psi_constanzaalaye

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Hoy podés escribir tu historia de nuevo. No tenés por qué quedarte con la atención en capítulos que te lastiman, que te hacen sentir insuficiente, que te dan miedo, que te bloquean.
Esos capítulos no se borran pero pueden resignificarse.
Trabajar en TERAPIA es HISTORIZAR... Es ponerle letra a ese pasado para transformarlo en mi HISTORIA ACTUAL.
En un primer momento es detectar y conocer qué emociones y qué ideas tengo acerca de mí en esos escenarios que viví ¿qué roles cumplo? ¿cómo me hace sentir hoy? ¿en qué me impacta?
En una segunda instancia podemos decidir construir algo nuevo sobre esos cimientos y entender que yo ya no soy esa personita de antes y que hoy, siendo adult@, puedo elegir, puedo tener el control y puedo defenderme. Y puedo desarrollar herramientas para eso.
La narrativa que construyo puede convertirse en algo terapéutico y sanador; ya que a partir de esa elaboración y significación puedo apropiarme de mi historia y darle sentido ♡
Construir mi historia es construirme a mi mism@ ♡ y poder vivir en las letras que quiero y que me hacen bien.

Ayer no es hoy pero a veces sentimos como que si.
Hay momentos en que sentimos que viene el pasado y nuestras experiencias vividas, a querer tirarnos la puerta a patadas.
Ayer no es hoy pero solemos sentirnos como si de nuevo estuviéramos en ese momento, y esas emociones y sensaciones se actualizan en nosotros.
Ayer no es hoy pero arrastramos modos de pensar, de interpretar, de posicionarnos frente a las situaciones y a las personas.
Ayer no es hoy pero eso se convierte en patrones de comportamiento y bloqueos a los cuales muchas veces no podemos encontrar explicación.
Todas las experiencias que vivimos quedan guardadas en nosotros. Algunas de ellas se alojan funcionalmente y otras, se guardan en redes disfuncionales y se van enlazando con otras que también lo son. Estas últimas son aquellas que se actualizan. Son las que nos hacen sentir como cuando yo era chiquit@, o cuando no pude con eso, o cuando no pude poner un límite, o cuando pasé por un momento muy difícil.
Algunas de estas experiencias que se guardan disfuncionalmente generan traumas y otras micro traumas y a veces no tiene que ver con la magnitud del evento vivido.
En terapia, y sobre todo a través del modelo EMDR, contamos con las herramientas para evitar que este ayer venga a tirarnos la puerta a patadas y para aprender (y sentir) que hoy es hoy, que hoy puedo elegir, que hoy puedo hacerlo distinto, que hoy no me tengo que sentir así.
Este es un caminito hermoso porque a través de él podemos elegir ♡
mental emocional

NO LE DES A NADIE EL PODER DE DEFINIR TU VALOR.
Ese poder es sólo tuyo.
Vos sos quien te habita, sos quien siente, quien vive y quien respira ahí. Sos quien cruzó esos caminos y quien se perdió en otros.
Sólo vos conocés tus luchas y tus procesos. Tus puntos de partida y las metas por venir.
Vos conocés tus logros y aquellos aspectos para fortalecer.
Vos sos esa voz que puede trasformarse la mejor aliada, en el empujón. Vos, más que nadie, podés creer en vos.
No le des el poder a otro de definir quién sos, lo que vales, de qué sos capaz o no. No permitas que otros pongan palabras o etiquetas, que te pinten de colores o te asignen formas. Nadie, pero nadie, tiene ese poder, aunque a veces creamos que si.
Elegí el color que te guste a vos y mostráselo al resto. Cuidá tus espacios y tus límites. Y Enseñale al resto cuáles son, porque de esa manera, se construyen vínculos sanos.
Y querete, querete un montón. Siempre.

