Psicólogo Javier Clavijo Ortega

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No es necesario complejizar procesos naturales en favor de adaptaciones sociales o discursos del "buen vivir", debemos prestar atención a no caer en discursos que terminan generando mayor malestar y tal vez sin pretenderlo, anulando a las personas en el uso de sus capacidades personales y el desarrollo de habilidades que les permitan afrontar los desafíos cotidianos.

Cuidado con los discursos de moda.

En un proceso diagnóstico no solo se deben tener en cuenta los síntomas que un paciente expone, más allá de estos hay una configuración compleja de usos y adaptaciones que hacen que esos mismos síntomas puedan llevar a ser en algunos casos hasta herramientas de supervivencia, esto no quiere decir que no cause malestar y no deban ser tratados, lo que quiere decir es que quien asume el rol de terapeuta debe realizar lecturas complejas que requiere de la conversación entre teoría, técnica, experiencia e intuición para poder ver de manera global y complementaria una problemática que se expone para así no caer en juicios morales disfrazados de profesionalismo y pedagogía que terminen empeorando la situación.

Se escucha y lee mucho sobre una tendencia extraña en la que las personas asumen que al hacerse responsables de si mismos están libres de la responsabilidad en la interacción con otros, esto es claramente una mentira muy grande que genera actitudes que inevitablemente desencadenan problemas de relación mayores en muy corto tiempo, al hacernos responsables de nosotros entendemos y comprendemos nuestro lugar e impacto en la interacción con otros, los compromisos y actitudes que asumimos ante los conflictos y la coherencia en las acciones que desarrollamos para reparar en los casos que se requiere.

Nunca hay que comparar el individualismo propio de etapas inmaduras, con la responsabilidad individual propia de etapas y procesos más complejos y estructurados.

Mucho se habla de la empatía como una necesidad en los procesos sociales, sin embargo su concepción como elemento de vinculación se entiende como un ideal social que no está al alcance, confundimos simpatía con empatía por el hecho de no aceptar nuestra tendencia a ser parciales y selectivos en los vínculos que aceptamos, es necesario entender y dimensionar que podemos y debemos ser responsables de nuestras acciones y de los límites de la experiencia de los otros y las propias, siendo respetuosos de estos y del espacio que ocupan en los espacios que habitamos.

Más allá de los enfoques teóricos hay formas de ejercer la profesión, que dicho sea de paso influye mucho en la manera en que se abordan los cuadros psico emocionales y muestran la manera en la que quienes ejercemos esta profesión nos aproximamos a las realidades y el malestar qué experimentan nuestros pacientes... Y por si hay dudas, no, los coach no son terapeutas.

Ya hablaremos de los terapeutas.

Una pequeña nota, por una inquietud que me exponen en conversaciones sociales, ningún post responde a un caso particular, tomo elementos muy generales de fenómenos y problemáticas clínicas así como de libros y películas para crear conversaciones genericas que hablan sobre temas comunes en consulta, en mi ejercicio profesional soy lo que podría entenderse como obsesivamente ético y nunca expondría la privacidad de algún paciente.

Muchas veces en proceso se confunde el hecho de estar y sentirnos solos, tal vez como defensa de un sentimiento más profundo e incómodo o como una forma de tramitar las dinámicas de relación que el contexto nos presenta.

Qué sacamos negando el malestar, qué es lo que realmente aporta esa tendencia a estar obsesivamente positivos y optimistas frente a los desafíos y problemáticas cotidianas; entender como estas tendencias afectan nuestras capacidades y disminuye las habilidades de afrontamiento es importante en la medida en que dependemos de estás para poner cara a los conflictos vitales y los eventos que puedan llegar a superarnos.

La inseguridad es uno de los temas más trabajados en psicoterapia, nace y se desarrolla a lo largo de la vida, asumiendo ideas y discursos que aunque no sean mal intencionados no permiten el desarrollo de habilidades que permitan mejores relaciones con el mundo y los otros, miremos una aproximación sencilla sobre esto con la pregunta ¿Qué tanto te permites desarrollar tus habilidades?

