PastorinoAmps

https://www.diariodemocracia.com/locales/junin/295560-juninenses-que-fabrican-equipos-guitarra-artesanal/

Los juninenses que fabrican equipos de guitarra y bajo de manera artesanal Se trata de Fernando “Piti” Barbi y Pablo Pastorino, quienes en sus talleres vuelcan sus conocimientos en electrónica y crean los equipos logrando un sonido que conquistan a los músicos de quienes reciben elogios y reconocimientos.

Angel Alberto Fare
LLAMADO A LA SOLIDARIDAD, acaban de robarme el bandoneón que ven en la foto, si alguien se entera o le ofrecen el bandoneón, por favor me avisan de inmediato. Muchas gracias

‘Every song took you on a musical odyssey!’ The rediscovery of Soda Stereo, Argentina’s biggest band The trio’s Police-inspired sound shot them to Latin megastardom. 40 years later, audiences worldwide are finally tuning in – including Bono and Chris Martin

...Los planes del destino se pusieron en marcha apenas comenzó el verano de 1987. Charly expuso formalmente su intención de grabar un nuevo disco y, tras firmar el contrato con CBS, aclaró que la cuestión comenzaría “de inmediato”. Siendo fanático de su música y llevando casi un par de años como integrante de su banda, yo no quería perderme la oportunidad por nada del mundo. Además, era el único "sobreviviente" de su grupo Las Ligas.

García siempre había sido amable y cariñoso con sus músicos, sacando lo mejor de todos, alentándonos y haciéndonos sentir aliados. Nuestros ensayos transcurrían entre chistes ingeniosos al estilo Groucho Marx y sonrisas, doy fe. ¡Y aprendíamos un montón!

En principio, él bocetó sus canciones nuevas en soledad, portaestudio con casete de cuatro canales y batería electrónica mediante. Se había montado un auténtico hábitat o “fábrica de sueños”, llamativamente ordenado, en una de las luminosas habitaciones con vistas a la avenida Coronel Díaz.

Allí nacieron versiones memorables de “No voy en tren” y “El karma de vivir al sur”, las cuales me mostró orgulloso una madrugada. Como siempre, apretaba play y te miraba fijo, intentando descifrar el efecto. Esta última tenía una parte instrumental bellísima, luego perdida en los misterios de la creación, con un sintetizador grabado por Nito Mestre durante una visita ocasional.

La cuestión era despojada y simple pero efectiva: Grand Piano Yamaha CP70, sinte de cuerdas Roland Jupiter 6, un ritmo constante en batería eléctrica RX-21, voces y guitarras. Asomé de a poco a esas sesiones iniciáticas de "Parte de la religión" —título barajado tras desechar "Comienzo de la religión"—, programando o tocando algo con un pad y emocionándome al palpar desde la primera fila cómo se forjaba un tema tras otro.

Luego del período hogareño, el asunto continuó en el Estudio Panda, con Mario Breuer al comando de la consola MCI, para plasmar la estructura directamente sobre la cinta de veinticuatro canales de la máquina Studer.

Antes de la segunda sesión, García me pidió que pasara por su casa. Aclaró que quería comentarme algo: “¿Venís tipo seis? Así después nos vamos juntos a Panda en un taxi.”

No bien entré en el departamento 15 del séptimo piso, señaló el sofá de living para que nos sentásemos. Se quedó en silencio, mirándome, como quien está por decir algo importante.

- La verdad es que quiero dar un paso adelante en el audio general -dijo-, viste que la batería determina mucho el sonido
de un disco, ¿no? Así que la debería grabarla afuera, en algún estudio grosso de Estados Unidos.

Por un lado, me pareció una postura brillante. Como público, yo esperaba lo mejor, aunque a la vez eso significase que mi participación en un álbum suyo quedaría postergada. Tragué saliva. Justo se asomó Tránsito —la mujer santiagueña, abuela de su asistente Totó, que lo ayudaba con la limpieza desde hacía años—, que dijo algo respecto de gaseosas en la heladera. Pasaron otros segundos y acepté la situación: en definitiva, García estaba en todo su derecho de grabar con quien quisiese,
pudiendo contratar al mejor sesionista del mundo. Tránsito desapareció hacia otra de las habitaciones y Charly prosiguió:

- Entonces, Fernandito, nos vamos a New York y los cagamos a todos. Vamos los tres, digo, con Mario, que además de entenderse con Joe Blaney por lo del sonido, me va a ayudar con el inglés y a organizar las cintas... ¿te parece?”

