Xisco Caimari

Que bonita es la vida cuando uno se siente bien acompañado de personas de gran corazón y más cuando se comparten grandes retos.

Hay etapas de la vida que nos unen y otras en que la distancia nos separa pero lo mejor de todo es que a pesar del tiempo que pasa entre nosotros, el vínculo sigue más vivo que nunca.

Gracias vida por ofrecerme una nueva oportunidad.

Gracias Juan por estar ahí.

Se puede cumplir años pero lo mejor de cumplir es poder compartirlos con las personas que más quiero.

Ahora sólo siento la necesidad de agradecer a la vida por cuanto me ha dado, por lo bueno y por lo no tan bueno, por todos los aprendizajes que me ha brindado y por todas las dificultades que me han permitido crecer.

Mi único deseo es VIVIR desde el corazón pudiendo ofrecer lo mejor de mí en cada momento, en cada situación para ser como el café que cuando el agua pasa por él, deja su aroma y su sabor.

Gracias vida por enseñarme tanto y por brindarme esta oportunidad.

De corazón,

Xisco

Ser padre, no se nace, se crea momento a momento, circunstancia tras circunstancia, tras caída y un nuevo aprendizaje; y que mejor manera, estando acompañado de los niños.

Esta claro que no es cosa fácil y no hay manual de instrucciones para tal tesitura pero nuestra labor se va forjando a través de la paciencia, la consciencia, la observación y el autoconocimiento de que hago lo mejor que sé con mis circunstancias.

Para mí, creo que existen tres pilares en el arte parental: el primer pilar es escuchar. Pararnos entre tanta vorágine y sentir "ahora estoy por ti". Los niños necesitan sentirse escuchados y valorados.

El segundo pilar es la confianza. "Confío en ti, sé que harás lo mejor y si necesitas algo, estoy aquí". Nunca he dicho a mis hijos que se porten bien, ésto ya es intrínseco en ellos. Mi lema de cada día es "juega mucho, pasateló muy bien y aprende todo lo que puedas".

Y el tercer y último pilar es conjugar límites con besos. Los límites son tan necesarios e importantes como los besos. Los límites marcan la frontera hasta donde pueden llegar y donde se sienten seguros. Y los besos son los gestos de amor y cariño para que el niño se sienta amado y pueda amar.

Estas son algunas cosillas de las que voy aprendiendo día tras día y que la vida me mostrando para crecer junto a ellos.

Gracias por leerme y gracias por estar aquí.

Te mando un cariñoso beso.

Con amor,

Xisco Caimari

Que bonito el lenguaje, gracias a las palabras podemos comunicarnos, expresar lo que sentimos, dar las gracias, satisfacer nuestras necesidades, compartir, etc.

¿Te has dado cuenta que vivir y disfrutar del PRESENTE es el mejor PRESENTE que nos podemos hacer y ofrecer al otro?

A mí me encanta cuando de verdad estoy presente con lo que hago, cuando me entrego a VIVIR el momento compartido junto con mis hijos y con las personas que quiero. Que bonito presente cuando estoy presente (valga la redundancia).

¿Y sabes qué?, cuando estoy presente el tiempo se dilata y se contrae a la vez. Es como si se desvaneciera y estoy por ti y estoy por mí.

He aprendido que a los niños se les puede dar todo tipo de regalos y objetos pero lo que de verdad agradecen es nuestra presencia, algo tan intangible y tan valioso...

Te regalo mi presencia desde aquí.

Con amor,

Xisco.

Hoy ya son 35 primaveras las que te rodean y casi 16 de ellas las que he podido compartir contigo. La verdad es que me siento muy afortunado en por todo cuanto hemos vivido y por esta gran familia que hemos creado.

Un día como hoy sólo me nace felicitarte y desearte lo mejor. Que luz que desprendes sea la luz que pueda guiar los pasos de tus hijos y que podamos seguir construyendo juntos nuestro proyecto de vida dejando un mejor legado para este mundo.

Me despido agradeciéndote por cada momento VIVIDO, por cada anécdota, por cada situación difícil que nos hace crecer, por cada abrazo y cada beso...

Que cada vivencia sea para ser vivida.

Con amor,

Xisco

Me encanta esta foto al poder ver cuando estoy en esta dicotomía del "adulto" que se enfada buscando la mirada de la otra persona.

A veces, sino tenemos caricias positivas buscamos maneras para que el otro nos mire generando caricias negativas. Una caricia negativa puede ser un enfado, un gesto grosero, una palabra dicha de manera no adecuada o en un contexto fuera de lugar.

