los padres tomen partido por nadie, o emitan ningún juicio. En este punto los padres deben motivar y ayudar a los hijos para que encuentren una solución al conflicto y si están todos conformes darles la opción de seguir jugando juntos.
A base de buena dirección y de algunos disgustos, los niños van aprendiendo que es normal enfadarse de vez en cuando, que a veces se deben poner límites a los hermanos, y que los conflictos se deben resolver de forma pacífica y constructiva porque nada se gana de lo contrario. Es importante que los padres se mantengan imparciales porque aunque a simple vista pueda parecer injusto, a la larga evitarán rivalidades entre los niños. Cuando los padres son parciales el hijo que se mete en más en problemas va a pensar que el padre está siempre contra él y el hijo más débil se va a hacer dependiente del apoyo de los padres y no se acostumbrará a defenderse a sí mismo. Cuando los padres no tienen tiempo o calma para guiarlos de esta manera, en vez de resolver el conflicto unilateralmente, es mejor limitarse a separarlos.
Los padres no deben de ver las peleas entre los hijos como un problema, sino como una oportunidad para enseñarles a convivir dentro de las pautas previamente establecidas. Aunque no pueden evitar que haya ciertos conflictos, los padres pueden evitar que sus hijos crezcan sin aprender a resolver conflictos y con rivalidades innecesarias.
Tomado de la revista Newsletter

17/05/2021

Proverbios 5:1 “Hijo mío, presta atención a mi sabiduría y escucha atentamente mis consejos”
El consejo bíblico es que los padres deberían hablarles a sus hijos, solo así podrán escuchar la sabiduría que tienen e infinidad de consejos que debieran darles, si no se les habla. ¿Cómo podrán saber lo que se anhela para ellos, lo mucho que se los quiere y lo dispuestos que están los padres para apoyarlos?
La mayor parte de las veces que se da consejos a los hijos es cuando hicieron algo malo, ósea cuando estamos en medio de una reprensión, llamada de atención o corrección. Esto crea separación en los corazones de padres e hijos y peor aún, que muy poco o casi nada te escucharan.
Los hijos desde antes de nacer necesitan escuchar una voz suave y cariñosa que les transmita paz y armonía en todo momento. Hablar desde el corazón con mucho afecto y cariño, para que los hijos perciban nuestro amor y compromiso con ellos. La educación emocional empieza desde el embarazo, él bebe escucha claramente la voz de sus padres y ni que decir al nacer y en todo su desarrollo y crecimiento.
Los hijos necesitan no solo que se les satisfaga las necesidades básicas, sino también que se tengan en cuenta sus necesidades emocionales. Si desde pequeños acostumbras a tus hijos a tu voz y consejos, siempre necesitaran de ellos, incluso en la adolescencia, juventud y vida adulta. Más si tu relacionamiento con ellos al dar consejos es cuando estás enojado, cerraran sus corazones para ti.
Hay tanto que tenemos que compartirles a los hijos, tantas vivencias, tantas frustraciones. Y es que no se trata de mostrarte perfecto delante de ellos, todo lo contrario, mostrarte con tus caídas y derrotas, pero también como te levantaste, esto les inspira confianza de que cuando a ellos les pase podrán levantarse y que pueden acudir a ti.
Si no hablaste con tus hijos a su tiempo, que ya están grandes o fuera de casa, ten presente que nunca es tarde, puedes abrir tu corazón con ellos, pedirles perdón por no haberlo hecho apropiadamente y compartirles todo lo que hay en tu corazón para decirles.

15/05/2021

FRUSTRACIONES DEL MATRIMONIO
Según un artículo publicado por la revista Psychology Today, que contrasta como en el pasado las parejas se casaban para obtener cierto estatus, seguridad financiera y ambiente de balance, mientras que en el presente las personas se casan bajo la presunción novelesca de que “han encontrado a la persona correcta, la persona ideal”.
Los problemas surgen cuando las expectativas altas no se logran, debido a que no hay el tiempo necesario, por la carga horaria laboral, los hijos quehaceres del hogar y mucho más. Todos tenemos expectativas son parte de toda relación, que deben manejarse con comunicación afectiva, sin embargo, se pretende solucionar con reclamos, gritos o rupturas comunicacionales.
Hoy en día los matrimonios enfrentan sin darse cuenta, mucho ideal social, recibido de películas, series y redes sociales donde la gente comparte sus momentos felices de pareja y familia y que al no ser como ellos se frustran, pensando que son el caso más deprimente que existe, convirtiéndose en una gran fuente de desilusión. El concepto de lo ideal está dañando las relaciones matrimoniales, añadido las experiencias y modelos aprendidos en el núcleo familiar de donde venimos.
Es fundamental reconocer que no vamos a vivir la vida que reflejan las películas o fotos de Facebook, ni tampoco la vida que llevaron nuestros padres y abuelos, porque cada pareja es singular y única, con personas y situaciones distintas, en tiempos diferentes.
Debemos aprender a formar una relación saludable con nuestra pareja, para ello no compararnos con nadie, estar conscientes de que no te casaste con alguien perfecto y que tampoco lo eres, por consiguiente, habrá conflictos, no te lo tomes tan en serio, aprende a sobrellevar las cosas y a tomarlo positivamente y sobre todo escucha, la mayoría no lo hace, sino que está pensando en que responder; escucha con respeto y veras que mejorará tu relación.

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