¡Casi rompo el techo y salgo disparado por la terraza! Me sentí absolutamente feliz, dentro del equipo como nunca.

La idea, por cuestiones prácticas, era comenzar los ritmos con samplers y sonidos de línea, e incorporar las baterías acústicas posteriormente, cuando viajásemos al Electric Lady Studio de Manhattan a terminar el asunto con el ingeniero Blaney.

Durante días, hice anotaciones en un cuaderno y definimos velocidades, arreglos primitivos o estructuras de las canciones, que fueron perfeccionándose a posteriori, reemplazando lo que hiciese falta.

Tuve que especializarme en interpretar onomatopeyas suyas como “cataflón”, “frin-fran- frun” o “Pirú-pirú”. Ubicados en el control de Panda, solía tocar las baterías pulsando dedos sobre un teclado Emulator, en tiempo real, con sonidos asignados a diferentes notas, mientras García se despachaba con los pianos y guitarras. A veces llevaba un tambor al propio control del estudio.

Una tarde, García descubrió unos interesantes samplers de tablas y sitares y los volcó la canción “Parte de la religión”, luego de que armásemos la base con la TR-808 y unos pulsos baterísticos de referencia. Usaba también un sonido coral femenino que llamaba “monjas”.

“No nos preocupemos por formar una banda nueva para grabar el disco ni nada de eso. Grabémoslo así, los que estamos, y después vemos cómo se toca en vivo a futuro, y con quién, ¿Ok?”, aclaró el Líder como consigna.

La actividad en Panda se volvió más excitante aún. Los ritmos básicos los pautaba Charly —nadie más adecuado que el propio compositor para eso— de acuerdo a lo que quisiese darle a cada una de sus canciones. Pero, se sabe, él es muy abierto a la hora de trabajar en equipo y la ocasión nos permitió a Mario y a mí dejar nuestro punto de vista y sumar ideas.

Programé algunos patterns en mi módulo SP12 y otros los toqué “a dedo” o fui disparándolos con pads. Siempre me ha gustado eso de combinar sonidos programados con naturales, emparentando lo tecnológico con la ejecución a la “vieja usanza”.

Breuer, con su calidad sonora y humor finísimo, daba el ambiente: sacó de la galera un banco de sonidos llamado “Holiday on ice” que venía en un disquete. Así aparecieron el sonido de bombo y tambor de varios temas.

Nuestro amigo Dani Melingo apareció de visita y registró magistrales saxos en el “Rap de las hormigas” y “Ella adivinó” —armando él mismo una sección de bronces a través de sobregrabaciones—, así como David Lebón llegó un domingo para plasmar un par de solos memorables en "Buscando un símbolo de paz" y "Adela en el Carroussell". Hacía tiempo que David no se veía con Charly. El manager Zambonini lo había ido a buscar a su casa de la calle Quesada. Lebón entró a la sala de Panda, ecualizó su equipo Mesa Boogie, se colgó la guitarra y exclamó: “¡Hoy es domingo, así que tengo los solos en oferta!”.

Luego de dos semanas en Panda, encontrándonos día a día, la tarea porteña había sido un éxito. Ahora Charly y Mario iban a partir hacia Río de Janeiro para grabar algunas percusiones con Chacal, coros con Paula Toler y una canción con Os Paralamas do Sucesso, mientras a mí me tocaba culminar los rigurosos trámites en la Embajada de Estados Unidos, sobre la calle Colombia, antes de volar. Nunca había ido al país del norte y debía conseguir como fuese la preciada visa.

Una semana después, nos encontramos en el aeropuerto de Río para continuar juntos hacia Nueva York, donde grabaríamos las baterías reales y los restantes teclados, guitarras o bajos que metería el propio Artista, además de realizar la mezcla del álbum.

La consigna, pautada con mucha tranquilidad, había sido
que al momento de registrar algo, podría ser definitivo o regrabable durante ese mágico periplo Argentina-Brasil-Estados Unidos del esquema. Yo acababa de cumplir 23 años y Charly me estaba dando una chance inigualable, a pura generosidad y confianza, que jamás iría a olvidar...

-------------------------------

Extracto de mi libro "Que es un Long Play", Sudamericana, 2015.

Pon siéndome al día con los trabajitos…
Cuando no hay ganas, no hay tiempo…
No se hace…. Cuando hay ganas, el tiempo aparece y salen cosas lindas..