Cafe literario Abrapalabra

Harrison Ford once said:

They will criticize you for what you are, for what you are not, and for what they think you are.

They will judge you for what you do, for what you don't do, and for what you fail to do.

They will talk about you for what you say and for what you keep silent about.

They will point at you for your successes and for your mistakes, for your decisions and for your doubts.

No matter how much you try to please, there will always be opinions.

So, live for yourself, because in the end, the only thing that matters is being true to your own path.

Photo from Esquire.

Que hace mucho calor en Argentina

TRES BREVES POEMAS.

Sólo quiero tenerla
sin pronunciar palabras.

Que mis brazos
la circunden alborozados.

Cómo si fueran navíos
intrépidos.

Dirigiendo sus quillas
al descubrimiento.

Sólo quiero tenerla.

Volver a sentir
el temor del primer vuelo.

De aquel beso
interminable
cuando bebía
a sorbos su ternura.

II

En el volcán oscuro
de las sombras,
disfruté mi ceguera.

Le crecieron
plumas opulentas
a mis dedos.

III

En el planisferio
de su cuerpo
fui un azorado
caminante.

Ricardo Quintana

Reclinada desnuda
Támara de Lempicka
Polaca 1898~ 1980

UN DÍA COMO HOY...

Fui a encontrarme
con don Pablo...

Una tristeza infinita
en vuelo inconmensurable,
rasgó la pureza
del salino cielo.

Él faltó al encuentro.

El viento lo nombra,
el mar lo reclama,
mi alma lo extraña.

Fueron sus áureos libros
que volaron exultantes
en la fronda de mi imaginación.

No me imagino
su tumba vacía.

Espero volver,
y verle llegar volando
con su capa negra.

Desplegando
sus iluminadas odas,
entre las caracolas
y mascarones.

Espero volver...

RQ

"NO TE DETENGAS", un bellísimo poema de Walt Whitman Walt Whitman fue un maestro de la lírica de verso libre y marcó con su estilo innumerables poetas de las generaciones que vinieron después. Un autor polémico y que siempre hizo gala de llevar una vida muy intensa, ya que fue poeta, enfermero voluntario, ensayista, periodista y humanista estadoun...

Fulgores...

INTENTO DE POEMA...

EN UNA TRASNOCHADA CONFESIÓN.

Necesito
del violín de su cuerpo.

De las imperceptibles
cuerdas de sus alados
besos.

Musicalizando mis deseos,
que aplacan la angustia
de pensarla,
siempre pensarla.

Necesito
del arco sensible
de su frágil espalda.

Para aplacar mi sed
cuando abrevo en ella.

Si le digo,
que necesito
de su tersa esbeltez.

Para escribir
mis oberturas,
no exagero.

II

Pienso
en el solitario lunar,
que espera,
la peregrinación
de mis dedos.

Apropiarme
de los espacios
de su cuerpo.

En las arenas
de sus muslos,
en las vértebras
de su torso.

En las delicadas lunas
diminutas de su altivez.

Pienso en las orquídeas.

Aquellas que crecen
cerca del oculto paraíso.

Claro,
ella sólo vive
en mi mente.

Otra sería la poesía
si viviera en mi piel,
en los torrentes
de mi sangre.

Sólo atino
dejarle un beso barco,
para que la navegue intensamente.

Ricardo Quintana

EL DÍA...

Que tenga la desnudez
de los lirios.

En el esplendor
de la noche…

Mi lúbrica lengua,
la recorrerá victoriosa
con audaz desenfadado.

Como un río crecido,
en tempestuosa caricia.

La envolveré irracional.

Se volverá loca.

Volarán todos
los pájaros envejecidos.

Que dormitan descoloridos,
en los rincones irredentos
de su cuerpo.

Mi irreverentes boca,
buscará desaforada
las corolas
de sus flores.

Me colmaré
de sus aromas,
beberé las mieles
de sus pétalos.

Escarbaré ansioso,
con mis dedos maníacos,
los secretos lascivos
de sus laberintos.

Buscaré los blasones
marchitos de sus pechos.

Me ataré frenético
con las cuerdas
de mis cabellos,
de mi barba,
a su afable cintura.

Ricardo Quintana

Imagen :
Los Lirios de Vincent Van Gogh

En esta noche...
les dejo el más alegórico de los poemas de Girondo ( por lo menos para mí.)
RQ

ESPANTAPÁJAROS...

No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! –y en esto soy irreductible–
no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue –y no otra– la razón de que me enamorase,
tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa.
Volando realizaba sus compras, sus quehaceres…
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
de algún paseo por los alrededores!
Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
“¡María Luisa! ¡María Luisa!”… y a los pocos segundos,
ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
como dos ángeles, y de repente,
en tirabuzón, en hoja mu**ta,
el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera…,
aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes…
la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea,
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿Verdad que no hay diferencia sustancial
entre vivir con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
la seducción de una mujer pedestre,
y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando.

En esta mañana de martes...
les regalo un poema.
Se hace emotivo cuando se ha dejado hace mucho ese tiempo de la niñez.
RQ

CUANDO ÉRAMOS NIÑOS.
de Mario Benedetti

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta,
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.

luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era un océano
la muerte solamente
una palabra

ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en los cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.

ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

Imagen:
Trópico de Capricornio
Puna jujeña
Rep.Argentina

AMOR
de Idea Vilariño

Amor
desde la sombra
desde el dolor
amor
te estoy llamando
desde el pozo asfixiante del recuerdo
sin nada que me sirva ni te espere.
Te estoy llamando
amor
como al destino
como al sueño
a la paz
te estoy llamando
con la voz
con el cuerpo
con la vida
con todo lo que tengo
y que no tengo
con desesperación
con sed
con llanto
como si fueras aire
y yo me ahogara
como si fueras luz
y me muriera.
Desde una noche ciega
desde olvido
desde horas cerradas
en lo solo
sin lágrimas ni amor
te estoy llamando
como a la muerte
amor
como a la muerte.

****************************

Imagen: "Biblis", de William Adolphe Bouguereau.

TRES BREVES POEMAS OTOÑALES.

Un solo beso...

Cómo un torrente
subirá por tus pies...

Correrá por los ríos
de tus piernas.

Recorrerá cañadas,
bahías y praderas.

Se distraerá
en los mínimos caracoles
de tu torso.

Se deleitará
en el marfil de tu cuello.

En tu boca
una celebración.

II

Recuerdo
tu desamparo
bajo la lluvia
de octubre.

Una mariposa
de luz,
voló de tu boca,
buscando refugio
en mis labios.

III

La brisa ha traído
el aroma de su piel.

El sol dejó luces
en mis ojos,
para que distinga
en la distancia…

Hago lo posible,
en tanta luz,
no distingo
la transparencia
de los suyos.

Ricardo Quintana
Imagen: Hamish Blakely

La pequeña muerte

No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos
encuentra y acabándonos nos empieza.
Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.

-Eduardo Galeano, de "El Libro de los Abrazos"-
E.G. murió un 13 de abril de 2015.
Imagen: obra de Olga Sinclair.

Cuando llegue
al deseado puerto
de sus labios.

Hundiré el bajel
de mi boca.

Quemaré mis besos
con los fuegos
de los crepúsculos.

En la pálida bandera
de su espalda…

RQ.