Hoy escribo desde los ojos de los pacientes.
Iniciar un proceso de terapia es un gran paso. Algunos llegan por primera vez con miedo, nervios, ansiedad y con muchísimas preguntas acerca de qué van a encontrar.
El rol que tenemos nosotros [mis colegas y yo] quienes los recibimos, es muy importante para el desarrollo del proceso.
A continuación intento darte algunas respuestas 😊
¿Qué podemos/debemos esperar de nuestro psicólog@? 👉🏻
🌟que me acompañe en el camino, abrazando todas mis dimensiones.
🌟que me trate bien, recibiéndome con calidez.
🌟que me conozca antes de definirme por un síntoma, un diagnóstico o una etiqueta.
🌟que escuche lo que le cuento o digo, más allá de leer -entre líneas- lo que realmente estoy diciendo.
🌟que en ese vínculo pueda darme cuenta que tengo posibilidades de avanzar, de cambiar y de construir y que me aliente a eso. Que me ayude a creer en mi.
🌟que nos sintamos cómodos y así podremos estar a gusto juntos: porque la terapia es eso -trabajar juntos- y en equipo.
🌟que pueda alegrarse conmigo o bien abrazarme con sus gestos o palabras cuando me invada la tristeza y la angustia.
🌟 que no me juzgue, estoy acá porque a veces soy duro conmigo.
Un proceso de terapia crece cuando hay un equipo y este se construye desde dos lados ♡
¿Qué pensás de lo anterior? ¿Cuáles fueron / son tus experiencias? 👇🏻

El Amor Propio es mi Autoestima. Es aquello que siento y pienso de mí.
Este Amor Propio tiene los ojos bien abiertos, ya que tiene el trabajo de quererme y a la vez acepta mis defectos, límites y fracasos y me ayuda  a trabajar en ellos. Es muy distinto a la soberbia, porque ella es ciega.
No nací con Amor Propio. Él no nace junto a las personas, sino que es como un río que se va alimentando de otros ríos más pequeños a partir de la infancia: vínculos significativos, experiencias, realizaciones, historia, proyectos.
Es el sistema inmunológico de mi psiquismo: me permite resistencia, fortaleza y recuperación.
El Amor Propio no es fijo, tiene fluctuaciones. No es innato y no implica carencia de miedos. Y lo mejor de todo, es que se puede desarrollar y estimular.
Implica escucharme y hablarme con amor, teniendo un diálogo interno compasivo y no un pequeño déspota que me grita.
El Amor propio me permite
Sentirme capaz
Sentirme valios@
Dar curso y alas a lo que siento, pienso y deseo.

¿Qué es realmente ser saludable? Hoy hay tantas definiciones y todos vamos intentando más o menos ir por ese camino. Me gustaría dar mi punto de vista con respecto a esto que hoy suele ser un punto de debate.
Jugo de apio. Alimentación basada en frutas y verduras. Y que todo sea orgánico. Ejercicio diario, si, los 7 días. Meditación. Yoga. Terapia. Autocontrol. Gestión de las emociones. No alcohol. No dr**as. No tabaco. No a los excesos. Dormir 8 horas. Trabajar. No deprimirte. Ponerle onda. Ley de atracción. Limpieza energética. El aire libre. Consumir cosas e información que te hagan bien. Vínculos sanos. Que todo fluya. Dedicarse a lo que uno ama. ¡Ah, y no te olvides del jugo de apio!
Si, todo eso es saludable, pero deja de serlo cuando me vuelvo robotito imperturbable tratando de ejecutar todo esto. Y todo en un día. Y que no me olvide de nada.
Insisto. Todo lo anterior es súper súper saludable pero creo que hoy para mi SALUDABLE tiene que ver más en cómo me trato a mi mism@ cuando no puedo ejecutar/hacer todo lo anterior.
¿Cómo me trato cuando un día no me alimenté tan bien? O si un día no pude hace ejercicio porque realmente estaba muy cansado. ¿Qué me digo cuando no pude cumplir las metas que me propuse? O cuando me fumé ese pucho o me comí ese chocolate porque estaba ansioso. ¿Cómo me veo cuando estoy triste y realmente no puedo poner mi mente en otra cosa?
Saludable es escucharme y permitirme el espacio para lo que mi cuerpo y mi mente me pide. Y no castigarme en el intento. Saludable es respetar mis tiempo y saber que no son iguales a los del resto. Saludable es animarme a hacer mi propio camino. Saludable es darme la mano y poder hacer un salto y apostar por mi. SALUDABLE es ser bondadoso conmigo y respetarme ... hablarme con buenas palabras.
Tomarme un vinito y comerme una torta y reír hasta tarde también es parte del equilibrio de la vida. Saludable es animarme y estimularme al equilibrio... porque es difícil habitar los extremos, y es sumamente complejo no permitirme ser yo mismo.
Saludable es romper mis barreras mentales y las creencias que me estancan. Saludable es escucharme.
Dale, te invito a que seas un poco más saludable.

