Gina Cárdenas

El otro día, una vecina que vende comida, me comentó que la mayoría de gente le cae mal, que no la entiende y que quisiera que este mundo desapareciera... Que tiene miedo y ganas de no hacer nada. Acto seguido, se quejó de que sus ventas han bajado mucho. "Es la situación de m... que vivimos". Aunque no es chiste, se cuenta solo. ¿Rechazas a la gente y rechazas el mundo? El mundo podría responder de igual manera. Cambias tú; cambia el mundo.

Y no, la situación no es m... La m... a veces la dejamos llegar en nuestros pensamientos y nuestra actitud.

¡Gracias por sanar ¡Si sana uno, sanamos todos!

Gina Cárdenas,

Alta Sacerdotisa de la Antigua tradición celta y nórdica
Acompañante en Medicina del Transgeneracional, Psicosomática y Descodificación Biológica.

Herramientas de transformación: Terapia floral, Runas y Sanación Vitkar, Reiki, Aromaterapia, Registros Akáshicos, Sanación y Bendición de útero, Medicina del Cacao, Metagenealogía, Psicogenealogía, Bionumerología, Heridas del alma, Constelaciones Vitkar y Constelaciones fluviales, entre otras.

Ceremonias de Boda y Bendición de camino, entre otras.

Formadora oficial en Medicina del Transgeneracional
Formadora oficial en Terapia Transpersonal
Formadora oficial en Heridas del alma.

Whats, 5522174199

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

Algunas personas me dicen "brujita", como si se requiriera un diminutivo para tan grande palabra. No, no es molesto, digamos que llama mi atención. Algunas otras me preguntan: "¿pero bruja buena?". Considero que en mí, como en todas las personas, habita el sol y la luna. La noche y el día. Cuando comencé el camino de la sabia, de la sacerdotisa, hice un juramento de "sin dañar, haz lo que desea tu corazón" y me percaté de que aquello que haga se me devolverá "tres veces tres". Y no es por miedo a lo que pase que respeto el libre albedrío, sino porque entiendo lo sagrado que es. Porque entiendo que cada uno tenemos un camino y respetar el camino del otro es respetar el propio. Nadie es eterno en la tierra; nadie es eterno allá en el lugar del eterno verano. Lo que es eterno para mí, como bruja, como mujer sabia, es la búsqueda de conocimiento. Y si me preguntas de magia transformadora, de biodescodificación, de psicosomática, de otros planos, de runas, de numerología, de registros akáshicos, de sanación y bendición de útero, entre otras cosas, quizá pueda responderte. Soy una bruja lectora, sanadora, acompañante de diversas técnicas de sanación. Mi herramienta es la palabra, las manos, el saber. Mi herramienta es el amor, y la palabra "bruja" no me da miedo, aunque haya sido usada para insultar cuando las personas le temían a lo que no sabían explicar. ¿Cómo me di cuenta de que era una bruja? Cuando supe lo que era una bruja, cuando me di la oportunidad de estudiar con otras brujas y de conocer mujeres que respetan el camino de las otras. Cuando conocí la hermandad entre mujeres.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

Nos dicen: "No llores, porque no lo dejas descansar"... Pero también nuestra alma humana requiere hacerlo.

Las lágrimas son sagradas. Es la ofrenda a lo que se ha sublimado. A lo que ha trascendido. A lo que ha cambiado de forma.

El amor se torna una perla a través de las lágrimas.

Elijo llorar cuando sea necesario, aunque también reír, honrando la vida.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

El alimento físico (los taquitos, las tostadas, las ensaladas, las pastas, el pozole) es sólo una pequeña parte de lo que nos nutre. La gran parte es el vínculo que tenemos con mamá.

Si el vínculo es toxico, la comida real con la que nos alimentemos nos intoxicará.

Si el vínculo es inexistente, la comida no nos nutrirá.

Si el vínculo es desde la ira, la comida nos inflamará...

Además de comer y beber sanamente, el vínculo con la primera persona que nos alimentó es fundamental.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

Listos para el año del Dragón

Foto tomada de Blessings-Spirit & Mind Accesorios

Me resulta peculiar cuando las personas dicen que enero dura mucho... Y sí, puede ser una percepción motivada por la ansiedad. La ansiedad de salir del invierno de manera rápida porque le atribuimos nuestra tristeza, nuestra sensación de pérdida, de falta de abundancia, de estancamiento.

