Chalet Suisse Bariloche

LA GLORIA DE LOS VENCIDOS.

Pocas veces en la historia de las Guerras mundiales, alguien recibe una condecoración por haber perdido una acción de guerra. Sin embargo, un puntano fue merecedor de una premiación a pesar de haber sido vencido en batalla.
Pero vayamos por partes.
Existía un Batallón realista, el "Numancia", compuesto mayoritariamente por venezolanos (671 hombres) y por peruanos (325 hombres). Era una unidad muy capaz, veterana, de gran valía, no solamente por su cantidad, casi mil hombres, sino que por ser aguerridos soldados con decenas de batallas en su haber.
Poco a poco, espías patriotas, fueron acercándose a sus Jefes, tratando de que se pasaran al bando independentista, apoyándose en que aquellos hombres eran americanos.
Mientras todavía no se había definido el traspaso del Batallón realista "Numancia", existían numerosas comunicaciones secretas, entre los Jefes de la unidad y los patriotas. Documentos realmente álgidos, que si caían en poder de los españoles, seguramente hubieran sido justificación para el fusilamiento de muchos de los que integraban el Batallón.
Es en ésta circunstancia, que un Oficial de Granaderos, llamado Juan Pascual Pringles, puntano, es enviado con un pequeño piquete de Granaderos a llevar importante, y secreta, documentación con respecto a la situación del "Numancia".
Fue enviado expresamente con la orden de no confrontar con fuerzas enemigas, sino que su tarea era la de llevar los documentos.
Era el 25 de noviembre de 1820, en un lugar del sur del Perú, llamado "Playa de Pescadores", en la zona de Chancay.
Pero mejor leamos lo que narra el General Rudecindo Alvarado, superior de Pringles, en carta al General Geronimo Espejo:

"Despaché inmediatamente un joven inteligente y ardoroso patriotismo, con comunicaciones para los oficiales del Numancia” más comprometido en nuestra causa y previne al conductor que las contestaciones las trajera a Pescadores, donde hallaría un oficial que me las remitiría. Este oficial fue Pringles, a quien destaqué con diez y ocho hombres al objeto indicado y con orden de no retirarse hasta la tarde del siguiente día, si no era atacado. El conductor de mis comunicaciones no regresó, porque los oficiales del “Numancia” le hicieron pasar a Lima, a llamar al capitán Heres que debía encabezar el movimiento revolucionario.
Pringles, en expectativa, permaneció en Pescadores, que es una bahía baja del mar, estrechada por este y unas lomas de arena suelta, bastante elevadas. Desde una de éstas, en que estaba situado un centinela, se avisó a Pringles la aproximación de fuerzas enemigas por el camino recto de Chancay, o mejor dicho, por la playa, por cuyo motivo mandó Pringles ensillar.
Se repitió el aviso del centinela, anunciando que otro cuerpo enemigo marchaba por las alturas a tomar la retaguardia, cortando el camino de Huacho, que llevaba en esos momentos con el grueso de nuestra caballería. Pero Pringles se creyó invencible, quiso pelear y lo hizo, cargando a la fuerte columna que tuvo a su frente. Rechazado por ésta, cargó a la que tenía a retaguardia y cuando se vio sin soldados, que estaban mu***os, heridos o prisioneros, se arrojó al mar, que sólo dejó a instancias y garantías que le ofrecía el general Valdez, español, jefe de las fuerzas enemigas” .

Aquel supremo acto de coraje, fue reconocido por el español, el cual garantizó la vida de Pringles y sus hombres, y los dejó en libertad.
Enterado el General San Martín de aquella actitud heroica, decidió premiar a Pringles y sus Granaderos, con un escudo honorífico, en donde puede leerse:

"GLORIA A LOS VENCIDOS EN CHANCAY"

El Batallón "Numancia" terminó pasándose al bando patriota, y de ésta manera el Ejército Libertador del General San Martín consiguió una importante unidad de casi mil hombres.
Hoy el escudo de Chancay, es utilizado por el Destacamento Militar Yapeyú, del Regimiento de Granaderos a Caballo en nuestra querida Provincia de Corrientes.
De aquel acto supremo de valor del Coronel Juan Pascual Pringles, se cumplen hoy doscientos tres años.
¡Gloria a los vencidos en Chancay!