Nota para septiembre 2021.

Nada de lo que pasa es sin movimiento. Permanentemente estamos atravesados por aquello que ocurre y que nos ocurre.
Lo que al pisar las primeras semanas del 2020 podría haber sido anecdótico y muy lejano, en marzo del mismo año comenzó a ser nuestra realidad.

Se sacudió el mundo, se sacudieron los lugares conocidos y se nos cambiaron los planes, sin que nos avisaran. Hasta el tiempo decidió moverse de una manera diferente, a otro ritmo, más lento.

Sería una falacia afirmar que todos vivimos lo mismo, que todos lo transitamos igual. Lo que tuvimos en común fue esta sorpresa y esta necesidad de responder a la situación de alguna manera. Cada persona cuenta con un abanico de defensas y modos de afrontamiento de los eventos, que se construyen y desarrollan junto a la personalidad y que se encuentran también atravesados por cada historia de vida.
No podemos dejar afuera la cuestión sanitaria general y menos aún lo emocional por los duelos que tuvieron que vivirse y que aún se viven. Estas pérdidas también son inesperadas y que necesitan de a poco también ser puestas en palabra.
Si, sabemos que esta pandemia también va a pasar. Como todo, pero no sin marcas y sin movimiento. Intentemos tomar la experiencia que tuvimos y que aún tenemos y convertirla en algo bueno para nosotros, como por ejemplo identificar qué necesitamos trabajar y fortalecer en distintos aspectos para estar más preparados: ¿el manejo de mis emociones? ¿mis hábitos? ¿herramientas laborales? ¿tener un fondo de emergencia? ¿aprender a escucharme? … si, nuevamente, para cada uno es distinto.
Pero para todos es importante felicitarnos y reconocernos por aquello que afrontamos sin importar si nos salió mejor o peor, vale el esfuerzo. Y agradecer, aunque sea algo chiquito, porque agradecer nos ayuda a poner el foco en aquello que “si” y nos ayuda en los procesos, a crecer y avanzar.

(Podés leer la nota completa en las imágenes)

Somos buscadores de respuestas. Por naturaleza. Todo el tiempo.
Esa búsqueda nos ayuda a mantener el control (o al menos nos ayuda a creer que lo tenemos).
Y buscamos las respuestas en el pronóstico, en el horóscopo, analizamos la causa-efecto, tipeamos en Google, hacemos un trabajo deductivo y hasta damos un diagnóstico.
Necesitamos llenar de sentido y por eso nos centramos en las respuestas.
Pero ... (¿por qué siempre hay un pero?) pero llega un momento en que la búsqueda de respuestas anula la capacidad de conectarnos con lo que realmente sucede, porque lo saturamos de sentido. Y ese es el momento en que nos topamos con LA PREGUNTA.
Es verdad, no siempre estamos listos para hacernos preguntas y por eso buscamos las respuestas directamente, sin ir a la base primero.
Si, la pregunta es el camino difícil y más largo, pero es aquel que nos acerca a nuestra singularidad y se aleja de las respuestas genéricas, para acercarse a las propias.
Hacernos preguntas es un desafío y sinceramente a veces es doloroso, pero a la larga ... si, nos permite tender puentes hacia nosotros mismos y construirlos bien fuerte y a nuestro gusto ♡
♡Hacete preguntas, respetando tus tiempos siempre ♡