A ese niño que hace travesuras, que llama la atención, que nos saca de quicio, etc. No hace otra cosa que pedir la mirada de ese papá o esa mamá que están ausentes. Porque almenos si me pegas, tengo tu atención y tengo tu mirada.

Es más doloroso, no sentirse mirad@ que el dolor físico.

Desde el adulto me rindo para acoger y acunar a ese niño que a veces llora y hace berrinches para decirle: "yo estoy aquí para ti".

Con amor,

Xisco

Hoy me gustaría hacer un brindis para los que no están, un brindis para los que vendrán y un brindis para los que nos acompañan.

Deseo que la luz de todas estas sillas vacías inunden nuestra alma y sea un rebaño de paz cuando aparecen las tempestades.

Deseo que aunque haya vacíos imposibles de llenar, me llegue todo su amor y fuerza para seguir avanzando sin mirar atrás.

Deseo que poder seguir mirando esta estrella que me empuja y me guía.

Desde donde estéis, vosotros sois mi luz y mi camino.

Para siempre, gracias.

Una de las cosas más bonitas que a mi parecer podemos hacer, es honrar a las personas que nos dieron la vida. Esta claro que no siempre hicieron lo que para nosotros hubiera sido lo mejor, pero casi seguro que sí hicieron cuanto pudieron con sus circunstancias, con lo que sabían y con lo que tenían. Ahora que soy padre comprendo que cada uno hace lo que puede con lo que tiene y que detrás de toda acción hay una intención positiva.

Hoy cumples una vuelta más al sol y la verdad que sólo siento admiración. Admiro tu valentía, tu fortaleza, tu perseverancia, tu honradez y sobre todo, tu compasión.

La verdad que me siento muy afortunado de tenerte en mí y ser una parte de ti. Y la verdad es que aunque no ha sido fácil el camino, he podido aprender de ti que caerse es poder levantarse y seguir avanzando. Que como dijo el gran poeta Rumi, es a través de la herida por donde entra la luz.

Te deseo mucha luz, mamá. Y de corazón, GRACIAS y que VIVAS el resto de tus días.

Te quiero.

Todo el mundo quiere estar en la cima sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

Muchas veces nos ocupamos de querer cambiar el mundo, en acabar con la miseria y las guerras, vemos las noticias y nos derrumbamos ante tanta injusticia sin poder ver que todo camino se avanza con pequeños pasos.

Para mí es importante poder ver qué puedo hacer yo para hacer de este mundo, un mundo un poco más humano. No se trata de grandes obras sino de pequeños detalles: abrazar a mis hijos y desearles un buen día, saludar al conductor del bus, un perdón, unas gracias, un "te quiero" o simplemente escuchar cuando alguien lo necesita.

La vida nos brinda cada día cantidad de oportunidades para ser mejor persona y contribuir a este gran tesoro que es la vida.

Recuerda que hace más ruido un árbol que cae que cientos que crecen en silencio en medio del bosque.

Ojala seamos uno de estos árboles que crecemos y podamos ofrecer con nuestra majestuosidad el humus que permita a otras semillas puedan crecer en paz y armonía.

Con amor,

Xisco Caimari

Hace tiempo que no comparto nada en redes sociales y me doy cuenta que a veces es mejor parar. Que mala prensa tiene la palabra parar en un mundo que va más rápido que lo que muchas veces deseamos.

Parar no significa no hacer nada. Parar es "afilar el hacha para volver a cortar con más fuerza y energía".

Parar es aprender a priorizar y dar orden a nuestra vida. Que lo importante sea lo más importante y no dejar para mañana el beso o el abrazo que puedas dar hoy. Alomejor el mañana nunca llega.

Me doy cuenta del paso del tiempo que es efímero y se nos escapa de las manos. Que lo único que me llevo son los momentos vividos y las huellas que he dejado en el corazón de las personas que nos rodean.

Como alguien dijo una vez, somos instantes de tiempo entre dos eternidades.

Ojalá tenga el valor de VIVIR el resto de mi vida.

Con amor,

Xisco.

Me gustaría compartir contigo una nueva semillita de aprendizaje como un buen agricultor que va cultivando su tierra palmo a palmo.

Muchas veces asociamos el dolor ya sea físico o psicológico con una gran carga de pensamientos críticos, feroces y que abruman el cuerpo dejándonos como víctimas de lo que está sucedido y buscando fuera lo que se encuentra en nuestro interior.