Esta chica de 15 años vivió en el imperio Inca y fue sacrificada hace 500 años como ofrenda a los dioses.

Se conserva así de bien porque fue congelada durante el sueño y mantenida en una condición de frío seco a más de 6000 metros de altura sobre el nivel del mar todo este tiempo. No hizo falta ningún otro tratamiento.

Hallada en 1999 cerca de la cima del volcán Llullaillaco, en el noroeste de Argentina, supuso una revolución arqueológica por ser de las momias mejor conservadas, ya que había incluso sangre en su organismo y sus órganos internos permanecían.

EL SUEGRO.

¿Vos sabias que hubo un tiempo, en el que México fue un Imperio? ¿Y que de soslayo, esa historia mexicana, se cruzó con la historia del General San Martín?.
Aunque no lo creas, es así.
Era cerca de 1861, y México había tenido una de sus habituales y sangrientas revoluciones. El país se hallaba devastado y en ruinas, tanto humanas como económicas. Y hete aquí, que la sempiterna oligarquía, se le ocurrió ofrecer el gobierno de México a una corona europea.
Enteradas de esto, las monarquías del viejo continente, se reunieron en aquelarre, y de muy buena gana decidieron aceptar la propuesta. Pero lo hicieron con un fin oculto.
Los EEUU, que en esos momentos se estaban desangrando con la Guerra de Secesión, habían conseguido una gran influencia en lo que respecta al resto de los países de la región americana. Ergo, colocar a un Príncipe de una casa europea, serviría de algún modo, como freno al expansionismo norteamericano. Y tenía que hacerse en ese momento preciso, ya que, como dijimos antes, los yankis estaban ocupados en matarse entre ellos. No tenían capacidad de reaccionar ante un hecho consumado.
Y así, surgió el nombre del Archiduque Maximiliano de Habsburgo, un príncipe alemán, de pura nobleza europea. Era reconocido por la realeza de toda Europa. Pero Maximiliano no se vendría solo, sino que Napoleón III de Francia, aportaría un ejército respetable para sostenerlo en el poder. Era el señalado por Napoleón.
Entonces, hacia la vieja Europa viajó un grupo de "notables" mejicanos, a ofrecerle la Corona de México al príncipe.
El 3 de octubre de 1863 llegó al Castillo de Miramar (que no quedaba al sur de Mar del Plata, sino en la Costa de Trieste, en Italia) la Comisión que entregaría México a un Príncipe Europeo. Dicho castillo era la morada del Archiduque.
Y aquí viene la conexión con la historia Sanmartiniana.
El cuadro que acompaña estas líneas, representa el momento en el que la Comisión le ofrece al Archiduque Maximiliano de Habsburgo la corona de México. Y precisamente, el que lee el ofrecimiento era un renombrado político y diplomático de la época, Don José María Gutiérrez de Estrada.
Maximiliano aceptó de buena gana, y se convirtió en Emperador de México por unos pocos años. Aunque no le fue muy bien con su reinado, ya que unos años después, y en otra Revolución mexicana, lo derrocarian y lo terminarían fusilando. Evidentemente no fue una decisión muy acertada.
Rebobinemos un poquito. En definitiva, ¿Dónde se rozan la historia de Maximiliano y Don José? Como les dijimos más arriba, el que leyó la nota de ofrecimiento de la Corona Mexicana fue un Sr. llamado José María Gutiérrez Estrada, el cual tuvo un hijo que se llamó Fernando Mariano de los Dolores Vicente Jacinto Cleofas Gutiérrez Estrada Gómez Cortina, también diplomático, que se casó en 1860, con Josefa Dominga Balcarce San Martín, la nieta menor del General San Martín.
Es decir, Don José María, fue el suegro de "Pepa".