No, amigos y amiguitas, el invierno no es el responsable. Tal vez lo sean nuestros duelos abiertos. Quizá lo que escondimos tras el oropel de las fiestas decembrinas.

El invierno es una estación para descansar un poco más. Para ser semilla dentro de la tierra. "Que no panda el cúnico", como decía el Chapulín Colorado. Relaja tu tiroides.

La energía del invierno empieza a ser menos densa a partir del 2 de febrero. Por esos días bajará un poco tu temor arcaico a la pérdida y a la muerte. Por esos días quizá puedas sentirte más tranquis. Por lo pronto, obsérvate. Tal vez estas emociones y sentimientos no sean tan tuyos.

Tal vez son los de la abuelita. Los de mamá o papá. Quienes tuvieron pérdidas importantes en invierno o no se recuperaron de un despojo económico o de una enfermedad. El frío a muchos de nosotros nos remite a las muertes reales o simbólica del clan...

Para pasar un invierno más tranquilo, te recomiendo que cubras bien tu cuerpo, fortalezcas tus pulmones y trabajes tus pérdidas. Te recomiendo que recuerdes que el mundo es un lugar seguro, aunque a veces la vida nos muestre sus aprendizajes de una manera amorosa, pero contundente.

Te mando un abrazo de oso... No polar.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

Si prosperidad quieres encontrar, quizás estas frases puedas evitar...

1. "Busco (tal o cuál cosa) con las tres B". Además de que la frase es ya un lugar demasiado común, la palabra barato puede resultar incluso ofensiva para quien provée el producto o servicio que buscas. A veces, esta frase se equipara a "lo barato suele salir caro" y para qué te cuento la que te tiene preparado el inconsciente. Cuando tengas la tentación de usar "las 3B" puedes cambiarlo por "busco quien ofrezca un precio justo", "busco presupuestos para revisar y comparar". Recuerda que el inconsciente no sabe la diferencia entre lo real, lo virtual, lo simbólico y lo imaginario y... Tal vez no quieras seguir solicitando y recibiendo cosas y situaciones "baratas" toda la vida. Lo mismo aplica para el "busco un proveedor que cobre barato".

2. "Antes de que me diga de qué se trata... ¿Es muy caro?". La sugerencia es que, una vez que elegiste algo, como un auto, por ejemplo, lo veas, lo toques, lo manejes... Y luego, preguntes, pero sólo así: "¿cuál es el costo?". Quizás aún no sea el momento de adquirirlo, económicamente hablando, pero así tu inconsciente deja abierta la posibilidad en un cercano momento.

3. "Le compro para ayudarle". Las personas que venden un producto u ofrecen un servicio también aportan algo. Algo que requerimos. La relación cliente - comprador es un equilibrio, porque ambos reciben algo equivalente. Una energía dar - recibir. Cuando compras porque elegiste algo, se trata de un intercambio energético nutricio. Cuando compras desde la superioridad de "ayudar", sólo es tu sombra depredando o con miedo al dinero.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

"Ponte a hacer algo y verás cómo se te olvida...".

¡Qué miedo dan las emociones y los sentimientos!

Pero no se trata de olvidar.
No se trata de evadir.
No se trata de negar.
No se trata de perdernos en el hacer y ahogar al ser.

Se trata de reconocer, sanar y continuar.

No es el tiempo el que lo cura todo. Es lo que hagamos con ese tiempo.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!



Foto de Psicología Integral

“La palabra “deprimido” se puede pronunciar como
DESCANSO PROFUNDO.
Podemos optar por ver la depresión no como una enfermedad mental sino como un estado de Descanso Profundo, un agotamiento espiritual en el que entramos cuando estamos deprimidos (presionados) por el peso del falso yo, la máscara, la mente. historia hecha de "yo"
¡Anhelamos dejar de fingir y expresar nuestra cruda verdad!
¡Para dar voz a nuestra soledad secreta, nuestra vergüenza, nuestros corazones rotos, el hastío y la rabia brillante!
El llamado a la verdad de la depresión debe ser escuchado y comprendido, no analizado ni medicado.
No hay vergüenza en tu agotamiento.
Todos estamos agotados, mi amor.
Ve despacio. Permítete descansar, profundamente.
y llorar y respira Y empezar de nuevo. Ahora.
Nuestra depresión es sagrada.
Contiene las semillas de una nueva vida".