¿Cómo acompañar a quien queremos?
En distintos momentos de nuestra vida nos hemos encontrado o nos encontraremos (o bien nos sucede en este momento) con la situación de acompañar a alguien en su dolor, en su proceso, en una enfermedad o en situaciones que lo ponen en jaque.
Muchas veces nos preguntamos cómo hacerlo sin que aflore la preocupación constante, sin caer en la impotencia, sin meter la pata o simplemente creyendo que no tenemos herramientas y por eso nos alejamos.
En una realidad que no podemos pasar por eso en lugar del otro, no podemos tomar su puesto ... como tampoco otro podría hacerlo por nosotros: cada uno es protagonista de lo que le sucede y nadie puede reemplazar ese papel.
Pero entonces: ¿desde qué lugar estamos presentes? La manera es simplemente ACOMPAÑANDO.
ACOMPAÑAR significa "estar o ir junto a una persona".
Es hacerle saber que uno está ahí para lo que necesite aunque aún no pueda decirnos qué es, podemos darle un abrazo, tomarle la mano.  Podemos escuchar. No hace falta llenar el espacio con palabras... a veces es sentarse en silencio a su lado. Podemos sugerirle que busque ayuda profesional también y normalizar la situación de hacerlo.
Hay que evitar presionar a esa persona en que tiene que estar bien ya o que tenga que hacer cosas que no desea, porque eso hará que se bloquee y se aleje emocionalmente de nosotros.
Es importante poder seguir compartiéndole cosas nuestras, porque eso también hace al vínculo de compañía.
Acompañar es respetar los tiempos del otro, siguiendo su ritmo. Aunque pueda parecer insuficiente, el saber que hay alguien al lado ayuda muchísimo a las personas a no sentirse solas. Dale importancia a lo que la persona siente, no minimices nunca lo que le está ocurriendo.
Por otro lado, si hoy estas vos viviendo una etapa así, posiblemente alrededor tengas personas que no saben cómo ayudarte: tratá de ser honest@ y sincer@ y contales qué necesitás en cuanto puedas entenderlo vos. Ellos te quieren ver bien y pueden sentir que no tienen herramientas. Si necesitas compañía, silencio, soledad, tiempo, palabras, distracción, lo que sea: tratá de transmitirlo.
Acompañar desde el amor.

¿Alguna vez quedaste hech@ pedacitos? Así, como un juguete que venía para encastrar las partes.
A veces nos sentimos así, no somos muñecos pero nuestras partes se desparraman. Cuando las tironean demasiado, cuando nos caemos, cuando nos exponen a ambientes que no son los mejores... podemos oxidarnos o rompernos.
Las personas corremos el riesgo de salir lastimadas o de lastimar, y hay daños que son difíciles de sanar.
Hoy hablamos mucho de la RESPONSABILIDAD AFECTIVA ¿Pero sabemos qué es? ¿Sabemos si tenemos responsabilidad afectiva con los demás? ¿Detectamos si otros no la tienen con nosotros? ¿Qué hacemos cuando no es así?
Hablar de responsabilidad afectiva implica mirar el trasfondo que conlleva el vínculo entre dos o más personas. Este concepto abarca nociones que tienen que ver con el respeto, la empatía y la sinceridad, y entender que los mismos deben ser volcados en un vínculo, sino corremos el riesgo de generar daños emocionales. Y que las personas se queden en partecitas desparramadas.
Responsabilidad afectiva es también honestidad en poder plantear QUÉ VÍNCULO QUIERO y que abarca de ambos lados hacernos cargo de cómo nos manejamos tras poder expresarlo👇🏻
Si digo A y me comporto como B y con eso lastimo a la persona con la cual queremos construir el A ... no estoy siendo responsable afectivamente. Quizá yo quería B pero dije A ... por decirlo y para seguir al lado de esa persona.
Si quiero A y me conformo con B, tampoco soy responsable conmigo mismo, porque B me daña y cada vez me alejo más de A, que es la manera en que me a mi me hace bien.
Esto es para reflexionar ¿no?
Ahora te pregunto de nuevo:
¿sos responsable afectivamente? Dejame tu mirada por acá 👇🏻

¿Cuáles son tus nombres?
¿Cuáles son tus etiquetas?
• "sos igualita a tu vieja"
• "el vago"
• "la que siempre es responsable"
• "la inútil"
• "el rebelde"
• "al que no le importa nada"
• "el mujeriego"
• "la mejor en todo"
• "la loca"
Las etiquetas que tenemos aparecen porque alguien las puso ahí o porque nosotros asumimos ese lugar que el otro nominó para nosotros. Estos "nombres" se vuelven mandatos, al punto de responder literalmente a ellos o bien, para hacer todo lo contrario.
Etiquetas. Nombres. Son esos que escuchamos, esos que nos dieron lugar. Esos que van más allá de nuestro nombre propio y quedan grabados a fuego. Al punto de formar parte de nuestra manera de ser.
Estos nombres, son al fin y al cabo "un lugar" y todos necesitamos participar o ser parte de un lugar, es por ello que los recibimos porque necesitamos encontrarlos... y por ello los naturalizamos sin cuestionarlos y frecuentemente nos amoldamos a ellos sin darnos cuenta:
•••¿cómo voy a lograr eso yo si siempre fui vaga, eso es para alguien que sea perseverante".
•••"no puedo fallar, yo soy responsable y siempre fui el mejor"
Es la terapia uno de los tantos espacios que pueden acompañarte a reflexionar sobre tus nombres y lo que implican: ¿los elegís conscientemente? ¿son heredados? ¿realmente te identificás con ellos o sólo te acostumbraste?
Recordá que siempre estás a tiempo de construir nuevos nombres y nuevos lugares. Necesitamos un lugar pero no cualquier lugar. Un lugar sano y amoroso en donde nuestros nombres nos acompañen a crecer.
¿Conocés tus nombres?