-- Se cuenta qué un día, un cazador en una noche muy fría, salió muy decepcionado a buscar la muerte, ya que no tenía suerte en el amor y en esa noche de invierno, se topó con una hembra de coyote que estaba a punto de dar a luz.
El hombre sobresaltado de la impresión de ver a la coyote, pensó que lo atacaría, pero la pobre coyote pensó lo mismo, apenas tenía fuerzas para ponerse en pie.
El hombre dándose cuenta de la situación, decide ayudarla cubriéndola con las pocas cobijas que llevaba, pero eran insuficientes. El frío se recrudeció y empezó a caer la nieve.
Entre gruñidos y gemidos de dolor, salió el primer coyotito... después el segundo, el pobre hombre se echó las cobijas en la espalda y abrazó a la coyote que temblaba. Los coyotitos lloraban del hambre y del frío.
El hombre pensó que no lograría salvarlos, la nieve los tapó por completo, estaban totalmente cubiertos y no se veían, al final la tormenta cesó.
El cielo se despejó y la luna apareció, era una escena sin igual, la coyote cansada por el parto, quedó dormida junto con sus hijos ya que el hombre encima de ellos les proporcionó calor.
A la mañana siguiente la coyote despertó por el gruñir de sus coyotitos, los alimentó y se percató que el hombre no se movía.
Ella sabía que el hombre había dado la vida por ellos. El dios de los vientos, le dijo a la coyote que él buscaba amor porque no lo conocía y el hombre, pensó en sus últimos momentos qué jamás lo conocería.
Por su actuar, el dios de los bosques le dijo que podía estar en todas partes, en la nieve, los pinos, los arroyos, hasta en el mismo viento.
Recordando la coyote su amor hacia ella y a sus hijos, ellos aúllan en las noches, esperando verlo y decirle lo mucho que lo aman y lo quieren. Y darle las gracias por darles el regalo mas preciado que fue la vida --

Texto y fotografía, crédito a quien corresponda.

LAS HERIDAS DE NECOCHEA.

Era el Comandante de la caballería patriota, aquel lejano 6 de agosto de 1824, en "Junín", Perú. Sin embargo, fue uno de los primeros en chocar contra los jinetes del Rey.
El choque fue brutal. Las lanzas de cuatro metros de los jinetes realistas de Eguía, hicieron estragos en la formación patriota. No se daba ni se pedía cuartel. Era una batalla exclusivamente al arma blanca, sólo sables y lanzas.
Víctima de lo encarnizado de la batalla, pronto Mariano Necochea, de 33 años de edad, a pesar de haberse aferrado al cogote de su caballo, cae al suelo, víctima de numerosas heridas. Las patas de los corceles que luchan a su alrededor, también laceran su carne.
Once heridas se le contaron en el cuerpo, una vez finalizada la Batalla de Junín, Glorioso triunfo de las Armas de la Patria.
El lacerado cuerpo de Necochea presentada un sablazo en el vientre, otro más que le perforó el pulmón izquierdo, cuatro más que le inhabilitaron el brazo y otra herida más que le cortó los tendones de la muñeca.
Sobrevivió a la batalla, pero sus heridas fueron tan graves, que no pudo estar presente en "Ayacucho".
Venticinco años más vivió Mariano Pascual Necochea. Pero el resto de su vida fue de un eterno sufrimiento, a causa de las heridas recibidas en "Junín".
Nos cuenta su asistente, el Coronel Ros:

"El General Necochea sufrió resignado los indecibles momentos de su enfermedad: agudísimos dolores físicos, insomnios de meses, y aún de años consecutivos, todos los tormentos de una enfermedad tan tenaz y lenta, como dolorosa y cruel, aumentando con los pesares morales que alimentaba en la soledad campestre a que lo obligaba su curación lejos de la sociedad de sus amigos".

Mariano terminará muriendo en Miraflores, Perú, en 1849.
Sus restos descansan en el "Cementerio Presbítero Maestro" de la ciudad de Lima, Perú, en el "Panteón de los Próceres".
En varias oportunidades diversos gobiernos argentnos solicitaron la repatriación de sus restos, recibiendo siempre la negativa de las autoridades peruanas, porque Don Mariano Pascual Necochea Saraza es Héroe Nacional del Perú, en donde ostenta el grado de "Gran Mariscal del Perú".