-Jeff Foster-

Tomado de Claudia Mejía

Los terapeutas barremos conciencias, entre otras cosas. Hoy, te pido que, si gustas, barras tu casa o tu negocio de manera consciente. Anota en una hoja aquello que ya no necesitas y coloca la hoja en la parte más lejana de la puerta de entrada de tu casa. Luego, bárrelo hacia afuera, con energía, concediendo la oportunidad de reconocer lo que aprendiste con ello. Cuando hayas sacado el papel por la puerta de entrada, quémalo con un cerillo. Lleva las cenizas a la tierra.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana una, sanamos todas!

Jamás somos personas tristes. Solo transitamos estados de tristeza. Jamás somos pobres. Solo transitamos por la falta de abundancia. Jamás somos miedosos. Solo tenemos miedo en este momento. No eres diabético o hipertenso. Solo transitas cierta condición de salud... No somos el miedo, la carencia, la enfermedad ni la tristeza. Somos seres divinos viviendo ciertas experiencias de aprendizaje. Suelta las identificaciones.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!



Gracias, doctora Horten, por el recuerdo.

En ocasiones, nuestros padres, con el afán de que sobrevivamos en un mundo que a veces a ellos les resultó hostil, nos piden que, como hermanos, nos mantengamos unidos. Unidos no sólo en la supervivencia, sino tambien en creencias, en pensamientos, en fidelidades, en lealtades, en el despliegue del proyecto sentido gestacional de cada uno de nosotros. Esto a veces no es posible. Cada uno de los hermanos llegamos a la vida de nuestros padres en momentos distintos y esto marca ya una diferencia. A veces, abismal. Asimismo, conforme pasa el tiempo, los amigos que tenemos, nuestro empleo, nuestro trabajo personal, nuestras parejas, nuestras vivencias, nuestra personalidad y temperamento, marcan aún más diferencias. Sin embargo, como hermanos, podemos honrar y respetar el lugar de cada uno (incluyendo a quienes no están en la vida) y sobre todo, las elecciones. No siempre podemos pensar igual ni hay razón para estar de acuerdo con nuestros hermanos o darles nuestro permiso y anuencia. No es nuestro papel. No son nuestros hijos. A veces permanecer unidos implica incluirlos sólo en nuestro corazón respetando su camino y decisión. Sin intervenir.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

Encontrar al niño en la rosca no es una tragedia; por el contrario, recordemos que es el Niño Dios, su símbolo. Su significado es el sol de la mañana que hemos encontrado en el ciclo continuo de vida y resurrección que representa la Rosca. Como la naturaleza. Quizá, solo quizá, gritar "no puede ser", cuando aparece en tu trozo de pan, representa un autosabotaje inconsciente ante todo aquello que el sol naciente representa energéticamente. A veces no agradecemos lo que recibimos; no sabemos hacerlo... No son los tamales, sino que el Universo te considera lo suficientemente abundante y próspero como para compartir lo que recibes.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

Nota: lleva tu niño en la cartera. Es el símbolo de tu cosecha.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

Las personas se van de nuestra vida: Mueren o se alejan. En ambos casos, toman otro camino. Los vemos alejarse con negación, con enojo, con tristeza... Creyendo que pudimos hacer algo diferente de lo que hicimos. Y no es así... Las personas elegimos llegar y elegimos irnos. El camino es elección de cada uno. Y quienes nos quedamos para ver partir a otros, tenemos un gran trabajo: Responder todas las preguntas que nos dan vueltas en la cabeza. Esa labor es un proceso. Lleva su tiempo. Lleva trabajo personal en ese tiempo... Unos días serán duros: otros, no tanto. Unos días entenderemos y otros, no tanto. Unos días habrá paz y otros, guerra. Unos días nos culparemos y otros nos responsabilizaremos. Unos días sabremos y otros, nada entenderemos... Qué difícil. El alma aprende también a través de las pérdidas. Aprende a soltar, a honrar, a extrañar... El alma requiere, sin embargo, hacer conciencia de la pérdida. Hacer conciencia de que la culpa, disfrazada de dolor, podría aparecerse para no dejarnos entender. La culpa no nos permite honrar la experiencia. Ni el amor de quien se ha ido. La culpa nos pone una venda y grilletes y no nos permite alzar la mano para dar un amoroso adiós a quien ha tomado su camino. A veces la culpa nos engaña, y nos hace sentir culpa por sentir culpa. Y entonces, nos sentimos amarrados. La culpa se esconde en los recovecos del amor y toca sacudirla. Toca llorar, toca enojarse... Entristecerse un poco. Hasta que todas las respuestas hayan sido respondidas. ¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