No hay Salud sin Salud Mental
Nota Revista Ocio Agosto 2021

De vez en cuando la Salud Mental se pone de moda. Se encienden las luces, las cámaras y todos los focos apuntan ahí. En las últimas semanas pudimos tomar conocimiento de situaciones que nuevamente nos invitaban a pensar en ella. Porque son circunstancias mediáticas. ¿Pero qué ocurre con las otras?
Continúa en la nota :)

A veces nos acostumbramos a tener conversaciones, con los demás o con nosotros mismos, por inercia o por impulso.
¿te detuviste a oírlas alguna vez?
Te propongo que pienses: ¿cuántas se llenan de suposiciones? ¿de teorizaciones? ¿y de interpretaciones?
Todo eso tiene que ver con nuestra manera de mirar el mundo pero también con nuestros procesos internos, con temas y asuntos que nos cuestan, con partes nuestras que se encuentran frágiles y a veces con miedos y temores.
Pero del otro lado ... hay otro. Un otro con todo un mundo interno distinto al nuestro.
Entonces, quizá podamos comenzar a introducir más preguntas para entender al resto antes de imponer nuestra propia versión o interpretación. Eso nos va a ayudar a desarrollar nuestra empatía y a construir sin duda vínculos y relaciones más sanas.
Juzgar y suponer es el camino fácil, rápido y automático. La pregunta requiere esfuerzo ... pero lo vale :)

Hoy me pido perdón.
Por todas esas veces que no me vi con claridad.
Que me juzgué.
Que no me escuché.
Que me vi frente al espejo y realmente no me miré... y encima sólo me encontré defectos.
Hoy me pido perdón.
Por las veces que no validé mis emociones.
Que no expresé lo que sentía, porque creía que mis sentimientos no valían.
Hoy permito que mis ojos me vean, así, complet@, con lo hermoso que tengo y con aquello que tengo que trabajar.
Hoy me pido perdón y me lo acepto.
Hoy me pido perdón y comienzo a tratarme con el amor que merezco ♡

Barreras.
Cuando pienso en una barrera la primera imagen que viene a mi mente es un "alto el paso". Algo que me dice que no puedo pasar.
Y si lo pienso, no es que no pueda pasar, sino que es una "alerta" o un "llamado de atención": acá hay algo para mirar, revisar, trabajar ...
Pienso en las distintas barreras que tenemos las personas y en cómo y cuánto nos influyen, principalmente en nuestros proyectos, vínculos, comunicación y autoconfianza.
Nuestras barreras pueden aparecer en limitaciones que nos ponemos, en prejuicios, en etiquetas, en palabras, en suposiciones y sobre todo, en nuestros pensamientos. Hasta hacemos adivinación y futurología a través de las mismas.
Mi intención en este posteo es hacer preguntas más que brindar respuestas, porque es a través de las preguntas que podemos descubrir estas "alertas" de nuestro pensamiento que se endurecen y convierten en barreras.
Hacerle preguntas a los pensamientos con los cuales nos inhabilitamos (cada quién puede identificar en qué) es la herramienta que más a mano tenemos para comenzar a ablandarlos... y cruzar, mirando para ambos lados, pero cruzar.
Porque la vida misma es un cruce y el más difícil de todos es con uno mismo.
¿Sabías que en terapia podemos identificar y trabajar esas barreras?
Contame: ¿Cuál es la barrera que hoy te está frenando? ¿En qué ámbito?