Hay personas que hacen muy bien en buscar especialistas, médicos, fisios, etc. Para hayar una respuesta: qué me está pasando y cómo puede ayudarme... y tiene su toda su razón de ser. No obstante, también es importante escuchar al dolor como algo que a emergido y que requiere de una escucha. No se trata de etiquetar, ni juzgar, ni dictaminar al dolor sino simplemente estar:

- ¿Qué tipo de dolor tengo? ¿Es punzante, agudo, va y viene, es leve, es superficial, es profundo?
- ¿Es un dolor frío o caliente?
- ¿Dónde y cuándo aparece?
- Si fuera una figura, ¿qué figura sería?

Y poder verlo como una forma que tiene el cuerpo de expresar lo que por las prisas, por el trabajo, por la vida en sí no he podido o no he querido escuchar.

Cuando he sido capaz de sentarme con mi dolor, simplemente estar con él, escucharlo aceptarlo y acogerlo con amor, el dolor mismo ha bajado de intensidad.

Con cariño,

Xisco Caimari

Cuando eres puedes dejar por un momento los juicios, el querer tener razón, el querer hablar e intervenir y te limitas a escuchar no sólo con los oídos sino con la mirada, con lo que te hace sentir al escuchar al otro y te haces presente con el movimiento del corazón, una puerta se abre que permite la confianza y la apertura hacia la otra persona a pesar de no conocerla de nada.

Cuando sientes esta sincronización desaparecen todas las barreras que nos separan para convertirse en un solo cuerpo con dos corazones que laten al unísono.

Ya no hay límites.
Ya no hay distancia.
Ya no hay secretos.
Ya no hay nada de que esconderse y puedes soltar para caminar más liviano.

Sólo así es acompañar.

Con cariño,

Xisco

Hoy me gustaría hablar de las heridas de nuestra infancia que nos acompañan en el día a día y que muchas veces nos producen tanto dolor.

Cuando alguien nos dice o hace algo que nos molesta por dentro es importante poder mirarlo ya que tiene que ver con algo nuestro que no está sanado, es lo que se llaman proyecciones. Por ejemplo, si de pequeño me sentí solo y que no encajaba dentro de la clase, que mis compañeros se burlaban de mí por no saber jugar a fútbol o por no ser como ellos, puede que de mayor no me fie mucho de la gente y me quede con un pequeño grupo, que encuentre personas de las cuales "me abandonan" o que cuando alguien me critique por mis actos me duela muchísimo en el corazón. No obstante, puede que desarrolle estrategias para sentirme querido como puede ser el acto de exigirme muchísimo para que papá o mamá me vean. Y a la vez, puede que yo lo exija en los demás...

Es importante mirar aquello que resuena en nuestro corazón y saber que tiene que ver más conmigo, con lo qué me pasa, que con el otro. Así, paso de víctima a responsabilizarme de mí mismo.

Es un camino largo y con muchas curvas pero que vale la alegría transitarlo.

Con amor,

Xisco

Tod@s necesitamos sentirnos queridos, amados, escuchados, comprendidos... Cuando tenemos estas necesidades cubiertas nos sentimos con gozo, plenos, satisfechos y todo un sinfín de emociones agradables que nos invitan a estar con uno mismo y con el otro.

Muchas veces, detrás de muchos berrinches, llamadas de atención, enfados, actitudes molestas hacia los demás, etc. Detrás de estas actitudes que no sabemos porqué pero se hacen, se esconde la búsqueda de esa mirada que hasta el momento era ausente, la búsqueda de esa atención, de "dime algo, lo que sea aunque no me guste pero no me ignores".

Son muchas las personas que buscan ser miradas y escuchadas por ese padre o esa madre que en su momento no estuvo y se refugian tras actos depresivos, psicóticos, dr**as o cualquier otra actitud desafiante ante la vida.

Es muy fácil hacer juicios sobre lo que vemos cuando no se ve el dolor y sufrimiento que corre por dentro.

Es un acto de valentía poder escuchar no sólo con los oídos sino también con el corazón y sentir que si yo estuviera en su lugar seguramente haría lo mismo.

Con cariño,

Xisco Caimari

Cada uno busca su felicidad y lo que me ha enseñado la vida es que para ser realmente feliz primero tengo que hacer las paces con las personas que me regalaron la vida, papá y mamá.