La Rosca de Reyes no es un pan: es un ritual.

Simboliza un ciclo: El regreso a la vida.
Simboliza unión familiar.
Simboliza la conexión de los seres humanos con lo divino: nuestra riqueza consciente.
Simboliza que Dios siempre esta presente.
Simboliza que si bien los seres humanos siempre estamos enfrentando retos, la vida puede ser hermosa si encontramos nuestros para qué.

Oye, y para ti, ¿qué simboliza la Rosca de Reyes?

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!



Foto tomada de la red

Ningún animalito, Banda.

Foto de Alma Rosa Rojas

Ayer platicaba con una amiga que, parte de lo que he ejercido y aprendido por estos días, es a pedir ayuda.

No ha sido sencillo.

He debido derribar diversas creencias propias.

He cosechado muchas satisfacciones en este sentido.

Gracias a quienes me han contribuido y a quienes me han dado la ayuda que he pedido.

Para las personas que, como yo, tienen la creencia arrogante de "tú puedes sola y no necesitas de nadie", es un regalo recibir.

No es peligroso, aunque en la infancia lo haya sido. Ahora es otro momento.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!



Foto de Maria de la Vega

Foto de Aprendiendo Magia✨🔮🕯🌙

Sigo sanando el árbol... Cuando mi mamá murió, energéticamente, varios miembros de la familia sentimos que había que cubrir su espacio. Lo percibo natural, aunque no adecuado, y varios nos postulamos para el puesto: entre ellos yo, la hermana mayor. Afortunadamente, los lugares de las raíces no los pueden cubrir las ramas y tomé de nuevo mi espacio, una vez que voy trabajando en mi sanación y en el acompañamiento de otros. Mi mamá es mi mamá y me toca integrarla en mí amorosamente aunque no esté ya en este plano. Nadie puede cubrir su lugar, aunque el ego esté puesto para moverse hacia el espacio que no le corresponde; quizá por lealtad y reconocimiento. Sus vestidos y zapatos, literal, no son de mi talla, aunque estuve tentada a usarlos sin ser siquiera de mi estilo. Los pequeños, los hijos, somos los pequeños siempre. Los padres son los sabios y los fuertes: las raíces. Yo me coloco en mi espacio y honro a mis padres. Eso, para mí, en mi experiencia, es lo que me toca. Mi padre, con su luz, a la derecha; y mi madre, recibiéndome en su clan, en su útero sagrado, desde la izquierda de mi cuerpo. Formo un triángulo único con mi madre y con mi padre. Tengo mi sitio de hija muy bien puesto y, como dice Mafalda, me gradué el mismo día que mi mamá.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana una, sanamos todas!

El próximo lunes 8 de enero reiniciaré actividades de manera paulatina.

Me comunicaré proximamente con las amables personas a las que les pospuse su cita del mes de diciembre.

Asimismo, la terapia Reset que quedó pendiente en el Centro Intiraymi Medicina Alternativa se reagendará.

En honor de la memoria de mi esposo, me quedo en la vida.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

Hay una canción de Juan Gabriel en cuya letra dice: "Sé que pude haber yo hecho más por ti". Y es que a veces nos culpamos (o nos culpan) por lo ocurrido a otra persona.

Si la persona murió creemos que pudimos haber hecho algo diferente. Olvidamos que la muerte no sólo tiene componentes biológicos, sino psicológicos, espirituales, álmicos...

La vida acaba cuando se acaba. Suena difuso pero así es. No podemos mantener vivo a nadie a la fuerza por más que nuestros mecanismos codependientes así lo requieran.