En ocasiones las fiestas aunque espacios y momentos de unión, también nos permiten ver y tomar consciencia de conflictos y malestares que acarreamos evidenciando la necesidad de trabajar en nuestra salud mental, confirmando lo que los últimos años han mostrado, si no hay salud mental otros logros no se pueden disfrutar en su plenitud, entonces hagamos de esto un propósito de un nuevo ciclo que inicia y que ayude en futuros nuevos ciclos.

Feliz año nuevo y bienestar para todos.

La importancia de entender que la historia si bien no determina si influye en la manera que nos entendemos en la actualidad radica en que podemos verla y tomar decisiones que nos permitan no repetir y mantener conflictos de los que no nos podemos hacer cargo.

Un tema del que muy poco se habla y que es importante a la hora de entender los roles que asumimos en nuestra relación familiar y lo mucho que impacta este en la salud mental.

El elemento central del temor es la imposición de estándares y claro, las consecuencias que nos vemos obligados a asumir a lo largo de la vida, por esto es más que importante cuestionar el origen de estos y decidir activamente sobre la posibilidad de hacernos cargo de algo que no pedimos y no podemos tramitar.

Si, esta un toque largo, pero es un tema que aunque básico en el desarrollo humano parece pasarse por alto constantemente, la socialización es un proceso fundamental en la formación del ser y la construcción de un sentido de si mismos que nos identifica en la relación con el otro.

Si alguien se anima a sugerir algún tema de interés estaré atento a hablar sobre ese tema en próximas publicaciones.

Enfrentar los conflictos que acarreamos a lo largo de la vida puede ser abrumador pero necesario si se pretende trabajar activamente en la salud mental.

Estar en dinámicas en dónde todo el mundo es experto, todo el mundo es referente, todo el mundo es bien intencionado y genial puede generar evitaciones no de las actividades, tareas o compromisos, sino de aquello que resuena en el presente y acarreamos del pasado, orientando las decisiones sin dejar que se concreten en acciones puntuales que nos permitan dar cuenta de lo genuino de la experiencia.

Uno de los factores más significativos en el desarrollo de cuadros clínicos en la adolescencia y la adultez es la necesidad de responder a estándares externos para ser validados en las relaciones, el problema es que el nivel de autoexigencia supera por mucho las capacidades personales y esto se debe a esas tendencias de crianza en las que a pesar de lenguajes amorosos se instauran ideas de perfección que no se pueden alcanzar.

Algo breve sobre la muy difundida falacia de "controlar emociones" con la que llegan a consulta las personas y que provienen de una serie de contenidos y necesidades distorsionadas que les inculcan en todos lados, si las emociones no se expresan es más fácil que terminen reventando y generando más problemas relacionales, y peor aún, quitando el significado de lo que se vive en el día a día.

Hablando sobre el tema del "amor propio" muchas veces me preguntan cómo considero ese tema, si pudiera simplificarlo diría que es una conversación interna y constante entre la experiencia y el sentido común que se nutre de prestarnos atención a lo que sentimos en la interacción con el otro y las situaciones cotidianas.

Sabemos que nos molesta, que nos hace daño o simplemente no nos gusta, pero insistimos en negarlo por orgullo, necedad o mandatos sociales que la mayoría de las veces van en contra de quienes somos, y es ahí en dónde creo se pierde la relación con nosotros mismos.

Si, hay que desconfiar de los cambios inmediatos, de las promesas milagrosas, de las propuestas ilusorias, un proceso de cambio es gradual, toma tiempo y esfuerzo, y más cuando de reconstruir el lugar propio en nuestra historia se trata.

Es cierto, NO todos los apegos generan dependencia, así que tengan cuidado con eso de "ama y no te apegues" el apego es inevitable y no siempre esta asociado al malestar, explorar la forma particular de establecer vínculos y engancharse con el otro puede ser una ayuda pero no por eso es necesario andar señalándose.