Muchas veces y este ha sido mi caso, he sentido resentimiento, rabia, tristeza y un montón de emociones desagradables hacia ellos por lo que hicieron o no hicieron o lo que me hubiera gustado que me hubieran hecho... sin embargo, tan bien es lícito sentir que ellos tuvieron su propia historia, sus circunstancias y su propia vida. Y cada uno hace lo que puede con lo que tiene y con lo que sabe en ese momento. En definitiva, todos buscamos sentirnos queridos, amados y ser felices aunque a veces no se demuestra como nos gustaría.

Todos hemos sido niños y hemos buscado la mirada y el amor de nuestros referentes. Si papá o mamá no estaban, a lo mejor hemos buscado refugio en otras cosas o personas y puede crear una cicatriz en el corazón. Desde el adulto puedo sanar este niño herido y acunarlo entre mis brazos dando todo el amor y compasión que le faltó en su momento porque él tampoco lo supo hacer de otra manera.

Amar es soltar.
Amar es perdonar aunque nos duela.
Amar es sentir que no hay nada que pedir.
Amar es pensar en la otra persona y sentir calorcito en el corazón.

T'estim papá.

Gracias por tanto...

Una vez más me he pillado haciendo lo que muchas veces he criticado a los demás...

Vaya paradoja y como dijo Baltasar Gracián, “Quien critica, se confiesa”.

Y viene la pregunta del millón, ¿por qué repito lo que estoy criticando a los demás? Pues la razón es que solo puedo ver en el otro lo que está dentro de mí, en la polaridad de defecto o en exceso e incluso muchas veces es lo que me gustaría hacer y no me lo permito, por eso lo veo reflejado en los demás...

Tengo la creencia que somos espejo delante espejos y la mejor manera de conocernos es darnos el permiso para equivocarnos y una vez más, pillarnos con nuestras locuras y brazarnos con cariño y amor.

Cada vez que me caigo, me acojo con benevolencia y me digo: "Si Xisco, una vez más. Enhorabuena, te has encontrado. Ahora una palmada en la espalda y aprende hacerlo de otra manera".

Porque somos personas, porque aprendemos de nuestros errores y porque la vida nos pone delante lo que debemos de aprender...

Con cariño,

Xisco Caimari

A veces todo es cuestión de dar permiso:

Permiso para dejar ir
Permiso para regresar
Permiso para querer hacerlo diferente
Permiso para acoger
Permiso para querer y quererme
Permiso para disfrutar

Los que somos padres tenemos una gran labor y es dar el permiso para que nuestros hijos/hijas lo puedan hacer diferente a lo que hemos realizado nosotros o a diferencia de como nos gustaría que hicieran las cosas.

Muchas veces me he pillado criticando algo que no me ha gustado de mis padres e inconscientemente lo repito hacia mis hijos o hacia mi pareja, perpetuando la crítica...

Sin embargo, en terapia sistémica se trabaja con: "papá/mamá, mírame con buenos ojos si lo hago diferente".

⚘️ Mírame bien si soy feliz con todo lo que tengo y hago.
⚘️ Mírame bien si soy capaz de amar y ser calentito con los demás.
⚘️ Mírame bien si no trabajo de lo que te gustaría.

Y hacia los hijos: "Hijo, te doy el permiso para ser quién quieras ser..." Y se siente desde el ❤️

Con amor,

Xisco Caimari

A veces lo mejor que podemos regalar a las personas que queremos es nuestra presencia, una escucha atenta e incondicional que le ofrece la oportunidad de abrir algo mágico, algo novedoso e inigualable...

Muchas veces estoy con mis hijos pero sólo esta mi cuerpo ya que mi cabeza está con el móvil, pensando en lo que tengo que hacer o en un sinfín de cosas pero no está mi esencia, la presencia única y genuina que es " estoy aquí para tí".

El tiempo pasa y lo único que se queda no son las cosas que he hecho o dejado de hacer. No importa cuánto dinero gané o cuántos títulos pueda tener. Lo único que se queda grabado en el corazón es cómo las hice sentir cuando estaba ahí, a su lado, de cuerpo, de pensamiento, de escucha y de corazón.

Por siempre,

Xisco

¿Te has preguntado nunca quién eres?

Te identificas con tu profesión, con tu clase social, con el rol de padre/madre/amigo/vecino/estudiante/maestro/ deportista, etc.

Tú eres mucho más que todo ésto, ya que sólo son etiquetas del EGO que te sirven como apoyo para identificarte dentro de un grupo.

