David Russ

Tres últimas plazas!!!

Último retiro del año hasta primavera del 25. Sólo para 10 personas. Ya sólo quedan 5 plazas. Más información en el correo de la publicación.

No es de caballos. Aunque alguno aparece. No es de emociones. Aunque está lleno de ellas. No es de . Aunque no puedo evitarlo. Es una novela. De ficción. De realidad. Pero sobre todo, es un viaje lleno de aprendizajes. Como todos los viajes. Como todos los caminantes que buscamos crecer.
Deseo que os guste y os aporte.

Tanto que aprender de los demás seres con los que cohabitamos… Pendiente de hacer un estudio sobre la percepción emocional de los caballos.

¿Alguien sabe lo que me quiere decir? 🤦🏻‍♂️😂 yo creo que es por tanta olimpiada🤔

Algun@s ya la conocéis. es un ser especial que ha venido a reflejarnos y a dar consuelo y esperanza. Su sensibilidad, expresividad y forma de interactuar con las personas es absolutamente singular. Uno de esos regalos que la vida me ha hecho. En el libro os cuento más sobre ella.

Ya se han completado las plazas del Retiro de septiembre. Si queréis apuntaros a la lista de reserva por si alguien del grupo no pudiese asistir al acercarse la fecha, enviad e-mail al correo de la imagen.

Muchas gracias por la confianza a todo el grupo que compartirá esta preciosa experiencia.

Hacemos muy pocos retiros al año. Nos encantará compartir esta preciosa experiencia contigo. Sólo para 10 personas. Más información en el correo de la foto.

Me encanta que me enviéis vuestras fotos con el libro sólo espero que os ayude tanto como me ayudó a mí escribirlo.

Otro regalo de día compartiendo lo que nos enseñan los caballos para ejercer un liderazgo eficaz e inspirador, con un equipo directivo de lujo.

Ayer fue uno de esos momentos para guardar “como” un regalo para siempre. Pude compartir una pequeña parte de lo que los caballos, el coaching, otras disciplinas y la vida me han regalado para que las personas puedan encontrar su camino y los caballos sean tratados como se merecen.
Gracias a por la oportunidad y la confianza. Y a los asistentes por su cariño y participación. Llenazo absoluto!! AGRADECIDO!

Algunos momentazos del retiro del 13 y 14 de abril. Agradecidos por poder compartir tantas emociones y tantea herramientas para aprender a gestionarlas.

Como sabéis hago pocos retiros al año. Este último ha sido otro encuentro maravilloso, lleno de emociones, aprendizajes y retos superados.

Nunca deja de sorprenderme que a ellos acudan personas de fuera de la península y de otros países. Es un privilegio poder llegar a tantas personas a las que no les cuesta tomar un avión para compartir estos días.

Agradecido por vuestra confianza y participación.

Hace ya varios días que se completó el retiro . Gracias a tod@s los que vais a compartir esta impactante experiencia. Seguro que lo disfrutamos mucho y aprenderemos mucho los unos de los otros.

Os mantendremos informados sobre futuros retiros y eventos.

Encontrar el momento adecuado para hacer las cosas y cómo debemos hacerlas es casi más importante que hacerlas, intervenir en un momento u otro puede ser determinante.

Cuando hemos tomado un camino equivocado o simplemente cuando pedimos algo a alguien para lo que no aún no está preparado. A veces confundimos ser tenaz con ser cabezota. Podemos ofuscarnos todo lo que queramos que si no es el momento no llegará lo que deseamos.

Eso no quiere decir que nos abandonemos a nuestra suerte y no hagamos nada por alcanzar nuestras metas. Todo lo contrario. Si queremos alcanzarlas, tenemos que aprender a manejar los tiempos y las formas. No se trata de renunciar si no de aprender a reconocer el momento oportuno.

Cuando hablamos de caballos, intervenir en un momento poco oportuno puede provocar una situación peligrosa. Ser pragmático y sensato no está reñido con ser audaz y valiente. No tener en cuenta si las circunstancias son favorables, más que valor es inconsciencia. Prefiero ser un gran estratega que un kamikaze. Eso sí, cuando hay que actuar, se actúa.

En mi web podrás ver muchos vídeos en los que salgo trabajando con diferentes caballos, en algunos se puede apreciar cómo retrocedo en lugar de seguir avanzando cuando la luz del caballo es roja. Si te dijera que esto lo hago únicamente por conseguir mis objetivos, te estaría mintiendo. Para mí también es una demostración de respeto. De respeto a sus miedos y a sus ritmos. Porque mi objetivo final es lograr una relación basada en la confianza y no puede haber confianza sin respeto. En ocasiones no logro fácilmente que el caballo haga lo que le indico. Sin embargo, te aseguro que no me frustro, porque sé que, si sigo trabajando la confianza y el respeto con la sensibilidad necesaria, finalmente, ambos, lo lograremos. Por eso creo que ser oportuno tiene mucho que ver con ser respetuoso con los tiempos y las emociones de los demás.

