Escuela Nº 1-002 Manuel Blanco Encalada

argo camino entre Buenos Aires y Mendoza. Su primer edificio fue apenas un rancho levantado en los terrenos donde hoy funciona la oficina del Correo, frente a la plaza, o sea que en 160 años de historia la Blanco Encalada no se movió de la cuadra y apenas si cambió de esquina. En esos lejanos comienzos llevó por nombre el de Escuela Elemental Media El Retamo y durante décadas fue el único establecimiento escolar en muchos kilómetros a la redonda. "En aquellos primeros años venían alumnos de toda la región, algunos de ellos después de haber recorrido varios kilómetros y desde entonces esta escuela empezó a edificar el reconocimiento que hoy tiene", cuenta su directora, Irma Di Césare, que está al frente del establecimiento desde hace 16 años. En 1914 toma su actual nombre de Manuel Blanco Encalada y seis años después comienza a funcionar en dos turnos. Más tarde, en 1939, pasó a ocupar el actual edificio, una construcción sobre la avenida Mitre con dos patios; también tenía una huerta. En esa época limitaba al este con la parroquia Nuestra Señora del Rosario y hacia el sur con unos cañaverales que estaban junto a los corrales municipales, lugar por donde era "fácil escaparse de la escuela", según recuerda don Horacio Gómez, un vecino del departamento. "El rol que ha tenido la Blanco Encalada en la comunidad de Junín es decisivo porque al haber sido durante muchos años la única escuela, allí íbamos todos: los pobres y los ricos; el hijo del obrero y también el del empresario", cuenta Jorge Sosa y sigue: "Y entonces la relación que hay hoy entre las personas es otra ya que usted tiene que el intendente y el obrero municipal han sido compañeros de escuela". Hablando del intendente, Mario Abed pasó por la primaria de esa escuela entre 1969 y 1975. "Tuve un promedio de 9,99, difícil de superar", dice orgulloso el hombre, aunque revisando su libreta de calificaciones, el promedio haya sido en realidad de 9,94, lo que de todos modos no le impidió ser abanderado. "Sin desmerecer a nadie, creo que no me equivoco si digo que la escuela Blanco Encalada es el edificio más emblemático que tenemos en el departamento y que la cultura de Junín ha pasado por sus aulas", define Abed y recuerda: "Allí siempre se ha cuidado mucho el compañerismo y la conducta, y era habitual que el maestro nos revisara la limpieza en las uñas y en las rodillas; tampoco era raro que nos dieran con el puntero en los dedos si nos portábamos mal". En todos estos años, la Blanco Encalada acompañó el crecimiento del pueblo y ha sido testigo de importantes transformaciones, como fue la llegada de la luz eléctrica en los años 20, del agua corriente en los 30 o la desaparición, en esa misma época, de la doble alameda que supo acompañar a la avenida Mitre y que fue remplazada por hormigón. "La escuela más antigua era la 1-001 Gerónimo Espejo, ubicada en la capital mendocina pero el sismo del 85 la destruyó y nunca se reconstruyó. Desde entonces lo es la escuela de Junín", explica Enrique Martín, inspector general de la DGE de escuelas primarias, quien también supo ser director de la Blanco Encalada entre el 86 y el 89. "Es una de las escuelas más prestigiosas del Este, ejemplar y con un muy buen nivel de enseñanza", define Martín y cierra: "Es de esas escuelas donde la maestra sabe la responsabilidad que tiene porque, como decía Félix Luna, la historia pesa más de lo que uno cree". http://www.losandes.com.ar/notas/2010/11/4/escuela-antigua-mendoza-cumplio-anos-525095.asp