Vale, ¿QUÉ MÁS SOY?

Es cuando entras en un vacío fértil donde puede aparecer cualquier cosa y te hace conectar con la vulnerabilidad, con tu esencia.

- Yo soy camino y parte del camino recorrido hasta ahora.

- Yo soy universo y parte del universo. Tomo forma finita de un infinito.

- Yo soy Tierra. Me nutro de la Tierra y me fundiré en la Tierra.

- Yo soy pasado, presente y futuro de un instante infinito.

Soy como una gota dentro de un océano y que forma parte del océano. Por tanto, también soy océano.

Con amor,

Xisco

Cuánta lucha y sufrimiento hay detrás de la vergüenza de no querer pedir ayuda y pensar que lo puedo hacer todo yo...

Soy el mayor de tres hermanos y desde mi tierna infancia se me ha dado la responsabilidad de ser el hermano mayor y por consiguiente, el deber de cuidar a mis hermanos en lo bueno y en lo no tan bueno. No obstante, mis padres trabajaban y no tenía el permiso de poder decir:

¡BASTA YA, NO PUEDO MÁS!

Con ello, nació un rol de tengo que ser fuerte, yo puedo hacerlo cueste lo que cueste y un miedo atroz al preguntar y que me digan que NO.

Desde el adulto, puedo ver a este niño asustado, indefenso e inocente que a veces aparece y me pide que lo acoja entre mis brazos.

Este niño está en mí y mi trabajo es mirarlo con buenos ojos y decirle "estoy aquí".

Esta es mi historia y a lo mejor también la tuya...

Con cariño y humildad,

Xisco Caimari

Tal día como hoy, hace ya 2 años, que llegaste a nuestras vidas como si de una estrella caída del cielo se tratara para ofrecernos la preciosa labor de ser padres por segunda vez.

La verdad es que no puedo estar más orgulloso y agradecido a la vida por tal regalo del que cada día al levantarme de la cama y miraros, se me escapa una sonrisa y un "os quiero" que nace desde lo más profundo de mi corazón.

Ya son dos años desde que decidiste llegar a nuestros brazos y del que con paciencia y mucha humildad vamos tejiéndote alas para que el día que decidas volar puedas volver.

Te deseo un gran camino, Genís.

Con amor,

papá.

Los niños te enseñan...

Los niños son seres de luz que con una mirada, un gesto, una palabra te invitan a dar lo mejor cuando todo parece carecer de color.

Los niños te enseñan que cuando una puerta se cierra siempre aparece una rendija de luz donde poder asomarte.

Los niños te enseñan el miedo solo es miedo cuando no te atreves a mirarlo de frente. Muchas veces, detrás del miedo se esconde un tembleroso deseo que intenta salir.

Los niños te enseñan a encontrar un nuevo soplo de paciencia cuando ya se ha perdido toda.

Los niños te enseñan a quererte y a respetarte. Ellos aprenden de lo que tú hagas y no de lo que tú les digas.

Gracias Gerard & Genís por tanto aprendizaje.

Con amor,

Papá.

A veces me doy cuenta de la cantidad de cosas que tengo que hacer y como la agenda se llena en un "chas". No he quitado una tarea y ya hay otra que se pone encima...

A veces es importante parar e inspirar profundamente para sentirnos vivos y que no sólo somos máquinas programadas para hacer y hacer sino para g***r, sentir, acoger, llorar, abrazar y en definitiva Ser.

Es impresionante la cantidad de elementos que se hacen figura cuando realmente miras a tu alrededor y no sólo con los ojos sino con los oídos, con con las manos, con el cuerpo entero y poniendo el corazón a tu disposición.

Mira como si fuera la primera vez, como si no lo conocieras y te sorprenderás...

Con amor,

Xisco Caimari

A veces me he comportado aparentando ser muy fuerte y que a mí no me afecta lo que pasa a mi alrededor o lo que me puedan decir sacando una fria sonrisa, bajando la cabeza y seguir hacia adelante como si nada pasara...

Otras veces, me siento muy poderoso y me pongo encima del otro hablando con tono sarcástico o de forma imperativa dando órdenes y "obligando" a hacer lo que diga.

Detrás de todas estas capas se esconde mi esencia vulnerable. Esa vulnerabilidad del que cuelga de un hilo de seda y del que me intento proteger para que no me hagan daño.

Sólo cuando conecto con esta esencia puedo mostrar no sólo mi cuerpo desnudo y frágil, si no hasta mi alma.