CABALLERÍA DE MARINA

Ya el Ejército de los Andes, había subido los inmensos montes, descendido del lado chileno, y derrotado a las tropas del Rey en "Chacabuco", el 12 de febrero de 1817.
El avance patriota es imparable y el 20 de febrero Valparaíso cae en poder de los insurgentes.
Sin embargo, algunos buques que se hallaban en alta mar desconocían el cambio político que había acontecido en las costas chilenas. Es así que el día 22 arriba al puerto porteño (la ciudad de Valparaíso utiliza el mismo gentilicio que la ciudad de Buenos Aires) un bergantín-transporte llamado "Águila". Ya es noche cerrada, por eso sus tripulantes no desembarcan, y quedan sin enterarse que el puerto estaba en manos de argentinos y chilenos.
Ver semejante presa anclada frente a sus narices, y no pretender capturarla, fue inspiración de un instante en la mente de los patriotas.
Se decide hacer un asalto nocturno. Y para eso se le encomienda a un muy joven Oficial de Granaderos que realice tal peligrosa tarea. Su nombre: Isidoro Suarez, el mismo Oficial que se cubrirá de Gloria en "Junín" y su famosa carga al frente de los Húsares, en 1824.
¡Apenas había cumplido los 18 años el 2 de enero de ese año!
Se embarca en un bote, acompañado por 14 Granaderos a Caballo y siete marineros. Exactamente a la una de la mañana del 23 de febrero de 1817, inicia el asalto al bergantín.
Ochenta hombres del Rey guarnecían aquel barco, los cuales fueron tomados por absoluta sorpresa por aquel puñado de valientes, que inmediatamente dirigieron el buque bajo la protección de las baterías costeras. Cualquier intento de resistencia por parte de aquellos ochenta marinos españoles hubiese significado el cañoneo del navío. Rápidamente se rinden a aquel grupo de corajudos.
Semejante acto de arrojo le valió a aquel joven Alferez, Isidoro Suarez de apenas 18 años, el ascenso inmediato a Teniente.
Su Glorioso sable, ya estrenado en "Chacabuco" y refrendado en el Asalto al "Aguila", seguirá regalando hermosas Joyas Heroicas a la Corona de Gloria de la Nación Argentina.
Así, aquel puñado de Granaderos a Caballo, se convirtieron por un rato, en Caballería de Marina.

Fte. Revista "Caras y Caretas".

2 DE NOVIEMBRE
DÍA DE LOS MU***OS POR LA PATRIA.

Una bala de cañón británica, le arranca media pierna. Es 1807. Con su propio cuchillo, se recorta los colgajos de su carne martirizada. Se hace un torniquete, y vuelve a la batalla. Sus camaradas quieren sacarlo de la refriega. Él se niega. ¡Como abandonar el combate teniendo al invasor enfrente! La muerte le llegará de improviso. El cuerpo del Cabo de Patricios, Orencio Pío Rodriguez, quedará en una trinchera de alguna calle, de la Buenos Aires reconquistada.
Avanza y avanza bajo una lluvia de fuego. Es el 9 de marzo de 1811. El sonido de su tambor alentando a la tropa, suena galopante, como su propio corazón de niño.
Avanza y avanza, sin parar. Hasta que dos plomos ardientes le abren el pecho. Brotan dos flores rojas de su casaca. Cae inmolando su pequeña vida, en tributo a su Patria naciente. Se llamaba Pedro Ríos, y fue el Tambor de Tacuarí.
Desmonta presuroso. Tiene que llegar hasta su Jefe, que se debate entre la vida y la muerte. Pechea aquí. Empuja allá. Llega hasta su Coronel. Y con herculea fuerza, lo zafa de tan apremiante trance. De repente siente que las fuerzas se le van. Ya no puede sostenerse en pie. Un dolor lacerante lo atraviesa. No una, sino dos veces. Dos bayonetazos lo derriban. Morirá feliz, contento, porque han batido al enemigo. Es el 3 de febrero de 1813, en un lugar de Santa Fe, llamado San Lorenzo. Juan Bautista Cabral, se llamaba, y era negro como la noche.
Otro negro, pero allá lejos, muy lejos en el Perú, prefiere la muerte antes que la traición a su bandera. Con mirada desafiante mira al pelotón que lo acribillará a balazos, en la Fortaleza del Callao. Es la mirada del valiente que sabe de la nobleza de su causa, esa causa por la que gustosamente se ofrenda la vida. La causa de la Libertad. Antonio Ruiz se llamaba aquel negro inmortal, que la Historia recuerda con el nombre de Falucho. Ocurió un 6 de enero de 1824.
Francia lo había visto victorioso. Y en premio a su valor, le entorchó el pecho de medallas. Mismas medallas que colgaban de su chaqueta, cuando al frente del Regimiento de Caballeria Nro 1, enfrentó a los Imperiales, en un lugar del sur del Brasil, llamado Ituzaingó. A Juan Lavalle le cupo el infortunio de recoger esas medallas ensangrentadas, del cuerpo de aquel valiente, su amigo, un francés, llamado Charles Louis Frederic de Brandsen. Fue un 27 de febrero de 1827.
Él eligió estar allí. Siendo el hijo de quien era, podía haber estado en cualquier otro lugar. Pero no. Él eligió estar al frente de sus hombres, y encarar con la cerviz en alto, la muerte que seguro lo besará. Cuando dan la orden de retirada, sus soldados, que lo idolatran, cargan su cadáver amarillo, seco de sangre, sangre vertida generosamente en los fangales de Curupayti, el 22 de setiembre de 1866. Tenía 21 años, y era el Capitán Domingo Fidel Sarmiento.
Al mando de un puñado de soldados, fue la barrera infranqueable para el pirata. Puso un hombre aqui, otro alla, distribuyendo su grupo de valientes lo mejor que la estrategia indicaba. Y se dispuso a que aquellos invasores, pagaran caro su osadía de hollar el suelo malvinero. Y cumplió con su deber, y su juramento, de seguir a su bandera, hasta perder la vida. Después de tres balazos, su alma de león, entró en la inmortalidad. Como lo hizo Orencio, alla en 1807, frente al mismo enemigo. Era el Teniente 1ro (PM) Roberto Estevez. Fue el 28 de mayo de 1982.
Hoy, 2 de noviembre, es el Día de los mu***os por la Patria.
Hombres y mujeres, que con generosidad patriótica, entregaron lo más preciado que tenían, su propia vida. La gran mayoría son anónimos. Como la enfermera que mató el Covid. Como el bombero que murió en un incendio. Como el policía que asesinó un maleante. Hombres y mujeres que murieron para que la Patria viva.
A todas esas almas, nuestro recuerdo emocionado y gratitud eterna. Porque cumplieron con el precepto biblico que dice, que no hay amor más grande que dar la vida por el otro.
Ellos, dieron su vida por la Patria. Ellos dieron su vida por todos nosotros.