Todo lo bueno trae cosas buenas. Todo llega cuando tiene que llegar. Y si no llega es porque no supimos elegir el momento y el camino adecuados.

Últimas plazas para el retiro Una Preciosa experiencia que puedes vivir muy pocas veces al año. coachingconcaballos

Mi trabajo con los caballos me ha demostrado que son nuestras emociones las que determinan nuestra relación con nosotros mismos y con los demás.

Cuando estoy ante un caballo nervioso y aterrorizado hago justo lo contrario de lo que cualquier persona en sus cabales haría: genero en mi interior una sensación de calma, tranquilidad y seguridad. Como si no pasara nada. Como si estableciera un diálogo de emoción a emoción diciéndole al caballo «tranquilo amigo, sé que tienes miedo y te comprendo. No deseo hacerte daño, puedes confiar en mí y yo confiaré en ti». Y es entonces cuando se produce lo que yo llamo el «momento H» (horse).

Es ese instante en el que noto que yo soy suyo y él es mío. En el que formamos una misma cosa que quiere entenderse y comprenderse. En el que conectas con él de una manera que muy pocas personas han podido experimentar. Muchos de mis clientes lo han vivido y lo definen con frases como: «Estábamos dentro el uno del otro», «Algo hizo click y sentí que me entendía», etc. Un momento de unión que solo se consigue si nos abrimos, si compartimos lo más auténtico que poseemos: simple y llanamente aquello que sentimos.

Saber que el trabajo que haces tiene una influencia positiva en los demás, es la mejor recompensa.
Trabajar con las emociones de los demás es una gran responsabilidad. Es el “material” más sensible de las personas. Y así lo abordo. Con luna actitud abierta, cuidadosa y rigurosa.

En los retiros descubrimos que cada emoción tiene una función concreta y saberlo nos permite gestionarlas de una forma impulsora y no limitante.

Aprenderemos a identificar las emociones que nos provocan los diferentes acontecimientos que hay ahora en nuestras vidas. Y los caballos nos mostrarán el camino para aprender a vivirlas de manera constructiva. Para encontrar las respuestas a nuestras inquietudes.

No es necesario tener experiencia con caballos. Todas las dinámicas son pie a tierra y cada persona llega hasta donde es capaz de llegar. Sin presiones ni malos ratos.

Me encantaría compartir contigo esta imborrable experiencia.

Sólo para 10 personas, y juntos construiremos un espacio seguro y amable.

Como sabéis hacemos muy pocos retiros al año. El 13 y 14 de abril compartiremos la experiencia para aprender a gestionar mejor esas emociones que a veces nos asaltan y no sabemos qué hacer con ellas. Viviremos unos preciosos momentos en los que, mediante dinámicas de coaching, mindfulness, meditación y por supuesto , pondremos foco en ese objetivo que cada uno quiere alcanzar. Llevándonos un plan de acción que nos lo acerque.

¡Recuerda que sólo hay 10 plazas!

Más información en [email protected]

He trabajado con muchos caballos que habían vivido malas experiencias. Pero, a diferencia de lo que sucede con la mayoría de las personas, ellos no se pasan la vida recordando y lamentándose por lo que les ocurrió. Simplemente aprenden de ello y toman sus precauciones cuando se vuelven a enfrentar a situaciones parecidas. Por lo que no creo que inviertan mucho tiempo en comerse tanto la cabeza como nosotros. El caballo extrae el aprendizaje de esa mala experiencia, toma precauciones e intenta no volver a exponerse a esa situación. Esa necesidad inminente de supervivencia les hace ser tremendamente resilientes. No pueden permitirse el lujo de tardar demasiado en recuperarse de un trauma. Para ellos vivir en el presente se convierte en algo casi obligatorio.

Es nuestra mente, la de los humano, la que se aferra a un pasado que nos hace polvo. Pasarnos la vida refugiados en el pasado o pendientes del futuro es la mejor forma de perderse el presente.

Sé que a veces no es fácil, que es tan grande el peso de algunos acontecimientos sufridos en el pasado que cuesta mucho aligerarlo. Y a veces hay que recurrir a ayuda especializada. Eso sí, con la actitud de que tenemos una nueva oportunidad de vivir el presente sin esos sentimientos de culpabilidad o sufrimiento.

Como decía Harold MacMillan «Deberíamos usar nuestro pasado como trampolín y no como sofá».

Gracias a los caballos el verbo huir ha cambiado de significado para mí. Huir no es sinónimo de cobardía ni tampoco de dejar de hacernos cargo de nuestras responsabilidades ni evitar afrontar los problemas que a veces la vida nos pone por el camino.
Para ellos huir es alejarse de lo que les hace daño. Una postura muy inteligente ¿no te parece?
Ahora piensa de qué cosas te conviene huir. Pero no cometas el error de buscar fuera lo que es generado por nuestra actitud o las decisiones que tomamos.