Y desaparece el miedo.

A veces veo reflejados mis experiencias de vida y mis temores en mi hijo mayor cuando veo en él lo que me pasaba a mí cuando tenía su edad.

Yo como padre y después de pasar por experiencias muy desagradables sentía la necesidad de decirle: "hijo, no tengas miedo, hazlo y ya está, no hagas lo que he hecho yo..." Sentía que no quería que él lo pasara igual de mal como me fue a mí.

Reflexionando, comprendí que cada uno tiene que tener sus experiencias, sus historias de vida con momentos dulces y otros no tan dulces y que son parte de la vida misma. Comprendí que no soy ningún salvador y que gracias a estas experiencias hoy soy quien soy.

Comprendí que no puedo ayudar a un gusano a salir de su crisálida para convertirse en 🦋

Yo como padre sólo le puedo dar alas para que cuando quiera pueda volar.

Con cariño,

Xisco Caimari

Hay personas que un día se cruzan en tu camino y te dejan su aroma impregnada en el ❤️

Son personas de las que no sabes qué te ofrecen pero sientes que hay algo más profundo que te mueve y te impulsa a seguir, a querer estar estando con ellas...

Son personas de las que el tiempo se detiene y todo se ve de otra manera.

Son personas de las que te ofrecen unos brazos para acogerte cuando estas triste, te regalan una sonrisa cuando más lo necesitas e incluso, puedes compartir momentos de profunda rabia del que detrás aparece un perdón.

Hay personas que no sabes ni cómo ni porqué pero te marcan un antes y un después. Primero en dar forma a nuestro nido para luego ofrecer el mayor regalo, nuestros hijos.

Y un día como hoy te das cuenta que ya son 14 las vueltas al 🌞 que hemos dado juntos, de la mano, uno al lado del otro ayudándonos atravesar valles, montañas y ríos.

Ahora me toca agradecer por este camino y que la vida nos guíe...

T'estim

Per molts anys més!!

A veces me pregunto de qué sirve tanto conocimiento, realizar formaciones de crecimiento personal, estudiar psicología, leer muchísimo, meditar a diario, etc. Si después de tanto hacer y hacer soy capaz de chillar a mis hijos cuando no hacen lo que a mi me gustaría que hicieran...

¿De qué sirve llenarme la boca de tanta psicología si ante una disputa me siento culpable y me cuesta pedir perdón?

A veces siento que soy como el caballero de la armadura oxidada de Robert Fisher y me cierro a mis adentros y no consigo salir.

Otras veces soy capaz de mostrar un poco más y entender que soy humano. Como persona, también me equivoco, cometo muchísimos fallos y que la vida me pone delante situaciones para aprender y conocerme un poquito más.

Bienvenidas las dificultades que me permiten avanzar y crecer. Y como hace mi hijo pequeño, cada vez que se cae se vuelve a levantar.

Con cariño,

Xisco

¿Se puede amar a algo que no se conoce?

El conocer abre las puertas al entender, al amar, al respectar, al admirar, al re-conocer que el otro también siente y como yo mismo, también quiere ser feliz.

Muchas veces cuando algo me enfada siento esta emoción tan desagradable que me inunda por dentro como un gran peso que me desgarra el corazón.

Pasado un tiempo, si soy capaz de ver más allá de mis deseos y me abro a escuchar al otro y puedo comprenderle, un nuevo puente de comunicación se abre de par en par desvanecido todos los muros que tan fuertemente nos separan.

Sólo al querer comprender desde la humildad puedo sentir el dolor ajeno abriendo la empatía y a la paz interior.

Te mando un fuerte abrazo.

Con amor,

Xisco Caimari

A veces me siento así, metido con mis pensamientos en bucle y no sé por dónde salir.

Intento dejarlos a un lado, esconderlos para no verlos, correr muy rápido para huir, acogerme a nuevas experiencias, buscar en libros, acogerme a quien esté disponible, meditar... y ellos aún siguen ahí, acompañándome a todas horas.

Otras veces intento escuchar este rum-rum que me quiere decir y puedo ver que detrás se esconde un niño pequeño indefenso que tiene miedo y busca unos brazos para que le atiendan y le acojan muy muy fuerte.

Aprender a escuchar este niño, acogerlo con buenos brazos y decirle: "estoy aquí" desde el adulto/adulta es la clave para reconciliarnos con nosotros mismos.

Que tu niñ@ interior no deje de brillar.

Con cariño,

Xisco Caimari