EL 'OLYMPIA': UN TRIRREME EN LA ARMADA HELÉNICA.


Olimpia es una reconstrucción de un antiguo trirreme ateniense y un importante ejemplo de arqueología experimental. También es un buque comisionado en la Armada Helénica de Grecia, el único buque comisionado de su tipo en cualquiera de las armadas del mundo.

El Olimpia fue construido entre 1985 y 1987 por un constructor naval de El Pireo encargado por la propia armada griega. El ariete de bronce pesa 200 kg y es una copia de ariete con un carnero original que ahora se encuentra en el museo arqueológico del Pireo.

El barco fue construido con abeto Douglas y roble Virginia, siendo la quilla de madera dura de iroko. En 1987 se realizó un ejercicio tripulado por 170 remeros voluntarios en el cual, el Olimpia alcanzó una velocidad de 9 nudos (17 km/h) y fue capaz de realizar giros de 180 grados en un minuto, en un arco de no más de dos longitudes y media (2,5) de barco. Estos resultados, logrados con una tripulación mixta e inexperta, sugieren que los historiadores antiguos como Tucídides no exageraban sobre las capacidades de los trirremes.

En 2004 fue utilizado para transportar la llama olímpica ceremonialmente desde el puerto de Keratsini hasta el puerto principal de El Pireo, cuando el relevo de la antorcha olímpica se acercaba a Atenas para los Juegos Olímpicos de 2004.

Nombre: Olimpia

Propietario: Armada Helénica

Pedido en 1985

Puesta en grada el 27 de julio de 1987

Lanzado en agosto de 1987

Puesta en servicio el 26 de agosto de 1987

Puerto base: Palaio Faliro

Tipo: Trireme

Desplazamiento: 47 toneladas

Eslora: 36,9 m

Manga: 5,5 m

Calado 1,25 m

Propulsión: Dos grandes velas cuadradas y 170 remeros.