Cuando alguien se va, enoja no haber podido hacer nada y que la persona fallecida "no haya hecho lo que tenía que hacer". Quizá cada uno hizo lo que debía con las herramientas que tenía, aunque para el ego no haya sido suficiente.

Nunca lo es.

Las personas morimos por falta de vida y la vida la elegimos cada día. Cada instante.

Cuando alguien se va su alma elige lo que elige y los que nos quedamos queremos indagar acerca de esa elección.

Quizá no nos corresponde; quizá, sí.

Lo que me da paz es saber que no podemos hacer más de lo que hicimos porque, ¿sabes? La mayoría de lo que pertenece al otro depende también del otro.

Y la culpa es ese mecanismo que nos dice "de ti dependía y te distrajiste". Así de im***il como suena.

Y la verdadera distracción ocurre cuando quitamos los ojos de nuestro proceso de duelo, para ponerlos en la culpa.

Cuando observo la culpa en mí y en otros, siento compasión. Entre más herida de traición, más culpa. Propia y la que le echo al otro.

Y la traicionera es la culpa, que se cuela en las entrañas del dolor para no dejarnos sentir.

¿Sientes culpa o culpas a otros durante tu proceso de duelo? Alerta. Te has puesto la máscara de la traición y te estás mintiendo a ti mismo.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

Hagámoslo diferente.

Tomado de Maria Esther Flores

Este meme, que tomé de mi querido amigo Héctor Bayona, me representa.

Empiezo el año con temor. Es mi niña interior que está viviendo una de los más grandes duelos jamás vividos. Viví otros duelos antes de manera diferente. Me atrevería a decir que con menos conciencia.

Sé que no es el año. Sé que mi alma eligió esta vivencia con un propósito claro y definido. Sé que como dice mi amiga Zulem Collin : "ya verás los regalos que por ahora están envueltos en mierd...".

No me apresuro a abrir estos regalos. La pandemia me enseñó que no puedo controlar nada. Mi preparación para lo que vendría comenzó tiempo antes, cuando desde 2020 la vida nos cambió: "Señor, dame serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar...".

Ahora toca tener valor para cambiar las cosas que sí puedo... Y sabiduría para reconocer la diferencia entre lo que es mío y lo que no me pertenece.

Te deseo que el 2024 llegue suave y que sus lecciones y aprendizajes sean significativos. Te deseo sabiduría y que reconozcas el amor en cada instante.

Te deseo que desees la vida... Tanto como la vida te desea a ti.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

Termina un año 7 (también es mi año personal 7, que estaré transitando hasta el día de mi cumpleaños, en abril).

El carro nos habla de movimiento, aunque también de prosperidad. Nos habla de cambio. De inventario. Nos habla de lo que se fue y lo que se quedó todavía. No sabemos cuánto tiempo... Quizás hasta el próximo año 7.

No fue un año fácil. Varios de nosotros sentimos quizá que nuestra estabilidad nos fue arrebatada con la fuerza de dos caballos y el estruendo del rayo. Tal vez sentimos que se nos movió la Tierra. Pero aquí estamos, con la fuerza del mundo y la fortaleza de la vida.

Yo deseo que encontremos las respuestas que nuestra alma anhela.

Simbólicamente algo muy grande acaba hoy para comenzar de nuevo... De maneras muy diferentes.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

De Victoria Ort Iz Tall

✨🥂 A los que se fueron demasiado pronto.
A los que nos dejaron sin querer marcharse.
A los que ya no sabemos si lo que queremos es abrazarles o que nos abracen.

A los que brillan cada noche allí arriba.
A los que están en nuestros sueños día sí y día también.
A los que tuvimos que decir adiós sin querer, sin esperarlo.

A los que nos dejaron huella, momentos y recuerdos inolvidables.
A los que nos hacen soltar una lágrima al pasar por ese lugar especial.
A los que nos dejaron un poco más solos, aunque no se hayan ido del todo.

A los que nos dejaron miles de cosas por decir.
A los que serán siempre, aunque no vuelvan nunca.

A los que un día esperamos volver a ver.
En ese cielo. En esa vida.
Y poder agarrarles fuerte, y no soltarles.
Y decirles, aunque sea por última vez: Te Amo”.