El trabajo en terapia busca comprender por qué somos quienes somos y aprender qué podemos hacer con el dolor y las reacciones negativas que no nos sirven de ninguna ayuda.
También, identificar y abrir los bloqueos antes los sentimientos de felicidad y bienestar.
Intentamos - juntos-, aprender que podés tomar las decisiones para tu futuro.
Si bien es frecuente encontrarnos con experiencias de la infancia que son "la raíz" de muchos problemas, no vamos a "culpar". Un niño en un mundo de adultos puede experimentar no tener el control o sentirse ignorado o menos importante que otras personas. Pero como niños no tuvimos el control sobre eso ni tampoco pedimos que nos ocurra lo que nos ocurrió. Y cualquiera haya sido el estilo de padres que tuvimos, ellos también son quienes son por sus propias experiencias de vida. Por lo cual querido lector, deberíamos volver atrás muchas generaciones para buscar culpables.
Acá no vamos a buscar culpables, vamos a ser gestores de nuestro propio camino, porque si estimad@ lector/a ... con información, trabajo y autoconocimiento no hay patrón que no podamos cambiar ♡
# saludable

Lo no dicho separa.
Construye un muro de silencio entre dos, entre tres o entre más.
Ese silencio se llena de ruido, de emociones sin destino, de desencuentro.
Aquello que no podemos expresar nos vuelve rígidos, nos atormenta, nos genera callos adentro ... y posiblemente nos aleja de un momento de aprendizaje.
La palabra simboliza lo que somos. Tiene poder de transformación y de conexión.
Hablar. Decir. Expresar. No sólo alivia, sino que aceita los vínculos, borra las suposiciones e invita al otro a lo mismo.
Hablar sana ♡

El perdón es un proceso. Dependiendo la situación muchas veces nos suele resultar difícil trabajarlo.
Hoy vamos a mirarlo como algo que no se trata del otro sino que se trata de uno mismo.
Quiero compartir con vos algunas reflexiones sobre esto. Antes que nada te invito a pensar en el perdón desde la terapia, dejando de lado las cuestiones morales/religiosas que lo envuelven:

•El perdón no incluye obligatoriamente una reconciliación.
•El perdón no implica olvidar lo que ha pasado (el olvido será un proceso involuntario que se dará -o no- con el tiempo).
•El perdón no es un síntoma de debilidad.
•El perdón no se trata de olvidar ni dejar de lado las posibles consecuencias, sino que las mismas no se transformen en la descarga emocional y objetivo de vida, que no se vuelvan mi motor.
¿Cómo se manifiesta cuando comienza a aparecer?
• Cuando podemos hablar sin nudos en la garganta
• Cuando podemos mirar de frente lo que antes solíamos evadir
• Cuando podemos recordar lo que pasó sin que se nos nuble la vista
• Cuando hablar de lo que ocurrió ya no genera enojo dentro de nosotros
No está mal tener pensamientos ni sentimientos de rabia y enojo, son completamente normales. Lo que comienza a estar mal es que los mismos invadan los distintos ámbitos de nuestra vida y nos aten a ese lugar para siempre y no nos permitan avanzar.
El espacio de terapia ayuda a poner en palabras a esas emociones y sentimientos... a armar un relato que sirva para poder, de a poco, ir soltándolos.
♡El perdón no se trata del otro, se trata de uno mismo♡
# crecimientopersonal

Poner límites NO es complicado.
Lo complicado es el MIEDO que aparece de poner en riesgo nuestra relación con el otro.
Solemos identificar LÍMITE con conflicto y muchas veces con el enojo o reacción no esperada de la persona que tenemos del otro lado.
Por eso nos cuesta a veces.
¿Qué pensás? eso que sucede del otro lado frente a un límite que ponés (y que necesitás hacerlo) ¿tiene que ver con vos realmente? Vengo a contarte que no. Son las reacciones, emociones y sentimientos de otra persona. Y que tienen que ver con sus propias miradas, necesidades, expectativas ... no con las tuyas.
¿Pero sabés qué? Hay otra relación, muy importante, de la cual te estás olvidando cuando no ponés límites. ES LA RELACIÓN DE TU VIDA. Es la relación con VOS MISM@.
Así que, hoy te pregunto ¿qué relación vas a priorizar? ¿La del autocuidado o la del miedo?