Velocidad máxima (con remos): superior a 9 nudos (17 km/h)

Una mujer adelantada a su tiempo, ella fue rescatista antes de que fuera popular esta actividad. ❤️

“Yo debo recoger
Todas las almas perdidas
que vagan por esta tierra
todos los que están solos
todos los que están rotos
todos los que realmente nunca encajaron
los reuniré a todos
Y juntos encontraremos nuestro hogar”

-Athey Thompson

Un pequeño poema tomado de libro de poesía escrito en Camberlay, Reino Unido.
Esta foto es de “Camberley Kate”, la dama que deambulaba por las calles con su carrito de “perros callejeros” y recogía a todos los abandonados. Se dice que durante su vida rescató y dio un hogar amoroso a más de 600 perros callejeros.

Hoy rindo homenaje a esta dama inspiradora y a su legado, ella dedicó su vida a salvar perros, y a ser amable todos los animales.

Kate Ward en Camberley, Inglaterra en 1962 🤍

MISIA DOLORES

Era la más pequeña de cuatro hermanos: Hortensia, Augusto, Juan y ella, Dolores. Habían sido seis, pero dos murieron de bebes. Nació en el Uruguay, en un momento de tranquilidad, y exilio, de su padre, el 27 de mayo de 1831.
Cuando su padre abandonó su retiro, y volvió a las armas, colgándose de sus pantalones le rogó que no se fuera. Pero su papá Juan debía irse, a encontrarse con su destino de tragedia. Como excusa para alejarse de la pequeña, le prometió que le traería un caballo. Nunca pudo cumplir esa promesa.
Vino a Buenos Aires, recién cuando cayó Rosas en 1852.
Se casó en 1871, con Joaquín Lavalle Pinto, su primo hermano. No tuvieron descendencia.
Ese mismo año de su casamiento, se convirtió en miembro de la Sociedad de Beneficencia. Tanta fue su relevancia social, que participó de la inauguración del ferrocarril Buenos Aires-Tucumán en 1876. En ese año, ya era Presidenta de la Sociedad de Beneficencia.
Creía que todas las mujeres debían prepararse y progresar, por eso procuró facilitar este camino a las de menos recursos. Entre sus aportes a la causa femenina se encuentra la fundación de una escuela profesional de mujeres. Allí se enseñaba, entre otras cosas, Joyería.
Muchas veces trabajó codo a codo con Cecilia Grierson, la primera médica argentina, y formaron parte del subcomité femenino de la Cruz Roja Nacional y del Consejo Nacional de Mujeres, una institución que trabajaba por la educación y los derechos femeninos, que a su vez formaba parte del Consejo Internacional de Mujeres, una organización con sede en Londres. Su lema era “Todo por amor, nada por la fuerza”.
Fue Presidenta de la Cruz Roja Argentina por muchos años.
Misia Dolores -como se la llamaba-, tomó bajo su protección el consultorio oftalmológico “Hijas de María”, base del futuro Hospital Santa Lucía. Fundó también el Asilo del Buen Pastor y ayudó con la Fundación del Hospital de Niños Gutiérrez y la Casa Cuna.
Dolores Lavalle de Lavalle se llamaba, y era la hija menor del General Juan Galo de Lavalle.
Fue una figura esencial de los finales del SXIX y principios del SXX.
Falleció en 1926. Todo Buenos Aires la lloró. Multitudinario fue su cortejo fúnebre, el cual, como gesto de noble gratitud, estaba compuesto mayoritariamente por mujeres.
Descansa en la cripta del Mausoleo de su papá, en Recoleta.
Hoy una Escuela Industrial del Barrio de Parque Patricios, de la Ciudad de Buenos Aires, lleva su nombre.

39 000 años bajo el hielo

En el año 2010, tras el fuerte deshielo sufrido en algunas zonas de Siberia, Rusia, se descubrió una cría de mamut lanudo de mas o menos una tonelada de peso.
Después de 39.000 años en el hielo, la cría se encontró en perfecto estado de conservación y aún mantenía su pelaje y el tejido muscular intacto.

Gracias a esto, los científicos, por primera vez en la historia, lograron tomar muestras de sangre de un animal prehistórico.

La muerte del mamut se produjo mientras cruzaba el pantano, y debido a las bajas temperaturas y al hielo circundante, el cuerpo se mantuvo perfectas condiciones.

Científicos e investigadores de Corea del Sur han sugerido que gracias a las muestras de ADN obtenidas del cuerpo de Yuka (La cría de mamut congelada), podrían clonar en un futuro a esta especie extinguida dando vida de nuevo a uno de los grandes mamíferos de la historia.
Fuente: Misteriopolis.