Cuando nos encontramos frente a las pertenencias de una persona amada que ha mu**to, nos hallamos también frente a su historia, su personalidad, sus sentires, sus quereres...

Lo que amó fuera de nosotros. Sin nosotros...

Así, aquí estoy, frente a lo que fue.

Era su intimidad también. Lo que compartió conmigo y lo que sólo a él pertenecía.

Fuimos nosotros, sí... Pero también sólo él.

Estoy tratando cada pieza de ropa, cada objeto, como si descubriera un milagro. El milagro de la vida. Su vida. No sólo la que compartió conmigo durante más de 25 años...

Cada objeto, cada prenda, cada libro de Cálculo, de Programación, es una parte de él. Lo que me lo recuerda y lo que me descubre lo que sólo percibía y que aún no se abría para mí.

Cada ser humano es un misterio. Como el Universo.

Y hoy honro ese misterio que, como una flor única, unió su vida a la mía para crear un jardín.

Un jardín que hoy ya también crece en el paraíso.

Mi labor es seguir cultivando el jardín que sembramos juntos con nuestras propias y raras flores.

Sembraré nuevas. En su honor.

Despediré las suyas, las que ya no son. Él se encargará de sembrarlas donde ahora le place. Floreceremos...

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

¿Qué tal hacer Magia con n**os la noche vieja del 31 de diciembre?

Sólo requieres un metro de listón rojo del grosor del de la foto. En el momento de las 12 campanadas, ve haciendo un n**o por cada deseo que pidas. Luego, cuelga el listón donde puedas verlo e ir dándole seguimiento a los deseos que se te van cumpliendo.

Puedes decorar tu listón con campanitas o cascabeles antes de colgarlo.

Al final de 2024 quema tu listón con una veladora blanca.

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

Estamos por comenzar un Año 8. Si observas la forma de este número, te darás cuenta de que una parte conecta con el cielo y la otra, con la Tierra.

Para estar en el mundo requerimos estar en contacto con el espíritu, el padre; para manifestar en la Tierra, requerimos a la madre.

Ambos en equilibrio en nuestro corazón.

Tomamos de la fuente del Espíritu para manifestar en la Tierra. Todo lo que ponemos en la Tierra viene de la semilla del Espíritu.

La carta de la justicia, el número 8, nos habla de papá. Quizá sea el momento de trabajar el vínculo con él.

Justicia y vesícula van de la mano. Los ojos y los pies. Como es adentro es afuera y como es afuera es adentro. Como es arriba es abajo y como es abajo, arriba.

Preparemos el año 8 preguntándonos:

¿Qué es injusto en mi vida?
¿Mis ancestros vivieron con justicia?
¿Soy justo(a) conmigo?
¿Qué ha dejado de quedarme justo y ya no me pertenece?
¿Cómo puedo vivir con justicia?

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!

El dolor que transito me deja espacio por momentos... Pero regresa y me abraza fuerte, sobre todo, por las noches.

Somatizo lo que creo injusto y la dificultad de lo que transito en el ojo derecho pero, aunque estoy en tratamiento médico, permito que mi cuerpo exprese lo que está en proceso de integrar.

Integrar es el "largo y sinuoso camino"... Ya lloraba con esta canción desde años. Como si mis ojos se hubiesen adelantado a lo que vendría... Con tristeza; con ira...

Dice mi maestro Sellam que la ira se expresa en el ojo... "Enojo en el ojo".

Dice Jeff Foster que la ira es sagrada. Claro que enoja haber perdido lo que creíamos nuestro... Y enciendo un sahumerio en el altar del "¿por quéeee?".

Pero ni lo perdí ni era mío... Porque nadie nos pertenece. No pude haber perdido lo que yo no custodiaba...

Sin embargo, una parte de mí requiere sentir ese enojo. Hasta sentir el incendio en mis entrañas, aunque también la vida latiendo con fuerza en mi corazón.

Esto es un camino. El camino de la he***na. Ayer, el Bosque de los sauces llorones. Hoy, la tundra de las espadas que cortan con sus filos. En esta tundra yo no me defiendo, permito que las espadas hagan su trabajo.

"Las niñas bonitas sí nos enojamos".

¡Gracias por sanar! ¡Si sana uno, sanamos todos!